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Andrea Bocelli & David Foster My Christmas Live At The Kodak Theatre





01. Holiday Piece (Carol Of The Bells)
02. Angels We Have Heard On High
03. Santa Claus Is Coming To Town
04. Tu Scendi Dalle Stelle
05. Cantique De Noel
06. The Christmas Song (With Natalie Cole)
07.Caro Gesu' Bambino
08. Blue Christmas (With Reba Mcentire)
09. O Tannenbaum
10. The Lord's Prayer (With Mormon Tabernacle Choir)
11. What Child Is This (With Mary J. Blige)
12. Adeste Fideles
13. Ave Maria
14. I Believe (With Katherine Jenkins)
15. God Bless Us Everyone
16. Silent Night
17. Jingle Bells (With The Muppets)
18. White Christmas/Bianco Natale


Исполнители:
Хор: University Of Southern California Thornton School Of Music Chamber Singers
Руководитель: Dr. Jo-Michael Scheibe
Оркестр: The Orchestra
Дирижёр: William Ross

El Arresto Domiciliario del Dr. Gustavo García de Paredes

El Siguiente documento fue publicado en la Prensa de Panamá en apoyo al cambio de medida cautelar para el Dr. Gustavo García de Paredes ex Rector de la Universidad de Panamá y firmada por los Rectores de diversas Universidades Privadas del País.


El fin de las sociedades democráticas en AL

Raúl Zibechi

Escena 1: Semanas atrás en un centro cultural de la localidad de Munro, en la zona norte de Buenos Aires, se presentó la Orquesta Típica Fernández Fierro, una de las más potentes bandas de tango de la actualidad argentina. En cierto momento, cerca del final del recital, uno de los 13 músicos tomó el micrófono para decir: Queremos que aparezca Santiago Maldonado.

La mitad del público, de unas 500 personas, se retiró del local con gritos e insultos contra los músicos. Salieron de golpe, como si hubiera un resorte en las butacas, según uno de los miembros de la banda. Entre los improperios llegaron a escuchar algo que los dejó perplejos: Ustedes rompieron todo y nosotros tenemos que pagarlo (goo.gl/A1gu6b). Esa brutal reacción se produjo porque pidieron por la vida de un joven solidario con los mapuche, desaparecido por la Gendarmería.

Escena 2: La exposición Queermuseu-Cartografías de la Diferencia en el Arte Brasileño, que llevaba un mes en cartelera en el centro Santander Cultural en Porto Alegre, fue cancelada por el banco que la auspiciaba por el vendaval de reproches que recibió en las redes sociales. Los críticos acusaban a la muestra artística de blasfemia y de apología de la zoofilia y la pedofilia (goo.gl/kDnZiq).

Se trataba de 270 obras de 85 artistas que defienden la diversidad sexual. Las críticas provinieron básicamente del Movimiento Brasil Libre (MBL) que jugó un papel destacado en la caída del gobierno de Dilma Rousseff, convocando manifestaciones con millones de participantes. Como señala la crónica, se trata de un grupo conservador nacido en 2014 que ha venido cobrando fuerza con el giro de la sociedad brasileña a la derecha.

En un comunicado, Santander llamó a reflexionar sobre los retos a los que nos debemos enfrentar en relación con las cuestiones de género, diversidad y violencia, entre otras cosas. Pero la amenaza de boicot por el MBL pudo más que cualquier razonamiento.

Puede imaginarse el nivel de agresividad que soportan los sectores populares, si un banco multinacional y una orquesta célebre son acosados de ese modo. En este punto quisiera reflexionar sobre lo que considero como la erosión de las bases culturales y políticas de las democracias, ante la brutal polarización social que se vive en los principales países de la región.

El primer punto consiste en observar la profunda grieta social existente, que se agrava con el modelo extractivo y la cuarta guerra mundial en curso. Una parte de las sociedades optó por atrincherarse en sus privilegios, de color y de clase, que se resumen en vivir en barrios consolidados donde no les falta el agua y las viviendas son seguras. Este sector abarca a la mitad de la población, la que tiene acceso a la educación y la salud porque puede pagarlas, los que tienen empleos medianamente bien remunerados pero sobre todo estables, los que pueden viajar incluso en aviones, dentro o fuera de sus países. Son las y los ciudadanos que tienen derechos y son respetados como seres humanos.

El segundo punto es que la democracia electoral tiene sentido sólo para ese sector, aunque no sean los únicos que acuden a las urnas. Pueden elegir a los candidatos que los representan, que suelen ser de su mismo color de piel (en general varones blancos), que tienen estudios universitarios, son reconocidos y estimados por los medios de comunicación, que les abren generosamente sus espacios.
No es cierto que no exista democracia en América Latina. Es una democracia a la medida de la parte integrada de la población. Estamos ante dos sociedades que no se reconocen. Los medios argentinos sostienen que quienes preguntan por el paradero de Santiago Maldonado nos han declarado la guerra. O peor, grandes medios que se dicen respetuosos de la democracia, asimilan a los mapuche con el Estado Islámico (goo.gl/t3GQRm).

El tercer punto es la retroalimentación entre poder político y sociedad. Se suele argumentar que esta parte derechista y conservadora de la sociedad toma la ofensiva cuando las derechas son gobierno. En parte, es cierto. Pero también es verdad que el activismo de ese sector es el que ha llevado a las derechas a los gobiernos, sobre todo en Brasil y Argentina.

Pienso que es necesario preguntarse por qué emergió una nueva derecha capilar tan reaccionaria, tan incapaz de dialogar, que ha desgarrado el tejido social, desde Estados Unidos hasta Sudamérica. Trump es la consecuencia, no la causa.

La causa está en el modelo extractivo y la cuarta guerra mundial. Cuando el modelo ha sido administrado por el progresismo, esa derecha emerge incluso con mayor intransigencia, porque detesta a los pobres con los que a menudo debe compartir sus espacios. Podemos decir que estamos ante unas clases medias funcionales a la cuarta guerra mundial, dispuestas a aplastar a los de abajo sin miramientos.

El cuarto punto, finalmente, somos nosotros, los que queremos derrotar al capitalismo pero no sabemos bien cómo hacerlo. Lo primero es tener claro que el sistema se está desintegrando y una de sus consecuencias es la ruptura de la sociedad.
Los de arriba y los del medio se protegen; los de abajo no tenemos lugar en sus escuelas ni en sus hospitales, ni en sus medios ni en sus urnas. Esto no quiere decir que no reclamemos, no exijamos, no negociemos.

Cuando reclamamos podemos hacerlo porque realmente esperamos que nos van a dar lo que nos corresponde, o como pedagogía política, para mostrarle a los nuestros los límites del sistema. Porque sí existe un nosotros y un ellos, como siempre lo tuvieron claro los obreros industriales hasta, digamos, el último tercio del siglo pasado.

Si llegamos a la conclusión que ya no existe una sociedad de derechos, nuestras estrategias deben adaptarse a esta nueva realidad. Debemos crear nuestra estrategia, con nuestras reglas de juego en nuestros territorios, porque las bases sociales y materiales de las democracias han sido erosionadas por este modelo de guerra y despojo.


Ni contigo ni sin ti

Juan Villoro
www.reforma.com / 06 Oct. 2017

"Todo país, de alguna forma, deja de existir alguna vez", escribió Roberto Bolaño. Ignoro si pensó que la frase se aplicaría a España y Cataluña, donde pasó buena parte de su vida.

Escribo desde Barcelona, donde llegué el emblemático 2 de octubre, un día después de que la Guardia Civil reprimiera a la población que pretendía votar en el referéndum. "Es la guerra de las derechas", me dijo el crítico Ignacio Echevarría. El neofranquismo de Mariano Rajoy contra el nacionalismo reductor de Carles Puigdemont. En medio de estos polos hay una franja que piensa de muchas maneras diferentes, pero en este momento la duda y el matiz no gozan de privilegios.

Durante años mis amigos independentistas dieron la impresión de actuar con el astuto encanto de quienes desean separarse de España a condición de no lograrlo.

El tenso equilibrio entre dos culturas era parte de la tradición. Se necesita mucho esfuerzo para vulnerar la costumbre y dos líderes ínfimos, Puigdemont y Rajoy, lo han logrado. "Un fracaso no se improvisa", apuntó Joan Fuster.

Después de empeorar las condiciones de salud, empleo y educación, el[C1]  govern catalán encontró un remedio de fantasía para su inoperancia: proponer otro país. No especificó cómo sería esa nación ni cuáles serán los costos para fundarla. La nueva patria apareció como una promesa de felicidad, un sentimiento que no admite otro análisis que los latidos del corazón.
Puigdemont ha anunciado que se despedirá al llegar a la tierra prometida, cuando las palomas de la independencia vuelen sobre su estatua sin mancharla. No aspira a gestionar la realidad sino la ilusión. Serán otros los que asuman la tarea de encontrar dinero para pagarles a los jubilados.

¿Cambiar de bandera es cambiar de país? Sin un proyecto social de renovación, Puigdemont apela a las fibras sensibles de sus paisanos, que no estarían tan necesitados de estímulos si no hubieran sido estafados con las negociaciones del Estatut hace pocos años. Cuando las vías legales para la autodeterminación se cerraron, surgió la idea de hacer un referéndum al margen de la Constitución. Hace unos años el independentismo habría fracasado en una votación. Su actual fuerza se debe al proselitismo del govern y a la cerrazón del gobierno del PP, que entiende la unidad de España como un matrimonio donde es preferible matar al cónyuge que separarse de él.

El referéndum propuesto por Puigdemont no era vinculante. Al carecer de consecuencias legales, equivalía a un sondeo. Este ejercicio demagógico, diseñado para distorsionar la voluntad real de los catalanes, merecía ser criticado pero no reprimido. Pero en un giro caricaturesco, Rajoy se convirtió en el paradójico aliado de su adversario: llegó al incendio con un bidón de gasolina. La Guardia Civil reprimió a una población indefensa que quería ejercer el voto y por cada golpe surgió un independentista. Este acto intolerable fue avalado de manera decepcionante por el rey Felipe, quien no tuvo una palabra de simpatía para las víctimas, culpó a Puigdemont de lo ocurrido y actuó como vocero del PP.

¿Qué sigue ahora? ¿La declaración unilateral de independencia y la consecuente ocupación militar de Cataluña? Si no se reconstruye el pacto social, no habrá salida negociada a la crisis. Para lograrlo, es imprescindible que Cataluña pueda decidir su propio destino.

Más allá del placer de estrenar una bandera con el gusto con que se estrena el uniforme del Barça para la nueva temporada, ¿la secesión es buena para Cataluña?

No hay una respuesta posible porque no se discute qué país se quiere. La independencia se presenta como un efecto mágico que hará que todos estén contentos y la butifarra sea más sabrosa. Un país de gente que canta en torno a una fogata. Este entusiasmo pasa por alto que la clase política que ha sido impugnada por corrupción y desprecio a las demandas sociales -la clase incapaz de gobernar este país-, es la que propone otro país.

Hay proyectos muy diferentes dentro de la comunidad catalana. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lleva a cabo transformaciones que el gobierno de la Generalitat es incapaz de hacer. Mientras tanto, dos líderes irresponsables compiten para precipitarse hacia el desastre.

El futuro está en otra parte: ni Rajoy es España ni Puigdemont es Cataluña.



 [C1]Este no es propiamente el origen del problema, aunque sí tiene que ver.

Charles de Foucauld, hermit, servant of the poor, 1 December 1916

Charles Eugene, viscount of Foucauld, was born in 1858. He served as a French Army officer in Algieria beginning in 1881, and prepared a mapping of oases in Morocco in 1883. In 1886 he underwent a religious conversion, and in 1890 he joined a Trappist monastery, but soon left to become a solitary hermit in Palestine. In 1901 he went to Algeria, where he eventually settled at Tamanrasset and there lived the life of a missionary priest and prepared a Taureg dictionary. He was killed in an anti-French uprising on 1 December 1916, by those who said that his goodness tended to create friendly feelings toward the French.

In 1933 and 1939 respectively, groups of dedicated Christians were formed in Algeria known as the Little Brothers of Jesus and the Little Sisters of Jesus, inspired by his ideas and example. Members of these groups went to live in small communities, called fraternities, in areas where the people were largely poor. They supported themselves by doing the same kind of work as their neighbors. They made no explicit attempt to convert their neighbors or to debate with them. Their purpose is simply to live among them as Christians. They say that Christ did not come to earth primarily to teach (there were already teachers) but to share our human lot. They seek to express the love of Christ for the wretched of the earth by living among them and sharing their lives and their hardships. For example, on one occasion a brother became ill, and it would have been possible to send him home where he would have received European-style medical care and would almost certainly have recovered. However, this would have been an option not open to those who lived around them. Accordingly, the brother stayed in the fraternity, receiving only the treatment that a native of the area would have received, knowing that this meant that he would soon die, which he did.

Link: http://elvis.rowan.edu/~kilroy/JEK/home.html 

Nicholas Ferrar, deacon, man of prayer, 1 December 1637

Nicholas Ferrar, born in 1592, was the founder of a religious community that lasted from 1626 to 1646.

After Nicholas had been ordained as a deacon, he and his family and a few friends retired to Little Gidding, Huntingdonshire, England, to devote themselves to a life of prayer, fasting, and almsgiving (Matthew 6:2,5,16). They restored the abandoned church building, and became responsible for regular services there. They taught the neighborhood children, and looked after the health and well-being of the people of the district. They read the regular daily offices of the Book of Common Prayer, including the recital every day of the complete Psalter. (Day and night, there was always at least one member of the community kneeling in prayer before the altar, that they might keep the word, "Pray without ceasing.") They wrote books and stories dealing with various aspects of Christian faith and practice. They fasted with great rigor, and in other ways embraced voluntary poverty, so that they might have as much money as possible for the relief of the poor.

The community was founded in 1626 (when Nicholas was 34). He died in 1637 (aged 45), and in 1646 the community was forcibly broken up by the Puritans of Cromwell's army. The memory of the community survived to inspire and influence later undertakings in Christian communal living, and one of T.S. Eliot's Four Quartets is called "Little Gidding."