Roberto
Pineda
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El comienzo de un
segundo gobierno del FMLN este próximo 1 de junio, genera diversas
interrogantes y desafíos, de algunos los cuales únicamente encontraremos las respuestas
a medida que el proceso avance. No obstante esto, para el movimiento popular es
crucial definir los indicadores que marcarán el rumbo y darles seguimiento, en
el marco del inicio de una aguda pelea por la agenda del país, en la cual la
izquierda representada en el FMLN mantiene hasta hoy la iniciativa estratégica,
en una compleja dinámica de realidades e ilusiones, de hechos y apuestas, de
fuerzas e intereses.
Es una pelea en la
cual influyen aspectos internos y del entorno internacional. Es una pelea que
se mide por la fuerza y la visión estratégica de cada contrincante, en su
definida calidad de enemigo social y no de adversario electoral. Es una pelea
con profundas raíces de enfrentamiento de proyectos históricos antagónicos.
A continuación
abordamos algunas de estas interrogantes y las respuestas dadas por cada fuerza
social a partir de sus intereses de clase. Iniciamos con una valoración sobre
la marcha del 1 de mayo.
La CUSS y el Primero de mayo de 2014
El surgimiento de una nueva instancia de
coordinación del movimiento popular, social y sindical, a partir de este 1 de
mayo, la Coordinadora Unitaria Social y Sindical, CUSS, de la cual participamos como Comunidades de Fe y Vida,
COFEVI, de llegar a consolidarse (lo cual no es fácil por las desconfianzas
existentes) constituye un importante
avance en general, en el camino a la unificación de los sectores populares.
Y en particular,
para exigir reivindicaciones socio-económicas a la vez que se respalda
políticamente al segundo gobierno del FMLN. Ojalá que este respaldo de la CUSS
no sea incondicional y tenga como guía fundamental incidir para que la agenda
de país priorice la defensa de los intereses de los trabajadores.
El 1 de mayo explica
al 1 de junio. Es el peso político del movimiento social y popular que respalda
al FMLN y que se expresa en las calles cada 1 de mayo, lo que le permite
continuar derrotando a la derecha en general y a ARENA en particular. Son esas
decenas de miles de personas organizadas junto con la maquinaria electoral del
FMLN el ejército político del actual proceso.
Pero la realidad es que es un movimiento
sindical y popular altamente desmovilizado, ideológica y políticamente. Ese
despliegue de fuerza popular del 1 de mayo podría ser mayor y es más una celebración
pero ha dejado de ser un pronunciamiento de indignación ante la injusticia del
capitalismo, ha perdido desde hace varios años, su naturaleza subversiva
proletaria de exigir el avance social, de ser voz de revolución, de socialismo.
Recuperar ese
espíritu rebelde para poder así incidir en este nuevo momento que se abre el 1
de junio es fundamental. Una contribución importante del movimiento obrero y
popular debe ser la crítica fraternal a su propio gobierno. Combinar el
respaldo con la crítica. Lo peor que puede pasarnos es convertirnos
en un incondicional equipo de aplausos. Lo peor que puede pasarnos es
dejar de luchar y permitir la pax del
imperio.
Y entre las nuevas
ventanas que hay que abrir de esta nueva casa está la de entender que hay un
desplazamiento de la oligarquía como el sector hegemónico del Estado y de la
Economía, por lo que la contradicción principal pasa a ser entre los sectores
populares y las corporaciones transnacionales, dueñas de la banca, de la
energía, de las telecomunicaciones y pujando por apoderarse del agua, de la
educación, de la salud, de la seguridad social. Son los nuevos dueños y buscan
nuevos empleados. Y aunque no controlan, sí tienen presencia en este segundo
gobierno.
Las ultimas pinceladas del presidente Funes: confrontativo con la
oligarquía pero complaciente con el imperio.
El presidente
Mauricio Funes representa en el siglo XX-XXI, el mayor enfrentamiento desde el
presidente Gerardo Barrios entre el Estado y la oligarquía, y este es un mérito
histórico indiscutible. Se merece una estatua y poemas. El presidente Funes se
plantó y bien plantado frente a la ANEP y FUSADES. En esto respondió al
enérgico llamado de Monseñor Romero.
Pero por otra parte,
no afectó sino que fortaleció la esencia
del modelo neoliberal y promovió la transnacionalización del capital, y se
transformó en un gobierno dócil, sumiso ante los dictados de Washington.
En esto no respondió al antiimperialismo de Monseñor Romero. Por cierto su última
apuesta fue la de ceder, desde la SIGET, un canal de televisión a un magnate
mexicano, siempre en la ruta de confrontar, de disputarle espacios a la
oligarquía, de buscar alianzas con las transnacionales para sus patrocinadores.
Fue un presidente
que amplió los subsidios y los programas sociales, es otro mérito. Bien
ganado. Y su última batalla de guerrero por la justicia, fue memorable,
inolvidable, logró humillar y convertir en prófugo de la justicia a un ex
presidente arenero, a Francisco Flores, al padre de la dolarización. Y la oligarquía
no perdona ni olvida a sus enemigos. Pero el pueblo tampoco.
Los desafíos del segundo gobierno del FMLN
1. “Respetar” o
sustituir el modelo económico neoliberal
Desmontar el modelo económico neoliberal debería de ser una de las tareas
principales de este segundo gobierno. Es urgente que el
estado recupere su papel y se sustituya este modelo nefasto que nos impuso la
dolarización y las privatizaciones. Pero por otro lado se escuchan discursos
basados en la trillada tesis del “rebalse económico.” Se nos dice que lo
fundamental es el crecimiento de la economía.
Primero hay que
crecer para que después podamos repartir repiten algunos futuros funcionarios
asemejándose a los flamantes funcionarios del primer gobierno arenero de
Cristiani en 1989. Pareciera que han estudiado en la Escuela Superior de
Economía y Negocios, ESEN. Hay que apretarse el cinturón hoy para que mañana
vivamos en la abundancia predicaban antes los sacerdotes del neoliberalismo,
del Banco Mundial y del FMI. Es una falacia. La realidad fue que crecieron sus
empresas pero nunca repartieron.
La realidad es que este modelo neoliberal lleva en su
matriz un chip que bloquea toda posibilidad de redistribución de la renta. Esta ideado para reproducir desigualdad.
Es un modelo nefasto. No es un instrumento neutral. Es una navaja diseñada para
cortar, para sacar plusvalía y de la absoluta. La ilusión es pretender
que este es el camino para el desarrollo. Será el camino pero de las
corporaciones transnacionales, incluso de la oligarquía y no de los intereses
populares.
Una economía
dolarizada no debería ser parte de los ocho compromisos en defensa del sistema
asumidos por este segundo gobierno del FMLN. Ver “Respeto a sistema monetario.”
(Manifiesto a la Nación de la Fórmula Presidencial
del FMLN. 18 de febrero de 2014).
2. Las alianzas
internacionales: Alianza del Pacífico o Alba; Fomilenio II o Petrocaribe.
Dime con quién te
alías y te diré quién eres. Pretender mantenerse al margen de la disputa
existente entre la Alianza del Pacífico y Alba no es realista. La estrategia
agresiva del gobierno de Obama contra el gobierno de Maduro obligará tarde o
temprano a asumir una posición. Ojalá que esta no sea la de apoyar al “aliado
estratégico” alegando la presencia de una tercera parte de nuestra población en
territorio del imperio.
La realidad es que
existe una fuerte disputa por quién define la agenda de cooperación. Y esto está
vinculado a la definición del modelo de desarrollo que buscamos. ¿Cuál es la
apuesta de país? ¿Será acaso convertirnos en un enclave turístico mediante la
construcción de hoteles en nuestra costa? ¿O le apostamos a la
agricultura? ¿A los servicios? ¿A la maquila? ¿A la industria?
La obediencia o la dignidad frente al imperio y sus centros financieros
es el dilema. La realidad es el proceso de aprobación del II
Fomilenio y la voluntad de aceptar las condiciones impuestas por los
“bondadosos” donantes. La ilusión parece ser la de pensar en
independencia y soberanía.
3. ¿Es posible en El Salvador la unidad nacional?
La realidad es que
la sociedad salvadoreña es una sociedad altamente polarizada en la que la
mayoría de la población vive en situación de extrema pobreza mientras que una
minoría oligárquica controla la riqueza el país. La realidad es que los
intereses de estos dos sectores son antagónicos ya que pretender buscar la
armonía entre las clases explotadoras y explotadas es un discurso ilusorio.
El discurso de la
búsqueda de la estabilidad social y de la “gobernabilidad” al final únicamente
beneficia a los sectores poderosos, ya que les permite desarrollar sus negocios
en tranquilidad, explotar con mayor seguridad y los que tendrán que “ajustarse
el cinturón”, hacer sacrificios, serán los sectores populares.
Una derecha derrotada pero no vencida
Es ingenuo pensar
que, como dicen en algunas camisetas de moda, la oligarquía ya fue
terminada. El llamado es a que busquen los estados financieros de las
empresas transnacionalizadas de los Kriete, dueños de Avianca, o los del
Grupo Poma para ver si en realidad ya se terminó la oligarquía.
Es un hecho que la oligarquía como grupo socio-económico
controla todavía importantes franjas de la vida nacional. Y esto incluye a
los partidos de derecha, en particular a ARENA. Esto incluye la cultura
predominante del espectáculo. Incluye las variadas y activas iglesias y
universidades de la derecha religiosa y académica.
Durante 60 años,
desde 1932, la oligarquía le cedió al Ejército la administración del Estado.
Fue hasta 1980 que se vieron obligados a construir de nuevo un instrumento
político de lucha electoral y fue un instrumento muy exitoso, ya que ARENA
derrotó a la Democracia Cristiana en 1989. Y luego ganó otras tres elecciones
presidenciales, aunque perdió las dos siguientes: de 2009 y de 2014.
ARENA representa los intereses económicos de la oligarquía pero además
llena las expectativas políticas e ideológicas de amplios sectores,
incluyendo a núcleos de capas medias así como sectores rurales y urbanos de
extracción popular. No debemos de confundir nuestros deseos con las realidades.
Son una fuerza nacional poderosa. Y aunque esto pueda cambiar en el futuro, hoy
por hoy, ARENA sigue siendo una fuerza política mayoritaria, experimentada y
con recursos, el enemigo político a derrotar por la izquierda.
La hegemonía financiera colombiana
El segundo gobierno
del FMLN se encontrará con que la globalización neoliberal permite que en
oficinas de Medellín, Colombia se tomen decisiones que afectan la banca en El
Salvador. De acuerdo a la revista El Economista de marzo de este año, un 53% de sistema bancario está controlado
por la banca colombiana. Entre los cinco principales bancos del país, al
cierre de 2013, el Banco Agrícola propiedad de Bancolombia, va a la cabeza con
un 28.1 de activos del sistema, y con una envidiable cuota de utilidades que
alcanza el 41% de todo el sistema financiero.
Le siguen el también
colombiano Davivienda, el canadiense Scotiabank, el estadounidense Citibank y
en la quinta posición, otro colombiano, el Banco de América Central. Y este
año, veremos a la oligarquía salvadoreña que regresa a sus andadas financieras
con el inicio de operaciones del Banco Azul.
De estos cinco
bancos señalados, únicamente el colombiano Banco Agrícola logra ingresar para
ocupar la última posición entre los 15 bancos más grandes de la región
centroamericana, que está encabezada, al cierre de 2013, por el gigante
panameño Banco General, con un total de activos que suman 11,121 millones de
dólares. Le siguen el Banco Nacional de Costa Rica con 9,774; el Banco Nacional
de Panamá con 9,069; el también panameño Banistmo con 8,051 y en quinto lugar
el guatemalteco Banco Industrial, con 7,957. Los activos del colombiano Banco
Agrícola suman 3,996 millones de dólares.
En el ranking bancario
salvadoreño en relación al año 2012 hay un cambio de posiciones. En la primera
posición se mantiene el Banco Agrícola con activos que suben de 3,833 a 3,995
millones de dólares. En la segunda posición el colombiano Banco Davivienda
Salvadoreño con 2,051 desplaza en 2013 al canadiense Scotiabank El Salvador que
tenía 1,951; en tercer lugar se encuentra Scotiabank El Salvador con 2,020 y
desplaza al estadounidense Citibank que tenía 1,877; en cuarto lugar se
encuentra Banco Citibank de El Salvador con 1,690, que desplaza al colombiano
Davivienda que tenía 1,865, y en quinto lugar el colombiano Banco de América
Central, se mantiene en el quinto lugar creciendo de 1,376 a 1,534. El
guatemalteco Banco Industrial, que ocupa el quinto lugar en el ranking centroamericano,
ocupa la duodécima posición en el ranking salvadoreño, con 240 millones de
dólares en activos. Estas son realidades.
El imperio complacido pero prudente
La ventaja de que la
Administración Obama en Estados Unidos coincidiera con el inicio del primer
gobierno de izquierda, conducido por el presidente Funes, permitió alcanzar
acuerdos de cooperación en diversas áreas. Los Estados Unidos se sintieron
tranquilos y confiados en que este primer gobierno de izquierda no iba a
impulsar ningún tipo de cambios que pusiera en peligro su dominación. Funes les
inspiraba confianza y no estaban equivocados.
Y es que la lucha
contra los sectores oligárquicos representados en ARENA incluso les favorecía,
porque le permitía abrir más el mercado interno a sus voraces empresas
estadounidenses. Walmart disputando el mercado al salvadoreño Super
Selectos y AES controlando la distribución de energía, entre otros. Había
intereses coincidentes y estos siguen existiendo, son la base sobre la que
descansan las relaciones entre nuestros dos países, aunque hay también
diferencias.
La jugada maestra es
desplazar a la oligarquía para abrirle las puertas a las empresas
estadounidenses o de otros países, particularmente Colombia, fiel aliado
regional y dueños de la banca en El Salvador, y México, dueño de Claro, Maseca,
Jumex, etc. Perú y Chile, también de la Alianza del Pacífico, están muy
lejos.
Y en este escenario
participa también Alba Petróleos, los intereses de Venezuela, disputándole a
las transnacionales de los hidrocarburos y ganándose un espacio desde la
izquierda, desde el FMLN, del mercado nacional. Y pronto participará
Petrocaribe. Para esto sirve la Ley de Asocio Público Privado y sus reformas.
No obstante esto, parece que hay una política en el Departamento de Estado de
esperar y ver. Parecen decir en Washington: muéstrenme lo que son, queremos
verlos actuar. No deseamos ser burlados.
Perspectivas
Existen hacia futuro
dos tendencias principales: que la misma dinámica de confrontación política con
ARENA, de cara a las elecciones municipales y legislativas del próximo
año, obligue a este segundo gobierno del FMLN a profundizar este proceso,
radicalizarlo y realizar vitales transformaciones pendientes y esperadas
como las de nacionalizar el sistema de pensiones. De ser así el movimiento
popular lo acompañará entusiastamente.
La otra posibilidad
es ceder a la tentación de dejar hacer, dejar pasar y terminar administrando
este sistema capitalista, injusto y caduco. De ser así las corporaciones
multinacionales y la Administración Obama lo apoyará entusiastamente, mientras
el movimiento popular se paralizará o incluso puede salir a las calles.
Confiamos y trabajamos para que sea la primera opción la que prevalezca. Es un
problema de opciones y correlación de fuerzas.
Desde una óptica de
izquierda el concepto de victoria estará determinado en gran parte, por la
capacidad de este segundo gobierno del FMLN, de garantizar los intereses
populares y nacionales, por encima de las presiones del capital transnacional y
de la oligarquía para continuar abriendo nuestra economía.
Estamos seguros que
en cada una de las áreas de gestión gubernamental, pero particularmente en
seguridad (maras), agricultura (semillas), hacienda (reforma fiscal) y economía
(APP), se dará la disputa entre los que creen que en esta época de
globalización lo más recomendable es cobijarse bajo la poderosa sombra imperial
de Obama y aquellos que todavía sostenemos que hay que mantener alzadas las
banderas rojas y multicolores de la rebelión y la resistencia planetaria. Esta
pelea está por comenzar… y podemos pero no debemos ser espectadores. ¡C’est la
vie!