Un repaso a algunos de los temas y noticias que han
marcado la actualidad de este año desde un enfoque de derechos humanos
www.eldiario.es/301216
Macedonia devuelve a Grecia al millar de refugiados que cruzó la
frontera EFE
2016 arrancó con varios frentes abiertos y deja a
su paso, entre otros muchos ruidos, el eco de un aldabonazo en las puertas
que Europa ha decidido cerrar a quienes llegan tras huir de los
conflictos. Focos de violencia que, en este año que termina, han
permanecido activos y en los que la población civil continúa siendo la más
perjudicada.
Son muchos los acontecimientos relevantes en
materia de derechos humanos que han tenido lugar en este 2016. Desde Desalambre
hemos recopilado algunos de los más decisivos. Conscientes de que toda
selección deja siempre ausencias importantes, invitamos a los lectores a que
destaquen en los comentarios aquellos otros hechos que, en su opinión, han
marcado este año que finaliza.
Un año más, 2017 se abre paso tras un balance de
más sombras que luces. Aquí estaremos para contar cómo evolucionan.
1. La UE, desenmascarada
con los refugiados
El primer buque llegó a Puerto de Dikili, acompañado por la guardia
costera turca. | Foto: AP - Emre Tazegul
Operarios intentan tapar con una lona a los
refugiados y migrantes recién llegados al puerto turco de Dikili. El primer
buque de deportación de migrantes y refugiados desde la isla griega de Lesbos
cuando estaba atracado en el puerto de Dikili. Al amanecer un grupo inicial fue
escoltado hasta dos pequeños ferries por agentes de Frontex.
2016 comenzaba con imágenes ya habituales en los
últimos meses: frágiles embarcaciones cargadas de cientos de personas
intentando llegar a las islas griegas desde Turquía en busca de refugio. De
nada había servido tanta conmoción por la muerte del pequeño Aylan Kurdi, el Mediterráneo había seguido cobrándose vidas. De nada servían las constantes
denuncias de las ONG especializadas, ni los llamados a cumplir el derecho
internacional: Europa continuaba desoyendo la llamada de quienes llegaban a sus
fronteras tras huir de los conflictos.
Pero la medida más controvertida de la UE aún
estaba por llegar. En marzo, la firma y entrada en vigor del acuerdo con Turquía marcó un antes y un después en la
gestión de las fronteras europeas. El pacto, que legalizó la devolución de refugiados de
Grecia a Turquía, recibió de inmediato una lluvia de críticas de
organizaciones humanitarias, expertos y la propia ONU. Entre estas, las que se refieren a las
expulsiones colectivas o el criterio de discriminación por nacionalidad, así
como la consideración
de Turquía como un 'país seguro'.
Tras el cierre de las fronteras, miles de personas
quedaron atrapadas durante semanas en el campamento improvisado de Idomeni, entre Grecia y Macedonia. Las precarias
condiciones del campo y su desalojo final en mayo fueron el símbolo de
la falta de respuesta de Europa a la mayor crisis humanitaria
tras la II Guerra Mundial.
Siete meses después, era noticia otro desalojo, el de la 'Jungla' de Calais, donde vivían más de 6.000 demandantes de
asilo. Al blindaje de fronteras y la falta de recursos para atender a
estas personas, se suma el lento ritmo de los países de la UE al cumplir
sus compromisos. En julio, solo se había acogido a un 7% de los refugiados que
se acordaron en 2015.
Sin embargo, pocas decisiones políticas acaban
frenando a quien huye de la violencia o desea buscar nuevas
oportunidades. La falta de vías legales y seguras para llegar a Europa, principal
demanda de las ONG dedicadas a la migración, ha tenido en este año su peor
consecuencia: 5.022 personas
han fallecido en su intento de llegar a Europa por mar. 2016 no
rompió las tendencias de años anteriores y siguió batiendo otro triste récord: en el mundo ya hay 65,3 millones de
desplazados forzosos, según Acnur, y aunque en Europa se hable de
"crisis de refugiados", la mayoría llegan a países en desarrollo.
2. El debate sobre el
cierre de los CIE se refuerza
La Comisión de Interior del Congreso visitará el CIE del motín: Esto no
lo debe capitalizar un partido
Las críticas a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) se
han reavivado en este 2016. En octubre, personas internas en el CIE de Aluche
(Madrid) pasaron más de 11 horas apostadas en la azotea del centro
gritando "Libertad" y "Clemencia". Tras finalizar pacíficamente la protesta,
varias de ellas denunciaron que habían sido golpeadas por la
policía. Agresiones
que algunas ONG llevaron a los tribunales.
El motín de Aluche fue el más sonado, pero no fue
el único de este año. Internos del CIE de Murcia han protagonizado varios intentos de fuga en estos últimos meses, algo que también ha sucedido de forma repetida en el CIE de la Zona
Franca de Barcelona.
2016 termina con decenas de personas privadas de libertad hasta dos meses sin que el
Gobierno tenga la seguridad de poder deportarles a su país. El cierre definitivo de los
CIE ha llegado a algunos partidos políticos, que entienden que la privación de
libertad sin haber cometido ningún delito es en sí misma una vulneración de
derechos humanos. También son cada vez más las denuncias de malos
tratos, hacinamiento, incomunicación e indefensión legal de los internos y
ausencia de asistencia sanitaria permanente, que tiene como su mayor
exponente la muerte, hace cinco años, de Samba Martine.
El nuevo ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido,
tendrá que hacer frente a estas reclamaciones. Hasta el momento, ha seguido la línea del Ejecutivo en cuanto los CIE: negar la mayor. Por otro lado Jorge Fernández Díaz se
despidió en noviembre de su mandato después de condecorar a los ocho guardias civiles que habían sido absueltos de la
acusación de maltrato a un migrante en la valla de Melilla.
El Gobierno, además, ha seguido sin dar
explicaciones, dos años después, a los familiares de 15 personas en su intento
de llegar a Ceuta en 2014, que han constituido una asociación en Camerún
para conocer la verdad y exigir justicia. Tampoco se les permitió el derecho de viajar
a España para intentar acelerar el proceso de los cuerpos que dos años después
de la muerte de sus hijos no han sido identificados: el Gobierno español les denegó el visado.
3. Morir
defendiendo la tierra: el adiós a Berta Cáceres
Berta Cáceres fundó en 1993 el COPINH junto a una docena de compañeros y
compañeras para defender los territorio indígenas / © Goldman Environmental
Prize
"Es fácil que a uno lo maten en la lucha por el medio
ambiente".
Las palabras de Berta Cáceres suenan hoy como un triste presagio.
Tras años denunciando los asesinatos de activistas y luchando por los derechos
indígenas y medioambientales, la líder hondureña fue
asesinada el pasado marzo en su casa. Meses
después, la investigación "seguía estancada".
En 2016 han seguido siendo constantes las
intimidaciones, las amenazas y los asesinatos de defensores del medio ambiente en los países donde empresas
transnacionales extractivas, hidroeléctricas o del sector agroindustrial tienen
intereses. 185 personas fueron asesinadas por defender la tierra y sus derechos
en 2015, según la ONG Global Witness.
Pero no todo han sido malas noticias. En otro país
azotado por la violencia contra los defensores, Guatemala, las comunidades indígenas terminan el
año con una victoria. Tras años de resistencia y violaciones de derechos
humanos, la transnacional española
Ecoener-Hidralia ha anunciado su retirada del
país, tras
renunciar a construir una presa hidroeléctrica sobre el río Cambalam.
Muchas defensoras del medioambiente insisten en que
los asesinos de Berta Cáceres no lograron el objetivo de mermar su causa
porque, como suena en cada una de las manifestaciones en recuerdo de la líder hondureña:
"Berta no murió, se
multiplicó".
4. Las guerras que no cesan
La ciudad de Alepo en Siria ©Pablo Tosco / Oxfam
Intermón
2016 ha sido el año de esas guerras que no
terminan. Ha sido el año de Omran, el niño sirio de cinco años que, tras sobrevivir a un ataque, espera con
la mirada perdida a que le atiendan. Una espera que es, también, la de una población
civil atrapada entre fuegos cruzados durante cincos años de guerra. El año ha
terminado con la batalla final por Alepo, que se ha saldado con la
victoria de las fuerzas de Asad. De respetarse el acuerdo entre Turquía y Rusia, en 2017 se iniciarán nuevas negociaciones
políticas entre el Gobierno sirio y la oposición en Astaná, capital de
Kazajistán.
2016 además ha sido el año de las bombas de Arabia Saudí sobre
Yemen mientras
su población se muere de hambre. Bombas, en muchos casos, procedentes de Occidente. Y también el año en el que Sudán del
Sur, donde no cesan los combates, ha superado el millón de refugiados y ha
sufrido un repunte de violencia sexual y reclutamiento de niños soldado.
También hemos sido testigos de la batalla por Mosul, el
último bastión del Estado Islámico en Irak. Una vez más, las personas han padecido las consecuencias de los combates entre el ISIS y las
fuerzas armadas iraquíes junto a la coalición internacional liderada por
EEUU, cuya ofensiva se ha ralentizado.
En 2016 han cumplido tres años de violencia enquistada en la República Centroafricana. Mientras, los combates entre
militares y Boko Haram
dejan altas tasas de malnutrición y desplazamientos en la región del Lago Chad (Nigeria, Níger, Chad y
Camerún). 2016 no ha sido el año de la paz que nos hubiera gustado contar.
5. La ONU condena los
asentamientos israelíes
Netanyahu urge a Obama a impedir que Irán llegue al umbral de potencia
nuclear EFE
El año finaliza con una resolución del Consejo de
Seguridad de la ONU
que ha sorprendido al mundo. La abstención de EEUU ha facilitado que saliera
adelante el texto, donde se condena la construcción de colonias
israelíes los territorios palestinos y pide su cese "inmediato" y
"completo", por ir en contra del derecho internacional.
Pese al enfado de Israel, que ha tomado represalias
diplomáticas contra los países que votaron a favor –entre ellos
España– todo apunta a que no va a haber grandes cambios: la resolución no tiene carácter
coercitivo, no es la primera condena de la ONU y Trump ya ha manifestado su
rechazo a dañar las relaciones con el socio estratégico de EE.UU. A día de hoy
la ocupación y el bloqueo israelí continúa y la población palestina sigue sufriendo las consecuencias.
6. La paz en Colombia
Marcha por la paz, en Bogotá | Foto: Geraldkurt
Los referéndums decisivos y el carácter inesperado
de sus resultados también han marcado este 2016. De la victoria del Brexit, tras la que aumentaron los delitos de odio en Reino Unido al ajustado triunfo del 'no' de los colombianos al acuerdo con las FARC. Un pacto que,
después de cuatro años de negociaciones, suponía un paso histórico para los más
de 50 años de conflicto armado y por el que el presidente Juan Manuel Santos ha sido el galardonado de este año con
el Nobel de la Paz.
Tras el revés en el plebiscito el alto el fuego siguió vigente y se
retomaron las negociaciones, también con el sector del 'no', contrario al indulto
a guerrilleros y a permitir que pudieran postularse a cargos públicos.
Aunque con el descontento de los críticos, se firmó
un segundo acuerdo de paz con las FARC que fue refrendado el pasado noviembre
por el Congreso de Colombia. Una victoria agridulce para un país fracturado
políticamente que aún
sufre las heridas de décadas de violencia.
7. "Ni una
menos", el grito que une al mundo
Realizan un paro en Argentina contra la violencia machista antes de la
masiva marcha EFE
Detrás de las cifras siempre hay vidas y sueños. En América Latina y el Caribe,
doce mujeres han sido asesinadas
diariamente por el hecho de ser mujeres en este 2016, según datos de la
comisión de la ONU para esa región, la CEPAL. En la misma línea, ONU Mujeres ha denunciado que "la impunidad alcanza
niveles alarmantes" y que 14 de los 25 países del mundo con las tasas más
elevadas de feminicidios están en América Latina y el Caribe.
En este escenario desolador, un grito colectivo
resuena: "Ni una menos, vivas nos queremos". Son las mujeres
argentinas, que este año han vuelto a manifestarse en las calles para exigir el fin de los feminicidios
en su país, en concreto, como respuesta al brutal asesinato de Lucía Pérez, una
joven de 16 años.
Pero el reclamo cruzó fronteras y ha tenido también su eco de solidaridad en
México, Chile, Brasil, Uruguay, Colombia o Bolivia, también en España.
Las calles están despiertas contra la violencia
machista, también contra el retroceso de los derechos ya conquistados. La
fuerte movilización social de las mujeres polacas ha conseguido tumbar una iniciativa que pretendía prohibir
el aborto en el
país, que cuenta con una de las leyes más restrictivas de Europa.
8. Un paso para el fin de
la ablación y más victorias
Fotografías de las niñas a las que no se les aplicó la mutilación
genital femenina adornan las paredes de la organización de mujeres de
Rohi-Weddu, en la región de Afar, Etiopía. | Foto: Unicef.
El triunfo de las mujeres polacas no ha sido el
único de este 2016. La esclavitud sexual en conflicto armado ha sido por primera vez juzgada y condenada dentro del país donde se cometieron los
abusos. Y ha sido en Guatemala,
uno de los países con mayor tasa de feminicidios del mundo. La sentencia condenó a
prisión a dos de los responsables de
los abusos sexuales que sufrieron las mujeres indígenas que fueron utilizadas como esclavas domésticas y
sexuales por parte de los militares a principios de los 80.
Asimismo, en agosto conocíamos que el Parlamento de la Unión Africana
había aprobado la prohibición de la
mutilación genital femenina en sus 50 Estados. Una decisión aplaudida por ONG y colectivos
sociales pero con algunos matices: "El trabajo tiene que llegar las comunidades". Unicef calcula que a 200 millones de niñas y
mujeres se les ha practicado la ablación en el mundo.
2016 también deja conquistas para la comunidad de
Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (LGTB). Unos meses después de
aprobar la adopción por parte de parejas homosexuales, la Corte Constitucional
de Colombia ha avalado el matrimonio igualitario. Otro país en el que se han producido avances
importantes es en Taiwan, donde se ha permitido la unión civil entre personas del mismo sexo, algo que
también ha sucedido en Italia.
Mientras tanto, Belice ha declarado inconstitucional la prohibición de las relaciones sexuales
entre personas del mismo sexo, hasta entonces penalizada. Sin embargo, uno de
los golpes más duros de este 2016 lo han sufrido, precisamente, las personas
LGTB: el ataque al club gay de Orlando, que dejó 50 muertos
y 53 heridos.
9. El primer equipo de refugiados en las
Olimpiadas
Yusra Mardini, 17 años. Huyó de Siria a Alemania. Se prepara para
participar como nadadora en los JJOO de Río 2016 | FOTO: Acnur
En agosto, una foto de la agencia AFP mostraba los contrastes de un Brasil que
inauguraba los Juegos Olímpicos por todo lo alto bajo la mirada de las personas
que viven en las favelas. Las Olimpiadas de Río de Janeiro comenzaban cargadas
de polémica tras meses de denuncias de desalojos, represión policial, ejecuciones extrajudiciales
e impunidad.
Los
Juegos Olímpicos también dejaron imágenes para el recuerdo. Por primera vez ha
competido un equipo de refugiados, formado por dos nadadores sirios, dos
judocas de la República Democrática del Congo y siete corredores de Etiopía,
Somalia y Sudán del Sur.
El medallista de plata Feyisa Lilesa, de Etiopía, realiza un gesto
protesta contra la represión del gobierno de su país contra su etnia. Juegos Olímpicos
de Río de Janeiro. | Foto: Robert F. Bukaty – AP
La otra imagen fue el gesto del atleta etíope Feyisa Lilesa: tras cruzar la línea de meta en segundo
lugar en el maratón, alzó los brazos en forma de 'x' en señal de protesta
contra el gobierno de su
país y para mostrar su solidaridad con el grupo
étnico Oromo, al que pertenece.
10. El 'burkini' o la
islamofobia de género
Defensoras del burkini convierten la Embajada francesa de Londres en una
playa EFE
Una mujer que disfruta de la playa de Niza es obligada por
la policía francesa a quitarse parte de su ropa, en aplicación de la prohibición del
burkini, norma impuesta tras los atentados que sufrió la localidad. La foto dio
la vuelta al mundo este verano, en plena polémica generada después de que una
quincena de municipios franceses prohibiera este traje de baño.
Días después, en respuesta a las peticiones de
organizaciones civiles, el Consejo de Estado francés suspendió la prohibición del
burkini decretada
en una de las localidades y dictaminaba que la medida había supuesto "un
ataque grave y manifiestamente ilegal contra las libertades fundamentales: la
libertad de circulación, la de conciencia y la libertad personal".
El debate sobre burkini es una muestra de cómo las mujeres están más expuestas a la islamofobia que
los hombres:
de todas las agresiones islamófobas registradas en Francia en 2015, un 73%
fueron contra las mujeres. "No hay otra razón para que en Francia se prohíba
el burkini que no sea alentar políticamente la xenofobia", recordaba la
feminista Beatriz Gimeno, en su reflexión sobre la complejidad de este debate.
11. Los desastres naturales
siguen cobrándose víctimas
Después de las primeras evacuaciones de emergencia, las ONG están
centradas en la atención a los supervivientes y les preocupa la insalubridad,
por el riesgo a la propagación de enfermedades. | Intermón Oxfam (David
Illera).
Los desastres naturales también han sido
protagonistas en este año que termina. En abril, el terremoto de Ecuador provocó 660 víctimas mortales y más de 27.000 heridos, según datos de Médicos
Sin Fronteras. El balance de personas que perdieron la vida tras el paso del huracán Matthew por Haití oscila entre 546 y 1.000. En torno
a 60 millones de personas sufren los efectos del fenómeno climático de
El Niño, uno de los países más afectados es Etiopía.
Según cifras de la ONU, nueve de cada diez desastres que se producen en el mundo están
relacionados con el cambio climático y la tendencia es a continuar aumentando.