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Bersuit - Encuentro en el Estudio - Programa Completo [HD]

Qué esconden las “ayudas humanitarias”


Noam Chomsky

El concepto de ayuda humanitaria es casi todo acto agresivo realizado por cualquier potencia que, desde el punto de vista del agresor es una ayuda humanitaria, pero no desde el punto de vista de las víctimas, explica el filósofo Noam Chomsky. Según el también lingüista y politólogo, Estados Unidos lo reconoce públicamente y se entiende en el terreno del imperio tradicional.

Primer ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Serbia en 1999
Fuerzas de Albania cometían ataques terroristas en territorio serbio para provocar una respuesta de su Gobierno que le sirviera como justificación a la OTAN (alianza militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte), para entrar al país, es decir, una intervención de Estados Unidos. Las pérdidas estimadas fueron altas en ambos lados: dos mil víctimas.

Cuando asumieron la invasión, el general estadounidense a cargo, Wesley Clark, le informó a Washington que el resultado del ataque de EE.UU. intensificaría las atrocidades, porque Serbia no era capaz de responder militarmente bombardeando a los EE.UU., Serbia respondió por tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses terroristas, justo después del bombardeo de EE.UU.


Pero la gran cobertura mediática fue la de Slobodan Milošević (expresidente serbio) llevado a la Corte Penal Internacional por una acusación sobre crímenes masivos, todos con una sola excepción, fueron después del bombardeo que ejecutó Estados Unidos contra su población.

Todo lo narrado anteriormente fue una intervención humanitaria, apunta Chomsky.

¿Son legales las intervenciones por ayudas humanitarias?

La Asamblea General de las Naciones Unidas tiene una resolución sobre la responsabilidad de proteger, que dice explícitamente que no puede ejecutarse un acto no militar a menos que esté autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Se utiliza para asegurarse de que los gobiernos no repriman a sus propias poblaciones.

No obstante, el activista estadounidense explica que hubo otra comisión, presidida por el exprimer ministro australiano Garreth Evans, que debatió sobre la “responsabilidad de proteger”, muy parecida a la versión de la ONU, pero con una diferencia, “que así el Consejo de Seguridad no esté de acuerdo en autorizar una intervención, agrupamientos regionales pueden intervenir a la fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento regional es capaz de una intervención? Hay uno solo y se llama OTAN”.

La “responsablidad de proteger” es legal porque la Asamblea General de la ONU lo autorizó, pero lo que rige actualmente es la versión autorizada de Evans, un buen ejemplo de cómo funciona una propaganda en un sistema poderoso, agrega Chomsky y que además se puede ver en los medios de comunicación.

Otro ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Libia en 2011

Una resolución de la ONU en 2011 hizo un llamado a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, a excepción de aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a términos diplomáticos para solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó, declarando un cese el fuego contra fuerzas opositoras a su Gobierno.

Finalmente Washington optó por apoyar una resolución mucha más amplia que la de la simple zona de exclusión aérea, y apostó por una ocupación militar del país.

“Reino Unido, Francia y Estados Unidos se convirtieron en la fuerza aérea de la oposición. Uno de sus ataques terminó sepultando a Gadafi y matando a 10 mil personas, dejó a Libia en lo que es hoy día, en manos de milicias”, recuerda Noam Chomsky.

A partir de ese momento, hubo un gran flujo de yihadistas armados en Asia occidental y África occidental, lo que se convirtió en la fuente principal de terrorismo radical en el mundo, “una consecuencia de la mal llamada intervención humanitaria en Libia”.

El poder de EE.UU. ahora, con Donald Trump como presidente

Chomsky también explicó que la sociedad debe repensar lo que significa el poder. Estados Unidos, a su juicio, sigue siendo supremo. Su poder es dañino, pero desde el punto de vista de la oligarquía, ese poder les da todo lo que piden, asevera el filósofo. Solo en términos militares, esta nación maneja el 25 por ciento de la economía mundial, y también está mucho más avanzado en tecnología que el resto del mundo.

Agrega que, pese a que en economía han estado en declive, sería un error pensar en que han perdido su dominio.

“Las multinacionales estadounidenses son dueñas de la mitad del mundo, están integradas con el Estado, tienen todos los sectores: industria, venta, comercio, finanzas”.

Explica que, desde su elección como presidente, no solo es Trump quien representa el peligro, sino el liderazgo republicano completo, que niegan el fenómeno del calentamiento global, por mencionar solo un problema.

“El partido republicano es una de las organizaciones más peligrosas en la historia de la humanidad, suena escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento, Hitler no quería destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la intención”, se lamenta y agrega que no son personas ignorantes ni fundamentalistas religiosos, sino las mejores educadas y apoyadas del mundo, quienes ponen a la sociedad en peligro.

Según Chomsky, las políticas más peligrosas apenas se discuten, son amenazas existenciales que enfrentamos, esta generación tiene que decidir si la existencia humana continuará, no es un chiste, es el calentamiento global o una guerra nuclear y las acciones de Trump empeoran ambas.



¿En qué no puedo creer?


José Arregi
www.religiondigital.com, 180219
              
“¿En qué no se puede creer hoy?”, fue el tema de una reciente charla en Aizarna, este sorprendente rincón guipuzcoano de 300 habitantes, rural y urbano, culto y plural, antigua encrucijada de peregrinos, testimonio patente de las profundas transformaciones de nuestra sociedad en los últimos 60 años.

        No entendí bien qué es lo que me pedía exactamente Joxin, el organizador de la charla. Pero preferí no preguntárselo y tomar la pregunta tal cual, equívoca y abierta como es. Y como a estas alturas cada uno es muy libre de creer o dejar de creer lo que estime oportuno, opté por responder en primera persona. La lista sería interminable, pero he aquí diez cosas (mejor dicho, veinte, pues en cada tema se me presentan dos extremos) que no puedo creer hoy. Mañana, no sé.

1° No puedo creer nada que esté en contradicción con la ciencia, es decir, con aquello que está matemáticamente medido y empíricamente comprobado. Pero tampoco puedo creer que la ciencia sea el único ni el supremo conocimiento, ni que solo sea real o verdadero lo que la ciencia puede medir y verificar. Conoce más.

2° No puedo creer en un Dios Ente Supremo y preexistente que habría creado el mundo desde la nada y desde fuera, se habría encarnado plenamente como hombre en el pasado, un “dios” que sería causa y explicación exterior de cuanto es. Pero tampoco puedo creer que solo exista este mundo visible, ni que todos los seres –visibles o invisibles a nuestros ojos y aparatos tecnológicos– que forman el mundo no estén envueltos y habitados, impulsados y atraídos por una energía originaria, una creatividad, potencial, espíritu, conciencia, belleza o amor o misterio más grande que todo, transcendente e inmanente a todo. Y tú también eres Él/Ella/Ello.

3° No puedo creer que el espíritu o la conciencia exista separada de lo que llamamos materia en alguna de sus dimensiones o manifestaciones. Pero tampoco puedo creer que la realidad en su conjunto, ni siquiera eso que llamamos materia, se reduzca a física y química, que de “menos” no esté emergiendo constantemente “más”: vida, inteligencia, conciencia, “espíritu”… en formas inagotables. Santa materia, matriz.

4° No puedo creer que el ser humano actual, Homo Sapiens, de este maravilloso planeta azul y verde sea la finalidad, el centro o la cumbre de la Tierra, cuánto menos del universo. Pero tampoco puedo creer que ello nos exima del sumo deber de cuidar la comunidad de los vivientes como si fuéramos los únicos responsables. Cuidemos.

5° No puedo creer que los seres humanos estemos dotados de libre albedrío entendido como capacidad de elegir sin estar determinados. Pero tampoco puedo creer que carezcamos de libertad, entendida como capacidad de ser sujetos de nuestro ser, de asumir nuestras condiciones y de ser más felices y mejores. Eres libre de ser.

6° No puedo creer que después de esta vida haya cielo o infierno o reencarnación, entendidos como suelen entenderse. Pero tampoco puedo creer que la muerte sea el fin de nada, ni que la Vida haya nacido ni vaya a morir. Vive, y basta.

7° No puedo creer que las religiones hayan venido del “cielo” ni posean la verdad revelada ni tengan respuestas a las preguntas humanas. Pero tampoco puedo creer que en sus textos fundantes y en su tradición no puedan hallarse inspiración y sabiduría para hoy, si se liberan de dogmas, formas y paradigmas del pasado. Busca.

8° No puedo creer que necesitemos religiones para vivir más humanamente. Pero tampoco puedo creer que podamos vivir humanamente sin una espiritualidad, sea esta religiosa o laica. Una espiritualidad transreligiosa con o sin religión.

9° No puedo creer que las religiones tradicionales sobrevivan mucho tiempo en nuestra sociedad del conocimiento y del cambio. Pero tampoco puedo creer que podamos sobrevivir mucho tiempo sin el espíritu o el aliento de la vida. Respira.

10° No puedo creer que ninguna creencia sea esencial a la espiritualidad ni que nadie deba creer nada que no le parezca creíble. Pero tampoco puedo creer que podamos dispensarnos de confiar en el corazón de la Realidad, para ser lo que somos y crear un mundo mejor. Credere viene de cor dare: entregar el corazón.

         Las de San José siguen bordeando los caminos de Aizarna, como siempre en febrero. Nuestras creencias han cambiado, pero seguimos siendo peregrinos y preguntándonos. ¿Por qué tanta belleza y dolor? ¿Por qué es todo? ¿Por qué vivimos? No busques la respuesta en ningún dogma. Calla, siente, escucha y camina.

Diez motivos y once consecuencias de la retirada de EEUU del acuerdo nuclear INF con Rusia


Nazanín Armanian
www.publico.es / 150219

Vuelve el temor a un invierno nuclear: EEUU anuncia abandonar el Tratado sobre Armas Nucleares de Medio Alcance (INF) firmado con la Unión Soviética en 1987 tras años de negociaciones.

El INF:

+ Es la primera medida de control de armas nucleares y uno de los más exitoso en esta materia. No hay duda de que, el uso de dichas armas desencadenaría una respuesta nuclear estratégica, una guerra total, acabando la leyenda de la “guerra nuclear localizada”.

+ Acuerda, por primera vez, no limitar las armas nucleares sino destruirlas y prohíbe su producción o poseer misiles balísticos y de crucero con rangos entre 500 y 5.500 km. lanzados desde tierra. Se destruyeron unos 2.500 misiles.

+Es el pilar de los siguientes acuerdos del control de armas firmados.

+ Benefició a EEUU, que aun sin estar al alcance de los misiles SS-20 soviéticos instalados en Bielorrusia, Checoslovaquia y Ucrania, por un lado, debilitaba a la URSS frente a China, por otro garantizaba la seguridad de sus aliados europeos. La URSS también se salvaba de la amenaza de los misiles Pershing y Cruise de EEUU estacionados en Bélgica, Italia y la RFA.

Ahora, ambas partes se acusan mutuamente de haber violado el tratado: Rusia se defiende alegando que la prueba de sus misiles crucero 9M729 caben dentro del tratado, y acusa a la OTAN de haber desplegado el lanzamisiles terrestre Mark-41en Europa, apuntando a Rusia. Washington afirma que este artefacto al no estar equipado con software de disparo es legal. Por cierto, INF “permite” lanzadores marinos o espaciales.

“Seríamos víctimas de una agresión y llegaríamos al cielo como mártires”, ha sido la respuesta de Vladimir Putin: Rusia se abstiene de ser el primero en apretar el botón nuclear, pero los agresores “ni siquiera tendrían tiempo para arrepentirse”, en una aniquilación que no será mutua sino acabaría con buena parte de la humanidad. Moscú, mientras, suspenderá sus obligaciones en virtud del tratado y busca “soluciones” para salvarlo.

Moscú se ha quejado de que INF ha “perjudicado” a Rusia al no incluir a China, India y Pakistán, tres países nucleares con los que comparte la región, provocando un desequilibrio en la zona. A sus quejas se añaden la proliferación de una enorme flota de drones desplegados por EEUU en todo el planeta, que no están atados a ningún acuerdo internacional.

EEUU también considera que al no estar China en este acuerdo se ha convertido en una amenaza para su seguridad. Pero, lo cierto es que el arsenal nuclear chino cuenta con 178 ojivas, que es parecido al Reino Unido, menos que Francia (300), EEUU (7.000) y Rusia que posee unas 6.500. Los misiles de rango intermedio que ha desarrollado Beijín, como el Dongfeng-26 (apodado “asesino de portaviones”), no viola el derecho internacional, dejando este “derecho” mucho que desear. EEUU en represalia ha instalado un radar de alerta temprana en Japón para rastrearlos, ahorrándose el envío de portaviones. El principal país preocupado por las bombas nucleares chinas es India, y aun así no ha pedido a EEUU que rompa el INF.
En el abril de 2009, Barack Obama prometía que su país tomaría medidas concretas para limpiar el mundo de armas nucleares. Si hasta hoy, los sucesores de Reagan y Gorbachov han respetado el acuerdo, ¿por qué lo destruye Trump?

Motivos detrás del humo

1+ El regreso de John Bolton, el belicista más peligroso del mundo, a la primera fila de la política de EEUU como asesor de seguridad de Trump. Según él, los acuerdos internacionales de control de armas y no proliferación nuclear limitan la capacidad de acción de EEUU. Bolton, ya en 2011 propuso la salida de Washington del INF alegando el programa de misiles iraníes, y ha sido él uno de los promotores de la salida de Trump del acuerdo nuclear de Irán. Este hombre que planea enviar 5.000 soldados a Colombia para desestabilizar a Venezuela, ha estado presente en los tres golpes al sistema de estabilidad estratégica del mundo: 1) la salida de EEUU del Tratado de misiles antibalísticos en 2001, 2) su retirada del acuerdo nuclear con Irán en 2015, y ahora del INF. Lo cierto es que EEUU no necesita instalar misiles de alcance intermedio en las proximidades de China, Irán o Corea del Norte: los puede bombardear con sus aviones y submarinos.

2+ “Tenemos una enorme cantidad de dinero para que jueguen nuestros militares”, como si las bombas nucleares fuesen juguetes de niños uniformados. Invertir en la tecnología nuclear militar, beneficiando a las compañías de armas es el principal motivo de romper el INF. Trump les regalará unos 50.000 millones anuales en concepto de gastos por la renovación del arsenal nuclear entre 2019 y 2028. El presupuesto de defensa de este país equivale al conjunto de los siete países que le siguen, mientras cerca de 50 millones de sus ciudadanos viven por debajo del umbral de la pobreza.
3+ Recuperar la “Guerra de las galaxias” de Ronald Reagan. El 17 de enero, Trump amenazó romper el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre del 1967 para la exploración y utilización del espacio con fines pacíficos, ratificado o firmado por 123 estados: “Mi próximo presupuesto invertirá en una tecnología de defensa de misiles basada en el espacio… debemos tener el dominio sobre espacio”, dijo; lo que significa establecer un escudo anti-misiles desde el espacio capaz de detectar la ruta de misiles balísticos y destruirlos en su trayectoria, e ingresar miles de millones de dólares en la cuenta de la industria aeroespacial, robándolos del bolsillo de los contribuyentes más pobres de EEUU y de Europa (¡será un proyecto de la OTAN!). Si el objetivo es acabar con una gran parte de la humanidad se puede hacer perfectamente desde los submarinos nucleares, y no hace falta ir al cielo para hacerlo.

4+ La ignorancia de Trump respecto a este tipo de armas. El presidente, al que le parecen pocas las ojivas nucleares que posee su país, preguntó en 2017 al ya destituido secretario de Defensa Jim Mattis “por qué el Pentágono no había construido 30.000 ojivas” (¡podría haber dicho 50 o 100.000!). El general responde que, por falta de presupuesto, y que además acabaría con los tratados mundiales control de las armas nucleares. Trump, para más inri, carece de la habilidad de Obama que, en 2010, consiguió del Congreso la ratificación del START III, paralelo a sobornar a las compañías de armas con un programa de mil millones de dólares durante diez años destinado a levantar dos nuevas fábricas de bombas nucleares y nuevas ojivas, misiles, aviones y submarinos. EEUU ha sido el único país en utilizar bombas atómicas matando a al menos 200.000 personas en unos minutos, sin haber sido castigado por ello.

5+ Abrir una brecha entre Rusia y China, como lo hizo Richard Nixon dividiendo China de la Unión Soviética, aunque al contrario de entonces, Moscú y Beijín hoy son como “uña y carne” o como dicen los chinos “más cerca que los labios a los dientes”.

6+ Aumentar la presión militar sobre China, ahora que no puede contener el avance tecnológico y comercial del Dragón Rojo. Así, le obliga a aumentar su gasto militar restándolo de sus inversiones en la alta tecnología o en el mega proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, para así hundirle como potencia: la carrera armamentística fue uno de los motivos del fin de la URSS.

7+ La obsesión de Trump por “renegociar” los tratados internacionales, por ser “malos” para EEUU. También pretende “renegociar” el START III (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) firmado en 2010 entre Barak Obama y Dimitri Medvedev. Por el momento ha salido del Acuerdo Nuclear de Irán, el de París o el NAFTA, y tampoco ha ofrecido alternativas al respecto. Por lo que su intención no es reformar el INF sino destruirlo.

8+ El madman estadounidense piensa que puede ganar una guerra nuclear, por eso sale de los tratados que la previenen. Se trata de otra manifestación de la política del Trumpismo de acabar con la diplomacia.

9+ Forzar a Corea del Norte a desnuclearizar.

10+ Desarrollar e instalar misiles de crucero de alcance intermedio en Asia-Pacífico.

Posibles consecuencias
a.       Aumentar el riesgo de guerra nuclear. Por primera vez desde 1972 no habrá ningún límite ni control sobre las fuerzas nucleares de EEUU y Rusia.
b.       Poner en peligro la renovación del tratado Start III que expira en 2021. Hasta hoy, ambos países habían cumplido con el límite de 1.550 ojivas nucleares estratégicas desplegadas.

c.       Un mayor deterioro en las relaciones de EEUU con China y Rusia.

d.       Sacrificar a Europa ante los intereses de EEUU: De hecho, Federica Mogherini pide a ambas partes mantener el acuerdo, y Alemania tacha de “lamentable” la decisión de Trump. También una decena de senadores demócratas han presentado una ley para prohibir cualquier tipo de financiación de armas que rompa el INF.

e.       Provocar más brechas entre EEUU y Europa. Ha sido Trump el responsable del colapso del INF, igual que del acuerdo nuclear con Irán (que parte de Europa intenta rescatar). ¿Realmente, EEUU tiene compromiso con la seguridad de Europa? Durante la “crisis de euromisiles” en 1980, Reino Unido, República Federal de Alemania, los Países Bajos, Italia y Bélgica acordaron desplegar 572 armas nucleares de EEUU en su suelo. ¿Lo volverán a hacer hoy?

f.        Empeorar las tensas relaciones de EEUU con Rusia y China.

g.       India, Japón y los estados europeos no sólo serán objetivos de más misiles nucleares, sino que tendrán que destinar un mayor presupuesto para los gastos militares.

h.       En Japón, se dará un impulso al militarismo nipón y también a sus exportaciones de submarinos nucleares; perjudicará a los intentos de Tokio y Beijing en mejorar sus relaciones, y reavivar el fuerte movimiento pacifista japonés contra las instalaciones militares de EEUU en Okinawa, Yokosuka, y Aomori.

i.        Desatar una carrera nuclear en el resto de los países del mundo. Israel ya cuenta con al menos 100 ojivas, e Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto o Brasil podrán apuntarse a la carrera.

j.        Acabar con la credibilidad de EEUU en las mesas de negociaciones con Corea del Norte, Irán, y otros países.

k.       A pesar de que Trump afirma querer aumentar la seguridad de EEUU, lo que ha hecho es desmantelar la arquitectura de la seguridad internacional. En estos momentos, la probabilidad de alcanzar un tratado similar a INF es remota por no decir nula.

Que la humanidad nos hayamos salvado de una aniquilación nuclear no ha sido por nuestra inteligencia, sino por pura suerte.