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Marcha el 3 de Agosto 2017 4:00 p.m.


SIEMBRAN VIENTOS…

Miguel Antonio Bernal
   Lo más grave de los múltiples casos de corrupción de servidores públicos -que no han cesado de aparecer los últimos años en Panamá-, es la ausencia de voluntad de investigación, procesamiento y sanción. El caso Odebrecht, es solo la punta del tempano.
Ello evidencia una actitud y un comportamiento de complicidad y encubrimiento de parte del Ministerio Público y de las autoridades competentes, que van más allá del flagelo social que caracteriza a la corrupción y a su inseparable pareja: la impunidad.
La ausencia de una decidida reacción ciudadana para contener el daño, aplicar correctivos y regenerar la función pública, sirve de abono y nutriente para que los factores reales de poder, que controlan los Órganos del Estado, consideren que pueden seguir sembrando vientos si, pero cosecharán tempestades, o sea: violencia. “Deber de estadistas, analistas y polemistas, es estar atentos a los factores que puedan producirla y sugerir medios para prevenirla antes de que desbarate con su vorágine a personas inocentes, como ocurrió en Panamá a principios del siglo XX”, ha dicho con muchísima razón Carlos Guevara Mann recientemente (ver: Julio Cruento-año 32/julio/2017)
       Hace mucho ya que,  bien común, la defensa del interés general y el servicio a los conciudadanos parecen haber sido expulsados de la función pública y debemos actuar al unísono para reintegrarlo, para mejorar de verdad nuestras pautas sociales, de lo contrario nos encontraremos sin instituciones públicas y, hay que decirlo, sin los recursos humanos para ser sociedad.
          La transmutación de roles entre los "políticos" y los funcionarios ha ido generando un travestismo institucional, entendido como la transmutación de roles entre los políticos y los funcionarios. O sea, "políticos que en la práctica se ocupan más de prácticas y competencias funcionariales y funcionarios que atienden más a prácticas y competencias de carácter político". En Panamá, esta absurda inversión de roles no tiene nombre y es mortal.