Un reto y un desafío
Visita del Papa a Colombia
Héctor Alfonso Torres Rojas
www.atrio.org / 240617
Me permitiré ofrecer algunos análisis sobre el contexto de la visita de
Francisco-Papa a Papa a Colombia. Este primer aporte conjuga una mini-síntesis
sobre las asambleas episcopales latinoamericanas y el protagonismo del cardenal
Jorge Mario Bergoglio en la V asamblea de Aparecida, Brasil, en 2007. Además,
algunos datos y cifras sobre la iglesia católica en Colombia.
Su presencia en Colombia.
Un reto… y un desafío
Francisco-Papa sabe que una buena parte del episcopado colombiano y un
amplio sector del clero y de la vida religiosa no se alimentan de las teologías
progresistas, y mucho menos de la Teología de la Liberación. Se podría pensar
que por diferentes fuentes ha llegado a saber que no han sido acogidos con
fervor sus planteamientos. Su visita es, pues un reto. Y un gran desafío para
la institución católica y para la clase política.
¿Logrará cambios significativos en obispos, clero y religios@s, más
preocupados por las cuestiones del culto y las devociones, que de la situación
de la población? Salvo excepciones, que sí las hay, muy arriesgadas y
valientes. Utilizando una expresión del cardenal Bergoglio, en el cónclave que
lo eligió, la institución católica en Colombia, es muy “autorreferencial”.
Es decir, muy centrada sobre sí misma. No es “una iglesia en salida”.
La mayor parte de los políticos se confiesan católicos. Tampoco el
conjunto de la clase política ha asimilado su mensaje, comenzando por el
cuidado de la Casa Común, el medio ambiente. Políticos y parlamentarios han
estado lejos de la población que convoca consultas populares contra el
extractivismo y la megaminería que destruyen la “La Casa Común”. Desde que
asumió Francisco-Papa, la corrupción ha sido galopante y la Conferencia
Episcopal, como muchos obispos, ha guardado silencio.
Estamos a escasos a tres meses de la visita de Francisco-Papa, que se
llevará a cabo del 6 al 10 de septiembre. Visitará las ciudades de Bogotá,
Villavicencio, Medellín y Cartagena. Hay quienes opinan que se excluyó Cali,
como “castigo” al arzobispo, por sus libertades de pensamiento. “Castigo” no
por parte del Papa sino de parte del nuncio y quienes controlan la Conferencia
Episcopal. El sur del país quedó excluido de la visita.
El cardenal Jorge Mario Bergoglio ha seguido con interés los debates
teológicos, pastorales y sociopolíticos que se han dado al interior del
episcopado, del clero, de la vida religiosa y de una pequeña porción del
laicado latinoamericano. Fue protagonista en la V asamblea de obispos, en la
pequeña ciudad de Aparecida, Brasil, en 2007. No hay dudas que los debates
teológicos, socio-políticos, económicos y culturales, al interior de las
iglesias de América Latina, le aportaron mucho para sus convicciones,
compromisos y para el estilo sencillo de vida como arzobispo de Buenos Aires.
Un dato: casi siempre se movía en bus público. La teología y los debates
latinoamericanos le han aportado mucho para el ejercicio de su pontificado.
La V asamblea de obispos en Aparecida y la teología de Medellín-68
El cardenal Bergoglio participó en la V asamblea de obispos de América
Latina, que tuvo lugar hace precisamente diez años, del 12 al 31 de mayo, de
2007, en Aparecida, ciudad brasilera de unos 40.000 habitantes, [que toma ese
nombre por el encuentro, en una pesca, de una imagen de María, la madre de
Jesús, en 1717. Un grupo de pescadores andaba de pesca. Uno de ellos sacó del
río una cerámica con el diseño de una mujer, pero sin cabeza. Volvió a tirar el
anzuelo y sacó la cabeza. Concluyeron que era una imagen de María, la madre de
Jesús de Nazaret. La ciudad de Aparecida, cerca de Sao Paulo, recibe unos siete
millones de peregrinos, cada año. Su basílica es la segunda en tamaño, después
de San Pedro de Roma].
Hay un consenso bastante amplio en los círculos eclesiásticos y
eclesiales informados, que reconoce que en esa V asamblea de obispos, la iglesia
católica de este continente indígena, negro y mestizo, retomó la ruta teológica
y pastoral que propuso la segunda conferencia reunida en Medellín, en 1968. La
primera asamblea, la fundante, tuvo lugar en Brasil, en 1955, promovida por el
gran obispo desde los pobres, don Helder Cámara, obispo de Recife.
El Papa Pablo VI dio apertura a ese evento, en la catedral de Bogotá, en
el mes de agosto de 1968. En 2018 se cumplirán los 50 años de ese acontecimiento.
Los documentos de Medellín recogen lo mejor del Concilio Vaticano II, que había
sido clausurado apenas 3 años antes (8 de diciembre de 1965), y lo mejor de la
efervescencia popular y eclesial, que atravesaba el continente y el Caribe. Esa
asamblea puso las bases de la Teología de la Liberación, así el término no se
usara todavía. Allí estuvo presente la primera generación de teólogos
claramente latinoamericanos y claramente liberacionistas.
Se puede sintetizar la Teología de Medellín en una frase fundamental: La
iglesia, toda, debe optar por los pobres, porque los pobres nos evangelizan.
Juan XXIII sorprendió al mundo católico, hablando de la “iglesia de los
pobres”, al convocar el Concilio Vaticano II. La opción por los pobres
nace de la observación y análisis de la situación de miseria y de extrema
pobreza de las poblaciones de todos los países de América Latina, que además,
eran poblaciones muy católicas.
Juan XXIII afirmó el 11 de septiembre de 1962, año de apertura del
Concilio: “Para los países subdesarrollados la Iglesia se presenta como es y
como quiere ser, como Iglesia de todos, en particular como la Iglesia de los
Pobres”. Los cardenales Lercaro (Bolonia) y Gerlier (Paris), cardenales muy
influyentes, levantaron varias veces su voz en el aula del Concilio, que fue la
misma basílica de San Pedro, para insistir en que “la Iglesia debe ser
Iglesia de los Pobres”. El obispo Hammer, de la ciudad belga de Tournai,
proclamó: “Hay que reservar a los pobres el primer lugar en la Iglesia”. El
Concilio Vaticano II tuvo cuatro sesiones, durante los otoños, de 1962 a 1965.
La asamblea de Aparecida re-tomó el camino fundamental, porque en las
dos siguientes asambleas con relación a la de Medellín, es decir, la tercera en
Puebla (México), en 1979, se fueron imponiendo tendencias contra-Medellín. En
esta corriente contra, uno de los abanderados fue el obispo colombiano Alfonso
López Trujillo. La asamblea de Puebla fue abierta por el recientemente elegido
Papa polaco, Juan Pablo II, quien llegó ya con un discurso poco favorable a la
Teología de Medellín.
La cuarta asamblea tuvo lugar en Santo Domingo (República Dominicana),
en 1992, año simbólico por la conmemoración de los quinientos años de la
invasión española. Las derechas eclesiales y teológicas tuvieron nuevamente un
enorme “protagonismo” para borrar “Medellín” y su teología, y para oponerse a
una lectura crítica del “encontronazo”, entre los pueblos indígenas y la
ocupación española.
En ese “protagonismo” anti-Teología de Medellín, jugaron papel clave dos
obispos colombianos, luego cardenales: Alfonso López Trujillo y Darío
Castrillón. Les fue tan bien en ese “protagonismo”, que fueron llevados al
Vaticano de Juan Pablo II. También fueron protagonistas de la involución
obispos y teólogos de otros países: México, Brasil, Chile, Argentina… Y varios
de ellos también fueron hechos cardenales y llevados al Vaticano.
El cardenal Bergoglio y la asamblea
episcopal de “Aparecida”
Volviendo a “Aparecida”, se puede afirmar que las tres semanas de
intercambios, debates intensos y sus desarrollos, fue el mejor curso de
preparación, sin saberlo, del cardenal Jorge Mario Bergoglio, al pontificado.
Era necesaria esta muy apretada síntesis, para decir que Francisco-Papa,
como cardenal Bergoglio y arzobispo de Buenos Aires, jugó un papel importante
en los debates en Aparecida y en la elaboración de su informe final. Fue el coordinador
del equipo de redacción, y las teclas de su computador recogieron lo mejor de
los aportes. La V asamblea episcopal, en Aparecida, no tuvo las aplastantes
presiones vaticanas, ni de las derechas político-teológicas de cada país, que,
obvio, sí se expresaron. Hubo gran libertad de planteamientos y opiniones. Allá
también estuvo Alfonso López Trujillo y sus seguidores. Pero su protagonismo ya
caía en descenso. Falleció en 2008, en Roma.
El Vaticano de Benedicto XVI comenzaba a vivir sus propias
contradicciones y escándalos, y “poco” tiempo quedaba a los monseñores
vaticanos para ocuparse de otras cuestiones, así fuera del continente de las
mayorías católicas. Esas mayorías se han ido desmoronando por el crecimiento
vertiginoso de las nuevas iglesias, por todos los países, y de otras
religiones.
En Europa occidental, la iglesia católica ya no tiene mayorías. Tampoco
las iglesias protestantes. El crecimiento acelerado de la secularización, del
ateísmo, del agnosticismo, de la indiferencia y el alejamiento silencioso, ha
dejado despoblados muchos de los espacios antaño cristianos: católicos y
protestantes. Una cifra: en España, el 48.5% de los jóvenes se proclama ateo.
El 28.5% de todas las edades, se dicen ateos.
En todos los países de esa vieja milenaria Europa cristiana, se cierran
parroquias católicas y protestantes. Y, además, conventos. Templos, conventos y
edificios de las iglesias, se venden para otros usos: hoteles, centros comerciales,
casas de la cultura,… Hay una crisis total de aspirantes al sacerdocio
diocesano y a la vida religiosa.
Congregaciones religiosas como jesuitas, dominicos, franciscanos, etc.,
que tenían tres o cuatro provincias en cada país, se han reducido a una. Muchas
congregaciones femeninas han desaparecido. El promedio de edad, de sacerdotes y
religiosas, está por los sesenta años.
En ese contexto es elegido el Cardenal Bergoglio como Pontífice.
Una pregunta de Perogrullo: ¿A qué viene
Francisco-Papa?
Varias podrían ser
las respuestas sobre el objetivo de la visita pastoral:
+Como pastor y cabeza
de la iglesia católica, quiere realizar una visita pastoral, para animar a sus
hermanos y hermanas en la fe: a los pastores y a las ovejas.
+Viene a apoyar el
proceso de paz y la reconciliación entre las y los colombianos.
+Se propone
realizar un gesto fraterno muy particular, para ver si es posible colocar el
episcopado y la dirigencia de la Iglesia, en Colombia, en su línea teológica y
pastoral: una “iglesia de salida”, “una iglesia que vaya a las periferias”, una
iglesia que opte realmente por los pobres y los sepa defender, una iglesia que
hable claro, una iglesia que denuncie sin miedo ni rodeos las injusticias
institucionalizadas, una iglesia menos autorreferencial, que no cante tanto sus
glorias y se ponga mucho más en el surco…
+Una visita
también “política” puesto que va a ser recibido como jefe del Estado de la
Ciudad del Vaticano.
+Una oportunidad
para llamar a la clase política, que en su mayoría se confiesa católica, a
aplicar el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. El Vaticano está
preparando un coloquio con políticos católicos de América Latina, para el- mes
de diciembre.
En ese contexto,
¿Tendrá palabras significativas contra la enorme corrupción de la clase
política? Según el Espectador, del 5 de junio, “El 81% de los colombianos
no cree en la lucha contra la corrupción”. Según un informe de la revista
Semana, cada semana se roban un billón de pesos del presupuesto
nacional.
+Y también un
mensaje contra la destrucción del medio ambiente, de la “Casa común”, de la
madre naturaleza, de la Pacha Mama.
La visita de un
Papa a un país de mayorías católicas, sea cual sea, es la ocasión de hacer un
balance en términos eclesiásticos, eclesiales, estatales y en términos
socio-económicos de la población.
Pienso que
Francisco llega a Colombia, sabiendo a qué país viene y qué tipo de obispos y
de clero tenemos. Posiblemente sabe que la institución eclesiástica se ha
opuesto, históricamente, a los grandes cambios, políticos, económicos,
sociales, teológicos y pastorales, centrada sobre sí misma. Las instituciones
eclesiásticas de Colombia y Argentina son muy parecidas. Han sido eclesiásticas
“autorreferenciales”, para utilizar una expresión muy propia de Bergoglio,
expresión que llamó la atención a los cardenales durante el cónclave electoral.
La institución
eclesiástica colombiana, ha sido una institución muy ligada a los centros del
poder político y económico, por colaboración abierta y hasta partidista, hasta
el siglo pasado. O por omisión, en los últimos 30 años, en que no ha tenido
palabras proféticas claras y firmes, desde los hechos concretos, para denunciar
la decadencia de la clase política y de las élites, ligadas al narcotráfico, al
paramilitarismo, al enriquecimiento exprés, al robo y saqueo del erario
público, a la corrupción desenfrenada, a la compra de votos para hacerse
elegir…
No hay dudas. Las
campañas electorales del Partido de la U, cuyo candidato fue Santos y del
Centro Democrático, cuyo candidato impuesto por Uribe, fue Zuluaga, recibieron
dineros corruptos de la empresa brasilera ODEBRECHT, empresa que compró
políticos en varios países de América Latina.
El “monopolio” de la paz
Las declaraciones
del presidente Santos, del nuncio y del cardenal de Bogotá, rápidamente
monopolizaron el objetivo del viaje, lo redujeron y plantearon la siguiente
ecuación: visita del Papa, igual, apoyo al proceso de paz y a la
reconciliación. Con visita del Papa o sin visita del Papa, el proceso con las
FARC, va.
Según la revista
virtual, Religión Digital, del 11 de junio de 2017: “Los colombianos deben
aprovechar la visita que efectuará en septiembre al país el papa Francisco para
sembrar la semilla de la reconciliación y superar la polarización, indicó el
presidente Juan Manuel Santos. “Que esta visita del Papa nos una a todos
los colombianos, no solamente para reconciliarnos por cuenta de la guerra que
sufrimos durante 53 años, sino para reconciliarnos en todo sentido y dejar esta
polarización”, dijo Santos en la ceremonia de ascensos de la Policía Nacional”.
¿Pero podrá haber reconciliación sin justicia social?
Pero presidente y
eclesiásticos no han mencionado las otras guerras permanentes del Estado, de
los políticos y de la clase económica, contra el pueblo. El mes que acaba de
pasar, ha sido la demostración más contundente: Crisis en Tumaco, crisis en
Buenaventura (un mes de paro cívico), crisis en Quibdó (tres semanas de paro
cívico), paro de los maestros (37 días de paro, de marchas y de protestas),
reclamos de los arroceros, cortas huelgas de trabajadores del Estado, reclamos
de los transportadores… Tampoco las consultas populares contra la destrucción
de la “Casa Común” y del medio ambiente…
La semana pasada
se informó, que a pesar de las comisiones presidenciales especiales, enviadas a
lo largo de dos años, en la Guajira, la niñez sigue sin escuelas y sin
alimentos. Todo porque el Estado no cumple. Santos le responde al magisterio
público que no hay dinero, pero desde la presidencia se malgastan dineros en la
llamada “mermelada” y no se ha organizado un plan sustantivo presidencial
contra la corrupción estatal. Según la Contraloría de la República, cada
semana, funcionarios, políticos, parlamentarios y sus colaboradores, se roban
un billón de pesos en la aplicación del presupuesto nacional.
En los últimos 15
años, bajo las presidencias de Uribe y Santos, como nunca en la vida del país,
se impuso la corrupción: INTERBOLSA, ODEBRECHT, REFICAR, super robo de los NULE
y los hermanos MORENO ROJAS, SALUDCOOP, Banco Agrario, NAVELENA, CAFESALUD,
venta de ISAGEN, ASOQUIMBO, ELECTRICARIBE, acueductos, hospitales y colegios
sin construir por el robo de los presupuestos…
Sin olvidar las
andanzas corruptas de empresas españolas en la Costa Norte del país, en alianza
con políticos de la región. Un titular de prensa del 5 de junio: “Atraco millonario en Barranquilla. Si usted
entra a Electricaribe o a Metroagua, se desmaya. Allí nos tumbaron millones”
(El tiempo, 6 de junio). Al exejecutivo español, Edmundo Rodríguez, le
encontraron 262.000 euros, el 7 de junio, en una caleta, en el apartamento de
su hija, en lujoso barrio de Barranquilla.
Los analistas
siguen insistiendo en la fuerza de los narcotraficantes y en la existencia de
los paramilitares y otras organizaciones criminales, con el apoyo de la clase
política.
La iglesia que visitará el Papa
No se han
mencionado tampoco los temas fundamentales para la vida de la iglesia católica,
partiendo de la institución que NO ha estado a la altura de la enorme y grave
crisis que vive el país.
Obvio, sería muy
positivo que Francisco-Papa conociese con muchos detalles, los desarrollos
nacionales, eclesiásticos y eclesiales, al menos durante los últimos años. Me temo
que eso no se hará en términos analíticos y críticos, y mucho menos bajo un nuncio,
como Ettore Ballestrero, uno de los clérigos más ricos del Vaticano, que nos
fue enviado por el cardenal Tarsicio Bertone (último secretario de Estado de
Benedicto XVI) en buena parte responsable de la gran crisis vaticana vivida
bajo ese pontificado.
[Esa crisis le
sirvió a Bertone para desviar dineros del Hospital “Bambino Gesú”, propiedad
del Vaticano, para modernizar su apartamento en el mismo Vaticano. Ese hecho fue
amplia y largamente denunciado por los medios de comunicación de Italia.
Bertone negó primero, y luego tuvo que aceptarlo públicamente. Presionado y
acorralado por los medios de comunicación, tuvo que rembolsar una parte del
dinero. Se quedó con otra.]
Ballestrero fue
hombre de total confianza de Bertone, durante esa crisis. Colombia ha sido su
primera nunciatura. Sorpresa causó su nombramiento exprés en medios vaticanos.
Llegó a un país desconocido a estrenarse como nuncio y como obispo. Se puede
suponer que ha habido “química” con la conferencia episcopal, porque bajo sus
varios años de mandato (2013-2017), no ha habido ningún cambio significativo en
la eclesiástica colombiana. Esta afirmación no implica desconocer el trabajo
pastoral arduo y entregado, de algunos pocos obispos y parte de los sacerdotes
de sus diócesis, en un real compromiso con los pobres.
Los nuncios juegan
un papel definitivo, positivo o negativo, entre lo que pasa en el país y en la iglesia
donde ejercen y el Vaticano. Sus informes son muy tenidos en cuenta. Tienen
mucho peso en la selección de sacerdotes para ser elevados al cargo de obispos.
Por lo general, en todos los países, se colocan más del lado de los obispos
conservadores y tradicionales, que de los obispos progresistas.
Algunas cifras del andamiaje católico
Cifras de la realidad eclesial
Fuentes:
Departamento de Seminarios y Vocaciones y “Directorio 2016” de la Conferencia
Episcopal de Colombia.
Número
de Católicos en Colombia: 43.085.198 (Fuente:
Anuario Pontificio 2013)
Sacerdotes:
Diocesanos:
aproximadamente 6.700
Religiosos:
aproximadamente 3.200
Religiosas en
todo el país: 17.000
Seminarios
mayores del clero diocesano: 57
Seminarios
mayores del clero religioso: 87. Cifra total de seminarios: 144.
Total
seminaristas: 3.827
Seminaristas diocesanos:
2.710
Seminaristas Religiosos:
1.117
Parroquias: 5.552
Jurisdicciones
Eclesiásticas: 78
13 Arquidiócesis
53 Diócesis
incluyendo el obispado castrense
11 Vicariatos
Apostólicos
Y la Prelatura del Opus Dei
Las atienden
76 obispos entre titulares y auxiliares.
Ese
conjunto conforman 13 provincias eclesiásticas.
Hay 49
obispos eméritos.
Conferencia Episcopal de Colombia, en
la cual participan todos los obispos. Se reúnen dos veces al año, en la asamblea
episcopal, en los meses de febrero y julio.
Tiene
una dirección (4 obispos), un consejo permanente (15 obispos) y un consejo de presidencia
(5 obispos).
La conferencia
tiene para su funcionamiento el SPEC o secretariado permanente,
cuyo organigrama consta de 40 dependencias, entre comisiones,
departamentos, oficinas y comités.
Hay un
Tribunal Eclesiástico Único de Apelación y 8 tribunales
eclesiásticos interdiocesanos.
La conferencia tiene 5 representaciones
ante organismos gubernamentales: la capellanía en
la Presidencia, en el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF),
ante Sistema Carcelario (INPEC), en el SENA
(Servicio Nacional de Aprendizaje) y ante la Comisión Católica Internacional de
Migraciones.
Forma
parte de la iglesia colombiana, la Conferencia de Superiores Mayores
de Religiosos y Religiosas (CRC)
Existen
60 organizaciones y/o movimientos laicales y un Consejo Nacional de
Laicos.
47 Universidades católicas,
teniendo en cuenta las sedes en departamentos o regiones.
Por
ejemplo, la universidad Santo Tomás tiene sedes en Bogotá, Bucaramanga,
Villavicencio… La Javeriana, en Bogotá y Cali. Y casi todas tienen educación a distancia,
en múltiples ciudades.
6.000 capillas y templos.
El
número de ordenaciones sacerdotales en las diferentes diócesis
han tenido una leve disminución en los últimos tres años. En el año 2010 se
ordenaron: 215 personas; en el 2011: 187 personas y en el 2012: 200 personas.
Diaconado permanente: en
2013 habían sido ordenados 505 señores casados.
Aumentan
las diócesis y las parroquias, crecen colegios y universidades católicas y más
emisoras emiten sus ondas católicas, pero decrece
el número de católicos. Pareciera que aquello de la Nueva Evangelización no
ha funcionado.
Las cifras siguientes NO son de la Conferencia
Episcopal
El 65% de la población se considera católica, en algún
nivel. La práctica religiosa dominical, es bastante
baja. ¿Entre 10 y 15?
35% de la población NO es católica
La Iglesia
católica va perdiendo, día tras día, miles de fieles. Las estadísticas varían
según los analistas, pero se podría afirmar que el 35% de la población ya no es
católica. Grande ha sido el crecimiento, desde los años ochenta, de las “iglesias
cristianas” y se incrementó con la Constitución de 1991,
que dejó plenamente establecida la libertad de conciencia, la libertad cultos y
la libertad de organización. Ante el crecimiento de tantas iglesias, religiones
e instituciones religiosas, el Ministerio del Interior abrió una oficina de asuntos
religiosos. Esta oficina tiene un registro de 2.878 entidades y
organizaciones religiosas en el país. El Ministerio del Interior, en consenso
con los representantes de iglesias y religiones, estableció el 4 de julio de
cada año, como el día de Libertad Religiosa, en Colombia,
Del 35%
no-católico, la mayor cifra se la llevan las llamadas “iglesias cristianas”,
que crecen de manera alarmante. Hay varias “grandes” iglesias fundadas por
matrimonios colombianos. Tienen “sus vaticanos”, en Estado Unidos.
La población de
las iglesias protestantes, en términos históricos, ha sido baja:
presbiterianos, luteranos, anglicanos, episcopales, menonitas,
evangélicos-carismáticos… Van creciendo adventistas, mormones…
CEDECOL, Confederación
Evangélica de Colombia, nació el 25 de junio de 1950, conformada por 19
denominaciones o iglesias protestantes. Hoy agrupa a todas las iglesias
protestantes y evangélicas, así como diferentes tipos de organizaciones, como
ONGs, movimientos…
Las iglesias
“cristianas” o de última generación, entre ellas las fundadas por matrimonios,
como los Piraquive, los Castellano o los Silva, no forman parte de CEDECOL.
CEDECOL está hoy conformada por 260 entidades. En 1929 no existían sino 4
denominaciones. En 1939 ya eran 12 denominaciones.
Existe el Cabildo
Interreligioso de Colombia, que agrupa a iglesias y religiones. También
van en aumento los creyentes musulmanes. Hace pocos años fue
abierta la Gran Mezquita de Bogotá. Hasta entonces sólo existía una sola
mezquita en la Guajira, en la ciudad de Maicao. Desde el siglo XIX existe una comunidad
judía.