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Dos Papas: dos modelos de hombre, dos modelos de Iglesia


Por: Leonardo Boff,
www.atrio.org / 06-enero-2020

Acabo de ver la película Dos Papas, del consagrado cineasta brasileiro Fernando Meirelles.

Considero que la película está técnica y estéticamente bien hecha, reproduciendo los espacios grandiosos del Vaticano y de sus jardines. Está basada en hechos históricos, por supuesto, con la creatividad que permite este tipo de arte, particularmente en la construcción de diálogos. Pero en ellos se entrevén sus respectivas teologías y sus afirmaciones conocidas.

Lo que digo es una opinión estrictamente personal. He tenido el privilegio de conocer personalmente a los dos Papas, con los cuales mantuve y mantengo relaciones bastante cercanas y de amistad.

Papa Ratzinger: finísimo y riguroso

Con el profesor Joseph Ratzinger tengo una deuda de gratitud por haber valorado positivamente mi tesis doctoral sobre “La Iglesia como Sacramento Fundamental en el Mundo secularizado”, voluminosa, más de 500 páginas impresas. Me ayudó financieramente con una cantidad considerable de marcos y encontró una editorial para su publicación, cuando nadie quería arriesgarse a publicar un libro de estas dimensiones. La recepción en la comunidad teológica internacional fue excelente, considerada una obra fundamental, especialmente por el reconocido especialista en el tema Iglesia Jean Yves Congar, dominico francés.
El profesor Ratzinger es una persona de trato finísimo, extremadamente inteligente, nunca lo he visto levantar la voz, pero es muy tímido y reservado.

Al saber que había sido elegido Papa, inmediatamente pensé: “Es un Papa que sufrirá mucho porque quizás no haya abrazado nunca a la gente, mucho menos a una mujer, ni haya estado expuesto a las multitudes”.

Nuestra amistad se fortaleció porque durante cinco años, a partir de 1974, en la semana de Pentecostés (que suele caer hacia mayo) alrededor de 25 reconocidos teólogos y teólogas progresistas de todo el mundo nos reuníamos en la ciudad de Nimega en los Países Bajos o en otra ciudad europea. Durante una semana discutíamos ecuménicamente, acompañados por un pequeño grupo de científicos, hasta de Paulo Freire, sobre temas relevantes del mundo y de la Iglesia. Editábamos una revista, Concilium, que se publicaba en 7 idiomas y aún se sigue publicando (en Brasil por la Editora Vozes). En ella, las mejores mentes del mundo colaboraron en las diferentes áreas del conocimiento, desde la sexualidad y la Teología de la Liberación hasta la moderna cosmología.

El Prof. Ratzinger se sentaba casi siempre a mi lado. Después del almuerzo, mientras casi todos echaban una siesta, él y yo paseábamos por el jardín, discutiendo temas de teología, nuestros favoritos San Agustín y San Buenaventura, de los cuales he leído prácticamente toda la obra.

Cada uno en su papel sin perder la relación

Hecho cardenal y presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tuvo la ingrata misión de interrogarme sobre el libro Iglesia: Carisma y poder en 1984. Cumplió institucionalmente su papel de interrogador y yo el de defensor de mis opiniones. Fue un diálogo firme pero siempre elegante por su parte, incluso cuando, después del interrogatorio, tuvimos una segunda parte, es decir, un encuentro aún más difícil con él y con los Cardenales brasileños Don Paulo Evaristo Arns y Don Aloysio Lorscheider que me acompañaron en Roma y testificaron a mi favor. Éramos tres contra uno. Debo admitir que él se sentía incómodo.

Después de un año, recibí la resolución del proceso doctrinal con la deposición de la cátedra de teología, de mis tareas en la Editorial Vozes y la imposición de un “silencio obsequioso” que me impedía hablar, enseñar, entrevistar y publicar cualquier cosa. La decisión final después del interrogatorio fue tomada por 13 cardenales (13 para romper el empate). Más tarde me enteré por un emisario de su secretario privado que él, el Card. Ratzinger, votó a mi favor, pero fue el voto perdedor. Hay que decir que cada vez que los periodistas le preguntaban sobre mí, él respondía con humor que soy “ein frommer Theologe” (un teólogo piadoso) que algún día profundizará su verdadero camino teológico.

La película no retrata la figura fina y elegante que lo caracteriza. En una escena levanta la voz y casi grita, lo que me parece totalmente improbable y en contra de su carácter.

A pesar de estar ahora en diferentes situaciones, él, Papa y yo, un teólogo promovido a laico, nunca perdimos nuestra amistad. En sus noventa años, cuando se organizó un Festschrift (un libro de homenaje), en el que escribieron muchas personas notables, a petición suya me pidieron que escribiera mi testimonio sobre él, lo cual hice con agrado. La amistad es más fuerte que cualquier doctrina siempre humana.


El Papa Francisco: tierno, fraterno e innovador

Con referencia a Jorge Mario Bergoglio, ahora Papa Francisco, diría lo siguiente: Nos conocimos en 1972 en el Colegio Máximo de San Miguel en Buenos Aires, exponiendo la singularidad del camino espiritual de San Ignacio de Loyola (él) y el camino espiritual de San Francisco (yo). Allí discutimos sobre hermenéutica de un francés, cuyo nombre no recuerdo, y también sobre la vertiente de la teología de la liberación argentina (del pueblo silenciado y la cultura oprimida), la nuestra brasileña y la peruana (sobre la injusticia social y la opresión histórica de los pobres y los afrodescendientes). De esta reunión hay una foto que él, desde Roma, tuvo la amabilidad de enviarme, donde aparecemos todo un grupo de teólogos y teólogas, la mayoría ya no están entre nosotros, algunos perseguidos y torturados por la represión bárbara del ejército argentino o del chileno. Después nos perdimos de vista.

El Papa Francisco: teólogo de la liberación integral

Supe por su profesor de teología, recientemente fallecido, Juan Carlos Scannone, el mayor representante de la teología de la liberación argentina, que Bergoglio entró a la Orden Jesuita como una vocación adulta (antes era químico, como aparece en la película). Inmediatamente se entusiasmó con este tipo de teología de la liberación de cuño argentino y allí hizo un voto que siempre cumplió, incluso como cardenal de Buenos Aires: cada semana pasaba una tarde o incluso un día en una villa miseria, siempre solo, entraba en las casas y hablaba con todo el mundo. No vivía en el palacio cardenalicio, ni tenía un coche. Andaba en bus o en metro. Vivía solo en un apartamento y hacía su comida.

Fue Superior Mayor de los Jesuitas de Argentina, actuando especialmente en la región de Buenos Aires. Joven, era muy riguroso. Aquí tuvo que enfrentarse a una situación muy grave que lleva en su corazón hasta el día de hoy: dos jesuitas, el padre Jalics y el padre Yorio (a este lo conocí personalmente en Quilmes) vivían en un barrio pobre, apoyando a los pobres y marginados. Los que trabajaban con el pueblo, como en Brasil en 1964 (y quizás también hoy bajo el nuevo gobierno autoritario de Bolsonaro) eran considerados marxistas y subversivos. Estaban vigilados por los órganos de seguridad militar. Bergoglio fue informado de que serían secuestrados con las torturas subsiguientes. Trató de salvarlos incluso apelando al voto de obediencia, típico de su Orden, en el sentido de que dejaran la favela para no ser víctimas de la represión violenta.

Ellos argumentaron de forma evangélica: “Un pastor no abandona a su rebaño, a su pueblo; participa de su destino; vale más obedecer al Dios de los pobres que obedecer a un superior religioso humano”.

Efectivamente fueron secuestrados y duramente torturados. Jalics se reconcilió con Bergoglio y vive en Alemania, mientras que Yorio se sintió abandonado y se distanció de él (murió en Uruguay hace años). Pude sentir su amargura personal al mismo tiempo que trataba de comprender el impasse al que se enfrenta una autoridad religiosa responsable en situaciones límite. Aun así, Bergoglio escondió a muchos en el Colegio Máximo de San Miguel o los llevó a la frontera de otro país para escapar de una muerte segura.

Papa Francisco: el cuidado de la Casa Común

Al ser elegido Papa, volvimos a comunicarnos. Sabiendo que había estado ocupado intensamente con el tema de la ecología integral, involucrando a la Casa Común, la Madre Tierra, me solicitó colaboración, lo que hice con asiduidad. Pero me advirtió: “no envíes los textos al Vaticano, porque no me los entregarán (el famoso sottosedere de la Curia: sentarse encima y olvidar), sino envíalos directamente al embajador argentino ante la Santa Sede, que todos los días muy temprano toma el mate conmigo”. Hice siempre eso. Dicen por ahí que se nota la presencia de mis pensamientos y temas en la encíclica Laudato Si’: sobre el cuidado de la Casa Común (2015). Pero la encíclica es del Papa y él puede eligir los consultores que quiere. También envié textos al Sínodo Panamazónico de 2019. Contestó agradeciéndolo.

Al elegir el nombre de Francisco bajo la inspiración de su amigo brasileño, el cardenal Cláudio Hummes, que le susurró el nombre de Francisco y de hacer una clara opción por los pobres, se transformó. El rigor jesuítico se unió con la ternura franciscana. Con los problemas internos de la Curia, la pedofilia y la corrupción financiera en el Banco Vaticano es extremadamente estricto. Por el contrario, con la gente es visiblemente tierno y fraterno.

Ningún papa anterior ha amonestado con tanta dureza al sistema que ha perdido su sensibilidad, su solidaridad con los millones de pobres y hambrientos, su capacidad de llorar y es adorador del ídolo del dinero. Depreda la naturaleza y es anti-vida y anti-Madre Tierra. No necesitamos indicar a qué sistema se refiere. Su opción por los pobres es rotunda. Debido a sus valientes posturas ante la emergencia ecológica de la Tierra, el calentamiento global y la deshumanización de las relaciones humanas, se ha convertido en un líder religioso y político. Su voz es escuchada y respetada en todo el mundo.

Dos modelos de hombre y dos modelos de Iglesia

El propósito de la película es mostrar dos modelos de personaje religioso y dos modelos de Iglesia.

Primero muestra cómo Ratzinger y Bergoglio, ambos, son humanos, profundamente humanos. En este sentido, ambos tienen su lado positivo y también su lado oscuro. El Papa Benedicto XVI, su indulgencia y leniencia con los pedófilos. No debemos olvidar que escribió a todos los obispos, bajo sigilo pontificio que nunca debe romperse, para que no entregasen a los sacerdotes y obispos pedófilos a los tribunales civiles. Esto desmoralizaría a la institución de la Iglesia. Debían confesar el pecado y ser trasladados a otro lugar. El Papa no se dio cuenta suficientemente de que no se trataba solo de un pecado perdonable por la confesión. Era un crimen contra inocentes que la justicia común debía investigar y castigar. No se pensó en las víctimas, solo en salvaguardar la imagen de la Iglesia institución. Tal omisión fue fuertemente criticada por el Cardinal Bergoglio como aparece claramente en la película.

El papa Benedicto XVI siguió la huella de Juan Pablo II, que era moral y doctrinalmente conservador. Intentó relativizar el aggiornamento del Concilio Vaticano II (1962-1965). Veía a la Iglesia como una fortaleza asediada por todos los lados por enemigos, es decir, por los errores y las desviaciones de la modernidad. La solución propuesta fue volver a la gran disciplina anterior, proveniente del Concilio de Trento (1545-1563) y del Concilio Vaticano I (1869-1870). La centralidad era la ortodoxia y la sana doctrina, como si las predicas fuera lo que salvaba y no las prácticas. En esta línea, el Card. Joseph Ratzinger fue estricto: más de 110 teólogos y teólogas fueron condenados, depuestos de sus cátedras, silenciados (en Brasil, Yvone Gebara y yo personalmente) o castigados de alguna manera. Uno de ellos, un excelente teólogo, fue condenado sin ninguna explicación. Estaba tan deprimido que pensó en suicidarse. Solo se curó cuando fue a América Central para trabajar con las comunidades eclesiales de base. La vida de fe del pueblo sencillo y pobre le devolvió el sentido de la vida.
Hubo un invierno eclesial severo. Toda una generación de sacerdotes se formó en este estilo doctrinal, con la mirada puesta en el pasado, usando los símbolos del poder clerical. Del mismo modo, fueron consagrados una pléyade de obispos, más autoridades eclesiásticas ortodoxas que pastores en medio de su pueblo.

El Papa Francisco es un modelo distinto de personalidad religiosa. Él viene del fin del mundo, fuera de la vieja y casi agonizante cristiandad europea. Y ha traído una primavera para la Iglesia y para el mundo político mundial.

Primeramente, innovó los hábitos. Al negarse a usar la “mozzeta”, esa pequeña capa blanca llena de brocados que los papas llevaban sobre sus hombros, símbolo del poder absoluto de los emperadores romanos paganos, en la película dice claramente: “el carnaval ha terminado”. No acepta la cruz de oro, continúa con su cruz de hierro; rechaza los zapatos rojos (de Prada) y continúa con sus viejos zapatos negros. No se anuncia a sí mismo como Papa de la Iglesia, sino como Obispo de Roma y solo a partir de ahí, Papa de la Iglesia universal. Al ser presentado como nuevo Papa pide al pueblo que rece por él y le dé la bendición. Solamente después él bendice al pueblo. Aquí aparece claramente una nueva visión teológica, conforme al Concilio Vaticano II: primero viene el Pueblo de Dios y después el Papa y las demás autoridades eclesiásticas al servicio de este Pueblo de Dios.

Anima a la Iglesia no con el derecho canónico, sino con el amor y la colegialidad (en consulta con la comunidad de obispos). En su primer discurso público dice: “cómo me gustaría una iglesia pobre y para los pobres”. No vive en el palacio papal, lo que sería una ofensa para el poverello de Asís, sino en una casa de huéspedes. A la hora de comer guarda fila como los demás y comenta con humor: “así es más difícil que me envenenen”.
Prescinde de un automóvil especial y de un cuerpo de protección personal. Se mezcla entre la gente, da las manos a quienes se las extienden y besa a los niños. Es padre y abuelo querido de las multitudes.

Su modelo de iglesia es el de un “hospital de campaña” que atiende a todos sin preguntar de dónde vienen y cuál es su situación moral. Es una “iglesia en salida” hacia las periferias humanas y existenciales. Respeta los dogmas y las doctrinas, pero afirma claramente que prefiere situarse vivamente ante el Jesús histórico, optando por un encuentro directo con las personas y el cuidado pastoral de la ternura. Insiste en que Jesús vino a enseñarnos a vivir el amor incondicional, la solidaridad y el perdón. Para él es central la misericordia infinita de Dios. Y va más allá al decir: “Dios no conoce una condenación eterna, porque perdería ante el mal. Y Dios no puede perder. Su misericordia no tiene límites”. Por lo tanto, llama a todos, una vez purificados de su maldad, a la casa que el Padre y Madre de bondad han preparado para todos desde la eternidad. Morir es sentirse llamado por Dios y uno va alegremente al Gran Encuentro.
En términos de ecumenismo, enfatiza que las distintas iglesias deben reconocerse mutuamente y todas juntas ponerse al servicio del Reino de justicia, de solidaridad, de fraternidad y de amor, alimentando la llama sagrada de la espiritualidad que se oculta dentro de cada persona.

Es otro tipo de pontificado, otro modelo de ser humano que reconoce que perdió la paciencia cuando una mujer tiró de su mano y se la apretó con fuerza. Molesto, le palmeó la mano dos o tres veces. Pero al día siguiente pidió públicamente perdón. Es naturalmente humilde y reconoce su debilidad.



Dos Papas: diferentes y complementarios

El Papa Francisco abrió toda su humanidad, dándose el derecho a la alegría de vivir, de animar a su equipo favorito, el San Lorenzo, de disfrutar de la música de los Beatles, y hasta conquistó al Papa Benedicto XVI para bailar un tango, impensable en un severo académico alemán. Aquí aparece no el Papa, sino el hombre Bergoglio que desentraña la humanidad recogida del hombre Ratzinger. Ambos son diferentes, pero se unen en el baile de un tango de personas mayores.

La película es una hermosa metáfora de la condición humana, con dos formas diferentes de realizar la humanidad, que no se oponen, sino que se componen y completan, una con ternura y la otra con vigor.

Vale la pena ver la película, porque nos hace pensar y nos ofrece lecciones de escucha mutua, de diálogo abierto, de verdades dichas sin tapujos y una amistad que va creciendo a medida que la relación se distiende con cada encuentro. El perdón que se dan uno a otro y el abrazo final, largo y amoroso, engrandece lo humano y lo espiritual presente en cada uno de nosotros.

*Leonardo Boff es teólogo, filósofo y miembro de la Comisión Internacional de la Carta de la Tierra.

Elementos para un análisis de coyuntura

Panamá, ENERO 2020

Por: Jorge Sarsaneda del Cid
Panamá / 02-02-20

1. En general

Se cumplen los siete meses del nuevo gobierno. Pocas cosas se aclaran y muchas se complican. Surgen como hongos en tiempo de lluvia, los problemas de agua, comunicación, inseguridad, desempleo, y los diputados siguen en su “fiesta” particular: conseguir lo que puedan al menor costo, politiqueando y engañando. Alguno que otro diputado cuestiona, pero la mayoría está metida en las “fiestas”, la regaladera, la gastadera, lo no importante. El año comienza con muchos problemas y sin vislumbrarse un camino claro. Hay grave peligro por el coronavirus, pero ¡cuidadito con tocar los carnavales!

2. En particular

2.1. Economía: Al fin de mes, los precios* están como sigue: petróleo brent, 54.19 dólares el barril (bajó); arroz, 13.59 el quintal (subió); café, 1.10 la libra (bajó); cobre, 2.68 la libra (bajó); oro, 1,578.20 la onza (subió); plata, 18.11 la onza (subió); gas natural, 1.89 el BTU (bajó).[1] [LP-270120]. Todas las bolsas, con excepción de la alemana, bajaron. En el Dow Jones, todos los índices bajaron a excepción de Intel, American y Coca-Cola. O sea, el panorama no es bueno.
+ Otros indicadores:
            *Deuda: En 2019, fue de 31,018 millones de dólares; en 2020 será de 32,436 millones. Se calcula que en 2024 será de 40,436 millones. Debería mantenerse -por ley- debajo del 40% del PIB, ahora está en el 41.2%; para 2020 se espera que el PIB sea de 73,167 millones (LP/ 060120). Por otra parte, los contribuyentes le adeudan al Estado 1,500 millones de dólares (LP-310120).
            *Planilla estatal: En la entrega anterior hablábamos del aumento que hubo en 2019 de este rubro. No sólo es el aumento sino la forma y con quiénes. ¿Botín político le llaman? Relacionado con esto, hubo muchas críticas a funcionarios que tienen un sueldo en la administración y, además, forman parte de una, dos, tres y hasta cuatro directivas de instituciones, lo cual supone otros ingresos. El caso de la ACP es escandaloso: el administrador tiene un sueldo (lo subieron) de 26,666 dólares mensuales (808.00 por día); por tanto, los que asisten a la directiva tienen una dieta de 808.00 dólares por reunión (¿????!!!!!). El otro escándalo es que hay personas en cargos de elección que cobran ese sueldo y el anterior que tenían (conozco algunos en esta situación). Dicen que son más de trescientos. ¿Contención del gasto? ¿Privilegios? ¿Inconstitucionalidad?
            *Marina Mercante y puertos: Panamá tiene el primer lugar en el mundo en embarcaciones bajo su bandera (8,289). Esto supone un buen ingreso (106 millones al año) para el país. Y eso que nos han obligado a sacar barcos iraníes. Así anda nuestra soberanía (LE-160120). Las terminales portuarias movieron 7,346.4 millones de TEU (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies) en 2019. Fue un aumento del 4.7% con relación a 2018.
            *Contratos: Se canceló -¡por fin!- el contrato a IBT por la construcción fallida del centro de reclusión femenino. Empezó en junio de 2017, lleva 35% de avance, debería llevar 78% y, hasta ahora, el costo es 27.6 millones. IBT tiene cuatro hospitales pendientes, que han dejado sin construir. Dicen que el gobierno les debe 3 millones (LP-300120).
           
2.2. Política:
+ El gobierno sigue con “gabinetes temporales”: agropecuario, turístico, social, de seguridad y logístico. El problema es que se han convertido en sesiones políticas para contentar a la gente y lanzar discursos mitinescos que no llevan a nada. Después de cada reunión de ministros se sigue dando conferencias de prensa, lo cual supone una novedad en cuanto a información. Sigue la cantaleta de la “década perdida”, como si todo empezara de cero.
+ Reformas constitucionales: La Asamblea, después muchas indecisiones, aprobó retirar las reformas constitucionales (“el paquete”, le dicen) que había presentado el Ejecutivo y que los diputados -para variar- cambiaron, tergiversaron, afearon, distorsionaron, hicieron indigeribles y rechazables.
+ Asamblea: Como no podían quedarse sin meter las patas, los diputados aprobaron una reforma necesaria al Código Penal, pero con un “camarón” dentro: obligación de servicio comunitario para condenados que hayan “negociado” sus declaraciones. Esto supone soltar “por ahí” a narcos, asaltantes, y quién sabe a quién más. ¿A quién defienden? A ver qué pasa.
+ Asuntos serios, pendientes de decisión: la resolución de casos de “alto perfil”, aunque algunos los están desechando; el agua para la población y el canal; todos los proyectos que afectan la ecología (electricidad, agua, tala indiscriminada, puentes, comunicación, contaminación de ríos y mares); el asunto de la educación sexual; el hospital del Niño, el hospital oncológico, el cuarto puente, ...

2.3. Sociedad: Habría varias cuestiones que comentar:
+ “Terror en el Terrón” = Así, y de la manera más amarillista posible, fue tratado el triste caso de una masacre (7 asesinatos) en la Comarca Ngäbe-Bugle. Se ha hablado de “fanatismos, demonios, necesidad económica, ignorancia, ingenuidad, pobreza, sociópatas, maldad intrínseca, actitudes pasivas, conflictos de identidad, hasta para qué sirven las comarcas” (ver p.e. LE-220120). Ahora, muchos se dan cuenta que las comunidades indígenas viven “marginadas”, sin mayores recursos, con graves problemas de comunicación. ¿Tenía que ocurrir esto para enterarnos? Por último, aquí hay un problema que nadie ha querido tocar: la invocación de los “demonios”. Todos, cristianos y no cristianos, andamos hablando de “sacar demonios”. Incluso, ¡¡¡¡se convocan reuniones para escoger “exorcistas”!!!! Después nos quejamos y atribuimos a ignorancia lo que es culpa de la educación general.
+ Educación = Se acerca el año escolar y empiezan a “avisar” que habrá escuelas en reparación, en otras no se ha trabajado lo debido y, por supuesto, vendrán las huelgas y paros para protestar por las “condiciones pésimas” de los centros. ¿Por qué no hacen las protestas antes del año escolar? Con los pésimos resultados del año pasado, ¿todavía se piensa que con huelgas se van a resolver esos problemas? ¿Por qué en vez de pedir y pedir, no se ofrece hacer algo más en favor de los niños? Por ejemplo, aprender a pensar, por decir algo sencillo.
+ Salud = “Salta” nuevamente el problema del Seguro Social. Como cada cinco años, se hacen promesas, acusaciones, exigencias, el “no-vamos-a-permitir” está a la orden del día y, al final, todo queda en nada. Pareciera que ahora se van a dar pasos en serio. Repito, pareciera. Hay 38 mil empleadores morosos: ¿quiénes son los que están robando así? No hay estados financieros: ¿POR QUÉ? ¿No es obligación de la directiva hacerlo o exigirlo? Se habla de mafias: ¿quiénes son? ¿Son narcos? ¿Por qué les tienen tanto miedo? Hay 200 mil pensionados, pero el 68.5% recibe menos de 500 dólares. La esperanza de vida es de 78 años y la tasa de natalidad es de 1.8%, por tanto, hay menos jóvenes y más “viejos”, por tanto, se necesita cobertura por más tiempo (LE-150120). ¿Qué vamos a hacer?
+ Inseguridad = En la tv se hablaba de 65 asesinatos en el mes de enero. ¿Qué plan hay para contener esto? ¿Quiénes introducen armas al país? ¿Por qué se gasta tanto en uniformes de gala y pertrechos y no se invierte en medios de control y mejores cárceles? Se dice que la ola de asesinatos es -en parte- consecuencia de la matanza de la Joyita. Ese informe dejó mucho que preguntar.
+ Agua = Informan que se gastaron 104 mil millones de galones de agua en 2019 (supongo que es de los acueductos, no se dice nada de pozos, fuentes naturales, etc) y que cada persona gasta 100 galones por día. En la región se gasta entre 50 y 60 galones por día. Y eso que no tenemos agua.
+ Corrupción = Un tema que está muy presente, y pareciera que está, incluso, dentro de la gente. Panamá está en el lugar 101, entre 180 países.
+ JMJ = Luego de UN AÑO de espera, la iglesia católica dio cuentas sobre la JMJ. Del gobierno, por supuesto aún nada y quién sabe si lo sabremos. El problema es que la tal rendición de cuentas no ha dejado satisfechos a muchos. ¿Tanto cuesta decir recibimos esto, gastamos esto, el saldo es este? ¿Las donaciones en especie no se pueden calcular o, aunque sea, mencionar?

3. Conclusión:

Lo que más resalta en este mes: la inseguridad (asesinatos y Alto Terrón). ¿A dónde vamos? ¿Qué país queremos?

Mientras tanto, el gasto no se contiene y parece que va a aumentar; el circo es permanente; la posición internacional de Panamá anda por el suelo. Pasó el 9 de enero con muchos actos y discursos, pero seguimos haciéndole caso al gobierno gringo en todo (boicot a petroleros iraníes, el canal sigue siendo objetivo militar, operaciones militares anuales en Panamá, militares gringos en bases en Panamá, no está claro el papel de la DEA en Panamá, …).

Son elementos (y opiniones) para el análisis…

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*Los datos son tomados de periódicos La Prensa (LP) y La Estrella (LE) o de tv-radio.
  ¿Por qué fijarnos de estos precios? Porque dependemos del petróleo y hay que seguir lo que suceda con ese precio, si es más caro, pagamos más por la gasolina, como de hecho sucede. Porque no somos autosuficientes en producción de arroz, de modo que hay que vigilar ese precio, además de mejorar nuestra producción nacional. Porque el café es un ingreso importante y hay que mejorar la calidad y cantidad; además, muchos ngäbe dependen de ese precio. Porque el cobre, el oro y la plata comenzaron a producirse en la mina de Donoso y Panamá recibe solamente el 2% de las regalías (lo cual es una miseria). Además, hay otras cuatro posibles minas (concedidas en exploración) de cobre y oro. El gas natural es el futuro de la energía en Panamá, según dicen.




"El acuerdo del siglo" es el apartheid




Mapa de un futuro Estado palestino en el plan de la Administración de Trump

Finalmente, y con gran fanfarria, el presidente Trump dio a conocer su tan esperada propuesta de paz en el Medio Oriente. La propuesta fue etiquetada como “El acuerdo del siglo” porque se suponía que debía ofrecer una solución imparcial y justa a uno de los conflictos más intratables del mundo. En cambio, resultó en algo muy diferente. “El acuerdo del siglo” resucita y restaura el gran apartheid, un sistema político racista que debería haber quedado en los basureros de la historia.

Bajo el nuevo plan de paz presentado por el presidente Trump, a los palestinos se les otorgará una autonomía limitada dentro de una patria palestina que consiste en múltiples enclaves no contiguos, diseminados por Cisjordania y Gaza. El gobierno de Israel mantendrá el control de seguridad sobre los enclaves palestinos y continuará controlando sus fronteras, el espacio aéreo, los acuíferos, las aguas marítimas y el espectro electromagnético. Israel podrá anexarse ​​el Valle del Jordán y las comunidades judías de Cisjordania. A los palestinos se les permitirá elegir a los líderes de su nueva patria, pero no tendrán derechos políticos en Israel, el Estado que realmente los gobierna.

 El plan del presidente Trump para el control y la segregación racial debería sonar inquietantemente familiar. De hecho, debería recordar de inmediato las tierras de origen bantú que fueron la piedra angular del "gran apartheid" de Sudáfrica. Mientras que "pequeño apartheid" era el término utilizado para describir la segregación racial en autobuses e instalaciones públicas, "gran apartheid" se refería a las numerosas leyes que imponían la separación territorial y política entre los sudafricanos negros y blancos.

Los países de origen bantú, que fueron claves para la separación territorial y política de los grupos raciales, tuvieron su origen en las Leyes de tierras de 1913 y 1936, que crearon reservas para la población negra nativa. Luego, en 1970, la Ley de Ciudadanía de las Tierras Bantú convirtió a la población nativa en ciudadanos legales de sus bantustanes, negando a los sudafricanos negros los derechos políticos en la Sudáfrica blanca. El gobierno sudafricano creó territorios de origen bantú para afirmar que Sudáfrica, un Estado con una población negra mayoritaria, era en realidad un Estado con una población blanca mayoritaria. La patria bantú era un juego de manos político, un intento mal velado de dar al gobierno étnico racista la apariencia de respetabilidad democrática.

Al igual que el gran apartheid de Sudáfrica, el plan de Trump separa física y políticamente a los palestinos al colocarlos dentro de un Estado no contiguo (Áreas A y B y Gaza) y declararlos ciudadanos de esa patria. Al igual que el gran apartheid de Sudáfrica, el plan Trump otorga autonomía a la patria palestina sobre asuntos civiles como educación y atención médica, mientras áreas críticas como el comercio, la inmigración y la seguridad permanecerán bajo control israelí.

Al igual que el gran apartheid de Sudáfrica, el plan de Trump es un juego de artimañas político, un intento poco velado de afirmar que Israel, un Estado que gobierna aproximadamente el mismo número de judíos y palestinos, es en realidad un Estado de mayoría judía. También -como el apartheid de Sudáfrica- la Administración de Trump afirma que los bantustanes son una solución temporal. Una vez que la población indígena esté lista para el autogobierno, algún día se les otorgará algo que se asemeja a un Estado.

Utilizando una combinación de palos y zanahorias financieras -algunas de las cuales se dieron a conocer en junio pasado en la cumbre económica en Bahrein- la Administración de Trump tratará de obligar a los palestinos a aceptar el “plan de paz” ​​y declarar la independencia dentro de su tierra natal, al igual que el apartheid de Sudáfrica.

El Gobierno sudafricano intentó una vez forzar a la población negra nativa a declarar su independencia dentro de sus bantustanes. Si bien el liderazgo compinche de algunos bantustanes efectivamente declaró la independencia, el gran apartheid de Sudáfrica finalmente fracasó porque los líderes locales, incluido el Congreso Nacional Africano y el legendario Nelson Mandela, emprendieron una decidida y poderosa campaña internacional contra el apartheid.

El plan de paz del presidente Trump fue etiquetado como “El acuerdo del siglo" porque se suponía que debía traer paz y dignidad a la gente de Medio Oriente. En cambio, el "plan de paz" hace exactamente lo contrario y resucita el apartheid, un sistema político racista que debería haber quedado en los basureros de la historia.

El plan de paz de Trump no puede y no debe implementarse porque da a los israelíes la ilusión de seguridad mientras los atrapa en realidad dentro de un régimen inestable basado en la opresión racial.
El plan de paz de Trump no puede ni debe implementarse porque viola gravemente los derechos y la dignidad del pueblo palestino y muy probablemente constituye un crimen contra la humanidad según el Estatuto de Roma (1998).

El plan de paz de Trump no puede y no debe implementarse porque una vez que miramos más allá de las serpentinas y confeti, resulta que “El acuerdo del siglo” no es nada más que el apartheid.

Sheena Anne Arackal tiene una maestría de la Escuela de Políticas Públicas de Harris de la Universidad de Chicago y un doctorado en ciencias políticas de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Ahora con sede en Houston, Texas, se especializa en el campo de los conflictos étnicos.



9 de enero: Día de la Independencia


Por: Olmedo Beluche
(Discurso pronunciado en el acto oficial de la Universidad de Panamá el 9 de enero de 2018).

Para empezar, dos afirmaciones axiomáticas sobre el 9 de enero de 1964, que sin embargo se las pasa por alto constantemente: uno, ese día hubo una verdadera revolución popular antiimperialista en Panamá y, dos, fue nuestra verdadera gesta por la independencia nacional del siglo XX.

El 9 de enero no fue una protesta más en la larga lista de movilizaciones populares panameñas contra la presencia norteamericana. Por su masividad, combatividad y heroísmo popular fue una revolución, en todo el sentido legítimo de la palabra, y constituyó un verdadero salto adelante hacia la independencia nacional del tutelaje colonial. Fue un acontecimiento a partir del cual hubo un antes y un después. Por eso fue una revolución popular antiimperialista y descolonizadora.

Si comparamos el 9 de enero con el 3 de noviembre de 1903, fecha que la oligarquía gobernante nos ha presentado como el día de la independencia, vemos las diferencias que resaltan con claridad y desenmascaran aquella conspiración de una élite con intereses foráneos por la que imperialismo yanqui nos separó de Colombia, no para hacernos libres y soberanos, sino para apropiarse del territorio, el canal y convertirnos en protectorado.

1+ Mientras el 3 de noviembre de 1903 se fraguó un acuerdo entre un puñadito de oligarcas panameños, los accionistas de una compañía francesa tramposa, grandes capitalistas de Wall Street y el gobierno imperialista de Teodoro Roosevelt; el 9 de enero fue un acontecimiento espontáneo en que el pueblo panameño, compuesto en su mayoría por obreros asalariados y sus hijos, la vanguardia estudiantil forjada en la FEP, acudió en masa cuando se enteró de la afrenta a la bandera y a los institutores.

2+ Mientras el 3 de noviembre se impuso la fuerza militar norteamericana con una invasión de al menos 10 acorazados y miles de marines; el 9 de enero, el pueblo panameño, pese a la falta de armas, puso el pecho a la metralla derrotando moralmente a la fuerza de ocupación.
3+ Mientras el 3 de noviembre el pueblo panameño fue un espectador pasivo de unos hechos que dirigían otros desde las élites; el 9 de enero entre 40 y 60 mil personas rodearon la Presidencia de la República exigiendo armas al gobierno, el cual, para no entregarlas, se vio obligado a romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, algo impensable para un oligarca como Roberto Chiari.

4+ Mientras el 3 de noviembre no es más que una burda intervención militar extranjera para convertirnos en colonia, que los libros de texto y la propaganda han tratado de ocultar; el 9 de enero es un acto refulgente de soberanía popular.

5+ Mientras el 3 de noviembre ha tenido que ser cubierto con un manto de falacias históricas, para hacer parecer a nuestros ancestros como anticolombianos y a Colombia como un supuesto imperio explotador; el 9 de enero es fruto de la diáfana lucha generacional contra las consecuencias del 3 de noviembre, el Tratado Hay-Bunau Varilla, las bases militares y la Zona del Canal.  Lucha que pasó por gestas como el Movimiento Inquilinario de 1925, el movimiento antibases de 1947, la siembra de banderas y la Operación Soberanía en los años 50.

6+ Mientras el 3 de noviembre nos heredó falsos héroes pintados de próceres que vivieron la comodidad de ser los dueños del país y murieron en sus camas; el 9 de enero lo parió la heroicidad de todo un pueblo que no temió morir, que entregó la vida de una veintena de los suyos, que sacrificó los cuerpos de más de 500 heridos capitaneados por jóvenes valientes, algunos que cayeron al fragor de la lucha, como Ascanio Arosemena; otros que fueron asesinados posteriormente como Juan Navas y Floyd Britton.

7+ Mientras el 3 de noviembre nos enajenó la soberanía y los beneficios de nuestro principal recurso, con el Tratado Hay-Bunau Varilla, que se firmó no por casualidad 15 días después; el 9 de enero creo las condiciones para que Estados Unidos aceptaran sentarse a negociar un nuevo tratado que derogara la perpetuidad, las bases militares y traspasara la administración del canal a nuestra república.

8+ Mientras los apologistas del 3 de noviembre procuran infundir un seudo nacionalismo plagado de chauvinismo y anticolombianismo y exaltación por la intervención norteamericana que “nos salvó” (dicen); el 9 de enero es producto de un acendrado antiimperialismo de rasgos bolivarianos fraguado en la conciencia de nuestros obreros y estudiantes por acontecimientos como el golpe de estado contra Jacobo Arbenz, tramado por la United Fruit, el golpe contra Perón dirigido por el embajador norteamericano y la gloriosa Revolución Cubana.

9+ Mientras el 3 de noviembre produjo instituciones débiles y corruptas controladas por una docena de familias; el 9 de enero produjo el atisbo de lo que será la democracia obrera y popular, cuando decenas de miles se autoorganizaron en los llamados Comités de Defensa de la Soberanía, unos para llevar heridos al hospital, otros para donar sangre, otros para buscar armas, otros para combatir.

10+ Mientras el 3 de noviembre dio por fruto un país pauperizado a partir de 1914, cuando se inauguró el canal, con una zona con la que no se podía comerciar y una anualidad tan ridícula que los gobiernos con algo de dignidad la rechazaron; el fruto del 9 de enero es un país con un canal y unas áreas revertidas que han catapultado el crecimiento económico y aportado decenas de miles de millones al fisco. Si no aporta más y si está administrado el canal por una élite oligárquica, es producto de otro acontecimiento que no analizaremos aquí: la invasión del 20 de diciembre de 1989, a la que le debemos esta pseudodemocracia corrupta, estos planes económicos neoliberales y los acuerdos de seguridad que violan la soberanía.

En esta conmemoración de la Gesta Heroica del 9 de enero de 1964, miramos hacia ella no en actitud de mera contemplación, sino para comprender, aprender y actuar conforme a los principios, la determinación y el valor que movió a nuestros verdaderos próceres: los Mártires del 9 de nero.

Con ellos y su ejemplo, seguimos luchando por soberanía, por independencia, por democracia y sobre todo firmes con el grito de guerra: ¡BASES NO!


Del Código Excalibur a las fuerzas anti alienígenas de Trump


www.publico.es / 311219

En 1983 Ronald Reagan, un fanático religioso y actor del cine convertido en presidente de EEUU, lanzó su Guerra de las Galaxias con el código Excalibur: iba a enviar al espacio unos 2,200 satélites equipados con unas armas portadoras de partículas subatómicas, aun por inventar, y que con una velocidad de la luz iban a destruir las cabezas nucleares soviéticas hipotéticamente disparadas en dirección a EEUU. El proyecto no se llevó a cabo: costaba unos 20,000 millones de dólares, y no servía más que para un video juego infantil.

Hoy, 34 años después, el Congreso de EEUU, de mayoría demócrata, ha aprobado un proyecto de ley de “defensa”, con un presupuesto de 738,000 millones de dólares que incluye la creación de la Fuerza Espacial (FE) propuesta por otro “presidente por accidente” llamado Donald Trump, quien afirma que el espacio es el «nuevo dominio de combate».

Esta declaración de guerra al mundo, como de costumbre, va acompañada por una megamentira: que “EEUU ha perdido la supremacía militar en el espacio a Rusia y China” y no podría «sobrevivir a un ataque furtivo de China” o que el país de Mao «puede instalar una base militar en polo sur de la luna” y ¡convertir la Vía Láctea en la Ruta de Seda espacial! Pero ¿no es cierto -como afirma la versión oficial-, que el mayor ataque a EEUU, el 11S, fue realizado por una fuerza “llegada de la Edad de Piedra” que no con una “Espacial”?

Resulta que EEUU sigue liderando la capacidad satelital y la tecnología militar espacial, y posee unos 901 satélites (en comparación con 280 de China y los 150 de Rusia), y planea lanzar 1.300 satélites más.

El presidente Madman, de rostro anaranjado, de EEUU cree que las armas de destrucción masiva que hay en la Tierra no son suficientes para acabar con todos los seres vivos del cosmos.

La Odisea Espacial de Trump

Aunque desde 1982 ya existe el Comando Espacial en la Fuerza Aérea de EEUU, que emplea a 36,000 individuos, los motivos por los que Trump necesita crear otro, son:

+ Sobornar a la industria armamentística en la víspera de las elecciones del 2020. El Congreso, en un atraco sin precedente al dinero público aprobó un anticipo de 40,000 millones de dólares para la puesta en marcha de la FE, que contratará, inicialmente, a 16,000 personas. La dimensión de lo que va a ganar la industria militar sólo es comparable con lo que obtuvo con el 11S y la farsa de la Guerra contra el Terror: el fin de la Guerra Fría le había cerrado el grifo y tuvieron que inventar un nuevo Coco contra quien luchar. El 12 de septiembre, es EEUU que golpea a sí mismo, otorgando sus riendas a unos pistoleros, que lanzaron operaciones militares ilimitadas, se deshicieron de las armas viejas, probaron las nuevas (como los drones), a costa de la destrucción de naciones enteras y la vida de cientos de millones de personas, entre muertas, heridas, mutiladas, desplazadas y refugiadas. Un dato revelador: Los cazas F-22, fabricados en los ochenta para enfrentarse a los cazas soviéticos semejantes (que ni se habían construido), nunca se utilizaron. ¿Qué más da? Lockheed Martin ahora está construyendo 2,443 aviones F-35, por un valor de 323,000 millones de dólares. El negocio de la “guerra perpetua”, trae ingresos perpetuos para este crimen organizado, y pérdidas perpetuas, no sólo para cientos de millones de personas de otros estados, sino para los propios ciudadanos de EEUU.

Según Children’s Defense Fund, en el país más rico del planeta, 40 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza -el doble que hace cincuenta años-, de ellos 13 millones son niños. El número de los menores sin hogar, 1.5 millones, es tres veces más que durante la Gran Depresión de la década de 1930.

Al presupuesto del Pentágono, que son 750,000 millones de dólares para 2020 se deben sumar los 70,000 millones destinados a las 16 agencias de inteligencia, otros 70,000 millones que va al Departamento de Seguridad Nacional, más 30,000 millones asignados al Departamento de Energía, los 200,000 millones para la Administración de Veteranos, y lo que se destina a otros departamentos para fines militares, como la de Justicia, que recibe miles de millones de dólares para buscar “terroristas” fantasmas contra quienes luchar: llegó a cambiar la definición del “terrorismo” para poder incluir a un mayor número de personas de todo el mundo.

Este departamento está vinculado con la industria carcelera -cuyo negocio sin fronteras se extiende desde el Guantánamo en Cuba hasta el Bagram en Afganistán, pasando por Rumania y Polonia-, encargado de practicar la pedagogía del terror estadounidense. Muchos son los agujeros oscuros que absorben el pan, la salud y el techo de millones de personas de aquel país.

+ Mantener y ampliar la colosal máquina de matar del imperialismo de EEUU, ahora que va dejando de ser la superpotencia económica, comercial y tecnológica.

+ Privatizar el espacio, poniendo una puerta militar al cielo, y decidir qué países, qué corporaciones y en qué condiciones pueden acceder a él.

+ Convertir en un arma de guerra a la propia galaxia, que ya está militarizado, para mantener su dominio militar en la Tierra. De hecho, la FE será un comando geográfico al igual que el comando europeo (Eucom), el africano (Africom), el central (Centcom), el pacífico (Pacom), el norte (Northcom), el sur (Southcom) y el estratégico (Stratcom).

+ Colocar interceptores de misiles o armas satelitales en el espacio, con el fin de bloquear o piratear las señales de los aparatos de otros países, ya no solo con las virguerías electrónicas sino también con armas antisatélite (y aviones de combate equipados con láser, e instalar ojivas nucleares en la órbita), atentando contra las comunicaciones, la navegación aérea, y otros servicios civiles de otras naciones.

+ Militarizar aún más la política exterior de EEUU: el cese de Rex Tillerson puso fin a la diplomacia en el gobierno de Trump.

+ Colar a Trump en alguna página de la historia por algo tan grande como el tamaño del universo (ahora que no le vendieron Groenlandia) y también a la medida de la estupidez de quienes le aplauden ilusionados por “poner botas (militares) en la Luna” para 2024. ¡Es vital para la psique del estadounidense provinciano saber que está gobernando el mundo!

¿Y por qué los demócratas han apoyado el proyecto? En EEUU la economía basada en la guerra tiene un nexo directo con la dependencia política de EEUU del militarismo. Muchos gobernadores de ambos partidos no estarían en la Cámara sin el dinero de las compañías de armas de su región invertidos en sus campañas.

Así empezó el Star trek trumpiano

La FE no es una ocurrencia de Donito Trumpolini y su familia: él sólo tiene el encargo de llevar adelante esta nueva fase de la doctrina militar de EEUU. Fue después de la Segunda Guerra cuando Washington acogió a los científicos nazis quienes regalaron a los nuevos patrones su conocimiento técnico, empapado de la ideología supremacista: En Redstone Arsenal situado Huntsville, el corazón del militarismo espacial del mundo, fabricaron un misil balístico para transportar armas atómicas. Y cuando en 1957, la Unión Soviética lanzó Sputnik, exhibiendo su capacidad para explorar el espacio, EEUU aceleró el proyecto del presidente Eisenhower en crear la NASA en 1958, agencia de apariencia civil, que distraería la atención en los proyectos espaciales con fines militares.

En 1967, EEUU, la URSS y China y otros países firmaron el Tratado del Espacio Exterior, que autoriza la exploración y el uso del espacio exterior para todas las naciones y prohíbe que alguno pueda reclamar soberanía sobre él o desplegar armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares, aunque se le olvidó impedir actividades militares en el cielo.

En 2001, China propuso el tratado de prevención de una carrera armamentista en el espacio ante la ONU, sin conseguir que EEUU lo firme. Seis años después, el régimen de George W. Bush, formado por personas vinculadas con las compañías de armas y de petróleo, bloqueó la resolución de la ONU sobre el control de armas en el espacio, mientras derogó el Tratado sobre Misiles Anti-Balísticos firmado con la URSS en 1972. La guerra del golfo Pérsico de 1991 será la «primera guerra espacial»: en ella EEUU utilizará los satélites para atacar a Iraq con armas nuevas guiadas, como los drones.

Ahora, Trump rompe la primera medida del control de armas nucleares firmado en 1987 con la URSS (Tratado INF), y también el acuerdo nuclear con Irán, para tener las manos libres y ¿»Make America Great» con el asalto de la industria aeroespacial a la Casa Blanca y al Congreso?

EEUU no será más seguro: China basa su política exterior en coexistencia pacífica (el  respeto mutuo, no injerencia, negocio con beneficio mutuo), pero puede verse empujada a una carrera armamentística, como la URSS en los ochenta; lo que no solo perjudica a China y la economía mundial, sino también provocará lo que se llama el “modelo espiral”: cuando un país aumenta sus fuerzas militares para garantizar su seguridad, provoca una mayor preocupación en otros estados, que por su parte se arman, disminuyendo la  seguridad del primero.

Con un multimillonario charlatán instalado en el Despacho Oval, la amenaza de una guerra espacial es muy seria. Y ¿saben por qué no existe un movimiento antimilitarista a nivel mundial?


Valores de la Cultura y Religión Cristiana

Conoce la Vida de los Santos y Santas de la Iglesia.
Para el 27 de Febrero: Jorge Herbert (1633)



Es famoso por sus poemas y su obra en prosa: Un sacerdote en el templo, o El cura rural.
Su biógrafo, Izaak Walton, lo pinta como modelo del piadoso sacerdote de parroquia. Herbert describió los poemas como "un retrato de los muchos conflictos espirituales que he pasado entre Dios y mi alma, antes de que sometiera mi voluntad a la de Jesús, mi maestro; en cuyo servicio he hallado la libertad perfecta".

Herbert nació en 1593, miembro de una antigua familia, primo del conde de Pembroke, y conocido del rey Jaime I y del infante Carlos (más tarde rey). Gracias a su puesto oficial de Orador Público de Cambridge, entró en contacto con la corte. Sin embargo, las esperanzas que alimentara como cortesano se debilitaron por la asociación que mantuvo con personas no gratas al rey Carlos I, sobre todo con Juan Williams, obispo de Londres.


Herbert había comenzado el estudio de teología cuando tenía poco más de veinte años, y en 1626 fue ordenado de sacerdote. El rey Carlos le permitió ganarse la vida como rector de las parroquias de Fugglestone y Bemerton en 1630. Su colección de poemas: El templo, fue entregada a su amigo, Nicolás Ferrar, y publicada póstumamente. Dos de los poemas son himnos muy conocidos: "Teach me, my God and King", y "Let all the world in every corner sing". La gracia, fuerza e imaginación metafísica de los poemas influyó en poetas posteriores, como Henry Vaughan y Samuel Taylor Coleridge. Algunas líneas del poema sobre la oración han conmovido a muchos lectores.


Herbert era desprendido y dedicado al servicio a los demás. Izaak Walton escribe que muchos de los parroquianos "dejaban los arados cuando las campanas de la iglesia de Herbert sonaban para la oración y ofrecían también con él una devoción a Dios". Sus palabras, "nada es pequeño al servicio de Dios" han recordado a los cristianos, una y otra vez, que todo en la vida cotidiana, grande o pequeño, puede ser un medio para servir y adorar a Dios. (Se le conmemora el 27 de febrero).


Hymn: "Teach me, my God and King" - Washington National Cathedral


Hymn: "Let all the world in every corner sing"

¿Qué pasa con ustedes, centroamericanos?


www.elpais.com / 301119

¿Cómo tanta gente soporta eso todos los días?

Apenas llevo un mes en Nueva York, reuniéndome con diferentes colectivos e impartiendo clases a universitarios sobre cobertura de violencia y ya me voy acostumbrando a la pregunta certera, corta, molesta. Como es obvio, la mayoría de ejemplos que analizamos hablan de Centroamérica, de una parte muy puntual del istmo: el abismo marginal en el que habitan millones de personas de la clase obrera en Honduras, Guatemala, El Salvador. Los que migran hacia este país, pues.

En Estados Unidos viven más de 3,5 millones de centroamericanos. Si patria es vínculo esencial e incluso lugar de nacimiento, esta es también patria centroamericana. Y, sin embargo, estamos tan lejos.

Nos conocen poco. Conocen muy poco incluso la historia que trajo a millones de nosotros a servir café en estas cafeterías, a limpiar pisos en estos edificios. El patrocinio de gobiernos estadounidenses a ejércitos asesinos en la región durante las guerras civiles o los planes de deportación de pandilleros de finales de los ochenta son noticia nueva para muchos. “Eso es un titular”, me dijo la editora de una prestigiosa revista estadounidense cuando hace unos años escribí un texto sobre la Mara Salvatrucha 13. En el octavo párrafo yo dije que la pandilla nació en California, no en El Salvador. “Era un titular hace más de 20 años”, contesté.

Cada vez que discurso sobre la vida en los barrios y caseríos de la región, donde el narco o la pandilla norman el día a día de los habitantes, surge esa pregunta: ¿Cómo tanta gente soporta eso todos los días? Suelo contestar: "Hay muchos que no lo soportan y ahora viven aquí, alrededor de ustedes, podrían preguntarles. Hay muchos que no lo soportan y vienen en camino".

En Centroamérica, responsabilizar a Estados Unidos sobre algunos de los males que nos deformaron como región es discurso asumido por buena parte de la clase intelectual. Aquí, no, esa postura es la excepción. Las guerras centroamericanas no se ven como raíz, sino como capítulo de libro de historia. Somos muy chiquitos y hacemos poco ruido. Es muy común que la gente entienda el desastre centroamericano como algo plenamente ajeno a este país. El desastre de ellos, dicen muchos, y no el desastre que hicimos juntos. El viaje del migrante que hoy llega desesperado desde Chiquimula, San Pedro Sula o San Miguel no tiene nada que ver con la injerencia estadounidense en los ochenta. Eso no es poca cosa, porque es distinto reconocerse como generador de un problema que como pura víctima. No es lo mismo decir “¿cómo lo resolvemos?” que decir “resuelvan eso o les corto la ayuda”.

A veces, por ejemplo, cuando Trump y su ignorancia vuelven a hablar de la MS-13 como “cartel internacional”, se discute, pero no sobre nosotros, no sobre la historia, sino esencialmente sobre nuestros males, como si un día surgieron por generación espontánea: ¿Son o no son bad hombres todos ellos?

¿Por qué no cambian?

Nunca me lo preguntó nadie con esa literalidad, pero esa es la pregunta que se escondía en otras varias: ¿por qué no escogen a otros políticos? ¿Por qué, si está claro que es una fórmula fracasada, siguen apostando por la represión como medida de seguridad? ¿Por qué siguen viniendo a este país si dicen que viven tan mal como indocumentados?

Esa pregunta que construí con todas las otras, otra de las recurrentes desde que vine, martilla la cabeza. Es sencilla, directa, por eso es tortuosa. Porque en esa inercia va la vida de muchos. El Salvador, por ejemplo, tenía una tasa de 36,2 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2002, el año antes de que al expresidente Francisco Flores se le ocurriera lanzar su celebérrimo Plan Mano Dura, que bien podría haberse llamado Represión a lo Bestia. Flores entregó el poder a Antonio Saca, siempre del partido derechista Arena, en 2004, ya con una tasa de 48,7. Y Saca, lejos de cambiar, arreció en una exhibición de originalidad: Plan Super Mano Dura. Cuando Saca entregó el poder en 2009, la tasa era de 71. Y aún ahora, con todo y que se experimenta un descenso importante en los homicidios, mucha gente sigue pidiendo en redes sociales, en llamadas a la radio y en conversaciones de calle que la represión sea la solución. “Mano dura, ministro; mano dura, presidente”, clama buena parte de la sociedad salvadoreña, ignorando todos los años pasados, donde la dureza de esa mano solo sirvió para azotarlos a ellos mismos.

Mi respuesta a aquella pregunta sobre el cambio es que no estamos locos ni tenemos dañado el ADN. Mi respuesta es que conocemos muy poquito la paz. Supimos de guerra. Y se firmó la paz. Entonces supimos de otras guerras. Hasta el día de hoy. El balazo como solución quedó interiorizado en la cabeza de decenas de miles que crecieron en medio de balaceras y a quienes nunca nadie les dijo que existían otras formas. Para decirlo en términos universitarios estadounidenses: tenemos mucha gente con PhD en fusil.

El otro ingrediente esencial, creo, es que en Centroamérica tenemos como gobernantes a agentes de la guerra. Es más fácil prometer puños cerrados, estrategias de cero tolerancia, que prometer los poco electoreros planes de reinserción, de prevención y rehabilitación. Es más fácil vender trompadas que oportunidades.

¿Cuál es la solución?

Es una pregunta tan estadounidense: seca, práctica, sin rollos para preguntar algo tan enrollado. Esa asoma al final de cada conversación; tras cada presentación, aparece. He aprendido a agradecer esa pregunta: nos la hacemos poco en Centroamérica. Señalar problemas se nos da con más facilidad que sugerir soluciones. Y, sin embargo, por más que cavile caminando decenas de cuadras en el downtown de Manhattan, no llego a una respuesta. Quizá, como mucho, a un ingrediente.

Creo que la solución pasa porque la gente se harte. Se harte de esos políticos. Se harte de esa miseria. Se harte de esas escuelas, de esas pensiones, de esos pandilleros, de esos policías, de los manoduristas de pacotilla, de esos salarios mínimos y esos hospitales nauseabundos. El hartazgo y la rabia son vecinos. Y la rabia y la apatía son incompatibles.

Es difícil que pase, porque la pregunta de decenas de miles de centroamericanos del norte cada mañana es: ¿conseguiré para la cena de hoy? El hambre aplaca otras necesidades, como la de una vida digna. Sin embargo, sé que en ese modelo para no armar que son los países del triángulo norte de la región, un ingrediente necesario ha sido la sumisión de los sectores populares: miedo a manifestarse, miedo a reclamar, miedo a llenar las calles.

El único político útil en Centroamérica es aquel que viva cercado; cercado por una sociedad que le impida ir a donde le dé la gana. “Los políticos –me dijo un buen amigo- son como las vacas. Si no los cercás, se van siempre al carajo”. Y en Centroamérica, demasiados políticos pastan donde les da la gana.

¿Y la gente sale a las calles a protestar? Con esa pregunta suelen joderme el resto del día.