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CLASSICAL PIANO MUSIC FOR SLEEPING



00:00 BEETHOVEN - Piano Sonata No. 14 "Moonlight Sonata": I. Adagio sostenuto
04:52 CHOPIN - Nocturne in C sharp minor, Op. Posth.
08:41 LISZT - Consolations, S. 172: No. 3, Lento placido
12:43 SAINT-SAENS - The Carnival of the Animals: XIII. The Swan
15:22 DEBUSSY - 2 Arabesques: No. 1, Andantino con moto
19:29 CHOPIN - Nocturnes, Op. 9: No. 2 in E-flat major
23:48 DEBUSSY - Rêverie, L. 68
28:01 DEBUSSY - Suite Bergamasque, L. 75: III. Clair de Lune
Piano: Luke Faulkner

SATIE - Trois Gymnopédies
32:46 No. 1, Lent et doloreux
35:34 No. 2, Lent et triste
37:49 No. 3, Lent et grave
39:55 MOZART - Ave Verum Corpus, S. 44
42:15 BACH-GOUNOD - Ave Maria
43:59 CHOPIN - Douze études, Op. 25: No. 1 in A-Flat Major "Aeolian Harp"
46:27 EINAUDI - Le Onde
49:36 SAKAMOTO - Aqua
53:08 COSTANTINI - Desert
57:03 EINAUDI - Nefeli
1:00:48 COSTANTINI - Elegia
1:03:06 SAKAMOTO - Energy Flow
Piano: Carlo Balzaretti
Except “Aeolian Harp”: Giovanni Umberto Battel

Los que fríen el planeta y la geoingeniería


Silvia Ribeiro
www.alainet.org / 310118

La semana pasada, se filtró a la prensa un informe sobre cambio climático que está preparando el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).  Se trata de un informe sobre los impactos del calentamiento global a 1.5°C sobre los niveles pre-industriales.  Según los datos obtenidos por Reuters, si se sigue en el ritmo actual de emisiones, se sobrepasará este límite ya en 2040 (tinyurl.com/yaehlbzc), lo cual conllevará impactos graves sobre muchos países, principalmente estados islas y con costas bajas, daños probablemente irreversibles a arrecifes de coral (que son el primer eslabón de la cadena alimentaria marina) y derretimiento del hielo en Groenlandia y Antártida occidental.  Aunque el informe es un borrador y el IPCC declaró que puede cambiar luego de las revisiones a que es sometido, no van a cambiar los datos de la ciencia, lo que podría –y debería– cambiar son las propuestas que hace el IPCC frente a esta realidad.

El acuerdo de París sobre cambio climático que firmaron 197 gobiernos en 2015, estableció la meta de que el aumento del calentamiento global sea “muy por debajo de 2°C” hasta el 2100. Con los datos revelados, hay un riesgo muy alto de que se sobrepase esa meta mucho antes de esa fecha.  La única manera de evitarlo sería que inmediatamente se pusieran en marcha reducciones drásticas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel global. El IPCC había afirmado desde antes la necesidad de estas reducciones, pero este informe plantea además que habrá que remover el excedente de dióxido de carbono de la atmósfera por otros medios, como tecnologías de geoingeniería.

El clima planetario ya se ha calentado 1°C en promedio desde sus niveles pre-industriales, pero en realidad, más de las tres cuartas partes ocurrió en los últimos 50 años, debido al aumento vertiginoso de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esas emisiones son provocadas en su mayoría por las economías industriales basadas en combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón). Las principales actividades emisoras son la industria de extracción y producción de energía, el sistema alimentario agro-industrial y el crecimiento urbano descontrolado, incluyendo los transportes que todos esos rubros implican.

El IPCC no está mirando ahora qué actividades causan las emisiones. Se supone que esto ya lo hicieron en los informes de evaluación globales que elaboran periódicamente. El más reciente es su Quinto Informe que se publicó en 2014. El próximo será publicado en 2021.

Un aspecto de enorme relevancia que el IPCC no considera es la desigualdad enorme que existe sobre quiénes causan las emisiones GEI. El 10 por ciento de la población más rica del planeta es responsable de la mitad de todas las emisiones globales. En el otro extremo, el 50 por ciento de la población mundial, empezando desde los más pobres, no causa ni el 10 por ciento de las emisiones totales. 

El nivel medio de emisiones generadas por una persona que forme parte del 10% más pobre de la población mundial es 60 veces inferior al de alguien que pertenezca al 10% más rico. (Oxfam, 2015, tinyurl.com/gnvz99r) Según Kevin Anderson, del Centro Tyndall de investigación sobre cambio climático, si la población más rica del planeta redujera su nivel de vida al promedio europeo, se reducirían 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

No obstante, estos datos no son considerados por el IPCC. En general, en las negociaciones de cambio climático –y también en el IPCC que finalmente es una instancia no sólo técnica sino también política– hay un pacto de los gobiernos en las regiones que más emisiones causan, para no interferir en las ganancias de los más ricos, incluidas las transnacionales petroleras y otras que lucran con las actividades que generan el caos climático.

En lugar de ello, que sería lo necesario, el IPCC propone técnicas de geoingeniería, como grandes plantaciones para bioenergía con sistemas de captura y almacenamiento de carbono en fondos geológicos (BECCS por sus siglas en inglés). Ya en el Quinto Informe global del IPCC, incorporaron esta técnica, como una de las posibles “soluciones” para aminorar el calentamiento global, lo cual motivó muchas críticas, tanto de organizaciones de la sociedad civil, como de científicos, porque el requerimiento de tierra, agua y nutrientes de las megaplantaciones para “bioenergía” para afectar realmente al cambio climático, sería mayor que toda la tierra usada actualmente en agricultura. Competiría por tanto en forma devastadora con la producción de alimentos, desplazaría campesinos e indígenas, con fuerte impacto en la biodiversidad.

BECCS, al igual que todas las propuestas de geoingeniería, no va nunca a las causas del cambio climático –propone remover carbono cuando ya fue emitido– por lo que éste seguiría en curso, generando así un negocio cautivo para quienes vendan las tecnologías para absorber y almacenar carbono. Que casualmente a menudo son las mismas empresas petroleras (Exxon, Shell y otras). Empresas que como explicamos en un artículo anterior, tienen incluso dos de sus empleados que el IPCC aceptó como autores de este reporte (https://tinyurl.com/y9k3xe4l).

- Silvia Ribeiro es investigadora del Grupo ETC.


¡Neutralidad, SÍ!, ¡maniobras militares NO!


www.alainet.org / 020218
           
El acuerdo de las maniobras militares (‘Nuevos Horizontes 2018’) entre Panamá y EE.UU., que se llevarán a cabo entre enero y julio y que le permitirá a 415 miembros de la Fuerza Aérea del Pentágono portar armas y gozar de privilegios diplomáticos, viola el Tratado de Neutralidad (TN) del Canal, la Constitución Nacional (CN) y el Derecho Internacional (DI).

(1) El acuerdo viola el TN porque su Artículo V lo prohíbe: ‘Después de la terminación del Tratado del Canal de Panamá (31 diciembre 1999), solo la República de Panamá manejará el Canal y mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional’.

El TN está sujeto al Artículo 103 de la Carta de la ONU, que reza así: ‘En caso de conflicto entre las obligaciones contraídas por los Miembros de las Naciones Unidas en virtud de la presente Carta y sus obligaciones contraídas en virtud de cualquier otro convenio internacional, prevalecerán las obligaciones impuestas por la presente Carta’.  Nuestra CN se somete al Artículo 103 al disponer en su Artículo 4 que, ‘Panamá acata las normas del derecho Internacional.’  ‘Nuevos Horizontes’ viola el TN ya que su Artículo V prohíbe fuerzas extranjeras en forma absoluta. 

Si hubiese dudas, bastaría con remitirnos a las actas de las negociaciones del TN para entender la intención de los negociadores. 

Por respeto al ex canciller Juan Antonio Tack, principal negociador entre 1971 y diciembre de 1976 del Tratado del Canal (no del TN), y por mi parte, como redactor de la Declaración Conjunta Tack-Kissinger de 7 de febrero de 1974, marco de las negociaciones, advierto que en la misma no se menciona la palabra ‘neutralidad’ y que tampoco se puede inferir esta posibilidad, ya que tanto Torrijos como Tack y este servidor entendíamos que la neutralidad del Canal fue siempre muletilla y pretexto para intervenciones militares (Julio Yao, ‘La Declaración Tack-Kissinger, Ensayo de Interpretación’, Revista Tareas; Enrique Jaramillo Levi (comp.), El Canal… una Explosión en América, México, 1975).  

La Declaración no contemplaba un TN.  Por el contrario, el ex canciller Tack sostuvo siempre que Panamá no autorizaría derechos residuales de defensa a EE.UU. después del 31 de diciembre de 1999.  Fueron unas declaraciones de Kissinger y Sol Linowitz hacia fines de 1975, de que ‘Panamá no debe hacerse ilusiones con un Canal independiente después de 2000 porque EE.UU. seguiría en control’, lo que enfureció a Torrijos y a Tack, quienes me solicitaron que los refutara desde México, lo cual hice con apoyo del periodista Mario Velásquez.

(2) ‘Nuevos Horizontes’ también viola el TN porque la neutralidad descansa sobre dos pilares: la desmilitarización extranjera y el libre tránsito.  (Julio Yao, “Panamá y el Régimen de Neutralidad”, Conferencia Internacional de la Asociación de Abogados Litigantes de Panamá, septiembre de 1997, (http://www.seeci.net/revista/hemeroteca/Numero%205/5julioyao.htm). 

’Nuevos Horizontes’ está también en conflicto con el TN porque su Artículo II expresa que ‘Panamá declara la neutralidad del Canal ‘para que el Canal y consecuentemente el Istmo de Panamá, no sea objetivo de represalias en ningún conflicto bélico entre otras naciones del mundo’.

Esto es justamente lo que pudiera ocurrir, ya que no es ningún secreto que EE.UU. lleva años preparando una intervención militar regional para derrocar al gobierno de Venezuela y destruir su revolución.  Venezuela tendría legítimo derecho para atacar el Canal. 

(3) ‘Nuevos Horizontes’ viola la CN porque desde la invasión de EE.UU. de 1989 ‘Panamá no tendrá ejército’, aunque tiene un Servicio Nacional de Fronteras.  Pero el SENAFRONT y la Fuerza Pública solo tienen el deber constitucional de hacerle frente a una agresión externa y les está vedado participar en una intervención militar contra terceros Estados.

(4) ‘Nuevos Horizontes’ viola la CN porque forma parte de una decena de acuerdos mediante Notas Verbales que no fueron debatidas ni aprobadas por la Asamblea Legislativa porque violaban en extremo la soberanía y los intereses nacionales y, por ende, son inconstitucionales además de violatorios del DI.

(5) ‘Nuevos Horizontes’ viola el DI porque es una regla consagrada que no puede haber fuerzas extranjeras en un país que carece de ejército y que pueden ser utilizadas para atentar contra la soberanía de terceros Estados.

Es vergüenza y motivo de escándalo que un país invadido impunemente por EE.UU., se haga cómplice de la superpotencia más depredadora del mundo y sea, además, el único país de América Latina que se ha aliado a Washington contra un terrorismo originado a orillas del Potomac.

- Julio Yao Villalaz es analista internacional y ex asesor de Política Exterior de Panamá.



90 años de caminada


Juan José Tamayo Acosta
www.amerindiaenlared.org / feb 2018

Una Iglesia en conflicto con el latifundio

Cataluña es la patria de Pedro Casaldàliga y Balsereny (Barcelona) el pueblo donde nació hace 90 años en el seno de una familia campesina. En 1968 su vida dio un giro copernicano: partió como misionero claretiano a Brasil y nunca más volvió a su tierra natal, ni siquiera con motivo del fallecimiento de su madre. Así lo prometió cuando se embarcó camino de América Latina y, fiel a su promesa, lo ha cumplido. Pero lleva a Cataluña en el corazón y en la cabeza. Allí tiene sus raíces, su familia, sus amigos y amigas, organizaciones solidarias con sus proyectos de promoción y liberación. 

Patria suya es también Brasil, donde llegó como misionero claretiano en 1968. Tres años después era elegido obispo de São Félix do Araguaia, en el Mato Grosso. Todo en aquella ordenación episcopal fue distinto, nuevo, original, heterodoxo, revolucionario, pero entonaba perfectamente con el paisaje y el paisanaje, con las personas que acompañaban a Pedro y participaban en la celebración. 

Sus insignias episcopales fueron un sombrero de paja que le entregó un líder campesino, un remo-borduna hecho de ‘pau-brasil’ por un indio tapirapé, ofrecido por el jefe de la tribu, a guisa de báculo, pero con un significado distinto, un anillo donado por amigos españoles, que devolvió a España para su madre. “No tengo ningún capisayo ni pienso llevar ninguna insignia”, confesó. Y lo ha cumplido

El mismo día de su consagración episcopal publicó una Carta Pastoral subversiva titulada Uma Igreja da Amazônia em conflicto com o latifundio e a marginalizacâo, que puso en guardia a los detentadores del poder: dictadura militar, terratenientes, políticos. Su difusión fue prohibida por el director de la policía federal. De entonces para acá no ha cesado de sufrir persecución por parte de los poderes que se han aliado para atentar contra el “profeta de los pobres”. El Mato Grosso era una región con un elevadísimo grado de analfabetismo y marginación social y donde reinaba el más salvaje latifundio. “En esta zona –escribía– se mata y se muere más que se vive. Matar o morir es más fácil aquí, más al alcance de todos, que vivir”.  

El propósito de Casaldàliga era construir una Iglesia comprometida con las aspiraciones reivindicaciones de las comunidades indias, afrodescendientes, de los posseiros y peones, sin honras ni poder, en lucha contra el latifundio y toda forma de esclavitud. Una Iglesia, por ello, perseguida por los dueños del dinero, de la tierra y de la política, sin ‘tiburones’ ni explotadores del pueblo, formada por pequeñas comunidades de base desparramadas por las calles y sertâos, con una estructura participativa, corresponsable y democrática. 

Iglesia popular y teología de la liberación

Ese modelo de Iglesia no se quedó en el papel de la carta pastoral, sino que pronto se hizo realidad en São Félix, como estaba sucediendo en otras iglesias de América Latina, dando lugar al nacimiento de la iglesia de los pobres, que durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI fue siendo desmantelada poco a poco por el Vaticano. Esta iglesia popular se encuentra en la base de la teología de la liberación -guía ideológica de Casaldáliga-, que él mismo cultiva creativamente a través de sus libros de gran hondura espiritual, sentido místico, inspiración poética, denuncia profética, carácter social, actitud revolucionaria y, sobre todo, con su ejemplo de vida. 

Una teología que, a pesar de las permanentes sospechas y condenas de Roma, sigue viva y activa en el nuevo y ahora poco esperanzador escenario latinoamericano, y se reformula en los nuevos procesos históricos con la incorporación de nuevos protagonistas: comunidades indígenas, campesinas, afrodescendientes, movimientos feministas, ecologistas, interreligiosos, LGTBI, y de nuevas categorías: interculturalidad, diálogo interreligioso, feminismo, ecología, territorio, agua, vida, martirio, etc. 

Fue en el Mato Grosso donde se despertó en él la conciencia global e internacionalista, hasta convertirse en el obispo más “católico” en el sentido etimológico del término: “universal”. Una conciencia global que ha desarrollado a través de la defensa de las causas de los perdedores de la historia y del apoyo a los movimientos de liberación del mundo entero. 

En ese sentido, Pedro es, un ejemplo de globalización desde abajo, desde las víctimas, en otras palabras, de la alterglobalización de la esperanza frente al pesimismo instalado en la sociedad. O mejor dicho, ejemplo del movimiento ‘glocalizador’, que compagina las causas y las luchas de emancipación de los pueblos locales y las globales   

Por todo ello no tardaron en llegar las persecuciones de los diferentes poderes confabulados: militares, terratenientes y políticos protectores de los latifundistas, incluido el Vaticano, tras la muerte de Pablo VI –que siempre le protegió-. “Quien toca a Pedro toca a Pablo”, decía el Papa. Se sucedieron las amenazas de muerte y los atentados contra su vida, en uno de los cuales fue asesinado el sacerdote João Bosco.

16 de febrero, efemérides para festejar y mirar al futuro

El pasado 16 de febrero Pedro cumplió 90 años. Una efemérides para celebrar, conmemorar, festejar, para hacer memoria subversiva de una vida igualmente subversiva, como él mismo reconoce: “Me llaman. /Me llamarán subversivo. / Y yo les diré: lo soy. / Por mi pueblo en lucha vivo. / Con mi pueblo en marcha voy. / Tengo fe de guerrillero/ y amor de revolución. / Y entre Evangelio y canción / sufro y digo lo que quiero”. Una vida comprometida con las causas de liberación de los pueblos oprimidos que, según su humilde decir, “son más importantes que mi vida”. 

Pero es también una efemérides para mirar al futuro con esperanza en medio de la oscuridad del presente y de los nubarrones que se ciernen por doquier, y muy especialmente en Brasil, donde una cuádruple alianza entre la oligarquía –principal blanco de sus críticas-, el neoliberalismo –al que llama la gran blasfemia del siglo XXI-, una parte de la judicatura y la “bancada parlamentaria evangélica”, ha derrocado a Dilma Rousseff, presidenta elegida democráticamente, ha colocado al frente de la república a un presidente que está al servicio de la oligarquía y quiere impedir a Lula ser candidato a las elecciones presidenciales de 2018.

Durante varias décadas he mantenido una fluida comunicación epistolar con Pedro. He leído sus textos. He seguido su itinerario vital e intelectual. He escuchado testimonios de amigos comunes. Le he enviado mis libros, el último “Teologías del Sur. El giro descolonizador” (Trotta, 2017), hace escasamente una semana. En 2012 le dediqué “Invitación a la utopía” con estas palabras: “A Pedro Casaldáliga, profeta de la utopía-en-acción con la mirada puesta en Otro Mundo Posible”. Su respuesta agradecida y con sentido del humor fue: “me has canonizado en vida, cuando soy un pecador”  

En sucesivos artículos de este blog desarrollaré, en catorce imágenes, la originalidad de su pensamiento, la ejemplaridad de su vida y las causas por las que ha luchado y han dado –y siguen dando- sentido a su fecunda y larga existencia:

1. Poeta. 2. Revolucionario internacionalista. 3. Intelectual crítico. 4. Ecologista. 5. Defensor de las causas indígena y negra.  6. Defensor de la causa de las mujeres. 7. Opción por el diálogo intercultural, interreligioso e interétnico. 8. Obispo en rebelde fidelidad e insurrección evangélica. 9. Profeta. 10, Místico y contemplativo en la liberación. 11. Teo-poeta de la liberación. 12. Misionero al servicio de la liberación. 13. Obrero de la utopía en construcción. 14. Espiritualidad contrahegemónica.


El tamal en México prehispánico. Breve historia


Enrique Vela
“El tamal en México. Breve historia”, Arqueología Mexicana  Especial 76, pp. 8-21.

Aunque entre los pueblos mesoamericanos del Posclásico la manera más común de consumir el maíz era en esa forma que los españoles llamaron tortilla –y que es ahora por mucho la preparación más popular–, no siempre fue así. Sabemos, por ejemplo que, entre los mayas del Clásico, y tal vez incluso en el Posclásico, la tortilla no era usual y lo mismo parece haber sido el caso para ciertas épocas en Teotihuacan. Así, es posible suponer que la manera común de preparar el maíz, en muchas regiones, y desde épocas remotas, fue lo que conocemos como tamal, es decir, una porción de masa de maíz –mezclada o rellenada con otros ingredientes–, envuelta en hoja y cocida al vapor.

Este proceso en apariencia sencillo requirió del desarrollo paulatino durante siglos de varios instrumentos y el dominio de algunas técnicas. Entre los primeros se encuentran los necesarios para desgranar las mazorcas –raspadores de piedra–, para hacer el nixtamal –ollas y pichanchas–, para moler el grano –manos y metates– y para cocer la masa –ollas y tapas.

Entre las técnicas que hubo que dominar se encuentran la nixtamalización, la molienda, el amasado, la envoltura y la cocción. Hasta el desarrollo de los molinos y las vaporeras modernas aquellos instrumentos y aquellas técnicas fueron los utilizados para elaboración de tamales, persistencia que ha reflejado su eficacia, pues de hecho varios de ellos son exactamente los mismos que los antiguos.

Para los tamales se utilizan básicamente dos tipos de masa; una en la que el grano se muele directamente tras ser cortado de la mazorca, cuando aún está tierno; es con la que se elaboran por ejemplo los llamados elotamales. La otra, es la masa de nixtamal, producto del cocimiento del grano en agua con cal, un procedimiento que en su origen tenía como propósito facilitar la molienda del maíz, sobre todo cuando el grano llevaba tiempo almacenado y que tuvo una consecuencia fundamental para su papel preponderante en la dieta de los pobladores del México antiguo, pues la cocción con cal libera algunas sustancias químicas que facilitan su digestión, a la vez que aumentan su valor nutritivo.

Se sabe que esta técnica, la del nixtamal, se utilizaba desde el Preclásico Medio. En un sitio de esa época llamado Salinas la Blanca, en Guatemala, se han encontrado grandes cantidades de restos de tecomates con cal adherida, muy probablemente porque se utilizaron para elaborar nixtamal, sin que esto implique necesariamente que éste se utilizara para hacer tamales. Hay que tomar en cuenta que las posibilidades de encontrar utensilios con restos adheridos de masa cocida al vapor son reducidas por las características mismas del procedimiento de cocimiento; el tamal está envuelto y además separado del cuerpo de la vasija por un entramado o cama de hojas. Aun así, es de esperar que las técnicas (en constante desarrollo) para el análisis químico y físico de los materiales puedan en el futuro arrojar luz al respecto.

La relativa ausencia de evidencia física sobre el consumo de tamales en la época prehispánica se ve compensada por la existencia de evidencia iconográfica, lingüística y epigráfica que proporciona algunos indicios sobre el tema. Entre la evidencia más temprana sobre los tamales en Mesoamérica se encuentra la representación de una joven que lleva un recipiente de tamales en el mural de San Bartolo Guatemala, perteneciente al Preclásico Tardío.

Para el Clásico la información más abundante procede igualmente del área maya, incluso se ha descifrado el glifo para referirse al tamal, el cual significativamente también está asociado a nociones de fertilidad y abundancia (Taube, 1989). Una escena plasmada en una vasija procedente de Kaminaljuyú, un sitio de Guatemala claramente relacionado con Teotihuacan, muestra un personaje que ofrece alimentos, entre ellos tamales.

Sin duda la fuente de información más rica sobre los tamales es el Códice Florentino, en el cual no sólo se indica la diversidad de los tamales, sino que se informa de las ocasiones en que se les consumía e incluso se dan indicios de las maneras en que se les preparaba. No debe el lector tener la impresión que el tamal fue un platillo que en la época prehispánica sólo se consumía entre mayas y mexicas, lo que sucede es que para estos grupos se cuenta con mayor información.

Sabemos, por ejemplo, que en las costas de Oaxaca se hacían tamales con camarón, acuyo y pepita, y que entre los purépechas, además de las corundas, se hacían tamales especiales para las bodas rellenos de frijol (González de la Vara, 1996). Además, la presencia entre prácticamente todos los grupos indígenas actuales del tamal, tanto en la vida cotidiana como en los ritos, sólo puede ser vista como una consecuencia de su amplia dispersión en la época prehispánica.

Asimismo, esa presencia en el mundo indígena es un elemento fundamental para acercarse al papel del tamal en los mitos y los ritos. Por ejemplo, entre los grupos nahuas de la Huasteca veracruzana los
tamales son una de los
ofrendas más importantes del ciclo ritual; el tamaño, la forma, los ingredientes
y sus relaciones contextuales son parte importante de la interacción con las divinidades (Gómez Martínez, 2014).

Prohibido votar por una indígena


240218

El 14 de febrero una camioneta recorría el desierto de Vizcaíno en Baja California Sur. Daban las 3:30 de la tarde, después del almuerzo, bajo un calor intenso, en la Carretera Federal 1, que carece de curvas y adormece peligrosamente. Todo conspiraba a favor del riesgo, pero la caravana no podía detenerse.

En octubre de 2017, la indígena María de Jesús Patricio, conocida como Marichuy, inició su campaña para convertirse en candidata independiente a la presidencia, respaldada por el Concejo Indígena de Gobierno. Durante cuatro meses visitó los más diversos rincones del país para escuchar a sesenta etnias que carecen de representación en la política mexicana. Se suele pensar que los indígenas representan un bloque monolítico, con idénticas costumbres y creencias; en realidad, se trata de un mosaico multicultural que responde a realidades y proyectos diferentes. Para obtener la candidatura, Marichuy debía lograr antes algo más difícil: unir a las comunidades en objetivos comunes.

El jueves 14 avanzaba en las precarias condiciones que la acompañaron en todos los caminos. Si los políticos viajan en aviones y camionetas blindadas, Marichuy se sometía a trayectos extenuantes y se adentraba en regiones inhóspitas (el 20 de enero el coche de prensa que la acompañaba fue asaltado en Michoacán por una banda del crimen organizado). A cinco días de que venciera el plazo para lograr el registro como candidata independiente, la vocera hacía proselitismo en una de las regiones menos pobladas del país. No apostaba por el pragmatismo electorero, sino por acercarse a los más apartados.

En respuesta a la doble exclusión que representa ser india en un país patriarcal, Marichuy habla en los actos después de que hablen otras mujeres.

Bajo el denso sol de la tarde, la camioneta abandonó la carretera y volcó en la tierra donde crecen los huizaches. En el accidente murió Eloísa Vega Castro, de la red de apoyo a los pueblos indígenas. Varios tripulantes quedaron heridos y Marichuy sufrió la fractura de un brazo y tuvo que ser operada. Pasaron cerca de doce horas hasta que los heridos llegaron al Hospital Juan María de Salvatierra, en La Paz.

El 15 de febrero la candidata indígena acaparó las portadas de todos los periódicos. Un impacto de muerte recibió la atención que no se le había prestado a sus ideas.

La ausencia está presente

La historia de María de Jesús Patricio Martínez se escribe como una serie de rupturas. Nacida en la región nahua de Tuxpan, Jalisco, hace 54 años, Marichuy trabajó la tierra desde niña en condiciones de explotación medievales. A los 12 años, impulsó a su padre a protestar. Recibieron más maíz, pero al siguiente año se quedaron sin tierra.

Su padre gastaba el poco dinero disponible en alcohol y la madre le pidió que fuera a vender semillas de calabaza a la vecina Ciudad Guzmán. Con sus exiguas ganancias, lograba que sus hermanos comieran.

Marichuy estaba destinada a cultivar el campo y encontrar marido. Su padre le prohibió que cursara la secundaria y la preparatoria; ella estudió a escondidas y se convirtió en experta en medicina natural. Hoy pertenece al cuerpo académico de la Universidad de Guadalajara. Una de sus pacientes más conocidas es su madre, que durante tres años estuvo paralizada de la cintura para abajo. Marichuy la trató con fomentos hasta que logró que caminara.

Sus rupturas también han tendido componentes culturales y de género. Fue la primera mujer en participar en Tuxpan en el baile de Los Sonajeros, ritual para pedir que llueva. En respuesta a la doble exclusión que representa ser india en un país patriarcal, Marichuy habla en los actos después de que hablen otras mujeres.

Cuando se presentó en el campus de la UNAM una pancarta decía: “Venimos a hablar de lo imposible, porque de lo posible se ha dicho demasiado”.

Democracia para ricos

Por primera vez, México tendrá candidatos independientes a la presidencia en las elecciones del 1 de julio de 2018. Sin embargo, esta oportunidad “histórica” llega precedida de irregularidades. Los partidos crearon requisitos restrictivos para garantizar que solo participen los profesionales de la política. Para registrar una candidatura independiente, se requieren 866.593 mil firmas y alcanzar el uno por ciento del padrón electoral en al menos diecisiete estados. En otras palabras: ser “independiente” es el plan B de quienes no fueron nominados por sus partidos.

El 19 de febrero Marichuy no obtuvo el registro, luego de una campaña sin otro apoyo que la solidaridad de los simpatizantes. Quienes sí lo obtuvieron provienen de las instituciones políticas de siempre: Jaime Rodríguez, el Bronco, del PRI; Armando Ríos Piter del PRD, y Margarita Zavala del PAN. Como gobernador de Nuevo León, se presume que el Bronco dispuso de recursos públicos y Margarita Zavala contó con el apoyo de su marido, el expresidente Felipe Calderón.

Defender la tierra de la que fueron despojadas las comunidades originarias significa defender la biodiversidad y la soberanía misma. Por eso Marichuy señala que en un país acosado por la muerte su lucha es por la vida.

Para dificultar más el acceso a la ciudadanía, el Instituto Nacional Electoral exigió que las firmas fueran recaudadas a través de una aplicación que se descarga en teléfonos celulares de gama media. Los aparatos tienen un costo de más de tres salarios mínimos, suma inalcanzable para buena parte de la población. Además, muchas regiones carecen no solo de conectividad, sino de luz eléctrica.

La democracia “celular” que excluye a los pobres permite establecer una regla de tres: 1) Marichuy se opone a la discriminación. 2) En respuesta, recibe un recurso discriminatorio. 3) La importancia de su lucha se confirma.

Durante cuatro meses, en plazas, parques, universidades y estaciones del metro aparecieron voluntarios dispuestos a recabar firmas para Marichuy. Actores y artistas hicieron videos para promover su causa; los grupos de rock Panteón Rococó, Caifanes y Café Tacvba la apoyaron en sus conciertos; fotógrafos y artistas plásticos crearon carteles y camisetas con los lemas “Nunca más un México sin los pueblos indígenas” y “Firma por Marichuy, vota por quien quieras”. Se promovía la inclusión, más allá de que por ideología o pragmatismo se apoyara a otro candidato en las elecciones de julio.

Ríos Piter, Zavala y el Bronco contrataron promotores que recogían firmas en oficinas, sindicatos y ventanillas donde se pagan sueldos. Esta operación corporativa no estuvo exenta de trampas (con incorregible cinismo, el Bronco las llamó “travesuras”). A Margarita Zavala le aprobaron el 66,37 por ciento de las firmas, a Ríos Piter el 64,83 por ciento y al Bronco el 58,75 por ciento. Para medir el tamaño de la picaresca y el engaño conviene revisar el extraño caso del candidato independiente Édgar Ulises Portillo Figueroa, al que se le aceptaron el 2,63 por ciento de las firmas. En cambio, el 93,20 por ciento de las firmas para Marichuy fueron válidas, la cuota más alta de honestidad.

La vocera indígena logró más de 280 mil firmas, el 30 por ciento de lo requerido para participar en las elecciones. Su causa adquirió enorme visibilidad, no solo entre los indígenas, sino entre la generación digital (de enero a febrero, la página de Facebook Su Voz Es Mi Voz tuvo 450 mil visitas).

La niña que vendía semillas

Los retos de Marichuy parecen infranqueables, pero los acepta con aplomo. Sonríe con facilidad ante los chistes y disfruta las anécdotas ajenas. Rara vez toma la palabra con prontitud. En la escuela, participaba en las actividades colectivas, pero no le gustaba exponer ante el pizarrón. Sin ser tímida, es reservada. Su liderazgo depende más de la escucha que del habla. Esto revela la forma en que las comunidades indígenas establecen consensos para elegir representantes. Si alguien levanta la mano para encomiar sus virtudes, no pertenece al colectivo. El liderazgo no es una iniciativa individual, sino una encomienda de los otros.

Marichuy comenta que no deseaba tener la responsabilidad que le ha sido conferida, pero no pretende rehuirla. Su sinceridad se desmarca de la demagogia de los políticos que traicionan hoy lo que dijeron ayer.

¿Qué alcance pueden tener sus ideas? En tiempos de la Revolución mexicana, el 20 por ciento de la población vivía en las ciudades. Esa proporción se ha invertido. Para quien nace en el campo las esperanzas quedan lejos, en Estados Unidos.

El mundo rural se ha convertido en un escenario que pone en entredicho la soberanía: fosas comunes, pistas clandestinas de aterrizaje, escondites para el narcotráfico. ¿Quiénes son los dueños de esa parte vacía del país? Las bandas criminales y las corporaciones que se apoderan de los recursos naturales.

Defender la tierra de la que fueron despojadas las comunidades originarias significa defender la biodiversidad y la soberanía misma. Por eso Marichuy señala que en un país acosado por la muerte su lucha es por la vida.

El 14 de febrero una camioneta perdió el rumbo en las soledades de Vizcaíno. Más allá de los plazos impuestos por los partidos políticos, que confunden la democracia con el consumo, la caravana indígena seguirá su camino, dispuesta a cambiar el país desde un activismo que entiende que para los grupos minoritarios la lucha cotidiana y la presión a las instituciones son más eficaces que la contienda electoral.

En un entorno donde los vivos carecen de oportunidad, se suelen depositar exageradas esperanzas en quienes pueden intervenir desde el más allá. “Salgan, salgan, salgan, ánimas de penas”, escribió Juan Rulfo.

Los que no están, tienen su propia forma de volver.


Petaquilla, a propósito de Berta Cáceres


Julio Yao Villalaz
www.laestrella.com.pa / 210218

El horrendo asesinato de Berta Cáceres en Honduras es un grito de protesta ante la humanidad que mira pasiva y cobardemente cómo se roban y destruyen los pocos ríos que languidecen en el planeta.

Berta, una líder medioambiental y destacada defensora de los derechos humanos, perteneciente a la etnia Lenca del país centroamericano, fue galardonada en abril de 2015 con el Premio Medioambiental Goldman por su defensa de los recursos naturales de los hondureños.

Berta se opuso a un proyecto hidroeléctrico —la Represa de Agua Zarca— de la empresa hondureña Desarrollos Energéticos, S. A. (DESA). DESA inicialmente contaba con el respaldo de una compañía china (Synohidro), pero ésta lo abandonó en 2013, al constatar el rechazo de las comunidades, con lo cual también el Banco Mundial retiró su apoyo financiero.

El alevoso crimen contra Berta Cáceres nos hizo recordar los más de diez años de lucha que llevamos desde el Servicio Paz y Justicia-Panamá contra Minera Petaquilla.

En Donoso, distrito de Colón, Minera Petaquilla cometió iguales o peores crímenes contra la población, los sistemas ecológicos, la fauna y la flora. En Petaquilla, un contrato de 1997 autorizado bajo la administración de Ernesto Pérez Balladares tenía tantos defectos formales y de fondo que harían palidecer al Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903 y que, como este, le permitían actuar al señor Richard Fifer ‘como si fuera soberano' en Coclesito y Donoso. Pero el ‘soberano', al menos hoy, está ‘preso', repatriado desde Colombia, acusado de no pagar impuestos de los obreros.

Retener dineros ajenos no es delito ambiental, pero de retener dineros del fisco ya se le acusó a Fifer, exgobernador de Coclé bajo la administración de Mireya Moscoso. En cambio, son incontables las fechorías ambientales, ecológicas y de derechos humanos de Minera Petaquilla, en Colón y Coclé, a saber:

Actuar ilegalmente al no contar con el consentimiento libre, informado y previo de las comunidades; al no poseer un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado; al violar la Constitución Nacional por impedir el libre tránsito en el territorio nacional, particularmente de comunidades indígenas; al presentar tardíamente un EIA de dudosa procedencia, no sometido a consulta comunitaria; al actuar sin el conocimiento ni consentimiento de los ministerios de Salud y Trabajo, de la Policía, Migración o de la Autoridad Nacional del Ambiente; violación de contrato al explorar en sitios no autorizados; realizar actividades comerciales no permitidas con nuestros recursos forestales; tener tinas de lixiviación defectuosas desde su construcción inicial; contaminar aguas superficiales y subterráneas; destruir ríos; deforestar indiscriminadamente; reforestar engañosamente; desaparecer especies endémicas de plantas y animales; destruir y desalentar faenas agrícolas; trabajar en condiciones insalubres; propaganda falsa o exageradas sobre construcciones, centros de salud y potabilizadoras; invasión, utilización y apropiación de fincas tituladas; ocultamiento de muertos por contaminación en hospitales de las provincias centrales; agresiones a los miembros de comisiones científicas de la Universidad de Panamá; intentos de asesinato a los miembros de Serpaj, Julio Yao (presidente), la dirigente María Muñoz (Coordinadora Campesina por la Vida, antes contra los Embalses) y el periodista Blas Julio, a quien hirieron con una roca durante una reunión con la comunidad; difamación contra Julio Yao, a quien se le negó el derecho a réplica en un programa de televisión boxística del patio.

Los anteriores delitos se suman a otras circunstancias creadas a raíz del proyecto de minería a cielo abierto en Coclesito, como la proliferación de cantinas, prostitución, drogadicción y narcotráfico; embarazo de niñas en edad escolar, etc.

El asesinato de Berta Cáceres es un llamado a nuestra conciencia para defender no solo nuestro patrimonio nacional de aire, tierras y aguas en beneficio de nuestra población, sino también para investigar los posibles delitos de la empresa minera y a los gobiernos de Ernesto Pérez Balladares, Mireya Moscoso, Martín Torrijos y Ricardo Martinelli, para determinar si se han producido actos de corrupción que no pueden pasar inadvertidos por la justicia panameña.