Por: Arzobispo Eric Escala
Cuando
escuchamos el término Iglesia nos viene a la mente el edificio y no las personas que la conforman,
pues la comunidad es quien crea ese espíritu de pertenecía; de familia es quien
se toma para si ese núcleo y lo hace propio.
De la misma
forma en que no podemos servir a dos señores (Mateo 6:24-34), no podemos ser
ambiguos en nuestra fe, no puedo creer hoy y al mínimo conflicto dejar de ser
creyente, eso no nos ayuda en nada, la fe es la luz que nos ayuda a ver en la
oscuridad de nuestras almas en momentos de tribulación.
Donde
estaríamos hoy si nuestros padres se hubiesen derrumbado en el primer
contratiempo, no somos los únicos que han sufrido, estamos sentados en hombros
de gigantes dijo Martin Luther King Jr. y tenía razón.
Cuantas crisis
han pasado nuestros padres, esclavitud (tristemente es una realidad por la cual
pasaron la mayoría de los pueblos no solo los negros), crisis económica,
hambruna, epidemias, guerras y persecución.
Es la gran realidad de toda la humanidad.
¿Cómo lograron
salir de eso?
Con fe, ese motor inmóvil que nutre la vida
del hombre, que nos da esperanza y sensatez; nos da sentimientos de hermandad
para con el otro, pero sobre todo nos une a Dios de una forma inmanente.
El hombre siempre busca algo, sin ver lo que
tiene, pedimos lo que no nos hace falta y sobre estimamos lo que tenemos en pos
de un bien efímero.
En este
momento en que el mundo mira a Dios y clama por su pronta recuperación, debemos
ver nuestro interior, ya que he visto a muchos llamados ateos saturar nuestros
correos o redes sociales con cadenas de oración u oraciones, pidiendo y
enseñando a orar.
¿Seguirán tan fieles después de la crisis?
O será como
dice Nietzsche, el hombre cree que Dios es un genio de bolsillo, solo lo usa
cuando le necesita y después lo vuelve a guardar.
Estamos
viviendo una cuaresma a típica, muchos han vuelto a creer, justo se va levantar
la cuarentena para los momentos en que celebramos semana santa, será que
volverán a vivir este tiempo litúrgico o será como años anteriores , un fin de
semana largo para salir hacer turismo.
Dios nos dio
libertad de acción no esperemos al último momento para volver a ser sus hijos.
Para volver a
ser iglesia en este mundo tan cambiante debemos tener constancia, no estar porque si, no ir al servicio
litúrgico para pasar el rato sino porque he logrado tener ese don tan esperado
que es la fe, esta trae consigo la perseverancia y la pertenecía.
Pidamos en
este momento tan difícil que estamos viviendo poder tener fe, no seamos fieles
en momentos de tristeza sino toda nuestra vida.
Señor te
pedimos por toda la humanidad, para que los médicos puedan ayudar a los
enfermos, por una pronta recuperación, ayúdanos a volver a ti y quedarnos a tu
lado.
Amen