Nazanin Armanian
Es obvio que Tayyeb Erdogan, por mucho Sultán
que se considere, no podía destruir un avión ruso sin la autorización de al
menos una facción del Pentágono, del mismo modo que tampoco podía apadrinar a
un ejército de terroristas, en la estratégica región de Oriente Próximo, a
espaldas de la OTAN, y ante la presencia de sus militares en la base de
Incirlik. Desde el 2012, la Alianza Atlántica acecha a las puertas de Siria, preparando la demolición controlada del país.
Aunque desconocemos la verdad de lo sucedido,
podemos suponer lo siguiente:
. Que los 17 segundos en los que el avión
ruso entró, al parecer, en el espacio aéreo turco, sin presentar ninguna
amenaza a este país, no pueden ser motivo de un acto de guerra de tal calibre. ¿Por qué cuando EEUU, Israel, Jordania,
Francia, Gran Bretaña y Turquía violan el espacio aéreo sirio no pasa nada?
. Que se pretende convertir la supuesta guerra
contra Daesh en una guerra real contra Rusia (e Irán). Intentando desmarcarse
de este complot, el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel afirma que, en aquel
escenario, el país “impredecible” es Turquía y no Rusia.
. Que hay fuerzas en Oriente Próximo, Europa y
EEUU que buscan una guerra entre la OTAN y Rusia, a pesar de sus consecuencias.
La intentaron anteriormente con Ucrania, aunque sin éxito.
. Que en EEUU, desde que Vladimir
Putin cometió el error de entrar militarmente en el cielo de
Siria, y coincidiendo con el inicio de la campaña electoral para las
presidenciales del 2016, se ha incrementado el acoso de los republicanos al
presidente Obama, para que “haga algo” o dimita. El objetivo del disparo a la aeronave rusa, al igual que el atentado de Paris, ha sido
expulsar a Rusia del cielo sirio, del futuro reparto del país entre las
potencias, así como deshacer el acuerdo Putin-Obama para una transición
tranquila del poder en Siria.
. Que Occidente no iba a permitir que Rusia desmontara su pantomima de la lucha contra los
yihadistas.
. Que el Su-24 es el segundo avión ruso atacado en
menos de un mes, después del atentado contra un Airbus con 224 pasajeros en
Egipto. Esto para la opinión pública rusa podrá suponer un altísimo costo en
tan poco tiempo. La OTAN pretende convertir Siria en otro Afganistán para los
rusos, un paso más hacia el desmantelamiento
de la Federación Rusa.
. Que el ataque sucede horas después de la visita
de Putin a Irán y su largo encuentro con los líderes iraníes. Teherán la ha
considerado “la visita más importante en la historia de la República Islámica”.
Moscú, dentro del marco de los 7 puntos
de la “Doctrina Putin”, había tratado de coordinar con Teherán sus
políticas tanto en Siria como en el mercado de gas. Las dos principales
reservas mundiales del gas pretendían trazar el megagaseoducto Irán-Irak-Siria
y exportar gas a Europa. Otro de los
objetivos de la guerra de Siria ha sido impedir este proyecto.
. Si EEUU y Turquía habían decidido crear una zona
de exclusión en Siria, Rusia ahora hace lo mismo: amenaza a atacar a los
aviones que invadan el espacio de la provincia de Latakia.
. Que impide a los europeos normalizar sus
relaciones con Rusia.
En cuando a Turquía:
. Lo cierto es que, Ankara ha “movido” la línea fronteriza con Siria, ocupando parte de
su territorio, donde entrena y cobija a
los yihadistas.
. Según Alexander Zasypkin, el embajador de Rusia
en Beirut, el motivo del enfado de los turcos era los bombardeos rusos sobre
los tanques petrolíferos de Daesh, que han perjudicado a los clientes turcos.
. Que era de esperar que Ankara y Arabia Saudí, organizadores de la “crisis de refugiados” sirios en
Europa, —que desde el 2011 han invertido dinero y esfuerzo para
acabar con Assad— no iban a soportar que Rusia, Irán y Hizbolá recuperasen
ciudades ocupadas por los amigos yihadistas.
. Que la
OTAN ha pretendido poner fin al erdoganismo y a las
magníficas relaciones ruso-turcas,
las dos repudiados de Europa.
Ankara se negó a participar en las sanciones contra Moscú. Ha sido también el único miembro de la
Alianza que ha comprado a China misiles de defensa antiaérea HQ-9 y pretendía
formare parte de la Nueva Ruta de la Seda, permitiendo inversiones del Banco
Industrial y Comercial de China (ICBC).
. Que,
Washington no dejará que Turquía, país
ubicado entre los Balcanes, el Cáucaso, Oriente Medio y el Golfo Pérsico, y
entre árabes, persas, judíos y kurdos, salga de la órbita del Occidente.
. Que, quizás Erdogan tomase en serio las promesas
de Angela Merkel en su reciente visita a Ankara en dejarle entrar en la UE.
¿Quién le garantiza a Ankara, que a pesar de arriesgar las grandes inversiones
rusas en su país, no vuelva a ser abandonada por Europa?
. Que aquella acción bélica pudo ser una
exhibición del frenesí nacional -sunnismo- patriótico que sufre un Erdogan muy
debilitado en casa. Pretendía así neutralizar las críticas del poderoso
movimiento Gülen (que le acusa de coleccionar enemigos y de ser un integrista
que apadrina el yihadismo), y la presión de las fuerzas progresistas turcas y
kurdas, corriendo una cortina de humo sobre la corrupción y políticas
dictatoriales que practica.
Los escenarios de los países de Oriente y
Occidente hoy tienen un protagonista común: la extrema derecha (religiosa o laica), que
utiliza un despiadado desorden como estrategia, moviendo sus fichas
en este inquietante tablero geopolítico.