Nazanín Armanian
www.publico.es
/ 17-03-18
Después de meses de amenazas, al final
Trump disparó, el 13 de marzo, a la cabeza de su Secretario de Estado, Rex
Tillerson. Es la primera vez en un siglo que un jefe de la diplomacia
estadunidense es destituido. “Dos reyes no caben en un mismo reino”, reza un
dicho persa, y la colisión entre los dos multimillonarios y machos alfa acabó
en un terremoto cuyas réplicas serán igual de mortales, sobre todo para las
gentes de Oriente Próximo.
Un día después del cese del ex presidente
de la petrolera Exxon Mobil, la empresa más grande del mundo, también fue
despedido el Subsecretario de Estado, Steve Goldstein por decir que Tillerson
desconocía las razones de su despido, contradiciendo la versión del presidente.
Los principales medios de EEUU vinculan la
caída de Tillerson a sus declaraciones “anti-rusas” el día anterior, cuando
acusó a Moscú de estar detrás de la muerte del ex espía Sergei Skripal y su
hija en Reino Unido, desautorizando al propio Trump que expresó sus dudas
respecto de la autoría de los crímenes. Sin embargo, hace unos meses Tillerson
había sido tachado, junto con Trump, de ser “hombre de Moscú”, por firmar
acuerdos petrolíferos con la petrolera rusa Rosneft, y haber recibido de
Vladimir Putin la Orden Rusa de la Amistad en 2013.
Lo cierto es que, el despido de Tillerson,
preparado desde el noviembre pasado, “coincide” con la visita del 5 de marzo de
Benjamín Netanyahu a la Casa Blanca para presionar a Donald Trump la necesidad
de modificar el acuerdo nuclear con Irán, y a la que realizará el Trump saudí,
Mohammed bin Salman (que ha llamado Hitler a ayatolá Jameneí), el día 20 a
Washington. Los dos archi enemigos de Irán están llevando una campaña mundial
para que EEUU y Europa rompan el acuerdo nuclear con Teherán y restauren las
duros sanciones económicas contra esta nación. Los dos mini estados
de Oriente Próximo han podido cambiar la política de la superpotencia, riéndose
de “America First” de su presidente.
El beneficio inmediato de esta decisión
para Trump ha sido desviar la opinión publica de su escándalo sexual (puestos
en la punta de mira con la campaña “Metoo” de Hollywood) con la estrella del
porno Stormy Daniels que ocupaba las primeras portadas de los medios en EEUU.
Razones
de un peligroso cambio
1+ Estar en favor de respetar el acuerdo
nuclear con Irán. Éste es el único motivo
que alegó el propio Trump.
2+ Negarse a dar prioridad a los intereses
de Israel en Oriente Próximo. Sus “pecados” han sido:
*Estar “distante”
a la causa del estado judío. Quizás porque Tillerson, que tenía buenas
relaciones con Rusia y los países árabes del Golfo Pérsico por su cargo en
Exxon, ignoró el estado judío sin recursos petrolíferos.
*Nunca visitó
Israel.
*Aplazó la mudanza
de la embajada de EEUU a Jerusalén hasta tres años, y excluyó a Jared Kushner,
esposo judío de Ivanka Trump de sus gestiones en Oriente Próximo.
*Su cese fue una
petición de la Organización Sionista de América, después de que en el informe
anual de su departamento Tillerson afirmase que la “violencia palestina podría
atribuirse a la falta de esperanza para lograr la condición de Estado palestino
y a la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania“.
*Haber cesado a
decenas de funcionarios de las embajadas en el mundo, muchos de ellos veteranos
pro-israelíes.
3+ Los jeques saudíes le detestaban, no
sólo por su posición hacia Irán, sino también por defender a Qatar, otra base
militar de EEUU, frente a las presiones de Riad.
4+ Intentar bajar las tensiones con Corea
del Norte, despreciando a su jefe que en un “twitt” había afirmado que no
podría haber tratos el Sr. Kim. Sin consultárselo, Tillerson preparó una cumbre
entre los dos presidentes para “conversar, que no negociar”, la misma política de “paciencia
estratégica” de Obama.
5+ La animosidad personal entre ambos.
Tillerson, durante una reunión en el Pentágono que debatía la petición de Trump
para aumentar el arsenal nuclear, le llamó “imbécil” ¡a un tipo que se
considera un genio! Nunca le perdonó.
6+ Estar en favor de la permanencia de
EEUU en el Acuerdo Climático de París.
7+ Defender a la OTAN y a sus miembros,
atacados por Trump.
8+ Poner el racismo de Trump en evidencia
cuando en el agosto de 2017 se desmarcó del presidente que defendió una marcha
de la supremacía blanca en Charlottesville.
Política
exterior en manos de un militar halcón
Tillerson ha sido reemplazado por Mike Pompeo,
ex director de la CIA, un republicano perteneciente a la facción Tea Party.
Entre sus antecedentes:
*Calificar el acuerdo nuclear con Irán de
“desastroso”, llamarle “el mayor patrocinador estatal de terrorismo” (¿No fue Arabia
quien estaba detrás del 11S?), y vincularle a Al Qaeda. Pompeo
formará parte del triángulo anti-iraní con el vicepresidente Mike Pence y la
embajadora de los EEUU ante la ONU, Nikky Haley.
*Ser un “gran defensor de Israel” afirma
Haaretz: ha realizado la obligada peregrinación a este país y su elección ha
sido aplaudida por la Coalición Republicana Judía de EEUU.
*Conmiserar a China “una amenaza muy
grande” para EEUU al igual que los son Rusia, Venezuela, Cuba, y Corea del
Norte. Aboga por un plan militar en Afganistán que obligue a los
talibanes a entablar conversaciones de paz con el gobierno afgano.
*Defender las torturas como “el submarino”
y el mantener abierto la cárcel de Guantánamo.
*Hacer responsable de los ataques
“yihadistas” a todos los musulmanes. Pompeo es un provocador y puede lanzar una
campaña “anti musulmán” dentro y fuera de EUU.
Trump ha nombrado a “otra joya”, Gina
Haspel como directora de la CIA. Entre sus méritos, haber dirigido en 2002 una
prisión tailandesa donde torturaban a los sospechosos (a uno de ellos le
sometieron 83 veces en un mes al “simulacro de ahogamiento”), y destruir la
cinta de video que le condenaría.
El nuevo equipo de halcones de Trump tiene
a Irán como objetivo principal. El mes de mayo el presidente debe ratificar el
acuerdo nuclear o anularlo. “Con unas 2.000 incursiones podremos destruir la
capacidad nuclear iraní“, dijo Pompeo en 2014.
***
Cierto que no hubo una diplomacia
“tillersoniana”, pero podría contener a un Trump agresivo, sin escrúpulos, y de
escasa inteligencia. La marcha del Sr. Rex podría ser el anuncio del fin de la
diplomacia en EEUU. Se acerca una época muy oscura incluso más que la era de G.
Bush.