John Saxe-Fernández
www.jornada.unam.mx / 211217
La Ofunam concluyó su temporada anual con
la lamentosa Sexta Sinfonía de Tchaikovsky. Fue un llamado al silencio, a la
reflexión de la vida y la muerte; también sobre las enormidades existenciales
que vivió y vive la humanidad en este 2017. Desde lo local, nacional a lo
internacional y planetario, terremotos incluidos, fue un annus horribilis.
Como nunca desde octubre de 1962 estamos
todavía más cerca de una guerra nuclear. En 2017 el totalitarismo asomó su fea
faz hitleriana cuando Trump, desde la Asamblea General, amenazó con su total
destrucción a una nación asiática integrante de ese cuerpo, haciendo añicos la
Carta de la ONU. También en 2017 el Comando Sur de Estados Unidos, con aval de
Michel Temer y el silencio de los medios, realizó un gran operativo de
ocupación/intervención militar sobre el Amazonas con la mira en los recursos
naturales y en Venezuela, mientras en México el prianismo legalizó un
desequilibrio civil-militar equiparable al ascenso de Victoriano Huerta,
mientras se nos notificó la incongruente coalición electoral de Morena, mi
partido, con el derechista Partido Encuentro Social (PES), negador de derechos
sociales, del laicismo en asuntos de Estado que dio decisivo apoyo a la
inconstitucional Ley de Seguridad Interior (LSI, sic).
En entrevista con Amy Goodman de Democracy
Now para presentar su libro The Doomsday Machine Daniel Ellsberg, el primer
gran filtrador de los Documentos del Pentágono, nos entera que para la guerra
nuclear Estados Unidos siempre vio como mejor opción (¡sic!) un primer ataque
sorpresivo contra la URSS usando 25 mil ojivas dirigidas a todas las ciudades y
aldeas de esa nación y a los centros de China. Las bajas estimadas en tiempos
de Kennedy, con una población mundial de 3 mil millones, se calcularon en 600
millones. Las revelaciones de Ellsberg son más significativas a la luz de
investigaciones científicas recientes no incluidas en sus análisis, dadas a
conocer por la Academia Nacional de Ciencias estadunidense (PNAS 25/7/17), que
corroboran que aun sin una tercera guerra mundial está en curso una masiva
aniquilación de la biodiversidad.
Por otro lado, las amenazas
industriales-extractivistas y militares que se ciernen sobre el Amazonas
brasileño, la mayor área biodiversa y de agua dulce del planeta, recrudecieron
en 2017. No son nuevas. En 2003 y ante los riesgos a la soberanía brasileña, el
entonces presidente Lula vetó una iniciativa legislativa para que Estados
Unidos usara la base de Alcántara (Amazonas). Ahora, desde que Temer invitó al
gobierno estadunidense a que la use para lanzar satélites se acentuaron las
gestiones y operaciones castrenses imperialistas. La más reciente,
AmazonLog-2017, es objeto de un puntual y bien documentado trabajo de Santiago
Navarro y Renata Bressi:The US Southern Command´s Silent Occupation of the Amazon
(Truthout Report, Nov 9/2017) algunos de cuyos detalles abordaré en 2018.
De relevancia local, regional y mundial
resaltan los planteos geopolíticos y advertencias sobre esa operación ofrecidos
por Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM,
citados en ese importante estudio: El despliegue de tropas dice Ceceña,
facilita incursiones territoriales específicas y la realización de operaciones
de respuesta rápida, implicando ambas el uso de fuerzas especiales, sean de
Estados Unidos, locales o privadas en la triple frontera (Brasil, Perú y
Colombia). Además, la Operación AmazonLog 2017 crea condiciones para
operaciones futuras de tropas estadunidenses en dos áreas estratégicas: la
parte baja de Venezuela y a lo largo de la costa atlántica, donde ya Estados
Unidos obtuvo acceso a la base militar de Alcántara (ibidem).
Finalmente y como broche de cierre de este
lamentoso 2017, se juntaron el hambre con las ganas de comer: la aprobación de
la Ley de Seguridad Interior que rompe, como advirtió el senador Manuel
Bartlett, la estructura política militarizándola y acentuando la tragedia
humana. Se oculta el origen de esta violencia institucional, formalizándola por
sumisión a Estados Unidos que exige que las fuerzas armadas se conviertan en
policías dependientes del Comando Norte, para proteger el dominio de sus
empresas sobre infraestructura, recursos y territorio mexicanos. (El Universal
14/12/17)
En ese ámbito está la inaceptable
inclusión del PES en la coalición Morena-PT. El PES viene de la derecha
cristiana ultra-pragmática. Está contra el aborto y el matrimonio gay y pasó
por PRI, PAN y PRD. Va a Morena cuando Trump eleva esa derecha a los santuarios
de la criminalidad de Estado (CIA-Pompeo). Malo para la democracia y lo que el prianismo
va dejando de la laicidad del Estado. Bernardo Barranco, sociólogo de la
religión lo advirtió (2014): La presencia evangélica del PES transgrede los
principios formales de la laicidad contenidos en la Constitución. Por ello, la
ambigüedad, los dobles discursos y la simulación vienen como malos augurios
para un instituto que recién comienza.
Benito Juárez y Mauro Fernández Acuña,
beneméritos, in memoriam