Por: Jorge Sarsaneda del Cid
270614
En el último mes son tantas y tantas las cosas
que han ido saliendo a la luz, que cada vez estoy más confuso. Hay momentos en
los que simplemente quisiera ‘jalar la palanca del excusado’ y olvidarme de
todo lo que sucede. Propongo en desorden las cosas que se me ocurren –a ver si alguien escucha- empezando por
la de hoy que “colmó el vaso”.
¿Cómo es posible que ratifiquen en su puesto al
señor vestido de militarote (de un ejército ilegal pero real), con su hablado
de maleantón que se las sabe todas, en el puesto de director de Senafront? ¿El
señor Varela no recuerda que ese cuerpo de policía (¿?) fue la punta de lanza
de las masacres de Changuinola, San
Félix y Colón, todavía impunes, por cierto? Es cierto que el último
responsable de estos crímenes es el super-enriquecido señor Martinelli, pero el
director de ese “ejército” ilegal que tenemos, también es responsable. ¡No nos
insulte señor presidente!
¿Cómo es posible que la nueva ministra de
Educación hable de educación bilingüe e inmediatamente entienda que es el
aprendizaje del inglés? No conozco a la nueva ministra aunque es sospechoso que
haya trabajado al lado de la anterior ministra-desastre, pero ¿no se le puede
plantear a ella que educación bilingüe ante
todo tiene que ver en nuestro país con la interculturalidad y los idiomas indígenas? ¿Hasta cuándo vamos a ir
a la zaga del continente en este tema?
Tanto hablar de la famosa “transparencia”, de
la rendición de cuentas, de la no corrupción, y ahora resulta que el PAN sigue,
las partidas circuitales siguen, no está claro si van a ser denunciados los
implicados, ¿por qué no hablan claramente y dicen que “todos estamos
embarrados”? ¿No quedó claro este asunto con la autodenuncia del alcalde de Río
de Jesús? ¿Qué más esperamos?
El único ministro que “repite” es el de Asuntos
del Canal, ¡nada más y nada menos! ¿Y no que había muchos sobrecostos en el
metro? ¿Cuántas veces ha informado –como
está obligado a hacerlo- el señor Roy a la Asamblea-circo sobre el
funcionamiento de su ministerio y de lo que tiene que ver con la Ampliación?
¿Por qué repite entonces?
El circo de la Asamblea nacional en estos
últimos meses es otro candidato al ‘oscar de la estupidez’. ¿Cómo es posible
que los panameños hayan reelegido a algunos de esos cirqueros? ¿En qué pensamos
cuando votamos? ¿Por qué los medios de comunicación siguen sacando en las
pantallas y periódicos a los llamados diputados diciendo y haciendo tonteras?
¡Olvídenlos! El mejor repudio es dejarlos en el anonimato. Lo mejor es
investigarlos, juzgarlos y condenarlos. La cárcel es demasiado buen lugar para
lo que se merecen.
No voté por el señor Varela. Voté por el Prof.
Jované porque me pareció que hacía mejores planteamientos. Espero, por el bien
del país, que el gobierno nuevo logre mejorar algunas situaciones. Si
quisieran, sería bastante fácil hacer esas mejoras dado el absoluto desastre en
que nos dejan este 30 de junio. Pero, pregunto: ¿cómo se puede compaginar la
buena salud del pueblo, la excelente educación para todos, el desarrollo
integral del país, con la venta de alcohol? ¿No sería sano que el señor Varela renunciara a su participación en
dicha “industria” legal pero letal?
No sigo para no ponerme al borde del infarto.
Aunque, la verdad, a esta edad, dos años más dos años menos, no cuentan mucho.
Ojalá salgamos adelante como país.