Entrevista Roberto Manríquez
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| 30/03/2020
Para el
pensador estadounidense –quien aprovechó el aislamiento en que se encuentra
para responder preguntas a El Mostrador– «la situación es, por supuesto, muy
grave, principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en
Occidente. Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos
países asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica
puede mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir
los errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos
en los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis
mucho peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por
terrible que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá
recuperación del calentamiento global si no se controla».
La evidencia científica apunta a que la aparición
del COVID-19 no fue de modo alguno imprevisible. De hecho, en un artículo
publicado el pasado lunes en El Mostrador, la Sociedad de
Microbiología de Chile sentenciaba en forma preocupante que “tal como lo hemos
visto incluso en estos días, las decisiones sobre la pandemia de SARS-CoV-2,
causante de la enfermedad COVID-19, son en muchos casos basadas en criterios
políticos y económicos, más que en la evidencia científica”.
Basado en estas evidencias, Noam Chomsky estima
que la aparición del COVID-19 se pudo prever, pero que, dado el modelo
económico, era difícil que los recursos públicos fueran destinados a escenarios
de prevención hipotéticos.
El intelectual, quien no requiere de mayor
presentación, respondió desde su lugar de aislamiento a este cuestionario de El
Mostrador sobre la pandemia que desafía a la humanidad.
-¿Cómo
está profesor?
Personalmente bien. Aislado.
-La
situación se reveló más seria de lo que en un principio el gobierno de Trump
previó.
La reacción de la administración Trump ha sido
un desastre: negación, confusión, pérdida de tiempo. Por ahora, Estados Unidos
es el único país importante que ni siquiera puede proporcionar información
precisa a la Organización Mundial de la Salud. El gobierno finalmente está
dando algunos pasos: demasiado tarde, demasiado limitado.
-De
pronto pasamos de lidiar con la emergencia climática y la amenaza nuclear a una
pandemia devastadora. ¿Era previsible de alguna forma?
Se ha esperado durante algún tiempo, se
estimaba que otra pandemia estaba en camino, tal vez causada por un coronavirus
similar al SARS. Las compañías farmacéuticas no tenían interés en la
preparación de antídotos. Sin ganancia inmediata. Por otro lado, las
iniciativas gubernamentales han sido bloqueadas sistemáticamente por la
doctrina neoliberal imperante, que autoriza al Estado a proporcionar subsidios
a las corporaciones y rescatarlas de los problemas, pero no interferir con su
control del mercado, incluyendo el farmacéutico.
-¿A qué
responde la situación que enfrentamos?
Como mencioné, la pandemia es otro caso de la
falla masiva del mercado, como el calentamiento global. Para las compañías
farmacéuticas privadas, las señales del mercado eran claras: no desperdicies
recursos en la preparación anticipada para una pandemia. El gobierno podría
haber intervenido, como en Corea del Sur, pero eso entra en conflicto con la
ideología neoliberal; interferiría con los sagrados derechos del poder privado
concentrado. El papel del gobierno es subsidiar y proporcionar derechos de
patentes exorbitantes, asegurando ganancias colosales. Pero no interferir con
las prerrogativas de privilegio y riqueza.
-Trump y
Bolsonaro pasaron de decir que era una invención de los medios de comunicación
a tomarlo con cierta seriedad.
Mucho de lo que ha pasado globalmente, se debe
a ese enfoque de reaccionar tardíamente.
-Esta crisis
ha expuesto el verdadero estado de los sistemas de salud pública, que no están
pasando la prueba
Muy cierto. También demuestra cómo han sido
debilitados por los programas neoliberales de la generación pasada.
-La
crisis pandémica a su vez provocará una crisis económica, que evoca la crisis
subprime o incluso la de 1929, ¿cuál es su apreciación?
La situación es, por supuesto, muy grave,
principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en Occidente.
Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos países
asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica puede
mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir los
errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos en
los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis mucho
peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por terrible
que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá recuperación
del calentamiento global si no se controla.