Frei
Betto
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Cuba merece todos los elogios por su solidaridad con Brasil y los países
pobres del mundo, dijo Frei Betto, quien recientemente recibió la Orden de la
Solidaridad que otorga el Consejo de Estado de Cuba - entregada el 08 de
septiembre por la Embajadora Marielena Ruiz Capote - en el Consulado de Cuba en
São Paulo (SP).
En esta entrevista con el periódico Brasil de Fato, Frei Betto afirmó su
preferencia por Dilma. Según él, la candidata a la presidencia, Marina Silva,
está rodeada de personas que no nutren la menor simpatía por los gobiernos
democráticos populares en América Latina. "En un viaje a EE.UU. Marina
criticó a Cuba en materia de derechos humanos. ¿Por qué omitió en su comentario
al país que más viola los derechos humanos en la historia de la humanidad - los
EUA, interroga?".
Para Frei Betto, Brasil necesita con urgencia reformas estructurales,
entre ellas la reforma política. "Nuestra estructura política actual como
la ruleta de los casinos, es mañosa, siempre favorece al dueño, es decir, a la
oligarquía política que insiste en mantener a nuestro país en el atraso",
dice.
Brasil de Fato - Los
movimientos sociales efectuaron a principios de septiembre, un plebiscito
popular con el fin de hacer una reforma política. ¿Cómo evalúa esta iniciativa?
Frei Betto - Por lo
que escuché, 1,5 millones de personas votaron por el sí, es decir, quieren una
reforma política urgente con constituyente exclusiva y soberana. Yo sé que no
es fácil realizar esta conquista de inmediato. Pero se hace política a partir
de la acumulación de fuerzas. El plebiscito envía señales a los futuros
gobernantes, indicando un anhelo y una propuesta de una parte importante de
nuestra población.
¿Necesita realmente el
país una reforma política?
Brasil necesita, una
reforma urgente de las estructuras: agraria, tributaria, política, etc. Desde
que tengo memoria consciente esta es una aspiración nacional. En la década de
1960, se habló de "reformas de base". El Partido de los Trabajadores
(PT) nació asumiendo la promesa de luchar por ellas. ¡Y nada!
Nuestra estructura
política actual es como la ruleta de los casinos, mañosa, siempre favorece al
propietario, es decir, a la oligarquía política que insiste en mantener a
nuestro país en el atraso. Son muchos los restos y vestigios de la dictadura en
esta estructura, como el tipo de representatividad política. ¿Tiene sentido que
(el Edo de) São Paulo, con 44 millones de habitantes, tenga el mismo número de
senadores que representan a Roraima, que tiene sólo unos 500,000 habitantes? Es
necesario, es urgente, prohibir la financiación de las campañas electorales de
los candidatos por parte de las empresas y bancos. ¡En fin, de todos modos, la
reforma política es urgente!
¿Cómo ha visto el
escenario electoral actual?
Hay un dato muy
positivo en el actual escenario electoral: dos mujeres progresistas están como
finalistas, mientras que el candidato de la derecha cae cuesta abajo. Sin
embargo, temo la elección de Marina, mi amiga, porque ella, entre otras
posiciones reaccionarias, propone la autonomía del Banco Central y no apoyar la
ley contra la homofobia. Prefiero seguir con lo conocido, que arriesgarme con
lo desconocido. El gobierno del PT está lejos de reflejar mis sueños, como lo
he subrayado en mis libros "La mosca azul" y "Calendario del
Poder". Pero apuesto a Dilma!
La sociedad está cada vez
más distante de los partidos políticos. ¿Por qué?
Porque los partidos
odian el olor a pueblo, como confesaba el General Figueiredo. ¡Vea, la reacción
a la Política Nacional de Participación Social! Los partidos progresistas como
el PT, abandonaron las bases, la consolidación de núcleos populares, la
formación política de los militantes. Hoy en día, se ven obligados a pagar a
los jóvenes desempleados para garantizar la propaganda electoral en calles.
Boaventura de Sousa Santos recientemente ha expresado su esperanza de que Lula
se dedique a la refundación del PT. Estoy de acuerdo.
¿Cuál es la
responsabilidad de estos casi 12 años de gobiernos del PT en el escenario
actual?
El PT cometió el error de no movilizar a los movimientos sociales para
asegurar su gobernabilidad, y de recurrir solo a los partidos. De ahí
las alianzas espurias. La decisión de exterminar a lo mejor que había al
comienzo del gobierno, el programa Hambre Cero estructurado sobre la base de
comités de gestión populares, e introducir el Bolsa Familia, administrado por los alcaldes, fue una señal
clara de que el gobierno realizaría políticas sociales compensatorias y no
políticas emancipadoras. Hoy en día, el PT cosecha lo que sembró...
Al parecer, la disputa
será entre Dilma Rousseff y Marina Silva. ¿Cuál es su opinión?
Espero que Dilma
gane, y que cumpla con lo que está prometiendo, como no independizar al Banco
Central (del control del Estado), aumentar la inversión en salud y educación,
ampliar el sistema de prestaciones sociales, castigar rigurosamente a los
corruptos. Espero que también se empeñe en la reforma agraria, la protección de
la Amazonía, en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y
quilombolas.
Una eventual victoria de
Marina Silva ¿puede poner en peligro los avances progresistas en nuestro
continente?
Sí, porque en su
viaje a los EE.UU. Marina ha criticado Cuba en materia de derechos humanos.
¿Por qué no criticó al país que más viola los derechos humanos en la historia
humana - los EE.UU.? Marina se rodea de personas que no alimentan la menor
simpatía por los gobiernos democráticos populares en América Latina.
Usted recibió al
Embajador de Cuba, la Medalla de la Solidaridad. ¿Cuál es el significado de
esta distinción?
Recibí el 8 de
septiembre, en el consulado de Cuba en São Paulo, la Orden de la Solidaridad,
que me fue concedida por el Consejo de Estado de Cuba y entregada por la
embajadora Marielena Ruiz Capote. La Orden, vino con una carta personal de
Fidel, y un regalo de Raúl Castro. Sin embargo, es Cuba quien merece elogios
por su solidaridad con Brasil y los países pobres del mundo, enviando a médicos
y maestros que trabajan en las zonas más inhóspitas, al lado de las poblaciones
más necesitadas.