Edgar Atencio. Asociación Meriregwe, Costa Rica. Email: asocmeriregwe@gmail.com
Fabricio Carbonell. Asociación Meralvis, Costa Rica. Email: ong_meralvis@yahoo.com
Los ngäbe, síntesis de una historia de incertidumbre y cambios
En Costa Rica, Centroamérica, vivimos nueve pueblos indígenas
(oficialmente ocho), con una población estimada de 63.876 personas, que representamos
aproximadamente el 1,3% de la población total del país. De los
nueve, los ngäbe, conocidos como guaymí, así como los bribris y cabécares aún conservamos nuestras
tradiciones y somos los más
numerosos (73% de la población indígena total). Algunos antropólogos
dicen que en los documentos históricos éramos conocidos como Guaymí, Dorasque y
Valiente y que en los tiempos de la llegada de los españoles ocupábamos grandes
extensiones de territorio, comprendiendo gran parte de las provincias panameñas
de Bocas del Toro y Chiriquí pero que en los mapas de la colonia, sobre la
provincia de Costa Rica, aparecen mencionados los ngäbe.
Ka ngäbere / Canto ngäbe
Una vez cierto individuo fue a cazar y escuchó a alguien cantar, fue a
ver y un mono grandote con maracas estaba sentado sobre un tronco y los
animales bailaban haciéndole ronda…él cantó también con ellos por cuatro
días y lo dejaron ir. Al regresar le enseñó el canto a la familia, que se
canta con maracas, de esta forma se ha transmitido de generación en
generación.
Los ngäbe vivíamos en las fértiles
planicies del Pacífico y las exuberantes selvas a orillas del Mar Caribe en
Panamá, hasta los años 30 del siglo XX, pero fuimos desplazados de nuestras
tierras ancestrales, a las aisladas montañas de la Cordillera Central por los terratenientes
y las transnacionales bananeras.
Ka ngäbere / Canto ngäbe
Una vez cierto individuo fue a cazar y escuchó a alguien cantar, fue a
ver y un mono grandote con maracas estaba sentado sobre un tronco y los
animales bailaban haciéndole ronda…él cantó también con ellos por cuatro
días y lo dejaron ir. Al regresar le enseñó el canto a la familia, que se
canta con maracas, de esta forma se ha transmitido de generación en
generación.
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Investigaciones arqueológicas indican que a la llegada de los españoles los guaymí teníamos un cacique que gobernaba y habitábamos en aldeas o caseríos dispersos, rodeados de zonas de cultivo, tanto en las montañas como en los cerros y planicies costeñas. Las planicies de la costa Pacífica y los valles volcánicos de Chiriquí parecen haber estado más pobladas, y tal vez más centralizados, que los del Caribe (Linares 1987).
Existía un cacique con poder para gobernar y había "plazas", para celebrar ceremonias donde se realizaban competencias que expresaban rivalidades; el nombre indígena de tal ceremonia era krün, y en español se conoce como balsería, y se practicó hasta la segunda mitad del siglo XX. En estas ocasiones se reunían miles de personas provenientes de diversas zonas con abundante comida y bebida.
Los guaymí fuimos agricultores, cazadores y recolectores. Teníamos especialistas, incluyendo tejedores de hamacas, ceramistas, y personas dedicadas a manejar los aspectos mágico-religiosos de la sociedad. En 1575 se dice que los del Valle del Guaymí adoraban al sol, hablaban con frecuencia con el demonio y que había gran cantidad de mujeres adivinadoras (Jopling 1994). Fray Adrián de Santo Tomás (1908), narra que nosotros y nosotras llevábamos las cuentas por medio de nudos hechos en una cuerda.
El medio ambiente donde vivíamos era
de bosques tropicales lluviosos tanto del Pacífico como del Caribe. El Pacífico
se caracteriza por tener un clima estacional marcado entre verano (sin lluvias)
e invierno (con lluvias), este clima favorece a algunos cultivos y clases de
árboles; en cambio el clima del Caribe es
lluvioso durante todo el año.
Entre los árboles que usamos tenemos el bateo, el cedro, el laurel, amarillón, diferentes clases de palmeras y los animales más frecuentes tenemos al tepezcuintle, el saíno, los monos congo, colorado y la danta o tapir.
Los
Bube
Jüdrün kädegata Bube ne nüne kä togwä te... Los seres llamados bube
viven en la montaña boscosa. Antiguamente la gente mayor educaba a los
niños con ellos. El bube vive sólo en una catarata, en una montaña….
Los guaymí hemos logrado sobrevivir
hasta el presente, manteniendo muchas de las costumbres que se describían en el siglo XVI y
quizá desde antes. Algunos dicen que ingresamos a Costa Rica desde Panamá entre
1920-40, pero evidencias históricas,
indican que muchas tierras del sur de Costa Rica conformaban parte del
territorio ancestral de los ngäbe, por lo que solamente “regresamos” a estas
tierras (Camacho 1995).
Los
Bube
Jüdrün kädegata Bube ne nüne kä togwä te... Los seres llamados bube
viven en la montaña boscosa. Antiguamente la gente mayor educaba a los
niños con ellos. El bube vive sólo en una catarata, en una montaña….
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Debido a esta falta de información sobre nuestro origen, el Estado costarricense se negó a reconocernos como costarricenses por décadas, e incluso a nuestros descendientes nacidos en territorio nacional. Por eso tuvimos que movilizarnos para reclamar la nacionalidad costarricense, logrando que a fines de los 80 y principios de los 90, se promoviera la Ley de Cedulación Indígena, que obligó al Estado a otorgarnos documentos de identidad costarricenses. Actualmente ocupamos territorios vecinos a la frontera entre Costa Rica y Panamá pero seguimos intercambiando productos y mano de obra para la cosecha del café.
El presente futuro de nuestro pueblo ngäbe
El pueblo ngäbe, también conocido como guaymí, es el más numeroso en toda la Baja Centroamérica, alcanzando quizás 150.000 personas. Sin embargo la mayor parte se encuentra en territorio panameño, ya que en Costa Rica su número se sitúa, entre 2.677 y 5.370 personas. Los ngäbe costarricenses, vivimos en el Pacífico Sur a proximidad de la frontera con Panamá, en 5 territorios indígenas separados: Abrojos-Montezuma (1.480 ha), Conte Burica (11.910 ha), Coto Brus (7.500 has), Osa (2.757 ha) y Altos de San Antonio (75 ha).
A través de los años hemos mantenido
fuertemente nuestra cultura tradicional, haciendo prueba de una capacidad de
adaptación sorprendente, que se manifiesta de muchas formas; como en la
religión de Mama Chi, que sincretiza rasgos del cristianismo y rasgos de su
espiritualidad tradicional; esta religión es una manifestación cultural de
nuestro pueblo ngäbe.
Ni
mutwä te / La gente del cerro
Ni bökän janani dwanane mutwä te…Una persona fue a vivir a la casa de
su novia en un cerro. La gente de este cerro nos ve como alimento, también nosotros
los vemos comestibles pero en sueños. Cuando nos morimos es cuando la gente
del cerro nos mata y cuando se mata algún animal silvestre entonces comemos
el espíritu de la gente del cerro.
La lengua vernácula se conserva en
un 100% en todos los territorios y comunidades y se mantienen los sukias, que
además de conocimientos terapéuticos con plantas medicinales son considerados
líderes espirituales.
Ni
mutwä te / La gente del cerro
Ni bökän janani dwanane mutwä te…Una persona fue a vivir a la casa de
su novia en un cerro. La gente de este cerro nos ve como alimento, también nosotros
los vemos comestibles pero en sueños. Cuando nos morimos es cuando la gente
del cerro nos mata y cuando se mata algún animal silvestre entonces comemos
el espíritu de la gente del cerro.
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La cultura material es muy rica en expresiones específicas, tanto en la vivienda tradicional, hecha de materiales del bosque, como en las industrias artesanales (bolsos, chaquiras, cortezas pintadas de mastate), en el vestido tradicional (especialmente las mujeres).
Un problema grave que tenemos es la tenencia de la tierra, pues todos los territorios indígenas han sido asediados por colonos no indígenas que empezaron a migrar a la región en los años 40. Según CONAI (1988:50), en Conte Burica la comunidad posee efectivamente el 60% de sus tierras, en Osa es el 40%, en Coto Brus el 80% y en Abrojos-Montezuma el 50%.
En los territorios ngäbe se produce frijol, maíz, café y cacao. En menor cantidad yuca, piña, cerdos, aves de corral y ganado. Por la topografía quebrada y suelos de mala calidad, enfrentamos una muy baja producción. Esto se une a los problemas del mercado, sea que no existe o los precios son muy bajos, y la producción se pierde. Estamos sometidos a intensa deforestación, cacería ilegal y pesca abusiva (con veneno y dinamita) por no indígenas, además la presencia institucional del Estado es mínima, limitada prácticamente a las escuelas, presencia eventual de asistentes de salud en algunas comunidades, instalación de teléfonos públicos en pocas comunidades, proyectos parciales de vivienda, básicamente, “hay un sistema de aislamiento de las comunidades por parte del Estado”.
Desde hace siglos las comunidades
han vivido diversos procesos transculturales, algunos han sido espontáneos,
fruto del contacto con otras comunidades indígenas y otros han sido impuestos
producto de los objetivos y ambiciones de los conquistadores y del accionar de
la iglesia. Ambos tipos de procesos modificaron pautas y valores culturales
originarios. De allí que las comunidades
sobrevivientes han debido adaptarse a vivir con su identidad, en tierras y
entornos diferentes a los que habitaban en el pasado (Mozo 2005:114).
El
origen del mundo y del hombre
…. con el tiempo la gente
se fue separando de los animales y contó con la prohibición de Ngöbö (Dios)
de vivir juntos, de establecer parejas mixtas y de procrearse. No contentos
con esta decisión de Ngöbö, los animales intentaban atraer a las personas,
engañándolas de diferentes formas, principalmente tomando figura humana…
Por eso, nosotros y nosotras,
siempre hemos vivido con los cambios, porque antes vivíamos en Panamá y vinimos
para Costa Rica, y transitábamos desde las montañas hasta el mar, entonces nos
hemos ido adaptando constantemente; por ejemplo, antes teníamos una agricultura
migratoria, es decir que los lugares de siembra cambiaban cada año; pero con el
tiempo, ésta se volvió sedentaria, porque ahora, nuestras tierras son
limitadas.
El
origen del mundo y del hombre
…. con el tiempo la gente
se fue separando de los animales y contó con la prohibición de Ngöbö (Dios)
de vivir juntos, de establecer parejas mixtas y de procrearse. No contentos
con esta decisión de Ngöbö, los animales intentaban atraer a las personas,
engañándolas de diferentes formas, principalmente tomando figura humana…
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Como ejemplo de cómo nuestra agricultura está cambiando tenemos el caso de frijol: para cultivar los frijoles, se busca un terreno que tenga bosque secundario, luego se cortan los árboles, se quema el rastrojo si el clima lo permite, y luego el frijol no se siembra sino que se riega y luego se tapa con las hojas y troncos caídos. La época de siembra era en septiembre, con días de lluvia para que su cosecha fuera en febrero con muchos días secos para que la semilla pueda secarse bien. Antes no había mucha plaga, pero ahora hay demasiadas, vienen las loras, los coatíes, las iguanas, los monos carablanca y los monos titíes y no se sabe cuánto se va a cosechar. Así también pasa con el arroz e incluso con las hojas de palma que se usan para techar las casas, antes duraban muchos años, pero ahora hay un pequeño escarabajo que la pica y la vuelve inservible rápidamente.
Dentro de la tradición ngäbe, se cuenta que cuando el indígena se encuentre con la cultura del otro mundo, la occidental, iniciará su desaparición; el acceso a la electricidad, a otras costumbres, va a desencadenar que los animales y las plantas se revelen contra el ngäbe, por ejemplo ya las plantas medicinales no tienen la misma fuerza que antes, la hoja de limón ya no sirve contra la gripe, y las semillas que eran muy comunes contra el resfrío ya no se encuentran, también los tintes para la artesanía ya no tienen la misma fuerza.
Ñugwä
/ La leyenda del fuego
Kirabe
ñugwä ñaka jüdrün riara.. Antes no había fuego para cocinar, las cosas de
comer sólo se secaban al sol. Un hombre llamado Jirididi, se atrevió a ir
por el fuego del trueno... entonces el trueno cayó en una palmera y se puso
en llamas. Jirididi le acercó una rama seca y se lo llevó a casa... En el
Cerro Sol se consiguió fuego por primera vez y se cree que aún no se ha
apagado…Este fuego aún lo tiene la gente.
Entonces, ¿qué podemos hacer?, ya dijimos que los ngäbe, tuvimos que
adaptarnos a los cambios por nuestra forma de vida; porque en el pasado fuimos
nómadas, pero luego sobrevivimos en territorios limitados, cambiando nuestra
agricultura itinerante a una agricultura rotativa pero en el mismo lugar. Las mujeres cambiaron sus vestidos hechos con
fibra y cortezas naturales a telas occidentales pero que tienen similar
simbolismo y decoración, algunos ngäbe están aprendiendo a comer monos
carablanca, que antes no se comían.
Ñugwä
/ La leyenda del fuego
Kirabe
ñugwä ñaka jüdrün riara.. Antes no había fuego para cocinar, las cosas de
comer sólo se secaban al sol. Un hombre llamado Jirididi, se atrevió a ir
por el fuego del trueno... entonces el trueno cayó en una palmera y se puso
en llamas. Jirididi le acercó una rama seca y se lo llevó a casa... En el
Cerro Sol se consiguió fuego por primera vez y se cree que aún no se ha
apagado…Este fuego aún lo tiene la gente.
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