Por: Rev. Manning Maxie Suárez
Entre
los años 1469 al 1527 d.C., existió un filósofo italiano llamado Niccolò di
Bernardo dei Machiavelli mejor conocido como Maquiavelo. Maquiavelo, a parte de filósofo fue un diplomático,
en la época de los Medici y un excelente escritor. Autor del ya famoso libro “El Príncipe” que escribió durante su
encarcelamiento en el 1512 aproximadamente.
Muchos
estudiosos de las ciencias políticas han señalado que este escrito, es como una
especie de manual. Dirigido a los
políticos para enseñarles el arte de la “Astucia”. Por cierto, algunos se atreven a darle a
Maquiavelo el título del Padre de la teoría de la política moderna”. Lo cierto es que, cuando usted menciona la
palabra Maquiavelo hoy día, el mismo es sinónimo de: Taimado, Astuto, Falaz, Engañoso,
Deshonesto, Mentiroso, Sin escrúpulos, Inmoral, De no confiar, y hasta en algunos
casos en su más extrema expresión con la Maldad.
Maquiavelo
escribió muchas frases que con el tiempo se han convertido en célebres, entre
ellas he encontrado una que se encarna en nuestra realidad: “Todo el mundo ve
lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres.”
El
gobierno panameño se presentó ante el pueblo panameño, aparentemente como el
Salvador de las situaciones que ya nos aquejaban de arrastre de los gobiernos
anteriores. Su campaña comprendía metas
grandes y soñadoras como su slogan “El Pueblo Primero”, slogan que comparten
también en su momento el Partido Popular y algunos Molirenas. ¿Cuántas promesas hechas, más de 45 y tanto
incumplimiento?
He
aquí algunas de ellas: 100% agua potable; Techos de Esperanza; Construcción de
más de 25 mil vivienda a nivel nacional; Incentivos para la empresa privada;
Construcciones de plantas de reciclajes y tratamiento; Sacar las aguas servidas
de los barrios; 10 macro plantas de aguas servidas para Arraiján y la Chorrera;
Más de 250 plantas modulares de tratamiento de aguas servidas a nivel nacional;
El control de precios con el ahorro para los panameños de $58.00 balboas;
Incentivos para el sector agropecuario; Construcción de nuevos mercados
permanentes a nivel nacional; Educación bilingüe de Calidad entre otras más.
Hace
pocos días, vivimos el desconcierto de los habitantes de Colón, quienes siguen diciendo
por los medios de comunicación que no están contentos con las obras que el
gobierno realiza en dicha ciudad. Que dichas
obras son inconsultas y obedecen a interés políticos y económicos foráneos a la
provincia y no a los intereses de los colonenses. A su vez, estuve el fin de semana en la
ciudad de David donde se inauguraba el estadio Kenny Serracín en la ciudad de
David, Chiriquí y se escuchan los mismos tambores de guerra ante un gobierno
que no responde a las necesidades del pueblo.
Cada día más personas se sienten afectadas por las acciones de un
gobierno que lejos de ser “Un Gobierno de Unidad Nacional” es un gobierno con
características Maquiavélicas, es decir se nos presenta como “Astuto, Falaz, Engañoso,
Deshonesto, Mentiroso, Sin escrúpulos, Inmoral, De no confiar.”
Me
pregunto: ¿Quién asesora al gobierno actual, que ha permitido que la brecha
social sea cada día más grande entre pobres y ricos?; ¿El Gobierno Nacional se
da cuenta del grave perjuicio que hace a la nación panameña y al mundo
democrático al interferir como lo ha venido haciendo en la Asamblea Nacional y
la Corte Suprema de Justicia?; ¿Qué ambiente tan malsano se está gestando a un
año y dos meses de las próximas elecciones?.
Tenemos
un reto: gobierno y sociedad. Sentarnos
y trabajar juntos como una sola nación, pero no con esas actitudes Maquiavélicas
de Astutos, Engañosos, Deshonestos, Mentirosos, Sin escrúpulos, Inmorales, De
no confiados, y de Maldad. Sino abiertos ante una sociedad que desea dialogar,
pero en otros términos; con pertinencia, con la verdad por delante, con
honestidad, con moral y generando bienestar para todos los panameños y
extranjeros que viven en nuestro suelo patrio.