Vicenç
Navarro
www.atrio.org/250914
Este artículo
analiza los mitos promovidos por los medios de mayor difusión para apoyar la
intervención militar de EEUU y la Unión Europea en Ucrania, y que podría
determinar una III Guerra Mundial.
Uno de los focos de
tensión más alarmantes que existen hoy en Europa es la guerra civil en Ucrania,
que puede derivar en un conflicto bélico internacional que continúe el
conflicto político y económico que se ha desarrollado entre EEUU y la Unión Europea,
por un lado, y Rusia, por el otro, conflicto que tendría enormes repercusiones,
todas ellas negativas, para Europa, incluyendo España.
En realidad, el
conflicto existente está ya dañando considerablemente la economía europea,
incluyendo la española. Y lo que es incluso más preocupante es que, leyendo los
mayores medios de comunicación españoles, no se percibe el enorme riesgo que
existe hoy de que la nueva Guerra Fría se convierta en una Caliente.
Hoy hay tropas
estadounidenses y de la OTAN en territorio ucraniano, apoyando a un lado de
este conflicto militar que se caracteriza por su hostilidad hacia las partes
del país pro rusas, a las que apoya el gobierno ruso presidido por el Sr.
Putin, el cual ha puesto en alerta a las tropas rusas en las zonas de su
territorio fronterizas con Ucrania.
Como en todo
conflicto, las causas son múltiples, y todos los actores tienen su parte de
responsabilidad. Pero algunos son más responsables que otros. En artículos
anteriores (“Lo que no se está diciendo sobre Ucrania”,
Público 18.03.14, y otros colgados en mi blog www.vnavarro.org) he ido
señalando hechos, raramente mencionados en los medios de información españoles
(pero sí documentados en la prensa extranjera, citada en mis artículos), que
cuestionan las principales explicaciones que han aparecido en tales medios
sobre las causas de dicho conflicto, analizándolos uno por uno.
En este artículo
quisiera hacer un resumen de los mitos que los establishments de Washington y
Bruselas están promoviendo sobre las causas de la crisis y de la evidencia que
los cuestiona, refiriéndose al último artículo del Profesor Cohen que desmonta
lo que él llama “los mitos McCarthistas de la Segunda Guerra Fría”. El profesor
Cohen, al que he citado en artículos anteriores, es uno de los mejores
historiadores y analistas en EEUU de la Unión Soviética de ayer y de la Rusia
de hoy. Fue asesor durante muchos años en temas soviéticos de la principal
cadena de televisión estadounidense, la CBS, y ahora ha desmontado cada uno de
los mitos que el establishment estadounidense ha estado promoviendo, así como
la respuesta a cada uno de ellos, en su excelente artículo “Patriotic Heresy
vs. the New Cold War”, escrito en la revista The Nation (15.09.14), una de las revistas más influyentes en el mundo
intelectual de EEUU.
Mito nº 1: “El problema ucraniano está causado por las ambiciones
imperialistas del gobierno Putin”.
Datos.- Existe abundante evidencia de que los sectores más belicistas del complejo
industrial-militar de la derecha estadounidense querían, desde hace tiempo,
expandirse hacia el Este, incluyendo a Ucrania en la OTAN. Como indicó Carl
Gershman, presidente de la institución (reliquia de la Guerra Fría I) National
Endowment for Democracy, “Ucrania es la última joya que debemos conseguir”
(dicho en 2013). Y nada menos que el Washington Post, uno de los rotativos más
influyentes en la capital estadounidense, escribió que “Occidente quiere
terminar el trabajo que se inició con la caída del muro de Berlín y planifica
expandirse hacia el Este… el gran objetivo es Ucrania”, (escrito en 2014).
Mito nº 2. La ciudadanía de Ucrania quiere liberarse de Rusia e
integrarse en la UE.
Datos.- Ucrania
es un país que dista mucho de ser uniforme. Existen grandes diferencias
entre el oeste y el este del país. Diferencias que son religiosas,
lingüísticas, étnicas, culturales, económicas y políticas. Ucrania es un Estado
que presenta una enorme diversidad, que ha dado pie a numerosas tensiones
dependiendo, en parte, de quien gobierne aquel país. Las regiones este y sur,
definidas en los medios occidentales como pro rusas, son muy cercanas a Rusia,
pues fueron parte de dicho país durante un gran periodo de su historia. De ahí
que sean muy próximas a Rusia, no solo por su idioma, sino también por su cultura,
etnia, religión y costumbres.
Mito nº 3. La crisis ucraniana se inició cuando, en noviembre de 2013,
Bruselas y Washington ofrecieron al gobierno de Kiev que se integrara en la
Unión Europea, lo cual generó una respuesta hostil, incluso bélica, de Rusia.
Datos.- Es interesante señalar que esta explicación
admite que no era Putin el que, en sus supuestas ansias imperialistas, deseaba
incorporar en su imperio a Ucrania, o parte de su territorio, pues, según este
mito, la respuesta de Putin fue una reacción a la propuesta de Bruselas al
gobierno ucraniano. De ahí que no fuese el gobierno ruso el que inició las
tensiones.
Pero más importante
que este dato (ignorado en los medios) es que la oferta de Bruselas (que era,
por cierto, muy desventajosa para Ucrania, pues exigía una serie de medidas de
austeridad que España y el Sur de Europa conocen bien) incluía unas medidas que
señalaban la necesidad de integrarse en el sistema de seguridad, incluyendo
militar, de Occidente, insinuando (como señala el profesor Cohen) que se
integrara en la OTAN (que tiene bases militares por todas las partes que rodean
Rusia).
Mito nº 4: El gobierno existente en Kiev fue depuesto por unas
movilizaciones populares por parte de la mayoría de la población ucraniana, que
exigía una integración en la UE.
Datos.- El gobierno era presidido por un oligarca, pero
había sido elegido democráticamente. Y las supuestas movilizaciones populares
estaban dirigidas, en parte, por miembros del partido nazi, que había luchado
contra la Unión Soviética durante la II Guerra Mundial, siendo una de las
primeras medidas que el nuevo gobierno adoptó la de anular el idioma ruso como
el oficial del Estado, iniciándose una gran agresión hacia la población pro
rusa, que es mayoritaria en el este del país. Estos actos incluyeron incendiar
edificios de los sindicatos, quemando vivos a dirigentes de los movimientos pro
rusos. Asumir que Rusia debía tolerar tales hechos es, en sí, una provocación.
Era inevitable que Rusia respondiera como respondió.
Mito nº 5: Putin es un enorme peligro porque es una persona con ansias
imperialistas.
Datos.- Putin no
es un santo, como Cohen (y yo) hemos señalado. Es un oligarca carente de
sensibilidades democráticas. Y dirige una casta procedente del aparato del
Partido Comunista Soviético, transformada en una especie de mafia que controla
la economía rusa. Pero su respuesta
ahora es lógica y razonable, como también señala Cohen. El comportamiento
del Oeste no le deja otras posibilidades, habiéndolo arrinconado, sin poder
hacer otra cosa que lo que está haciendo, que es defenderse, a la vez que
intenta resolver el enorme problema que el Oeste ha creado en la puerta de su
casa.
De ahí que
personajes claves de la 1ª Guerra Fría, y que no son sospechosos de tener
simpatías pro rusas, como el que fue Secretario de Estado en EEUU, el Sr. Henry
Kissinger, hayan criticado duramente esta demonización
de Putin por considerarla profundamente errónea, y que puede abocar a una
situación muy negativa para el Oeste, no
dejándole otra alternativa al gobierno ruso que la de aliarse con el gobierno
chino.
Mito nº 6: Las sanciones económicas forzarán a Putin a entrar en razón.
Datos.- Esta estrategia ignora que tales sanciones
movilizan a la población rusa en su apoyo al gobierno Putin. En esta estrategia
se olvida el enorme sacrificio que Rusia (la Unión Soviética) hizo al derrotar
a la Alemania Nazi. En realidad, la libertad de la que hoy goza Europa se debe
a los 22 millones de ciudadanos soviéticos que murieron para derrotar a Hitler.
El argumento de las sanciones económicas
desconoce la enorme capacidad de sacrificio que tiene el pueblo ruso cuando
se considera agredido injustamente, como fue el caso entonces y lo es también
ahora.
Mito nº 7: La solución pasa por que Putin acepte lo que propone el
Oeste.
Datos.- La solución pasa por que Ucrania se convierta en
una federación o en un Estado descentralizado que reconozca la diversidad del
país, tal como están dispuestos a aceptar –bajo presión de Putin- los rebeldes
pro rusos.
Estos son los datos
que se ocultan en la lucha ideológica llevada a cabo por los medios de
comunicación y persuasión en España.
Artículo
publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario
PÚBLICO, 18 de septiembre de 2014.