Miguel Antonio Bernal
No se habían terminado de contar las actas de la última
burla electorera, cuando ya los fugitivos de la Constituyente reaparecían, en
todos los medios de comunicación, con sus reformas prefabricadas.
En efecto, la desesperación que tienen los acólitos de las
reformas a la constitución militarista, parece que aumentó con los resultados
electorales los cuales, en medio de residuos, cocientes y medio cocientes, en
realidad reflejaban la realidad de la fábula Kafkiana de las elecciones.
El documento de 58 páginas, preparado a espaldas de la
ciudadanía por la CONEP,PRD, MOLIRENA y algunos miembros de muy contada
organizaciones no representativas de las mayorías nacionales, representa un
verdadero retroceso para Panamá.
Afirmo lo anterior, por las siguientes razones:
1. Busca eludir por todos los medios una real y efectiva
participación ciudadana pues ha sido elaborado sin diálogo, conversación o
debate alguno. Es decir, rechaza y niega el poder ciudadano.
2. Busca mantener viva la constitución militarista a través de nuevos parches, cuya superficialidad es preocupante y su ignorancia inexcusable e inquietante, pues no asimilan ninguno, léase bien, ninguno de los progresos alcanzados por el constitucionalismo mundial en las últimas tres décadas.
2. Busca mantener viva la constitución militarista a través de nuevos parches, cuya superficialidad es preocupante y su ignorancia inexcusable e inquietante, pues no asimilan ninguno, léase bien, ninguno de los progresos alcanzados por el constitucionalismo mundial en las últimas tres décadas.
3. Mantiene intactas las estructuras que niegan un Estado
Constitucional Democrático
a) consolidan el ultra presidencialismo,
b) obstruyen la independencia judicial,
c)limitan la supremacía constitucional y asfixian en un
pseudo constitucionalismo la real separación de los poderes,
d)no protege la dignidad de las personas ni las conquistas
en Derechos Humanos, sociales y económicos, y
e) sobreprotege más al Tribunal Electoral.
4. Son unas reformas gatopardistas, o sea, el cambio para
que nada cambie y barnizar el fracaso de un sistema antidemocrático,
antipopular y anti nacional
5.Es el más alto grado de politiquería local para que las
grandes mayorías sigan en la pobreza por las crecientes desigualdades y los
privilegios que ostentan unos cuantos.
Debemos repudiar a estos sembradores de vientos, epígonos de
la dictadura que solo buscan satisfacer la voracidad de sus apetitos
personales. Activémonos para exigir un proceso constituyente participativo. No
más parches para vestir la mona.
13 de mayo 2019