Nazanin
Armanian
www.publico.es/180916
Cunde
pánico en las filas demócratas. La imagen de una Hilary Clinton enferma está
poniendo en jaque la campaña demócrata. Aunque la candidata aún goza de ventaja
respecto a Donald Trump, puede que antes del 8 de noviembre se produzca
una ‘sorpresa de octubre’, un incidente de gran impacto en el tramo final de la
campaña que sea capaz de inclinar la balanza a favor de Trump y le traslade de
las platós de televisión a la Casa Blanca.
Las
‘sorpresas más relevantes
–
1980: el republicano Ronald Reagan conseguía un acuerdo secreto con el ayatolá
Jomeini para que no liberase a sus compatriotas rehenes en la embajada de
Washington en Teherán antes de las elecciones. A cambio de participar en esta
trama para derrotar al demócrata Jimmy Carter, Irán (invadido por Irak)
recibiría armas a través de Israel ─feliz de que los iraníes y los iraquíes se
destruyesen mutuamente durante ocho años de guerra─, y desbloquear sus
activos monetarios en los bancos de EEUU. El fiasco de la Operación militar
Garra de Águila de los marines para rescatar a los rehenes en el abril del
1980, y la operación sucia de Reagan, acabaron con el mandato de Carter.
Unos 20 minutos después de que Reagan jurase su cargo el 20 de enero de
1981, los 52 rehenes fueron liberados: 77 días de los 444 que estuvieron
encerrados fueron gracias a la CIA y a su futuro presidente. ¿Por qué será
que la película ‘Argo’
no cuenta este episodio?
–
1992: cuatro días antes de las elecciones estallaba el escándalo Irán-Contra.
El Gobierno de Reagan vendía armas ilegales a la República Islámica de Irán y
con sus ganancias cometía otra ilegalidad: financiar a los terroristas
nicaragüenses para derrocar a los sandinistas.
–
2004: el 29 de octubre, la cadena Al Jazeera, empeñada en convertir a Bin Laden
en un héroe, transmitió el video en el que el supuesto terrorista saudí ─¡tres
años después!─ se hacía responsable de los atentados del 11S. Así se echaba una
mano a Bush para justificar su impopular agresión a Irak y seguir con
su terror mundial.
Por otro lado, Arabia Saudí unos meses antes de los comicios redujo el precio
del petróleo para que Bush presumiera de la mejora de la economía durante su
mandato.
–
2006: el 5 de octubre Saddam Husein, el jefe de estado de un Irak ocupado y
colonizado, era condenado a muerte. Bush se ponía medallas mientras millones de
iraquíes víctimas de las atrocidades de EEUU convertían a Saddam de verdugo a héroe y a mártir.
–
2008: cuatro días antes de la convocatoria electoral, la noticia de que Zeituni
Onyango, la tía de Barack Obama, vivía como inmigrante ilegal en Boston se
publicó para dañar al candidato demócrata.
Las
posibles ‘sorpresas’ de 2016
Un
informe que confirme la gravedad de la enfermedad de Hilary Clinton más allá de
una neumonía, quizás la consecuencia de una conmoción cerebral en 2012 después
de una caída. El Partido Demócrata prepara un “Plan B” ante la posible retirada
de la candidata o una vez que ella se convierta en presidenta y tenga que
apartarse.
Julian
Assange, presidente de WikiLeak,s ha prometido liberar nuevos correos
electrónicos embarazosos hackeados de Hillary Clinton. Una de las revelaciones
que tuvo lugar el julio pasado, y que mostraba la confabulación de
Clinton y la presidenta del partido, Debbie Schultz, para destruir a su
compañero de partido, el “socialista” Bernie Sanders, forzó la dimisión de Schultz.
Según Assange los correos a publicar podrán enviar a Clinton a la prisión
puesto que muestran la venta de los documentos oficiales del Departamento de
Estado a terceros a cambio de favores a la empresa familiar, la “Fundación
Clinton”. Y lo hará en la víspera de la votación, para que el equipo no tuviera
tiempo de reaccionar.
El día
1 de noviembre, la aseguradora más grande del país, United Health Group, va a
aumentar las tasas de seguro médico de millones de ciudadanos que se han
inscrito al programa de la Asistencia Asequible o “Obamacare”. Medida que
perjudicaría a Hilary Clinton, que ha sido una de los artífices del programa.
Informaciones
que impliquen al equipo de la señora Clinton en el asesinato sin resolver de
Seth Rich, de 27 años, miembro del Comité Nacional Demócrata.
Una
operación militar sobre Corea del Norte para mostrar la salud de acero de
Clinton. China ha
advertido a EEUU acerca del vuelo de los
cazabombarderos B-1B sobre Corea del Sur. El equipo belicista-NeoCon del
partido demócrata, encabezado por la candidata e integrado por Victoria Nuland,
Samantha Power yAshton Carter es capaz de comerte esta locura.
Un
acontecimiento relevante en la guerra de Siria o un incidente sobre su
presidente Bashar Al Asad elevará las ventajas de los demócratas.
Tampoco
se deben descartar una caída de la bolsa, un ataque terrorista (que suele beneficiar a los republicanos),
o un desastre natural, pondrán a prueba el tipo de respuesta que darían ambos
partidos al “acontecimiento”, para no perder el voto de gente asustada. Se
descartan sorpresas como que acusen a Clinton de ser lesbiana o
bisexual, o que Bill Clinton no es el padre biológico de su hija Chelsea.
Una
elección muy difícil
El
nivel mediocre de ambos candidatos, incluso para los estándares del electorado
estadounidense, hace que un importante sector se declare anti-Trump o anti-
Clinton, avergonzándose de defender a unos de ellos. ¿Tiene posibilidades de
ganar un multimillonario apolítico, grotesco, misógino, elitista, que tiene a
gran parte de las mujeres, a los no blancos, a los musulmanes y a los aliados
europeos en su contra? El narcisista magnate, que hubiera vuelto loco al
mismísimo Sigmund Freud, recurre al lado oscuro de la psique de una
masa lobotomizada. Su único mérito ha sido acabar con la saga
Bush, la familia vinculada con Wall Street, el Senado, el petróleo,
las armas y la Agencia Central de Inteligencia.
Sólo
en teoría Trump es más peligroso para la paz mundial que Clinton.
La sofisticada representante de la casta, del status quo, la mujer más
belicista de EEUU (tanto que hasta Obama se vio obligado a apartarla en su segundo gabinete) es
la valedora del clintonismo,
sinónimo del neoliberalismo vinculado con la guerra perpetua. Su “pragmatismo”
garantiza un mundo seguro para las instituciones financieras y las compañías
militares de EEUU. La principal diferencia entre Trump y Clinton es que el
primero utiliza su dinero para comprar influencia política y la segunda utiliza
su influencia política para hacer fortuna: ¿Cómo tales personajes iban a hablar de la escandalosa
pobreza y otros graves problemas que azotan el país? Ya
se sabe: en tiempos de incertidumbre, los votantes optan por quienes están
vinculados con el poder institucionalizado.