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¿Qué tanto café es... Café en exceso?


Tomado de la Revista Imagina del Senacyt Edición 7

Conferencia de Roberto Hernández Sampieri en Umecit Panamá



La Unión Europea en plena conquista de neocolonias

Manlio Dinucci

«Todo tiene que cambiar para que nada cambie», decía el poeta siciliano. La Unión Europea ha anunciado un gran plan de ayuda al desarrollo durante su quinta cumbre conjunta con los países de la Unión Africana. El geógrafo italiano Manlio Dinucci estima que tras los “nobles sentimientos” anunciados se esconde realmente una voluntad neocolonialista.

«Que el futuro de Europa también está en juego en África es algo que está, creo, muy claro, sobre todo para nosotros los italianos, por razones históricas y geográficas», declaró el primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, durante su gira por África, del 24 al 29 de noviembre, donde visitó Túnez, Angola, Ghana y Costa de Marfil.

Gentiloni dijo la verdad… sin querer: Italia y Europa consideran hoy muy importante a África por las mismas «razones históricas y geográficas» que en el pasado, o sea cuando África estaba bajo su dominación colonial.

África es un continente muy rico en materias primas: oro, diamantes, uranio, coltán, cobre, petróleo, gas natural, manganeso, fosfatos, maderas preciosas, cacao, café, algodón y muchas más. Esos valiosos recursos, antes explotados por el viejo colonialismo europeo con métodos de tipo esclavista, hoy son explotados por el neocolonialismo europeo a través de grupos de poder y de gobernantes africanos corruptos, utilizando la fuerza trabajo local de bajo costo y aprovechando su propio control sobre los mercados internos e internacionales.

Eso es lo que confirma el viaje de negocios del primer ministro italiano Gentiloni, en calidad de viajante comercial de la ENI (Corporación Nacional de Hidrocarburos, siglas en italiano), que opera en países africanos como Argelia, Libia, Túnez, Egipto, Kenya, Liberia, Costa de Marfil, Nigeria, Ghana, la República del Congo, Angola, Mozambique y Sudáfrica.

- Túnez, primera etapa de la gira de Gentiloni, es una importante base de la ENI, no sólo por el yacimiento de El-Borma sino también como vía de tránsito del gasoducto Transmed, que trae a Italia el gas argelino.

- En Angola, Gentiloni asistió, con el presidente angolano Lourenco, a la firma de un lucrativo acuerdo que asigna a la ENI un 48% de los derechos sobre el gran yacimiento Cabinda North.

- En Ghana, Gentiloni visitó la gigantesca plataforma flotante de la ENI para la producción y almacenamiento de yacimientos offshore de más de 40,000 millones de metros cúbicos de gas y 500 millones de barriles de petróleo.

- En Costa de Marfil –donde la ENI compró un 30% de una gran área offshore rica en hidrocarburos, a través de su filial ENI Cote d’Ivoire Limited, que tiene su sede en Londres–, Gentiloni participó en la 5ª Cumbre Unión Europea-Unión Africana, junto con Mogherini, a cargo de las relaciones exteriores de la UE, el presidente francés Macron y la canciller alemana Merkel. El tema central de la Cumbre fueron nuevas inversiones europeas en África con el noble propósito de «aportar nuevas esperanzas a los jóvenes africanos». Pero esas inversiones generalmente acaban favoreciendo la formación de élites africanas al servicio de los intereses neocoloniales.

Hasta en los países que obtienen los mayores ingresos gracias a la exportación de materias primas, la mayoría de sus habitantes viven en la mayor pobreza. Según los datos de la ONU, más de 2 terceras partes de la población del África subsahariana vive en condiciones de pobreza y más de un 40% vive en condiciones de pobreza extrema.

Son emblemáticos los ejemplos de Costa de Marfil y Ghana, por donde pasó Gentiloni. No sólo cuentan con grandes recursos energéticos sino que además son los primeros productores mundiales de cacao (con casi el 60% de la producción mundial). El cacao lo cultivan mayormente pequeños campesinos, que viven en la pobreza porque se ven obligados a vender los granos de cacao a precios muy bajos. Y son las transnacionales que fabrican el chocolate quienes obtienen ganancias muy elevadas. Es esa la manera como, según dijo Gentiloni, «se ayuda a los africanos en sus predios».

Durante 5 años, de 2010 a 2015, los países que más invirtieron en África fueron Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China, Sudáfrica e Italia. Pero en 2016, China pasó a la cabeza, seguida por los Emiratos Árabes Unidos e Italia, que, según declaró con orgullo Gentiloni, fue el año pasado el mayor inversionista europeo en África, con unos 12,000 millones.

Estados Unidos y la Unión Europea ven peligrar su papel dominante en las economías africanas por causa de China, cuyas empresas ofrecen a los países africanos condiciones mucho más favorables y construyen las infraestructuras que esos países necesitan: hasta ahora alrededor de 2,300 kilómetros de líneas férreas y 3,300 kilómetros de carreteras.

Al mismo tiempo, Estados Unidos y la Unión Europea ven sus intereses amenazados por movimientos armados, como los Niger Delta Avengers que atacan las instalaciones de Shell y de otras compañías petroleras, entre ellas la ENI, responsables del desastre ecológico y social en el delta del río Níger.
Al ver que están perdiendo terreno en el plano económico, Estados Unidos y las grandes potencias europeas arrojan la espada en el plato de la balanza. El AfriCom de Estados Unidos, oficialmente con el pretexto de luchar contra el terrorismo, está extendiendo en África su red militar y reforzando allí su poderío a través de operaciones de fuerzas especiales, del uso de drones armados y proporcionando entrenamiento y armamento a fuerzas especiales africanas.

Francia, que durante los 50 últimos años emprendió en África más de 50 intervenciones militares públicamente, además de muchas otras intervenciones secretas, está intensificando las operaciones en el oeste de África, así como en el centro y el este de ese continente, donde mantiene 7,000 soldados y varias bases militares, principalmente en Mali, Senegal, Gabón y Costa de Marfil.


Italia, con presencia militar en Libia, Mali, Somalia y Yibuti, está solicitando la intervención de la OTAN en África. Según el primer ministro italiano, «La OTAN debe mirar hacia el sur. Si la mayor alianza militar de la historia no lo hace, se arriesga hoy a no estar a la altura de los desafíos contemporáneos». Así que la OTAN se prepara para mirar de nuevo hacia el sur, como en 2011, cuando agredió y destruyó con su guerra el Estado libio.

Aguiar, sucesor de Norberto, amigazo del PRI y de Peña


El jueves 30 de marzo, a dos meses de las elecciones del Estado de México, Enrique Peña Nieto invitó a comer, en Los Pinos, a los obispos de esa entidad para pedirles apoyar a su primo Alfredo del Mazo. A todos les besó el anillo episcopal, pero sólo a uno se le arrodilló: A Carlos Aguiar Retes, el arzobispo de Tlalnepantla que sustituirá a Norberto Rivera Carrera como primado de México.

Es un mal mensaje del papa Francisco a México: A la capital del país, de sello claramente progresista, envía a un personaje tanto o más conservador que Rivera Carrera, un clérigo de la élite y no un pastor como se asume el jefe del Vaticano, pero además político y claramente identificado con el grupo en el poder que Peña quiere que siga hegemonizando el país.

Ante las elecciones, en particular las del Estado de México en que Peña impuso a su primo Del Mazo, entre Norberto y Aguiar sí hubo posiciones contrastantes: Mientras que éste asumió posicionamientos desabridos, “Desde la fe”, el órgano de la Arquidiócesis de México, hizo una durísima crítica a las prácticas de defraudación electoral de las “camarillas y dinastías asidas a un poder que se niegan a dejar”.

En “Elecciones de escándalo”, como tituló el semanario “Desde la fe” en su editorial del domingo 2 de abril, la Arquidiócesis Primada de México censuró el despilfarro electoral y, en referencia al gobierno de Peña y específicamente al secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ahora candidato presidencial priista, preguntó: “¿Para esto se usa el dinero del gasolinazo?”
Pese a que no mencionó al PRI ni a Peña, el semanario de la iglesia censuró que “la manipulación, clientelismo y compra cínica y desvergonzada de votos; entrega de despensas y teléfonos celulares, así como la distribución de tarjetas y monederos electrónicos, se unen al uso electorero de programas de desarrollo social, condicionando los beneficios a cambio de copias de credenciales de elector, lo que, por cierto, es un delito”.

Y en uno de los párrafos más críticos, afirma: “Los mexicanos volvemos a ser testigos de elecciones caras que nos cuestionan si de verdad valió la pena una reforma estructural político-electoral, cuando los hilos de este proceso se mueven por quienes controlan millonarios recursos que avientan como migajas. Usar electoralmente el hambre, además de ser inmoral, es una de las peores faltas sociales que implican la destrucción de la democracia, poniéndola en manos de camarillas y dinastías asidas a un poder que se niegan a dejar”.

Aguiar, por su parte, guardó silencio sobre las prácticas de defraudación electoral del gobierno estatal y federal para imponer a Del Mazo. No sólo eso: Fue el que celebró el matrimonio del gobernador Eruviel Avila, presidente del PRI de la entidad donde será el máximo jerarca de la Iglesia católica.

El sustituto de Norberto, quien hoy entra en funciones pero su toma de posesión oficial es hasta el 5 de febrero –aniversario de la Constitución–, fue también arzobispo de Texcoco y allegadísimo no sólo del Grupo Atlacomulco, sino amigo del propio Peña.

El sociólogo Bernardo Barranco, experto en religiones y consejero electoral en el Estado de México, lo descibe así:

“Aguiar, siendo arzobispo de Tlalnepantla, mantuvo, desde el inicio, una estrecha colaboración con el entonces gobernador Peña Nieto, al grado de que lo apoyó en su primer gran acto de destape como precandidato a la Presidencia de la República. Lo llevó a Roma junto con su novia Angélica Rivera para presentarle al papa Benedicto XVI bajo los intensos reflectores de Televisa.

“Como presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (2006-2012) Carlos Aguiar fraguó la reforma al artículo 24 constitucional sobre la libertad religiosa introducida en la Cámara de Diputados en diciembre de 2011. Contó con el apoyo decidido del candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña. En la versión original de la iniciativa constitucional presentada por el diputado priista López Pescador venía la intervención plena de la Iglesia católica en las escuelas públicas para otorgar catecismo, así como poseer medios de comunicación y reconocía una amplia participación política de los actores religiosos, aun en tiempos electorales. La iniciativa fue matizada y reformulada hasta la versión constitucional actual, vigente desde 2013”.

La llegada de Aguiar, entonces, sólo augura la consolidación en la iglesia católica mexicana de la opción preferencial por los ricos, el fortalecimiento de la relación de ésta con el grupo priista que tiene como candidato a Meade –un devoto católico–, el avance de la agenda ultraconservadora y la impostura de Francisco, jefe político de El Vaticano.


Reforma de la curia, reforma de la iglesia

José M. Castillo S.

El discurso que el papa Francisco tuvo, como felicitación navideña, a la Curia Romana el pasado día 21 de este mes de diciembre, está dando que hablar en los ambientes relacionados con la Iglesia. El papa les habló, a los miembros de la Curia, con la claridad y la libertad que le caracterizan. Y desde ahora afirmo que, desde su claridad y su libertad, el papa hizo, entre otras, dos afirmaciones que hacen temblar.

1. Dirigiéndose a los cardenales, obispos, monseñores y demás personajes de la Curia, el papa les habló de "la desequilibrada y degenerada lógica de las intrigas o de los pequeños grupos que en realidad representan... un cáncer que... se infiltra en los organismos eclesiásticos".

2. Y en seguida añadió: "otro peligro, que es el de los traidores de la confianza o los que se aprovechan de la maternidad de la Iglesia, es decir de las personas que han sido seleccionadas con cuidado... pero se dejan corromper por la ambición y la vanagloria".

O sea, a juicio del papa Francisco, la Curia que gobierna la Iglesia, es (en este momento) un enfermo grave, en el que "traidores de la confianza, que la misma Iglesia ha depositado en ellos, les ha llevado a actuar motivados por "la ambición y la vanagloria".

¿Se puede pensar que el papa Bergoglio exagera al decir estas cosas sobre personas tan respetables? Con toda sinceridad, puedo afirmar que, pocos días antes de conocerse la renuncia de Benedicto XVI al cargo de Sumo Pontífice, uno de los más importantes personajes en el gobierno de la Iglesia, me dijo en Roma confidencialmente: "Rece mucho por la Iglesia, porque la situación, en este momento, es tan grave, que esta Iglesia que tenemos, no puede caer más bajo de lo que ya ha caído".

¿Qué está pasando en la Iglesia? Sin miedo a exagerar o sacar las cosas de quicio, creo que se puede (y se debe) afirmar que el "desequilibrio" y la "degeneración", que el papa denuncia de la Curia Romana, no se reduce a la Curia del Vaticano. Ese "desequilibrio" y esa "degeneración" se extiende - de una o de otra forma, con más o menos profundidad - por la Iglesia entera. Y aquí podemos decir que quien tenga las manos limpias, que tire la primera piedra. Y quede claro que yo soy el primero que lo digo. Porque somos muchos (más de los que nos imaginamos) los que tenemos mucho que callar.

¿Por qué? ¿Qué está pasando en la Iglesia? Vamos a ser sinceros. Si tomamos el Evangelio en nuestras manos, y si es que aseguramos que en Jesús se nos ha revelado Dios y lo que Dios quiere, entonces no nos queda más remedio que decir que mientras haya obispos viviendo en palacios, clérigos luciendo vestimentas solemnes, diócesis e instituciones religiosas que manejan mucho (pero mucho) dinero, individuos jóvenes que se meten en seminarios y conventos para "hacer carrera", por más que aseguren que ellos quieren "seguir a Cristo", mientras las diócesis sigan teniendo privilegios (económicos, legales, sociales...), que la mayoría de los ciudadanos no tienen, ni pueden tener, mientras todo esto funcione así, por más que nos digan que todo esto es así porque así lo estableció Jesucristo, esta Iglesia no tiene arreglo.

Ni con este Papa, ni con cincuenta Papas que vengan detrás de él. Porque, en una institución que funciona como funciona la Iglesia, y dado lo que es la condición humana, en ella habrá gente, bastante gente, que, pensando que está allí para servir a Dios y para servir a Cristo, para salvar al mundo y dar gloria a Dios, en realidad estamos ahí porque ahí, sin ser un genio o ser un héroe, "te colocas bien en la vida y tienes tu vida asegurada".

No es cuestión de ambición o egoísmo. El problema está en que, como ha dicho el papa Francisco en su reciente discurso a la Curia Romana, la Iglesia está organizada de manera que los que nos metimos en ella diciendo que lo hacíamos porque "seguíamos a Jesucristo", en realidad muchos terminamos siendo "funcionarios", que, en palabras del papa, terminamos siendo "traidores de la confianza", que depositaron en nosotros.

No es cuestión de la maldad de los que nos metemos a curas, frailes o religiosos. Ni es un problema de debilidad o cobardía de quienes gobiernan. El problema está en que Jesús pensó en un movimiento profético, que, con el paso de los tiempos, ha terminado siendo una organización mundial cimentada sobre el poder que la religión tiene sobre la intimidad de las personas, la capacidad que da la seguridad económica y, en consecuencia de lo dicho, la influencia socio-política que le dan los poderes de este mundo, con tal que la Iglesia sepa estar siempre en "su sitio". Un sitio que, con frecuencia, está en los antípodas del que ocupó Jesús, en quien radica su origen y su razón de ser.

Jesús vino a estar con los últimos y a identificarse con ellos. La Iglesia funciona de tal manera, que no tiene más remedio que estar con los primeros o lo más cerca posible de ellos. Así, vivimos y viviremos siempre en la contradicción. De ahí que un Papa como Francisco es, y será, amado por unos y odiados por otros. Tal como somos los seres humanos, esto no tiene otra salida.