Olga Larrazabal S.
La alimentación y su evolución
Necesitamos comer
todos los días, y necesitamos saber lo que comemos para mantenernos sanos. El
tema de los transgénicos, es un tema de biología genética con un componente
económico muy fuerte lo que lo hace muy discutido por diversos estamentos de la
sociedad que tienen intereses opuestos.
Como es un tema de biología,
los escritos científicos están expresados en un idioma científico, y la
finalidad de este texto es expresar lo posible en un lenguaje cotidiano.
La idea es que las
personas juzguen por sí mismas, con un conocimiento más claro, qué posición van
a tomar sobre el tema, ya que no tomar una posición, es permitir que los
grandes intereses económicos se impongan definitivamente por sobre los
intereses básicos de la mayoría.
Veamos entonces las
principales aristas del tema:
1. Qué come el ser humano.
El ser humano está
actualmente clasificado como un omnívoro. Esto significa que come y se
relaciona estrechamente con elementos pertenecientes a todos los reinos de la
naturaleza: Los cinco reinos biológicos
(animales, vegetales, bacteria, algas y hongos) y el reino mineral.
Millones de años
atrás, el ser humano vivía en árboles y consumía al igual que los grandes
simios, hojas y ramas, para lo cual estaba adaptado su sistema digestivo y la
flora bacteriana residente en este sistema. Al bajar de los árboles y comenzar
a ingerir hierbas y raíces y cazar animales vivos, tuvo que adaptar su sistema
digestivo, y la flora bacteriana la cual vive en nuestro sistema digestivo, a
esta nueva alimentación.
Los que no pudieron
adaptarse a esta nueva alimentación, seguramente murieron. Y durante los
millones de años que el ser humano (sh) fue desarrollándose como familia Homo
Sapiens, también fue diferenciando lo comestible de lo no comestible por ser
esto último indigerible o tóxico a su sistema.
La mayor parte de
las calorías de su alimentación provenía de la ingestión de otros animales,
pero también comía semillas y tubérculos que recolectaba, y restos de animales
dejados por cazadores de mayor envergadura. De modo que el sh se transforma en carroñero,
cazador y recolector y la cacería lo llevó a colonizar el mundo entero.
Hace doce mil años
aproximadamente, el sh comienza a cultivar sistemáticamente especies vegetales
y domesticar animales los cuales sabe por experiencia que puede comer sin
intoxicarse; forma así rebaños de bovinos y caprinos y cría cerca de él a
gallinas y cerdos, estos últimos con reparos por ser transmisores de algunos
parásitos intestinales. En esta domesticación debemos incluir la leche de estos
rebaños y sus derivados y los huevos. Además comenzó a tener un hábitat más
fijo. Esta etapa de denomina la Revolución del Neolítico
Dentro del nuevo
cultivo de los vegetales encontramos el trigo,
el centeno, la cebada, el mijo, el maíz en América y también la quinoa, la papa,
y otros. Estos cereales aportaron gran parte de las calorías necesarias
para vivir, lo que antes se obtenía de la caza. Pero no todas las personas las
toleraron, y muchos deben haber muerto o enfermado de diarreas por intolerancia
a los nuevos alimentos ricos en hidratos de carbono.
La tolerancia a la
lactosa la solucionaron algunos pueblos al usar una levadura que se alimentaba
de ella dejando un residuo digerible. Algunos europeos desarrollaron esta
habilidad dentro del propio cuerpo, seguramente como producto de un cambio en
su flora bacteriana.
“Pero hay un
detalle, y es que a pesar de que parte de la población heredó cierta
intolerancia a alguno de los alimentos mencionados, todos ellos comparten con
los seres humanos, la misma secuencia de ADN.”
“El tomate, el
choclo, la rata y el león comparten con nosotros porcentajes muy elevados del
ADN, entonces resuenan en la misma frecuencia, y se reconocen entre sí,
teniendo un lenguaje biológico común. Eso significa que se pueden alimentar
unos de otros sin intoxicarse gravemente.”
Y cuando no se
reconocen, se usan organismos microcelulares que nos ayudan a digerir, pudiendo
descomponer lo comido en sus lo elementos básicos, que son los mismos en los
humanos y en el resto de la vida en la tierra. Y lo que no podemos digerir ni
asimilar, lo llamamos toxina, y nos enferma.
Así los aminoácidos
básicos que forman las proteínas son los mismos para todos los seres vivientes
en la tierra, también las cadenas básicas que forman las grasas y aceites, y
los azúcares que forman los almidones en las plantas.
Además compartimos
con las plantas muchas funciones y nuestras hormonas y enzimas son muy
parecidos a los de ellas y por eso podemos comerlas.
2. Traspaso del material genético entre individuos.
La vida tiende a
conservarse adaptándose a todas las eventualidades. Los individuos tienen un
lapso de vida pero legan sus genes a la generación siguiente. Existen muchas
formas de reproducción, siendo la sexual una de ellas. Y esta reproducción
sexual permite una mayor capacidad de adaptación debido a la variabilidad de
las combinaciones genéticas posibles.
Además los animales
se adaptan al medio a través del genoma que el organismo posee, que está
ubicado en cada célula y que funciona como un todo organizado, que es sensible
al medio, silenciando o gatillando ciertas funciones.
También existe
traspaso de material genético del medio (otros animales y plantas) a los
individuos a través de la alimentación. Así ciertas propiedades de resistencia
a los antibióticos pueden ser traspasadas por la comida a nuestra flora
bacteriana.
Y debemos tener
presente que aunque nosotros nos vemos a nosotros mismos como objetos
singulares dentro de un medio, nos olvidamos que somos energía con forma de
materia que nadamos en un mar de energía donde todos es intercambiable y fluye.
Además nos olvidamos que funcionamos con una flora bacteriana interna que
regula muchas de nuestras funciones y que también puede enfermar o intoxicarse
y que es parte de nuestro organismo.
Los vegetales son
más impersonales en su reproducción. Y mucho de su variación genética se debe
al traspaso horizontal entre especies. El polen vuela libremente por muchos
kilómetros, lo llevan también las abejas y otros fecundadores y se deposita
libremente en cualquier planta. Y esto permite la hibridación de las especies
creando nuevos ejemplares con características diferentes.
Obviamente que el
principal intercambio se hace entre las especies que tienen más cercanía
familiar, porque sus flores tienen órganos sexuales semejantes.
La separación
geográfica va dando origen a diferentes familias de plantas, pero actualmente
con la globalización, el ser humano se ha convertido en un gran difusor e
hibridador de especies vegetales por el mundo.
Siendo la
hibridación la fecundación entre dos tipos de organismos de distinta
constitución genética, pero lo suficientemente semejantes como para no
rechazarse, podemos observar algunos casos en el reino animal tales como el
caballo y el asno, que producen la mula, que es estéril, o el perro y el lobo.
En las plantas es
frecuente la trasmisión horizontal de características entre la misma especie y
con otras especies vegetales. Pero todo queda dentro de su mismo reino, aunque
la cooperación entre distintos reinos es de gran importancia.
La industria agroquímica y los transgénicos en la alimentación
Al descubrir la
polinización de las plantas, el ser humano comenzó a imitar el proceso natural
obteniendo variedades con nuevas características de adaptabilidad a los
terrenos y al clima.
Así las plantas
actualmente en cultivo, son producto del cruce de distintas variedades de la
misma familia, con lo que se obtuvo productos con frutos más grandes o
rendidores, o adaptados a la sequía o a la humedad.
A diferencia de la naturaleza
donde todo es variado, el sh comenzó a cultivar las especies separadamente. La
heterogeneidad de los campos permitía que los vegetales se defendieran de los
depredadores, ya que estos consumían algunas plantas y otras no, porque les
eran tóxicas, en cambio los mono cultivos son más susceptibles a las plagas.
Los grandes campos
de trigo, por ejemplo, empezaron a ser el blanco de grandes enjambres de
insectos que se lo comían todo. También los bosques de una sola especie pueden
ser atacados por una plaga que los extingue de un viaje.
Entonces los
campesinos se dieron cuenta que algunas plantas poseían en sus hojas pesticidas
que las defendían de los insectos, o que existían bacterias en el suelo que
eran tóxicas para ciertos insectos.
Esto dio origen a la
industria de agro pesticidas, cuando se aisló el principio tóxico, y se lo
comenzó a aplicar sobre los campos. Como era un rociamiento tópico, por fuera,
se pensaba que al lavar los granos y las hojas, esto no sería tóxico para el
ser humano.
Esto ha demostrado
ser una verdad a medias, porque si se hacen análisis se descubren restos de
pesticidas y herbicidas en las verduras, y en la leche de las vacas que comen
pasto, y se ha descubierto que son tóxicos para los humanos.
El desarrollo tecnológico en cuanto a instrumental, microscopio electrónico, espectrofotómetros, etc. permitió el acceso al mundo pequeño e íntimo de la célula donde suceden los eventos genéticos.
Con el crecimiento
de la demanda por alimentos, la agricultura se transformó en una ciencia y en
un gran negocio para las industrias proveedoras de fertilizantes y pesticidas.
Estas industrias
nacidas de la industria química, comenzaron a hacer experimentos biológicos
para abrir nuevos campos de negocios, tanto en medicina como en agricultura.
De este modo al
localizar el mecanismo de la herencia genética en el ADN de las células
animales y vegetales, comenzó el desciframiento de la secuencia genética y de
sus propiedades.
“Las grandes
empresas de investigación biológica visualizaron que al estar ahí el origen y
transmisión de la vida, era una fuente inmensa de poder y de negocios el hecho
de patentar estas secuencias que se iban descubriendo. Algunos estados que son sedes
de grandes empresas de este tipo, permitieron que sus empresas patentaran estos
descubrimientos, a pesar de que el corazón de la vida y sus secretos son
patrimonio de la humanidad. Y la intervención en lo íntimo de la célula sin
conocer bien el tema, es un peligro que nos afecta a todos.”
Así USA,
aprovechando su poder, impone dentro de los tratados de libre comercio, la
condición de poder patentar las secuencias genéticas en los países con los
cuales se relaciona, obligando a igualar las legislaciones de patentes y sus
derivados, a la suya propia. Al patentar las secuencias genéticas, cualquiera
en su posesión puede intervenir en ellas, lo que es una imprudencia criminal.
Las transnacionales
bioquímicas cuentan entonces con el poder de USA para hacer sus experimentos
biológicos y el poder de sus tratados para introducir sus mercaderías.
En forma paralela,
se idearon métodos para introducir en las plantas características especiales,
atadas a sus productos químicos y pesticidas, alterando las secuencias
genéticas de los organismos con funciones que no estaban expresadas en el
código genético de estos organismos y que procedían de otras especies tanto
vegetales como animales.
Organismo genéticamente
modificado (OGM) se llama cualquier organismo cuyas
secuencias genéticas se hayan intervenido en el laboratorio agregando o
quitando propiedades. Por ejemplo un tomate al que se le introdujo una
modificación a un enzima de tal modo que luzca rojo, aún cuando no esté maduro.
Aquí enfrentamos un
problema de graduación de la modificación. Porque una cosa es suprimir la
producción de una enzima que acelera la pudrición, p. ej, propiedad que está
dentro de la secuencia genética de la planta y puede o no manifestarse, y otra
es introducir un gen de otro tipo de planta o de un animal, haciendo que
produzca una toxina o que los frutos sean luminosos. Esto último es una transgenia.
Transgénico sería entonces un OGM al cual se le introducen
genes de especies y/o reinos diferentes para agregarle una propiedad que esa
planta o especie no tenía anteriormente. Ejemplo: Un maíz que produzca un pesticida por sus
hojas que mate a los insectos masticadores, un pez que sea luminoso de noche.
Evento: Se
llaman eventos las modificaciones
genéticas que dan origen a la adquisición de una nueva propiedad en un
organismo. Así un transgénico puede tener varios eventos por ejemplo, producir
toxinas, ser resistente a antibióticos, ser resistente a herbicidas, ser
estéril. Serían cuatro eventos diferentes.
Los ”eventos”
de laboratorio crean secuencias genéticas que no existen en la naturaleza y que
por lo tanto no se “comunican” bien con sus pares naturales, y no son reconocidas
por los organismos que las ingieren. Esta perturbación afecta a los organismos
en formas que recién se están estudiando.
Impacto de los OGM especialmente de los transgénicos en los seres humanos
Según datos de Corporate Watch, sólo 5 empresas
monopolizan la venta de semillas transgénicas. Se trata de las 5 mayores
agroquímicas del mundo: Syngenta, Bayer CropScience, Monsanto, Dupont
(al que pertenece Pioneer Hi-Breed) y Dow.
La Monsanto ha
trabajado este tema como un negocio completo. Vende la semilla transgénica
resistente a ciertos pesticidas y herbicidas junto con los pesticidas y
herbicidas. Así estos matan los insectos y otras plantas, pero esta planta es
resistente. Ellos entregan informes de que los productos son inocuos para la
salud humana, dan asistencia técnica y hacen contratos con los agricultores por
el paquete completo.
“La parte oscura del negocio es que ellos no
han podido demostrar que sus productos NO son tóxicos, y han alterado el
equilibrio en la agricultura de los países.”
“Muchos laboratorios
independientes, es decir que no están financiados por ellos, han hecho pruebas
por tiempos más prolongados que los usados por la Monsanto, detectando la alta
toxicidad de sus creaciones. Toxicidad que proviene tanto de las propiedades
que se le añaden a las plantas transgénicas, como de la forma de cultivarlas
atadas a cantidades excesivas de pesticidas.”
Una de las
propiedades es la de producir semillas
que son estériles, por lo que los
agricultores deben abandonar su práctica ancestral de guardar semillas de
un año para otro, y están atados para
siempre con la compra de semillas para cada cosecha y con la compra del
pesticida.
Este sistema de
cultivos en que se fumigan campos con avión, son monocultivos en gran escala,
que invaden con su polen transgénico y a veces esterilizante las propiedades
vecinas y ponen en jaque las semillas tradicionales. Además suelen polinizar
plantas nativas afines, haciéndolas resistentes al herbicida.
Y si Monsanto pilla
a algún agricultor contaminado con su polen transgénico, se da el lujo de
demandar al campesino, por haber sido polinizado con sus productos. Suena
monstruoso, pero es así, y hay ejemplos en Canadá y USA.
Poco a poco las
malezas se van haciendo resistentes al herbicida favorito, el glifosato, y los
campesinos necesitan cada vez mayor cantidad para librarse de ellas o necesitan
cambiar de herbicida, perdiendo la gran ventaja de la planta, que era la de ser
resistente a un herbicida específico.
Esto trae un
desequilibrio ecológico ya que hasta las bacterias que viven en la tierra y los
insectos que polinizan tales como las abejas, están desapareciendo haciendo un
daño enorme a toda la agricultura.
Daño en humanos: La
Monsanto asegura que sus productos son inocuos para el ser humano, usando el
método de equivalencia substancial válido en algunos países.
La “equivalencia substancial”
consiste en “comparar el producto transgénico con su homólogo natural usando
un número limitado de características y si se las encuentra similares, no hay
razón para someter el producto a pruebas más minuciosas.”
Esta premisa no
tiene fundamento en la ciencia. No toma en cuenta la posibilidad de que en cada
caso individual, la inserción de genes en el ADN puede causar alteraciones
metabólicas, o la generación impredecible de sustancias potencialmente tóxicas.
Esto se fundamenta en razones moléculo-biológicas y además ha sido demostrado
en casos experimentales. Sustancias tóxicas de reacción muy lenta pueden ser
muy difíciles de detectar. Por este motivo hay un riesgo considerable de que no
serían detectados si se aplican las pruebas superficiales usadas para
establecer la “equivalencia substancial”. (Millstone
E, Brunner E and Mayer S, “Beyond Substantial Equivalence”, Nature 401:
525-526, 7 Oct 1999.)
Y esto es lo que ha
sucedido. Pruebas por tiempo más corto del necesario, desarrollo de las
llamadas “enfermedades modernas” por acumulación de pesticidas y
herbicidas en los organismo humanos, son algunas de las consecuencias visibles
del uso de transgénicos para alimentación humana y animal. Últimamente han
aparecido más estudios confirmando la toxicidad del Bt y del glifosato en seres
humanos.
Transgénicos Bt
Son aquellos sometidos a un evento transgenizador destinado a producir
las toxinas Bt en su organismo, hojas y raíces, que son pesticidas naturales
producidos por el Bacillus thuringiensis.
Hasta hace poco
tiempo se pensaba que las toxinas Bt eran dañinas solamente para los insectos.
Las investigaciones recientes muestran que son hemotóxicas aún en pequeñas
dosis. La hemotoxinas destruyen los glóbulos rojos, perturban la coagulación y
causan degeneración orgánica y daño en los tejidos (1). En países con gran
producción de transgénicos como Canadá,
se ha encontrado esta toxina en la
sangre de un 90% de la muestra que fue sometida a test y en un 80% de infantes recién nacidos, en el cordón umbilical (2).
El glifosato
“El ingrediente
activo del Roundup, llamado glifosato, es el herbicida más popular usado en
todo el mundo. La industria afirma que es mínimamente tóxico para los humanos,
pero aquí nosotros argumentamos lo contrario. Se han encontrado residuos en los
alimentos más masivos de la dieta de occidente, formada principalmente de
azúcar, maíz, soya y trigo.
El efecto inhibidor
del glifosato sobre las enzimas Citocromo P450 (CYP), es el componente no
tomado en cuenta respecto a su toxicidad para los mamíferos. Las enzimas CYP
juegan un papel crucial en biología, uno de los cuales es detoxificar
xenobióticos, (compuestos de estructura
química muy atípica en la naturaleza debido a que son sintetizados en
laboratorios. N del T).
Así el glifosato
acentúa los efectos dañinos de otros residuos químicos tóxicos relacionados con
los alimentos y de toxinas ambientales. El impacto negativo sobre el cuerpo es
insidioso y se manifiesta lentamente en el tiempo, como daños de origen
inflamatorio sobre los sistemas celulares a través de todo el cuerpo” (3).
Se podría concluir
que si una planta que contiene el evento Bt es cultivada en un mar de
glifosato, el efecto puede potenciarse ya que el Bt desactiva los mecanismos
que tiene el cuerpo de detoxificar y el glifosato es una toxina.
Estas otras toxinas
a las cuales el Bt acentúa su efecto dañino, provienen de las carnes de
animales alimentados con transgénicos o vegetales corrientes que han sido
rociados con glifosato como herbicida.
Y se ha comprobado
que la suma de “eventos” ingeridos por los animales como los cerdos, que
tienen un metabolismo parecido al de los humanos, al mezclar soja transgénica
con maíz transgénico y restos de proteínas transgénicas en su alimentación,
produce una inflamación en todo el sistema gastrointestinal (4).
La medicina biológica
nos habla de la entropía semiótica del microbioma, refiriéndose a la
desorganización por efectos del glifosato, en las señales biológicas propias de
los organismos, específicamente la flora del tracto intestinal, que modula
varios sistemas del ser humano, incluyendo el sistema inmune, y la obesidad de
las personas.
Los zoólogos nos
hablen de la muerte de las abejas, las grandes polinizadoras de las cosechas,
debido a que estos pesticidas producen interferencia en sus sistemas de
comunicación y de orientación. Esto revela que algunos pesticidas atacan al
sistema íntimo de comunicación biológica desarrollado por los sistemas
vivientes durante millones de años, tema que no estaba previsto por los
investigadores y que es una tragedia de proporciones para la agricultura.
Pero ahora, que los
estados están accediendo a la presión de las grandes transnacionales, y permiten patentar el genoma de las
plantas, animales, e incluso el del ser humano convirtiendo la vida en un super
negocio ¿quién se atreverá a detenerlo?
Aparentemente la
Monsanto ha abandonado Europa, siendo el último Dinamarca hace unos pocos días.
En América Latina existen varios países que han legislado sobre el tema, y
Venezuela está diseñando una nueva legislación para controlar los transgénicos.
Notas:
(1) http://gmoevidence.com/wp-content/uploads/2013/05/JHTD-1-104.pdf
(1)
http://www.gefree.org.nz/assets/pdf/joecummins.pdf(4)
http://www.biotech-info.net/bt_cummins.html(2)
http://www.i-sis.org.uk/Bt-toxin.php(3)
http://occupymonsanto360.org/2013/05/06/new-study-proves-bt-toxins-in-gmos-toxic-to-mammalian-blood/
(2) http://www.naturalnews.com/032407_Bt_insecticide_GMOs.html#ixzz1OYcGgzjg
(3) Entropy 2013, 15(4), 1416-1463; doi:10.3390/e15041416 Review Glyphosate’s Suppression of Cytochrome P450 Enzymes and Amino Acid Biosynthesis by the Gut Microbiome: Pathways to Modern Diseases
(4)http://www.naturalnews.com/040727_GMO_feed_severe_inflammation_pig_stomachs.html#ixzz2W0myoTtt
http://www.gefree.org.nz/assets/pdf/joecummins.pdf(4)
http://www.biotech-info.net/bt_cummins.html(2)
http://www.i-sis.org.uk/Bt-toxin.php(3)
http://occupymonsanto360.org/2013/05/06/new-study-proves-bt-toxins-in-gmos-toxic-to-mammalian-blood/
(2) http://www.naturalnews.com/032407_Bt_insecticide_GMOs.html#ixzz1OYcGgzjg
(3) Entropy 2013, 15(4), 1416-1463; doi:10.3390/e15041416 Review Glyphosate’s Suppression of Cytochrome P450 Enzymes and Amino Acid Biosynthesis by the Gut Microbiome: Pathways to Modern Diseases
(4)http://www.naturalnews.com/040727_GMO_feed_severe_inflammation_pig_stomachs.html#ixzz2W0myoTtt