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14.03.2017 y 240517
Son los máximos
representantes de la Iglesia Católica en un territorio. En sus homilías,
artículos en prensa y programas en radio, exponen la doctrina cristiana a sus
fieles y pontifican sobre cómo deben actuar en su vida. Sin embargo, nos hemos
acostumbrado a verles pronunciar desde sus púlpitos frases
homófobas y sexistas que indignan a la sociedad, como en las últimas semanas
tras la victoria de una drag queen en el carnaval de Las Palmas.
Si nos fijamos en
los últimos disparates pronunciados por miembros de la jerarquía
eclesiástica, podremos extraer dos conclusiones. La primera, que están
obsesionados con los menores, el sexo, los gays y la mujer. Y la segunda, que,
a los obispos y cardenales, les sale gratis decir esas cosas desde sus
tribunas, porque ninguno de ellos ha sido retirado de sus cargos.
A continuación, un
repaso a las locuras de la jerarquía católica
“Hay
abortos de niñas pero no es porque hayan abusado de ellas, es porque la mujer
se pone como en un escaparate, provocando”, arzobispo de Lima.
El cardenal
peruano y arzobispo Juan Luis Cipriani hizo estas declaraciones hace unos meses
en su propio programa de radio. La frase es aún más indignante porque Perú
ocupa el tercer lugar en casos de violaciones en todo el mundo. Cipriani sigue
en su cargo.
“Hay menores que desean el
abuso e incluso te provocan”, obispo
de Tenerife.
Esta aberrante
frase fue pronunciada en 2007 por el obispo de Tenerife, Bernando Álvarez, en una entrevista en el
diario La Opinión. Álvarez también comparó la homosexualidad con los abusos y
llamó “enfermos” a los gays. Sigue en el cargo.
“El sida es un acto de
justicia”, Arzobispo de Bruselas-Malinas.
Sí, parece que no
hay burrada que no haya dicho un alto cargo de la Iglesia. En este caso, la
frase fue pronunciada en 2010
por el entonces arzobispo de Bruselas-Malinas y presidente de la Conferencia
Episcopal de Bélgica, André-Joseph Leonard. También aseguró que jugar con la
naturaleza del amor puede conducir a catástrofes así. Siguió en su cargo hasta
2015, hoy es ‘emérito’.
“Si
una mujer aborta, da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar
de su cuerpo”, arzobispo de Granada.
El arzobispo de
Granada, Javier Martínez, dijo esta salvajada en 2011 durante una homilía.
También comparó el aborto con el holocausto y dijo que “los nazis no eran tan
repugnantes”. Martínez ha pasado su carrera envuelto en escándalos de todo
tipo. Se sentó en el banquillo, acusado de coacciones y amenazas, pero fue
absuelto porque los presuntos delitos habían prescrito. Su diócesis
publicó un libro titulado 'Cásate y sé sumisa'. Sigue en su puesto.
El
aborto, como “los trenes de Auschwitz”, obispo de Alcalá
de Henares.
Este obispo, Juan
Antonio Reig Plá, conocido entre otras cosas por oficiar una misa con una
bandera franquista, hizo esta comparación en 2014.
Fue denunciado por el colectivo feminista 'Tren de la libertad', a quién se
refería Plá. La justicia no consideró injuriosas sus palabras y, por supuesto,
sigue impartiendo doctrina desde su cargo.
El
día más triste para el obispo de Canarias, por encima del accidente de avión de
Spanair: cuando una ‘drag queen’ ganó en el carnaval, obispo
de Canarias.
Francisco Cases
demostró su escala moral al hacer esta comparación después de que una drag
queen ganara el carnaval de Las Palmas. Cases consideró una “blasfemia” el
disfraz ganador. La Asociación de Víctimas de Spanair expresó su indignación
por la frase del prelado.
"Hay
males mayores que lo de Haití, como nuestra situación espiritual”, obispo
de San Sebastián.
El
ultraconservador obispo de San Sebastián, que hace unos días también puso el
grito en el cielo por el Carnaval de Las Palmas, dijo en 2010 respecto
al trágico terremoto de Haití que quizá “es un mal más grande el que nosotros
estamos padeciendo que el que esos inocentes están sufriendo". Munilla
también escribió un libro sobre sexo en el que explica que masturbarse es “una
agresión al propio cuerpo”. ¿Sigue en el cargo? Por supuesto.
"La
racha de feminicidios tiene que ver con la desaparición del matrimonio”, arzobispo
de La Plata.
Héctor Aguer, arzobispo de La Plata
(Argentina), explicó que el matrimonio “dignificaba a la mujer y la
ponía en un lugar de igualdad con el hombre”. Además aseguró que los abusos
sexuales a niños que se dan en el ámbito familiar se deben a la aparición del
divorcio. Por supuesto, sigue como arzobispo.
Para
juzgar el robo de bebés “hay que hacerlo con criterios de aquel tiempo”, arzobispo
de Barcelona.
El cardenal
arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, minimizó con estas palabras
una aberrante realidad que tuvo lugar en España durante el franquismo con la
colaboración de miembros de la Iglesia. Sistach también lo calificó como “una
cosa puntual”. Se mantuvo como arzobispo de Barcelona hasta 2015. Ahora es
emérito.
Ante todas las
anteriores burradas, el Vaticano no consideró necesario tomar ninguna medida.
Sí lo hizo, sin embargo, ante un caso: el obispo de Mallorca, que fue echado
del cargo por tener una amante.
El prelado fue denunciado por el marido de una estrecha colaboradora, que le
visitaba a escondidas en su domicilio y que era conocida en toda la isla como
"la novia del obispo".
“El fenómeno de la confusión en la orientación
sexual” tiene relación con un padre “ausente y desviado”, obispo de
Solsona, Xavier Novell.
Este obispo ha vinculado la homosexualidad con
la ausencia de la figura paterna. En su última glosa dominical
se ha preguntado si “el fenómeno
creciente de la confusión en la orientación sexual” de muchos
adolescentes no será porque “en la cultura occidental, la figura del padre
estaría simbólicamente ausente, desviada, desvanecida” e incluso "si la virilidad parecería cuestionada".
Tras sus palabras, el alcalde de Cervera quiere declarar al obispo “persona non
grata”
“No
sabría decir si la pedofilia es un pecado”, obispo de
Pontoise.
"La pedofilia
es un mal ¿Es del dominio del pecado? Eso
yo no sabría decirlo, es distinto para cada persona. Pero es un
mal y lo primero que hay que hacer es proteger a las víctimas o las eventuales
víctimas”. Fueron las palabras que Stanislas Lalanne obispo de Pontoise
(periferia de París) pronunció en 2016, según recogieron medios franceses.
Lalanne hizo esa apreciación en el contexto de una investigación al
arzobispo de Lyon por no denunciar agresiones sexuales de un sacerdote en su
diócesis. Ante las críticas, acabó pidiendo perdón
y asegurando que la pedofilia es “un
pecado grave”. Sigue en el cargo.
El cardenal
Antonio Cañizares se preguntó en 2015
si la "invasión de emigrantes y de
refugiados es todo trigo limpio". "¿Dónde quedará Europa dentro
de unos años?", se ha cuestionado. Cañizares comentó que, a su
juicio, con "la que viene ahora no se puede jugar" porque "no se puede jugar con la historia ni con la
identidad de los pueblos". Por supuesto, sigue conservando
un cargo que influye con sus ideas en conformar los valores de muchas
personas.
Felipe Arizmendi,
obispo de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (México), aseguro en 2010 que la
“liberalidad sexual del mundo en general ha disminuido las fuerzas morales con
las que tratamos de educar a los jóvenes en los seminarios”, según recogió la BBC. “Ante tanta invasión de erotismo”, continuó, “no es fácil mantenerse fiel tanto en el celibato como en el respeto a
los niños”. Sigue siendo obispo de la diócesis, según su
web.
El
ultraconservador obispo de Córdoba, Demetrio Fernandez, es un habitual de las
polémicas por su ideología homófoba. En 2011 aseguró que “la Unesco quiere hacer que la mitad de la
población sea homosexual”. En concreto acusó a la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura de emplear
"distintos programas" para ir "implantando la ideología de
género". Fernández ha calificado la homosexualidad de “plaga” y tildó de “aquelarre químico” la fecundación
in vitro. Por si no fuera poco, también mostró su lado machista al decir que "la
mujer tiene una aportación específica, dar calor al hogar”. Después de todas
sus polémicas, sigue ocupando su cargo y pontificando desde él.
El obispo de
Alcalá de Henares Juan Antonio Reig Pla aseguró que los homosexuales “se corrompen y se
prostituyen” además aseguró que “encuentran el infierno”. Estas palabras
las pronunció durante una misa
retransmitida por la televisión pública, en concreto por La 2 de Televisión
Española.