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UK acaba de votar por una leve mayoría el romper con la UE.
Esto no significa que la ruptura va a ser inmediata. Antes de empezarse
el proceso de separación se debe anunciar que se implementa el artículo 50 del
tratado, lo que deja dos años de
preparativos para el divorcio. No obstante, el plazo puede alargarse de común
acuerdo. Igualmente, varios conservadores pro-Brexit plantean que no se debe
anunciar que se implementará dicho artículo pronto y que tal vez sea necesario
a que se culminen las elecciones en Francia y Alemania, todo ello para no
perjudicar negociaciones.
En cuanto a los inmigrantes en el próximo bienio no habrá mayores
restricciones, aunque un grave problema para nuestra comunidad es que a la
mayor parte de ésta se le podría quitar el derecho a voto y a la ciudadanía en
las siguientes elecciones londinenses (pues los que tienen pasaporte europeo
puede ser privados del derecho a sufragar y, por ende, a influir en las
autoridades).
Por el momento no ha de darse restricciones al derecho al libre tránsito
y residencia.
Ahora, una cuestión es lo que puede pasar luego. Los propiciadores del
Brexit no tienen un plan alternativo. Si UK va a querer mantenerse en el Área
Económica Europea (status en el que se encuentra Noruega, que no es miembro de
la UE) va a tener que aceptar la libre circulación. En particular, se necesita
ello con Iberia, península donde residen cientos de miles de británicos.
El problema que hay es que el actual gobierno y un sector del parlamento
no quieren el Brexit y ahora van a estar obligados a hacer negociaciones
sumamente complicadas en las cuales la UE les exigirá nuevas concesiones.
Una consecuencia de la salida de UK de la UE es que UK acabe de existir.
El gobierno de Escocia ahora dice que, debido a que más del 60% de sus
nacionales y que todos los distritos de ese país votaron por mantenerse en la
UE, ahora van a hacer todo lo posible por quedarse en la UE dando entrever a
que pedirán un nuevo referendo donde se decida la independencia escocesa, algo
que esta vez no estarían tan lejos de ganar.
Por otro lado, el mayor partido nacionalista de Irlanda del Norte
(Sinn Fein) ahora sostiene que, como en esa región ganó significativamente el
‘Remain’, se requiere un referendo para que se decida sobre la reunificación de
Irlanda y su separación de UK.
Otra consecuencia es que se inicie una profunda crisis en la UE
amenazándola con disgregar.
Y, finalmente, una tercera consecuencia puede ser que el conservadurismo
entre a una nueva guerra interna y Boris Johnson pida ser el nuevo líder de
dicho partido y, por ende, el nuevo primer ministro.