Por: Miguel
Antonio Bernal V.
“La vida de un
hombre se calibra por sus resultados. El
producto humano es el resultado que determina
el valor final de una existencia…” (Sófocles- Edipo Rey. Salvat Editores, Navarra,
España.,1969. Pág.179)
Hace casi cuarenta años, Roberto
Arosemena escribía en su obra sobre Octavio Méndez Pereira: “algunos días
desaparecen hombres iguales que los otros, sin embargo, transita una conmoción
general indicadora de valores nacionales suprimidos.”
El 9 de febrero del presente, el
fallecimiento de Roberto Arosemena Jaén, privó a Panamá de un abnegado y comprometido
patriota y ciudadano, en pro de las libertades y la Justicia. Perdió la
Universidad y la academia, a un distinguido y dedicado docente que, durante
varias décadas irradió luz y conocimiento desde su cátedra. Perdió Penonomé a
un ilustre y meritorio hijo. Perdimos, los hombres y mujeres que amamos a
Panamá, a un combativo luchador, fiel a sus principios.
A lo largo de su existencia, Roberto
fue sembrando principios y valores, compromisos, conocimientos, ejemplos, “testimonios
palpables de una búsqueda. Búsqueda con tropezones, pero siempre búsqueda de
las mejores orientaciones, de las mejores situaciones…” Roberto jamás se limitó a simplemente
predicar, Siempre practico lo que enseñó y no fue un filósofo más o un
espectador cualquiera
En una apretadísima síntesis, se dijo de
Roberto: “Durante los años 80 fue un
apasionado activista del civilismo. Enfrentó a los militares que gobernaron el
país entre 1968 y 1989 sin reservas. Arosema Jaén era un creyente de la
resistencia pacífica y no dudó en integrar movimientos políticos como el
Partido Nacionalista Popular (PNP) a finales de los 70 y también destacó por su
participación en el Partido Acción Popular (PAPO). En 1987, cuando estalló la
última gran ola de protestas contra los militares con la llamada Cruzada
Civilista, fue apresado y enviado a la entonces Isla Penal de Coiba”
Prisma de una República y Testigo de
Libertad, así como diversos ensayos y centenares de artículos, son parte del
legado de un ciudadano que deja un vacío. ¡Hasta
luego, Amigo!