"Quórum Teológico" es un blog abierto al desarrollo del pensamiento humano y desea ser un medio que contribuya al diálogo y la discusión de los temas expuestos por los diferentes contribuyentes a la misma. "Quórum Teológico", no se hace responsable del contenido de los artículos expuesto y solo es responsabilidad de sus autores.

Ya puedes traducir esta página a cualquier idioma

Déjanos tu mensaje en este Chat

LA RUTA DE LAS COIMAS


Miguel Antonio Bernal

Coimas van y coimas vienen, pero a los coimeados nadie ni nada los detiene. Ello es así dado que estamos ante un "Estado comiero" y no, ante un Estado Constitucional que es lo que debería imperar.

   Los "negocios del Estado" han logrado que la codicia de los factores reales de poder, hayan podido secuestrar los mecanismos de control del poder ciudadano para actuar a sus anchas, en desmedro de las funciones inherentes a los órganos del Estado y sus dependencias.

  Así vemos como, tanto la Contraloría como la Procuraduría, no son más que instrumentos encubridores y no investigadores de los múltiples delitos que se dan en la ruta de las coimas.  Ello ha acrecentado y acelerado la descomposición de nuestra sociedad y la indefensión ciudadana e todos los campos de la vida cotidiana.

  Los implicados que, por acción u omisión, han participado de la orgía de corrupción, se pavonean desde sus lujosos despachos y residencias, confiados cómo están que, aquí, no pasa no pasara nada.

 El megaescándalo impune de la criminal empresa Odebrecht, ha trancado e inmovilizado todas las obligatorias rutas de investigación de todas las entidades llamadas a cumplir y hacer cumplir los Convenios internacionales contra la corrupción, aparte de la Constitución y las Leyes que juraron cumplir sus responsables.

  La ruta de las coimas de Odebrecht, encontró, en nuestro país, más que un camino real, un canal  ampliado para la impune circulación de sus actos ilícitos apadrinados por los cuatro costados de los enquistados.

    Ni la "delación premiada", ni los "acuerdos verbales formales" servirán para sancionar debidamente a todos los que, desde el 2006, se cobijaron con Marcello y Ravello. Sólo una decidida voluntad ciudadana, de exigir y adelantar las transformaciones institucionales, nos permitirá impedir que acaben con la ardiente esperanza de días mejores en nuestra calidad de vida.
 
   La hora de acabar con la ruta de las coimas ha llegado. Si no actuamos, si claudicamos ante los verdugos de nuestras libertades, estamos condenándonos a ser un lugar dónde vive gente.