Mariela
Jara - IPS
www.cpalsocial.org / 22-03-18
La
activista hizo esta reflexión para IPS al finalizar la Asamblea Mundial de
Mujeres, realizada en el marco del Foro Social Mundial que tuvo lugar en esta
ciudad de Salvador de Bahia, en el nordeste de Brasil, entre el 12 y 17
de este mes, con participación de unas 20.000 personas de distintos países del
globo según sus organizadores.
“Lo
que más me duele es que Marielle tiene su origen en la favela, salió y se
convirtió en una lideresa muy reconocida con una fuerza impresionante y
capacidad para agregar a la gente en torno a sus causas”: Verónica Ferreira.
Reunidas
el viernes 16 en la plaza Terreiro de Jesús de la zona antigua de la ciudad,
las mujeres participantes en la asamblea expresaron con lemas y cánticos su
indignación por el asesinato de la concejala de Río de Janeiro por el Partido
Socialismo y Libertad, feminista, lesbiana y activista por los derechos de las
mujeres negras y la población de las favelas, los barrios pobres y hacinados.
Colectivos
de mujeres afrodescendientes, de jóvenes, feministas, trabajadoras y de otras
vertientes tanto brasileñas como delegaciones internacionales inundaron la
plaza de una energía que transformó el dolor, la rabia e indignación en
voluntad y decisión de continuar en las luchas por los derechos humanos “por
ella, por todas”.
Ferreira no tiene temor de responsabilizar a las fuerzas policiales de lo que considera una ejecución motivada por la lucha de Franco contra la represión de las fuerzas del Estado en las favelas de Río, especialmente contra la población pobre y negra.
El
16 de febrero el presidente Michel Temer decretó el
traspaso al Ejército la seguridad pública de Río de Janeiro,
lo que para activistas sociales acarreaba la militarización de las favelas, en
una medida duramente cuestionada por la concejala asesinada, quien integraba
una comisión a cargo de evaluar la decisión gubernamental que regirá hasta
diciembre.
La
noche del 14 de marzo Franco, de 38 años, fue acribillada a balazos en su
automóvil por desconocidos. Murió también Anderson Gomes, conductor del vehículo.
“Lo que ha hecho la policía es también darnos
un recado para todas nosotras pero no nos van a callar”, advirtió la activista
de SOS Corpo. “Realmente nos
mataron también un poco”, afirmó.
En
contrapartida, dijo esperanzada, está la repercusión y conmoción mundial por el
asesinato de la luchadora social y defensora de derechos que ha multiplicado
por millones la voz de Franco.
“La
policía no puede callar una voz tan potente, la vida de Marielle sigue y nos da
fuerzas como feministas organizadas para seguir luchando por ella, por nosotras
y por todas”, subrayó.
Además
de las organizaciones feministas, de mujeres y de derechos humanos que
repudiaron el feminicidio político y exigieron investigación y sanción, se pronunció
el Consejo Internacional del Foro Social Mundial sumándose a la indignación
colectiva y señalando que “la muerte de Marielle es solo otra en la lógica de
genocidio de la población negra dentro de las favelas, contra la cual ella ha
luchado tanto”.
También
condenó el feminicidio el Comité de
Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer, rubricada en 1994 en la
ciudad brasileña de Belem en el marco de la Organización
de Estados Americanos.
“Deja
en evidencia la situación de vulnerabilidad que viven las defensoras de
derechos humanos en el país y representa un retroceso en los compromisos
internacionales adquiridos por el Estado de Brasil en cuanto a garantizar el
derecho de todas las mujeres a vivir libres de violencia”, sostuvo.
Además,
expresó su preocupación “por el riesgo que podrían estar viviendo otras mujeres
dedicadas a los asuntos públicos o a la política”. Y recordó que el
artículo 7 de la Convención obliga a los Estados a actuar con la debida
diligencia para investigar y sancionar tales hechos.
Según
el brasileño Atlas de la
Violencia del Instituto de Investigación Económica Aplicada,
publicado en junio de 2017, el número de mujeres asesinadas en el 2015 fue de
4.621, lo que equivale a una tasa de 4,5 muertes por cada 100.000 mujeres.
De
ese total anual, el mayor número de víctimas se encuentra entre las mujeres
afrodescendientes. Según el estudio, entre el 2005 y 2015 se registró un
aumento del 22 por ciento de asesinatos entre esta población, evidenciando la
relación entre violencia de género y racismo.
Dos mujeres afrodescendientes, para
quienes Marielle Franco era un referente, levantan carteles contra su asesinato
en la plaza Terreiro de Jesús, en la ciudad brasileña de Bahia. Muchos otros
con similar espíritu de reivindicación y de exigencia de justicia y no impunidad
abundaron durante la manifestación de la Asamblea Mundial de Mujeres. Crédito:
Mariela Jara/IPS
Marielle
es nuestra Berta Cáceres
Para
Nilde Sousa de la Articulación
de Mujeres Brasileñas, el asesinato de Marielle Franco, una
“ejecución” a su juicio, es un peldaño más en la extrema violencia hacia
las mujeres que en el contexto regional de América Latina y el Caribe se
inscribe en una situación de gobiernos que no son democráticos sino corruptos y
fundamentalistas.
“Vivimos
una lucha permanente contra esos gobiernos. No hay Estado de bienestar sino de
grandes corporaciones que buscan explotar nuestras riquezas naturales, como el
agua que es un bien común y que en Brasil se quiere privatizar”, dijo Sousa a
IPS.
Pero,
aseguró, las mujeres resistimos aquí, en Perú, Argentina, Uruguay, Colombia y
otros países. Es una resistencia feminista muy grande para lograr otro modelo
de sociedad”, afirmó.
Ferreira,
por su parte, afirma que en la región se vive un proceso de recolonización por
despojo de los territorios y bienes naturales con el avance del capitalismo
patriarcal y racista.
“Marielle
es nuestra Berta Cáceres, fue muerta por ser defensora de derechos como pasa en
todo la región con la criminalización y asesinato de lideresas”, denunció.
Cáceres,
lideresa indígena y ambientalista de Honduras y reconocida
internacionalmente, fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, fue asesinada el 2 de marzo del 2016 por defender el agua de su territorio ante los intentos de construcción de una represa que afectaría sus vidas.
internacionalmente, fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, fue asesinada el 2 de marzo del 2016 por defender el agua de su territorio ante los intentos de construcción de una represa que afectaría sus vidas.
Ferreira
relacionó este patrón de violencia con la “profunda crisis de la democracia
actual en los países, con una institucionalidad devaluada por los golpes y el
poder armado, el poder de los hombres armados en los territorios que es muy
fuerte”.
“Yo
creo que lo de Marielle indica que vivimos un estado de excepción en América
Latina, un estado de ruptura democrática de nuevo tipo distinta de lo que pasó
en las dictaduras militares”, afirmó.
La
activista añadió que “aún no tenemos nombre para decirlo, pero es un fenómeno
regional, es feo, es duro y no tiene límites, yo creo que es algo que se va a
profundizar”.