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Cuando empezó su acción la
situación de los campesinos y campesinas en la década de los sesenta era
marginal, si bien hubo cambios en términos políticos como fue el derecho a
votar(1); sin embargo, el acceso a la educación, la salud y el derecho
al desarrollo se mantenían ausentes en las políticas del Estado. Los problemas
centrales que les afectaba eran: Alto índice de analfabetismo (69%), altos
índices de pobreza, dependencia y sometimiento político y económico a los
gobiernos de turno y ausencia de políticas públicas de apoyo al desarrollo
integral de las economías campesinas. Por otro lado, las y los campesinos
mantenían sus formas propias de vida donde se practicaba la reciprocidad, la
solidaridad, la democracia y justicia comunitaria, y el respeto a sus
autoridades naturales(2).
En este contexto y asumiendo
la posición de la iglesia (opción por los pobres), ACLO se compromete con las y
los campesinos del sur del país, por ser el sector social más numeroso,
necesitado y marginado, porque posee una cultura propia y tiene potencial para
lograr el cambio socio-económico y político del país(3); y porque ACLO
reconoce la capacidad que tienen los campesinos de movilización y
transformación.
Desde el inicio, ACLO eligió
la “educación” como estrategia del cambio de estructuras sociales, políticas y
económicas, por lo que se propuso desarrollar capacidades de incidencia en
campesinos y campesinas, para que ellos mismos logren su propia liberación. En
ese sentido, la educación tuvo un rol importante, les dio la oportunidad, no
solo de leer y escribir, sino de leer su propia realidad, y a partir de ello
transformarla. Para, lo cual se fortaleció sus organizaciones, se apoyó a
mejorar su economía y hacer conocer sus demandas, necesidades y
potencialidades, a través de las radios ACLO Chuquisaca, luego Tarija y Potosí;
y el periódico “En Marcha”.
En 1971, con apoyo de
instituciones amigas, se instala la primera sala de grabaciones en oficinas de
ACLO Chuquisaca, desde allí se da protagonismo al campesino, para que su voz
esté presente en el ámbito público del departamento, a fin de que la gente
conozca sus necesidades, sus problemas y potencialidades.
En 1977, ACLO instala un
transmisor en Yamparáez y a partir del 1º de febrero de ese mismo año, ACLO
transmite de manera independiente su propia señal de radio.
En 1973, se crea ACLO Tarija
con el objetivo de apoyar a los campesinos de ese departamento que vivían
olvidados, marginados y acallados. El 18 de junio de 1981 inicia las
transmisiones de Radio Tarija, difundiendo la voz del campesino tarijeño.
En 1975, conscientes de la
situación en la que se encontraban los campesinos de Potosí y con el mismo
compromiso de apoyarles en su liberación, se crea ACLO Potosí. Con la inclusión
de este último departamento la cobertura de ACLO es el sur de Bolivia, donde la
problemática campesina es similar.
Durante la dictadura de
Banzer, cuando se prohibió toda forma de organización independiente, ACLO
promueve la creación de cooperativas campesinas integrales (COINCA), donde se
instalan tiendas comunales de consumo, se crean centros culturales (Yachay Wasi
en Sucre), se construyen postas sanitarias, se abren tambo wasis (alojamientos
campesinos en Chuquisaca y Tarija) y se promueve la formación de líderes en
agropecuaria y cooperativismo.
Para que los campesinos/as
pudiesen mejorar su producción agropecuaria y que les permitiera asegurar la
alimentación de las familias, ACLO instala granjas experimentales y
demostrativas (en Chuquisaca, Tarija y
Potosí), que al mismo tiempo funcionarían como centros de capacitación de
promotores agropecuarios y de formación de líderes sindicales.
Durante la década de los
setenta, tiempos de dictadura, cuando la represión y control político se
ejercía en toda Bolivia, ACLO continúa con el trabajo de alfabetización radial
y cooperativismo, como estrategias de trabajo con las organizaciones y
comunidades campesinas.
Es a partir de 1980, que ACLO
inicia la formación de reporteros populares (RRPP), es desde entonces, cuando
las comunidades, los campesinos e indígenas tienen su voz, hacen conocer su
palabra a través de los medios de ACLO. Para ello, se organizaron cursos de
capacitación sobre comunicación popular. Hoy, existen más de un millar de
reporteros y comunicadores en el sur de Bolivia (Chuquisaca, Tarija y Potosí).
Ya en 1982, con el inicio del
periodo democrático, ACLO replantea su accionar; dando mayor apoyo a las
comunidades y sus organizaciones, acción que se mantuvo constante hasta la
consolidación de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia (CSUTCB), como una organización única e independiente.
A raíz de la sequía
presentada en 1983, que afectó sobre todo a las comunidades campesinas e
indígenas del occidente boliviano, ACLO, junto a otras instituciones afiliadas
a UNITAS, ejecutan el programa de emergencia denominado “plan sequía”, y más
adelante el “Programa de Recuperación Agropecuaria Campesina (PRACA), cuya
acción principal fue garantizar la provisión de semillas, insumos, capacitación
técnica y apoyo a la organización sindical. Posteriormente, se plantea otro
programa, esta vez denominado “Programa Campesino de Desarrollo (PROCADE) como
un programa alternativo de desarrollo, que incluía crédito para la producción
agropecuaria.
A partir de este periodo
(1983), ACLO da mayor énfasis al desarrollo agropecuario, pasa del trabajo
intensivo al trabajo extensivo, forma equipos multidisciplinarios con el
propósito de mejorar la economía de los campesinos del sur, se hacen proyectos
productivos agropecuarios, capacitación técnica y fortalecimiento de los
sindicatos comunales y subcentrales, acompañado de proyectos educativos y
comunicacionales para dar sostenibilidad a las acciones. En las zonas de
trabajo, se elaboran diagnósticos y planes de desarrollo micro regional; con lo
que se inicia un nuevo enfoque de trabajo: Desarrollo Rural con enfoque
territorial.
En 1986, segundo año del
gobierno de Víctor Paz Estensoro, se impone el modelo “neoliberal”, con la
promulgación del Decreto Supremo 21060, que provoca el cierre de minas, el
despido de miles de mineros, la migración de campesinos a las ciudades,
afectando a la economía de los más pobres. ACLO, fiel a su ideología y
compromiso, denuncia y critica estas medidas que van contra los derechos
humanos más elementales; a raíz de ello, radio ACLO Tarija sufre un atentado,
donde se destruye la antena y la caseta. Luego de un año (1987), con apoyo de
las organizaciones sociales, renace Radio ACLO Tarija.
Más adelante, en 1988, ACLO
cambia de estructura institucional, y crea la Dirección General con el
propósito de lograr una acción más efectiva y coordinada entre las oficinas de
Chuquisaca, Tarija y Potosí.
Ya en la década de los
noventa, con la promulgación de la Ley de Participación Popular en 1994, la
democracia se profundiza, tanto en el ámbito económico y social (asignación de
recursos) como en el ámbito político (participación de campesinos en el poder
local); a partir de entonces, ACLO centra su acción presencial en el territorio
municipal como unidad de planificación del desarrollo; mientras la acción de la
radio es el ámbito departamental. Con el propósito de aportar al desarrollo,
elabora Planes Desarrollo Municipal, sobre todo en los municipios donde
interviene de manera presencial.
ACLO, consecuente y
comprometida con la población campesina e indígena del sur, entre 1999 y 2000,
realiza un proceso de evaluación para adecuar su accionar institucional a los
cambios estructurales que, dentro de la política neoliberal, se dieron en el
país y que transformaron formas y niveles de relacionamiento de la sociedad
civil con las instancias gubernamentales, tanto en el ámbito local y regional
como nacional. Producto de ésta evaluación, se tiene el primer plan sexenal
institucional 2001-2006(4).
Como resultado de la
evaluación y del momento histórico de ACLO, la institución cambia de razón
social a Fundación Acción Cultural Loyola, con la sigla ACLO, adquiriendo la
forma de fundación civil, de carácter privado y sin fines de lucro. Su
funcionamiento en el territorio nacional es legalmente reconocido a través de
la personería jurídica, concedida por R.P. 134/2000 en fecha 30 de agosto de
2000.
En el ámbito nacional, debido
a la dinámica de los movimientos sociales, se inicia un quiebre político, es
cuando se producen tensiones entre gobierno y organizaciones sociales debido a
las condiciones de mayor empobrecimiento a las que condujo el modelo
neoliberal, se produjeron enfrentamientos como la Guerra del Agua y la Guerra
del Gas, entre el 2000 y 2003, que culmina con la expulsión del entonces presidente
Gonzalo Sánchez de Lozada y posterior elección de Evo Morales Ayma como
Presidente de la República en diciembre de 2005. Durante este proceso se
fortalece el relacionamiento y compromiso de ACLO con el movimiento indígena
campesino del sur del país.
En este nuevo contexto, en
abril de 2005 se realiza una evaluación externa al Plan Sexenal 2001-2006,
donde se identifican logros, potencialidades, debilidades y desafíos futuros
para la institución. A partir de estas constataciones, ACLO reestructura su accionar
para responder a las demandas y desafíos planteados, estableciendo la
incidencia en políticas públicas y en formación de opinión pública como
principio articulador de toda su intervención institucional, tal como se
expresa en su nuevo plan sexenal 2006-2011.
Luego de la elección del
primer presidente indígena, se convoca a la elección de constituyentes para
conformar la Asamblea Constituyente que se realiza entre 2006 y 2007 en la
ciudad de Sucre, frente a tan importante acontecimiento nacional, Fundación
ACLO junto a ERBOL abren un espacio comunicacional denominado “Foro
Constituyente”, destinado a informar y debatir sobre el país que queremos. Para
ello, se instala una biblioteca, una página web, el periódico En Marcha
Constituyente y se abren espacios especializados en la radio para informar
sobre este evento. Fue un periodo de muchas tensiones sociales, por la
confrontación de dos visiones de país totalmente distintas, una desde los
pueblos indígena originario campesinos y otra desde los sectores conservadores;
que culminó con la elaboración y posterior aprobación de la nueva Constitución
Política del Estado.
El proceso constituyente fue
violento, con acciones de racismo y discriminación, donde ACLO también sufrió
agresiones de sectores conservadores de la ciudad de Sucre, por cumplir su
compromiso de opción por los pobres y el estar al lado de las organizaciones
indígenas originarias campesinas.
El rol de los medios de
comunicación de ACLO fue fundamental durante la Asamblea Constituyente y post Constituyente,
por cuanto influyó en la opinión pública para promover el cambio estructural,
tanto en el sur como en todo el país a través de la Red ERBOL. En este proceso,
la Red ACLO se consolida el 2006. Asimismo, promueve la formación de Redes
departamentales (La Red del Sur en Tarija, la Red de Integración Chuquisaqueña
y la Red Potosina de Comunicación). La formación y capacitación de reporteros
populares continúa, especialmente en Chuquisaca.
ACLO, consecuente con su
labor educativa, desde su creación realizó acciones de alfabetización por
radio, continuó durante las décadas del setenta, ochenta y parte de la década
del noventa, experiencias que anteceden al programa de educación básica a
distancia por radio, un nivel superior a la alfabetización que, en convenio con
IRFA Santa Cruz y el aval del Ministerio de Educación, desarrolla el programa
de educación primaria a distancia por radio, en Potosí desde 2004 y en
Chuquisaca desde 2008. Hoy, esta iniciativa se desarrolla en el marco de la Ley
de Educación Avelino Siñani – Elizardo Pérez.
En el marco del enfoque del
desarrollo rural sostenible, se promueve la agricultura sostenible, con
procesos de industrialización de productos primarios, para ello organiza
empresas campesinas como ASOVITA.
Por otro lado, enfatiza en la
formación de líderes, desarrolla procesos educativos de construcción de
ciudadanía intercultural y el ejercicio de los derechos humanos (económicos,
sociales, políticos y culturales), en equilibrio con su medio natural, que
contribuye al desarrollo integral de las personas, en lo humano, en lo ético y
espiritual.
Considerando los cambios
estructurales por los que atraviesa el país, al concluir el primer decenio de
este siglo y tomando en cuenta los avances, limitaciones y proyecciones de la
última evaluación externa (2010), se elabora un nuevo Marco Estratégico, esta
vez para el periodo 2011 – 2020; y un Plan Programático Trienal (2012 – 2014).
Dada la nueva realidad socio – cultural, la inclusión de los pueblos indígenas
originario campesinos en los diferentes espacios de poder, tanto en el ámbito
nacional (Asamblea Legislativa Plurinacional) como regional y municipal,
Fundación ACLO define desarrollar sus acciones en los municipios y regiones del
sur a través de cuatro Desafíos Estratégicos emergentes del contexto.
Sobre la base de las
evaluaciones anuales del Plan Programático 2012 – 2014, y el análisis de
contexto social, político y económico, se decide ajustar el Marco Estratégico
Institucional y elaborar un nuevo Plan Programático Sexenal.
El nuevo plan institucional
(2015 – 2020) se elabora en el marco de la celebración de los 50 años de
creación de ACLO, cuando los campesinos ahora ocupan cargos importantes en la
administración pública, como asambleístas nacionales, alcaldes y concejales y
cuando gran parte de los campesinos e indígenas viven en las ciudades. Dada
esta situación, ACLO decide desarrollar sus acciones también en los barrios de
las ciudades. En síntesis, el plan institucional se elabora cuando la situación
social, política y económica de los campesinos e indígenas es otra. Como dato
ilustrativo, en el momento de creación de ACLO, el índice de analfabetismo era
de 69,00%, hoy llega a solo 7,23%
Tomando en cuenta el nuevo
contexto y las demandas de la sociedad, de mayor justicia social, económica y
política, el Plan Estratégico y Plan Programático Sexenal 2015 -2020, se
elabora desde el enfoque de efectos e impactos esperados a través de tres
desafíos estratégicos(5), donde la cobertura institucional ahora está
tanto en el área rural como en los barrios urbano populares de las ciudades
principales y además se abre una nueva oficina de ACLO en la Región del Chaco
boliviano.
Notas
(1) Antes de 1952, los campesinos no tenían derecho a votar. A partir de la
revolución, adquieren este derecho.
(2) ACLO Informa. XXX aniversario de Acción cultural Loyola.
(3) ACLO informa a sus amigos, 2006.
Sucre, enero del 2016
(4) ACLO informa a sus amigos, 2006.
(5) Desafío 1: Construcción de ciudadanía intercultural y
participativa y desarrollo de las bases del Estado Plurinacional. Desafío 2:
Preservación del medio ambiente y adaptación al cambio climático. Desaíio 3: Desarrollo económico y seguridad alimentaria.