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El Gobierno ha dado a
conocer las exportaciones de armas
españolas del 2014, las cuales han
ascendido a 3.203 millones de euros
(un 18% menos que en 2013). Según el SIPRI, en el 2014, España ocupó la sexta
posición en el ranking mundial de países exportadores, por detrás de Estados
Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania. Las exportaciones de 2014 han
representado el 4% de las exportaciones mundiales de armamento y el 1,3% del
total de la balanza comercial española.
Un
16% de las exportaciones (511 millones de €) han tenido como destino países de Oriente Medio en
especial, los países del Golfo Pérsico. Las exportaciones más relevantes han
tenido como destino Arabia Saudí (293 millones) con un avión de
reabastecimiento y municiones, seguido de Egipto (108 millones) con cuatro
aviones de transporte y componentes, Omán (65 millones) un avión de transporte y
componentes y Bahréin (40 millones) con munición antiaérea.
Exportaciones que son
ilegales si nos atenemos a la propia legislación española y europea sobre
comercio de armas, debido a la situación de inestabilidad existente en la
región de Oriente Medio, y en concreto por la influencia regional de países
como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos en tanto que dan apoyo a una parte
del conflicto en Siria (grupos insurgentes) y en otros países como Libia o
Egipto.
Lo más relevante de
dicho informe es que en el 2014 se han autorizado exportaciones de material de
defensa a países que están embargados tanto por Naciones Unidas como por la
Unión Europea. Por ejemplo a Irak se ha autorizado la exportación de armas por
valor de 95,8 millones de euros (municiones y vehículos blindados); a Libia se
han exportado armas por valor de 279 mil € y autorizado por valor de 954 mil €;
además se ha autorizado la exportación a Libia de material antidisturbios por
valor de 6,33 millones y se le ha suministrado material antidisturbios por
valor de 697 miles de €. Recordemos que Libia es un Estado fallido, inmerso en
una guerra civil y con dos gobiernos ejerciendo el poder en territorios
distintos.
Por otra parte se han
denegado exportaciones de material antidisturbios a Egipto y se han suspendido
algunas licencias de exportación de material antidisturbios a Venezuela; en
ambos casos la denegación o suspensión está sustentada en el cumplimiento de la
ley por la situación de inestabilidad interna del país o el riesgo de desvío. Este
criterio no se ha tenido en cuenta para valorar el impacto de las exportaciones
a Irak o Libia.
La única denegación de
exportación de material militar que ha tenido lugar ha sido la de Sudán de Sur,
los criterios evaluados para dicha negativa han sido los de la violación a los
derechos humanos del país, la situación interna de tensión, la existencia de
riesgo de que sea desviado o reexportado y la situación económica de la
población del país.
Destacar que Marruecos ha sido el tercer mayor comprador de municiones españolas, 89,7 millones de
euros, por detrás de Arabia saudí (30,1 millones) y Bahréin (13,2 millones).
Nuevamente se ponen de
manifiesto dos elementos, uno de índole comercial, para el gobierno exportar
armas es una prioridad económica, cuantas más armas se exporten mejor para
nuestra economía; el segundo elemento es de carácter político, la venta de
armas es un instrumento de política exterior, a través de ellas damos apoyo a
una de las partes enfrentadas en un conflicto, como ponen de manifiesto las
exportaciones a los países de Oriente Medio y las exportaciones a Irak o Libia.
Siria está padeciendo
desde hace más de 4 años una cruenta guerra en la que ya han muerto más de
200.000 personas y ha causado más de 11 millones de personas desplazadas o
refugiadas, la crisis humanitaria que se vive en esta región es de las más
importantes. La solución a los conflictos pasa por el respeto a los derechos y
libertades de las personas y de los pueblos y no por incrementar las armas que
mantienen y alargan el conflicto y el sufrimiento humano.
Finalmente destacar que
el 57% de las exportaciones de armas han tenido como destino países de la UE
(1.831 millones), principalmente a Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y
Grecia; correspondiendo eminentemente a partes y piezas de los proyectos de
fabricación de armas conjuntas como el avión A400M el EF-2000 o diversos misiles.