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MAS ROMANTICAS INOLVIDABLES ( EN VIVO )



Una Compilación de Temas Románticos Grabados en Vivo hace unos ayeres y que son muy especiales en mi carrera , los invito a este viaje musical donde se transportaran a momentos Inolvidables se los garantizo

La conveniencia del sacerdocio para las mujeres


Leonardo Boff
06-07-19

La dimensión de lo femenino no es exclusiva de las mujeres, pues tanto los hombres como las mujeres somos portadores, cada cual en su propio estilo, de lo masculino y de lo femenino. Tomás de Aquino en la Suma Teológica, ya en su primera cuestión, al abordar el objeto de la teología, dejaba claro que puede abordar cualquier tema, siempre que lo haga a la luz de Dios. En caso contrario perdería su pertinencia. Por lo tanto, en esta perspectiva, cabe preguntarse acerca del sacerdocio de las mujeres, realidad que les fue negada en la iglesia romano-católica. Y considerar las buenas razones teológicas que garantizan su conveniencia.

El llamado “depósito de la fe”, es decir, la positividad cristiana, no es una cisterna de aguas muertas. Ella se reaviva confrontándose con los cambios irrefrenables de la historia, como en el caso suscitado por el sínodo de la Amazonia.

Así, en todo el mundo se verifica cada vez más la reafirmación de la paridad de la mujer, en dignidad y derechos, con el varón. Comprensiblemente, no es fácil desmontar siglos de patriarcalismo, que implica disminuir y marginar a la mujer. Pero lenta y consecuentemente, las discriminaciones van siendo superadas y, en ciertos casos, hasta castigadas. En la práctica, todos los espacios públicos y las más diversas funciones están abiertas a las mujeres. ¿Vale esto también para el sacerdocio de las mujeres dentro de la iglesia romano-católica? En las iglesias evangélicas, en la anglicana y también en el rabinato, las mujeres han sido admitidas en la función antes reservada sólo a los varones.

Hasta fecha reciente la iglesia romano-católica, en los estratos de la más alta oficialidad, se negaba a plantear la cuestión, especialmente con Juan Pablo II. Quedó rehén de la secular cultura patriarcal, pero no puede convertirse en un bastión de conservadurismo y anti-feminismo en un mundo que avanza hacia la riqueza de la relación hombre y mujer. El Papa Francisco tiene el mérito de plantear las cuestiones pertinentes del mundo de hoy, como la cuestión de la moral matrimonial o el tratamiento a dar a los homoafectivos y a otras minorías.

Como afirmaba aún en el siglo pasado una feminista, A. van Eyde: «El bien del hombre y de la mujer son interdependientes. Ambos quedarán lesionados si, en una comunidad, uno de ellos no puede contribuir con toda la medida de sus posibilidades. La iglesia misma quedaría herida en su cuerpo orgánico si no diese cabida a la mujer dentro de sus instituciones eclesiales» (Die Frau im Kirchenamt, 1967: 360).

La minuciosa investigación de teólogos y teólogas del más alto nivel ha demostrado que no hay ninguna barrera doctrinal ni dogmática que impida el acceso de las mujeres al sacerdocio.

En primer lugar, hay que recordar que hay un solo sacerdocio en la iglesia, el de Cristo. Los que vienen bajo el nombre de “sacerdote”, son sólo figuras y representantes del único sacerdocio de Cristo. Su función no puede ser reducida, como sostiene la argumentación oficial, al poder de consagrar. Se puede decir que toda la vida de Cristo es sacerdotal: se presentó como un ser-para-otros, defendió a los más vulnerables, también a las mujeres, predicó fraternidad, reconciliación, amor incondicional y perdón. No se muestra sacerdote sólo en la Última Cena, sino en toda su vida, es decir: fue un creador de puentes y de reconciliación.
La función del sacerdote ministerial no es acumular todos los servicios, sino coordinarlos, para que todos sirvan a la comunidad. Por el hecho de presidir la comunidad, preside también la eucaristía. Este servicio (que san Pablo llama “carisma”, y son muchos) puede muy bien ser ejercido por las mujeres como se muestra en las iglesias no romano-católicas y en las comunidades eclesiales de base.

Y habría razones de las más convenientes que fundamentan tal ministerio por parte de las mujeres.

En primer lugar, la primera Persona divina en venir al mundo fue el Espíritu Santo, que asumió a María para engendrar en su seno a la segunda Persona, el Hijo encarnado, Jesucristo. El Hijo sólo vino después del “fiat” (el sí) de María.

Seguían a Jesús no sólo apóstoles y discípulos, sino también muchas mujeres que le garantizaban la infraestructura. Ellas nunca traicionaron a Jesús, lo cual no se puede decir de los apóstoles, especialmente del más importante de ellos, Pedro. Después de la prisión y la crucifixión, todos huyeron. Ellas se quedaron al pie de la cruz.

Fueron ellas las que primero, en una actitud genuinamente femenina, acudieron al sepulcro para ungir el cuerpo del Crucificado. El mayor acontecimiento de la fe cristiana, la resurrección de Jesús, fue testimoniado en primer lugar por una mujer, María Magdalena, hasta el punto de que S. Bernardo dijese que ella fue “apóstol” para los apóstoles.

Si una mujer, María, pudo dar a luz a Jesús, su hijo, ¿cómo no va a poder representarlo sacramentalmente en la comunidad? Aquí hay una contradicción flagrante, sólo comprensible en el marco de una iglesia patriarcal, machista y compuesta de célibes en el cuerpo de dirección y de animación de la fe.

Lógicamente, el sacerdocio femenino no puede ser una reproducción del masculino. Sería una aberración si así fuera. Debe ser un sacerdocio singular, según el modo de ser de la mujer, con todo lo que denota su feminidad en el plano ontológico, psicológico, sociológico y biológico. No será la sustituta del sacerdote. Realizará el sacerdocio a su propio modo.

Vendrán tiempos en los que la iglesia romano-católica acomodará su paso al del movimiento feminista mundial y con el del propio mundo, hacia una integración del “animus” y del “ánima” para el enriquecimiento humano y de la propia Iglesia.

Estamos, pues, a favor del sacerdocio de las mujeres dentro de la iglesia romano-católica, escogidas y preparadas a partir de las comunidades de fe. Corresponde a ellas darle una configuración específica, diferente de la de los varones.  


LA TEOLOGIA INDIA AVANZA


Felipe Arizmendi Esquivel

VER
El 26 de julio de 2004, el cardenal Joseph Ratzinger, luego Benedicto XVI, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió al cardenal Fco. Javier Errázuriz, que era el Presidente del CELAM, indicándole que era necesario “proseguir el camino de profundización de los contenidos doctrinales de la Teología India, para[JS1]  avanzar en su clarificación a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia”.

Así se ha hecho, con la asesoría de un equipo nombrado por el CELAM, dentro del Departamento de Cultura y Educación, conformado por cinco obispos y cinco sacerdotes, religiosas y laicos de Paraguay, Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia, Guatemala y México. Uno de ellos, Mons. Octavio Ruiz, da su servicio en Roma, en el Dicasterio de la Nueva Evangelización. El CELAM me designó coordinador de este equipo. El cardenal Ratzinger nos decía que no debería repetirse en la Iglesia lo que pasó con la teología de la liberación, en que, por falta de diálogo y comunicación, hubo desentendidos y confrontaciones que nos[JS2]  dividieron.

Se han realizado seis simposios y se prepara el séptimo. Los dos primeros fueron para aclarar términos y alcances. El primero en Colombia, en 1997, y el segundo en Riobamba, Ecuador, en 2002. A partir del tercero, se han tocado temas fundamentales de nuestra fe, analizando qué tanto hay “semillas del Verbo”, o frutos maduros de la vida y la acción de Dios en las culturas originarias de los pueblos de nuestra América, o posibles ausencias o contradicciones. El tercer simposio se hizo en Guatemala, en 2006, sobre Cristo en los pueblos indígenas. El cuarto en Lima, Perú, en 2011, sobre “La teología de la creación en la fe católica y en los mitos, ritos y símbolos de los pueblos originarios cristianos en América Latina. El quinto se realizó en San Cristóbal de Las Casas, en 2014, sobre Revelación de Dios y pueblos originarios. El sexto en Asunción, Paraguay, en 2017, sobre Trinidad, familia y pueblos originarios.

Estamos preparando el séptimo, que será en Panamá, del 21 al 26 de septiembre de 2020, sobre “Espíritu Santo y pueblos originarios”, con estos objetivos:

+Profundizar en la fe católica sobre el Espíritu Santo en sus diversas formulaciones dogmáticas y en sus expresiones culturales a lo largo de la historia.
+Escuchar, compartir y dialogar sobre el modo como viven los pueblos originarios el misterio del Espíritu.
+Discernir los signos de la presencia y de la acción del Espíritu en los diversos pueblos originarios.
+Ofrecer elementos y criterios teológicos para discernir y caminar juntos con los pueblos originarios en la experiencia del Espíritu. +Compartir y celebrar la vivencia del Espíritu con expresiones propias de los pueblos originarios.

Hemos pedido a la Congregación para la Doctrina de la Fe que imparta la conferencia inaugural sobre los “Caminos de la formulación doctrinal sobre el Espíritu Santo en la Tradición oriental y occidental. Convergencias y divergencias. Habrá otras dos conferencias. Una, sobre "La acción del Espíritu Santo vivida y expresada por los pueblos originarios”, y la otra, sobre “Espíritu Santo: profecía, martirio y fiesta. Perspectivas de esperanza en los pueblos originarios”.

Después de cada conferencia, habrá unos paneles con “Testimonios de la presencia del Espíritu Santo” en algunas culturas, como mayense, kichwas, amazónicas, náhuatl, wuayú, mapuche, kuna, guaraní y nükak. Estamos invitando a casi 80 participantes, los obispos responsables de esta pastoral en cada país y la mayoría nativos de estas culturas.

PENSAR
Dice el Concilio Vaticano II: “A la unidad de la Iglesia no se opone una cierta variedad de ritos y costumbres, sino que ésta más bien acrecienta su hermosura y contribuye al más exacto cumplimiento de su misión”. Y agrega: “No hay que admirarse de que algunos aspectos del misterio revelado a veces se hayan captado mejor y se hayan expuesto con más claridad por unos que por otros, de manera que hay que reconocer que con frecuencia las diversas formulaciones teológicas, más que opuestas, son complementarias entre sí” (UR 15 y 16).

“La Iglesia no pretende imponer una rígida uniformidad en aquello que no[JS3]  afecta a la fe o al bien de toda la comunidad, ni siquiera en la liturgia; por el contrario, respeta y promueve el genio y las cualidades peculiares de las distintas razas y pueblos. Estudia con simpatía y, si puede, conserva íntegro, lo que en las costumbres de los pueblos encuentra que no esté indisolublemente vinculado a supersticiones y errores, y aun a veces los acepta en la misma liturgia, con tal de que se pueda armonizar con el verdadero y auténtico espíritu litúrgico” (SC 37).

Y el Papa Francisco: “El cristianismo no tiene un único modo cultural. En los distintos pueblos, que experimentan el don de Dios según su propia cultura, la Iglesia expresa su genuina catolicidad y muestra la belleza de este rostro pluriforme. Toda cultura propone valores y formas positivas que pueden enriquecer la manera de anunciar, concebir y vivir el Evangelio” (EG 116).

“No haría justicia a la lógica de la encarnación pensar en un cristianismo[JS4]  monocultural y monocorde. El mensaje revelado no se identifica con ninguna cultura y tiene un contenido transcultural. El mensaje[JS5]  que anunciamos siempre tiene algún ropaje cultural, pero a veces en la Iglesia caemos en la vanidosa sacralización de la propia cultura, con lo cual podemos mostrar más fanatismo que auténtico fervor evangelizador” (EG 117). “Una sola cultura no agota el misterio de la redención de Cristo” (EG 118).

ACTUAR
A quienes no conocen esta teología, a quienes la ven con sospecha o menosprecio, les pedimos apertura para discernir la acción misteriosa del Espíritu en las culturas originarias, así como en las actuales y advenientes.


 [JS1]O sea que lo que necesita clarificación es la Teología India, no el servicio que pretendemos prestar al pueblo desde el trabajo de la iglesia católica.
 [JS2]Falta de diálogo ¿de parte de quién?
 [JS3]De hecho, en la práctica diaria, sí lo hace. Por lo tanto, no respeta.
 [JS4]El catolicismo actual, en su teología, en sus ritos, en su liturgia, en sus planteamientos antropológicos, es “monocultural y monocorde. ¿En qué quedamos?
 [JS5]¿Por qué seguimos imponiendo una cultura (romana, occidental) en TODO lo que tiene que ver con la teología católica? Es lo que se hace, de hecho.

Mark Esper, otro mercader de la muerte, nuevo secretario de Defensa de EEUU


www.publico.es / 250719

«Si vis pacem, para bellum», con este lema, un discurso bélico y en medio del aumento de la tensión en el Golfo Pérsico, el halcón Mark Esper será la guinda puesta en el ya inquietante gabinete de Donald Trump. Agente directo del complejo militar-industrial, Esper, ex vicepresidente de Raytheon, una de las principales empresas de armas de EEUU, sustituye a Patrick Shanahan, un ejecutivo de la fabricante de aviones y misiles Boeing, en el Pentágono.

Mark Esper, un veterano de la primera guerra de EEUU contra Irak en 1991, trabajó durante siete años como secretario de las Fuerzas Armadas del Pentágono, haciendo de “persona influyente” para Raytheon (fabricante del sistema de misiles Patriot, y de los motores del avión de combate F-35, el programa de armas más caro del Pentágono), y conoció al exjefe de la CIA y el actual secretario de Estado, Mark Pompeo, en la Academia Militar.

El compañero de Esper en Raytheon, Charles Faulkner, “incrustado” en el Departamento de Estado, fue obligado el mes pasado a dimitir por elaborar un plan que benefició con miles de millones de dólares a esta firma: aceleró la venta de bombas guiadas por láser Paveway a Arabia Saudí (los mismo utilizados para atacar a la nación yemení), eludiendo el control del Congreso. El lema de Raytheon es “El éxito del cliente es nuestra misión”, aunque sus clientes mucho éxito que digamos no han tenido en Yemen. Bajo el pretexto del “aumento de la tensión con Irán”, los hombres de esta compañía gestionaron la venta de un paquete de armas a los jeques saudíes y emiratíes por el valor de 8,000 millones de dólares.
Por cierto, a Esper le sustituye como secretario del Ejército Ryan McCarthy, un “comercial” del Lockheed Martin, la principal empresa de armas del planeta, que recibe hasta 50,000 millones de dólares en contratos gubernamentales.

La clave: puerta giratoria

Pasan seis décadas desde que el presidente Dwight D. Eisenhower advirtiera de la “influencia indebida” de un monstruo llamado “complejo militar-industrial” que estaba atrapando las instituciones civiles de EEUU. El propio Donald Trump, en una entrevista con Fox News del 20 de mayo, le señaló como la fuerza que impide la salida de las tropas de Siria porque “quiere guerra”. Su insaciable sed de ganar dinero vendiendo armas es uno de los principales motivos de la actual guerra de EEUU contra Irán.

Ahora, un Esper ascendido al puesto más alto de la administración podrá decidir qué armas y a quién comprar, sobre qué nación descargar las viejas y sobre qué escuelas, bodas y funerales probar el impacto de las nuevas.

No se trata de “trabajadores” que deben pagar sus facturas, mantener a su familia y que simplemente ejecutan las órdenes de los políticos belicistas (banalizando el mal), sino del sector más criminal de la burguesía que aumenta su fortuna, controlando la política exterior del país, y lo hace a través de dos principales métodos: 1) invertir en las campañas electorales de los candidatos al parlamento y a la presidencia de EEUU, comprándolos; y 2) utilizar la puerta giratoria: colocar en el Pentágono a sus ejecutivos y contratar a los militares de alto rango parar dirigir sus compañías.

Veamos: la secretaria de la Fuerza Aérea, Heather Wilson, fue consultora de Lockheed Martin; la subsecretaria de Defensa para Adquisición y Sostenimiento de armas (USD- A&S), Ellen Lord, fue directora ejecutiva de Textron Systems, un conglomerado industrial de aeronáutica, seguridad y tecnologías avanzadas; el jefe de personal del Consejo de Seguridad Nacional, el teniente Keith Kellogg, fue empleado de varias compañías militares y de inteligencia; John Rood, subsecretario de Defensa, ha trabajado para Lockheed Martin y Raytheon.

Según The Project on Government Oversight (el Proyecto de Supervisión del Gobierno, POGO), solo en 2018, 645 funcionarios de alto rango trabajaron en la dirección de uno de los veinte principales contratistas militares: una pequeña pista de quién realmente dirige la política exterior del país más armado del mundo, y de por qué Trump ha eliminado la diplomacia de su gobierno.

La línea de Esper

Para el nuevo secretario de Defensa, el principal desafío de la superpotencia occidental es contener a China y Rusia, y su receta es:

a) Modernizar el ejército y prepararlo para las futuras guerras cercanas contra dichas potencias, invirtiendo más dinero en el equipamiento de las Fuerzas Armadas, y aumentar el número de soldados por encima de 500,000.

b) Construir armas específicas -como una artillería de precisión de gran alcance- para el «conflicto de alta intensidad» que sucederá con China y Rusia. Dice con razón el director de planificación de programas de Secure World Foundation, Brian Weeden, que EEUU se está preparando para un conflicto armado con China en lugar de evitarlo.

Y, para disipar la preocupación de los neocon antiiraní respecto a sus prioridades, propone defender con contundencia los intereses de EEUU en el golfo Pérsico. El primer paso será formar una coalición con los aliados para “mantener la libertad de navegación alrededor del estrecho de Ormuz”, militarizándolo, mientras su país impide ilegalmente la libre circulación de las petroleras iraníes.

El propósito del ministro de «evitar la guerra con Irán» pasa por matarlo de hambre impidiendo que venda su petróleo. Al contrario de Mike Pompeo, Esper cree que no se puede utilizar la Ley Antiterrorista AUMF para atacar a Irán, siendo este un Estado –que no un grupo terrorista–, pero recalca que el presidente tiene derecho a “defenderse” contra un ataque iraní, sin la autorización del Congreso.

Para “derrotar la insurgencia” en Irak y Afganistán, propone renovar los vehículos militares y fabricar aeronaves especiales “adaptados” a dichos conflictos, para que esta carnicería que su país y sus aliados han montado allí perdure más años y sea más rentable en término monetarios.

Esper tendrá más desafíos como: ¿recuperar la alianza con Turquía o seguir con el proyecto de “un estado kurdo”, desmantelando Irak y Siria? ¿Enviar tropas a Libia para expulsar a Turquía y Qatar, uniéndose a Rusia? ¿Qué más hacer para provocar caos en Venezuela?, entre otros tantos. «Con el ejército involucrado en más de 140 países de todo el mundo…, nuestra preparación debe ser nuestra máxima prioridad»: a Ester le va un estado de guerra permanente, y Trump ha pedido al Congreso un aumento del 13% en el presupuesto militar para el ya astronómico de 700.000 millones de dólares.

Las compañías de armas han tenido un decisivo papel para que hoy no haya un movimiento global antimilitarista. La red Put People Over the Pentagon (Dar prioridad al pueblo por encima del Pentágono) ha reunido a una veintena de organizaciones progresistas para presionar a los candidatos presidenciales para que eliminen 200,000 millones de dólares del presupuesto de este Departamento. ¡Mucha suerte!


Nuestro Canal


Roberto Arosemena Jaén –Ciudadano panameño

Me gustaría que mi generación del 58 concluyese su misión histórica de integrar el destino del Canal al desarrollo social y económico del país. Sin embargo, lo que se hizo el 31 de diciembre de 1999 fue crear una Junta encargada de la evolución del Canal con el nombre de Junta Asesora de la Junta Directiva del Canal de Panamá. El Faro, en su edición de junio de 2019, menciona la sustitución de William O’Neil (ex Secretario General de la Organización Marítima Internacional (OMI) por 14 años antes de ser nombrado en 1999 Presidente de la Junta Asesora del Canal, cargo que ocupó hasta el momento actual.) El actual presidente de la Junta Asesora es William John Flanagan Jr., Almirante de las Fuerzas Armadas, presumo de los Estados Unidos de América.

La pregunta pertinente es qué poder tiene el Ministro del Canal frente a este Consejo Asesor metido en el corazón de sus colaboradores, nombrados y por nombrar, por el Presidente de la República. Además, por qué se ha blindado el Canal de un título constitucional que, al decir de los excandidatos a Presidente, en los pasados debates, no puede ser modificado por el soberano que en este caso es la ciudadanía panameña.

En efecto, se nos obliga a pensar que no tenemos facultad de llamar a una Asamblea Constituyente originaria porque el título constitucional canalero está por encima de la voluntad política de la nación. Tremenda aberración, entre la retórica de que conquistamos el Canal en 1999 y la absurda realidad de un Consejo de Asesores vinculados a la OMI y a los intereses estratégicos del almirantazgo estadounidense.

Se concluye que el Canal, como patrimonio nacional declarado, no es práctico ni efectivo. No podemos fijarle impuestos, tasas y contribuciones presupuestarias sino lo permite la Junta Asesora “directiva” y que el papel del Ministro del Canal es ridículo e intrascendente. Lo mismo que cualquiera ocurrencia de algún diputado de atreverse a proponer una ley que defina los excedentes del Canal y su utilización fiscal. Inmediatamente, sería condenado como violador de la Constitución y excluido de toda actividad política y social en el territorio nacional. En conclusión, ni somos dueños ni propietarios del Canal, sólo administradores bajo la égida del título constitucional. No me refiero al Tratado de Neutralidad y Funcionamiento que es una temática correlacionada que hay que resolver mediante un trámite contractual supeditado a una denuncia internacional en el seno de Naciones Unidas.

Me refiero a la condición de la empresa canalera. El efecto de esta “real política canalera” es un país sometido no a una quinta frontera, sino a un destino de claudicaciones y traiciones que tenemos que superar.

Corresponde a esta generación de eternos jóvenes panameños y panameñas quitarle viabilidad al cerrojo mental, social, cultural y político que pasa por el Canal y sus desastrosos acuerdos. Es difícil esperar que Aristides Royo Sánchez, el ex institutor de la década del 58, miembro de la juventud insurgente de esta patria, ahora vuelto a encumbrar, se haga eco de estas inquietudes. El momento actual es crítico. El torrijismo agresivo, que confunde patria y soberanía con entrega y servilismo, retorna al Palacio de las Garzas.

Histeria xenofóbica en Panamá


www.alainet.org / 16/07/2019

Una gran ola xenofóbica se ha levantado en Panamá. Cuando parecían pasados los conflictos por la masiva llegada de venezolanos, porque el flujo migratorio de ese país ha disminuido notablemente desde que se impuso la visa hace 2 años, la diputada del Partido Revolucionario Democrático (PRD), y primera vicepresidenta de la Asamblea Legislativa, Zulay Rodríguez Lu, ha vuelto a levantar la xenofobia con más bríos por medio de un anteproyecto de ley draconiano contra los migrantes pobres.

Una campaña plagada de mentiras

Para justificar las propuestas de endurecimiento de la legislación migratoria se ha lanzado una campaña masiva por los medios formales y alternativos para crear un ambiente propicio cimentado de falacias y mentiras descaradas. La campaña se sustenta en afirmaciones como que los inmigrantes, sobre todo venezolanos, ofenden a los nacionales, nos irrespetan y desprecian nuestras leyes. A lo que se suma el mito de que “nos quitan los puestos de trabajo” y que el creciente número de delitos es producido por extranjeros.

La diputada Rodríguez, en una entrevista en un canal televisivo internacional, llegó a afirmar que en Panamá había 1 millón de extranjeros, pero los mismos medios xenófobos estiman, sin confirmación oficial, la reciente ola migratoria en unas 140 mil personas, lo que apenas representaría el 3,5% del total de la población del país. Es poca gente, pero sirve para distraer a los incautos respecto a los verdaderos responsables que permanecen intocables de las disparidades sociales. Así que los migrantes pobres se han convertido en chivos expiatorios.

El “enemigo” son los migrantes pobres

Parece que Panamá se ha vuelto una sucursal de los Estados Unidos de Donald Trump, o de la Alemania de Hitler, en la que los migrantes de los países hermanos deben andar con temor, ya que a diario se producen incidentes.

La diputada Rodríguez Lu, quien es descendiente de inmigrantes chinos por la vía materna, y los grupos organizados de xenófobos que la apoyan, se han ocupado de focalizar la campaña contra el migrante trabajador y pobre, y expresamente defienden la inmigración empresarial (“vienen a invertir”), e indirectamente de europeos blancos, contra la que no se dice nada, pese a un aumento significativo de españoles que llegan a Panamá.

Una ley draconiana

El anteproyecto de ley consta de 17 artículos que reforman la legislación vigente y la hacen muy difícil de cumplir para el migrante trabajador. En el artículo 1 deja claro el interés de ciertos grupos de abogados que, en los últimos diez años, han combatido el programa denominado “Crisol de Razas”, porque les quitó el negocio de tramitar los papeles de residencia y los permisos laborales para extranjeros, ya que se ha estado realizando de manera casi gratuita directamente por las autoridades de migración. Se obliga en ese artículo a la regularización “a través de abogado idóneo”.

El artículo 2 crea el Servicio Nacional de Migración y lo adscribe al Ministerio de Seguridad Pública. El art. 4 crea la llamada Unidad Migratoria de Acción de Campo (UMAC) como una especie de corporación cuasi policial que vigile el cumplimiento de la legislación por los migrantes y persiga a los migrantes que no cumplan con las normas.

En 6 meses, desde la entrada en vigencia de la nueva ley el migrante deberá entregar: “comprobante de domicilio”, que consiste en contrato de arrendamiento o factura de servicio público; permiso de trabajo; comprobante legal de su fuente de ingreso no menor al salario mínimo; Paz y Salvo nacional de rentas; inscripción como asegurado en el sistema de la Caja de Seguro Social que compruebe pago mínimo de 6 cuotas (mensuales). Todo lo cual debe actualizarse anualmente (art. 5).

Quien conoce las difíciles condiciones de vida y trabajo de un migrante sabe que conseguir el cúmulo de requisitos que se pretende pedir es casi imposible. Muchos son superexplotados por los empresarios, no reciben el salario mínimo legal, o sufren la inestabilidad laboral siendo constantemente despedidos y recontratados, o directamente los patrones les roban sus cuotas del seguro social.

Es fácil vaticinar que la nueva legislación conseguirá lo contrario del fin que se propone expresamente, la regularización de los inmigrantes, los cuales, en su mayoría, cumplen con los actuales requisitos y están inscritos por la vía del programa Crisol de Razas. A menos que el objetivo oculto de la ley sea justamente que no puedan cumplir con la nueva normativa para justificar su expulsión, piensan algunos.

El incumplimiento involuntario de estos requisitos, que además deben tramitarse con abogado de por medio y sus “honorarios”, y quien no posea la documentación actualizada, acarrea una multa de 500 dólares (art. 8). Y otros 500 dólares para el nacional o extranjero que se haya hecho responsable por el migrante que incumpla la legislación, incluida la inhabilitación (¿de funciones públicas?) hasta que pague (art. 7). Lo cual dificultará que nacionales decidan respaldar a algún migrante.

El artículo 9 sanciona al migrante que practique “directa o indirectamente el ejercicio de una profesión liberal reservada según la Constitución Política, para los nacionales panameños”.

La apelación al patrioterismo mientras se entrega el país a intereses imperialistas

El artículo 13 llega al paroxismo xenofóbico cuando en su acápite 7 dice: “Aquellos extranjeros que manifiesten públicamente ofensa e insultos hacia la nacionalidad panameña”, los equiparan con quienes delincan y no cumplan la legislación, “…serán deportados inmediatamente del territorio nacional”.

¿Qué se entiende por “ofensa o insulto”? Entramos al terreno de las subjetividades, pues la queja más usual que se escucha es de los venezolanos que reclaman atención correcta y eficiente en almacenes y lugares de atención al público. Queja que compartimos muchos nacionales, dada una cultura de la grosería por parte de algunas personas. ¿Un migrante no podrá quejarse jamás de algo que no le satisfaga?

El artículo 14 establece que “el extranjero que haya sido deportado no podrá ingresar al país en un lapso de diez a quince años”. Sin mediar consideración, reconsideración, ni apelación alguna, ni siquiera que tenga familiares en la República de Panamá.

Ningún artículo del anteproyecto de ley de la diputada Zulay Rodríguez va contra los intereses de grandes capitalistas extranjeros que controlan un alto porcentaje de nuestra economía y someten al saqueo nuestros recursos.

No hay que olvidar que fue un gobierno del partido de la diputada Rodríguez el que desnacionalizó las empresas públicas y las entregó a empresas transnacionales. La electricidad y la telefonía nacionalizadas por Omar Torrijos en los 70, fueron privatizadas por el partido que fundó, irónicamente. Por supuesto, contra esos empresarios extranjeros no va el anteproyecto xenofóbico, sino contra los migrantes de la clase trabajadora.

La xenofobia en Panamá es de vieja data

En el pasado nuestro país ha sufrido otras oleadas xenofóbicas. Un año después de que Estados Unidos nos separara de Colombia para construir el canal controlado por el Pentágono, se emitía la Ley 6 de 1904, que impedía el ingreso al país de “norteafricanos, turcos y orientales o asiáticos”. Es probable que los antecesores de la diputada Rodríguez Lu fueran víctimas de aquella ola xenofóbica. Ironías de la historia.

El diputado Pablo Arosemena, el xenófobo de entonces, intentaba impedir la entrada de chinos principalmente, a la vez que intentaba promover la llegada de europeos blancos para lograr un “cruzamiento” que “cambiaría las condiciones físicas del pueblo del porvenir” (Pizzurno, P. Memorias e imaginarios de identidad y raza en Panamá. Siglos XIX y XX. Colección Ricardo Miró. Premio Ensayo 2010).

En los años siguientes las víctimas de la ola xenofóbica pasaron a ser los negros antillanos de habla inglesa que se quedaron a vivir en el Istmo después de terminada la construcción del Canal de Panamá. En los años 20, 30 y 40 se organizaron diversos movimientos que buscaban la expulsión de los migrantes antillanos. El Movimiento de Acción Comunal y la posterior Doctrina Panameñista, elaborada por el ex presidente Arnulfo Arias llevaron esa política racista y xenofóbica al máximo, aunque fracasaron.

La Constitución Política de 1941 declaró a los negros de habla inglesa y a los chinos como “razas indeseables”. A los chinos principalmente se les expropiaron negocios y se les prohibió el comercio al detal. Las deportaciones de antillanos no se realizaron porque Arias fue depuesto por los norteamericanos que controlaban el país, por sus simpatías hacia Hitler (no por racista, que no es lo mismo).

La izquierda y el movimiento popular deben tomar posición frente al problema

Frente a la ola xenofóbica, con ribetes fascistoides, semejante a la que recorre Europa y Estados Unidos, la izquierda y las organizaciones populares deben elaborar una respuesta unitaria y contundente. Al igual que en otros países, en Panamá muchos trabajadores han sido manipulados para convencerles de que sus enemigos son sus hermanos de clase de origen extranjero.

Hay que corregir la falsificación ideológica que pretende convertir la xenofobia contra humildes trabajadores como si se tratara igual que la lucha por la soberanía contra Estados Unidos en la Zona del Canal. Por el contrario, los políticos que aúpan la actual histeria xenófoba son los que promueven la entrega del país al capital transnacional.