www.publico.es / 230918
Hasta hoy, los mandatarios de los países
participantes en la agresión militar a Irak en 2003 intentaban justificar, con
mayor o menor fortuna, los crímenes contra la humanidad que cometieron al
desmontar la vida de 23 millones de iraquíes. Sin embargo, el expresidente
español J. M. Aznar es el único que niega la propia participación de las tropas
de su país en aquella guerra ilegal, a pesar de las evidencias: al menos 1300
soldados españoles fueron enviados al sudeste de Irak para dirigir la Brigada
Plus Ultra en Diwaniya, y no precisamente para llevar “democracia” y
“felicidad” a la nación agredida. El diario El País publicó en 2004 un vídeo de
las palizas y patadas con saña de unos militares españoles a dos iraquíes
secuestrados y encerrados en una cárcel en la base que gestionaba. Otras
imágenes de las atrocidades cometidas por los ocupantes en la prisión de Abu
Ghraib estremecieron al mundo.
The Center for Public Integrity de EEUU ha
detectado 935 declaraciones falsas del régimen de Bush antes del ataque. A
pesar de que, después del fiasco de las inexistentes Armas de Destrucción
Masiva (ADM), algunos responsables se excusan diciendo que “se habían
equivocado”, fingiendo honestidad, la Organización Veteran Intelligence
Professionals for Sanity (VIPS) afirma que no hubo ningún error por parte de
los servicios de inteligencia, simplemente mintieron. El propio secretario del
Tesoro del régimen, Paul H. O’Neill, afirmó que el presidente tenía la
intención de invadir Irak y estaba desesperado por encontrar una excusa para la
guerra.
Así
vendieron la guerra contra Irak
“Todo el mundo pensaba que en Irak había
ADM y no las había, yo lo sé ahora“, afirmó el Sr. Aznar, no en el 2004 sino en
el 2007. Y no es cierto: La ONU, o sea, todo el mundo, lo sabía. El jefe de los
inspectores de la ONU para Irak, Hans Blix, dijo en febrero del 2003 que había
realizado más de 400 inspecciones por todo el país, sin que Saddam se
opusiera, y no encontraron las dichosas armas. Hasta el jefe de la CIA, George
Tenet dijo “los intentos de verificar la información [sobre las ADM] no han
tenido éxito”. Si Irak tuviera esas armas era lógico que las utilizara antes
del 2003 contra los 29 países que le agredieron en 1991. Además, EEUU nunca ha
atacado a un país con capacidades militares considerables: todas sus víctimas
han sido países indefensos: Afganistán, Irak, Libia, Sudan, Somalia, Siria.
¿Ven como no se atreve a tocar el pelo de Kim Jong-un? Atacó Libia y asesinó a
Gadafi una vez que le desarmó en 2003.
1+ “Tenencia de ADM”, “ser un estado
canalla “o “la principal amenaza para la humanidad y el cosmos”, etc., fueron
términos utilizados por la propaganda bélica contra Irak. Para ello, el
Pentágono contrató a Charlotte Beers, una publicista que había lanzado una
marca de arroz y otra de champú contra la caspa, con mensajes simplistas y
alegres: así, las guerras serán la brisa de libertad y democracia, las bombas y
misiles bendiciones divinas para crear un mundo mejor, y los millones de
muertos, heridos y refugiados “daños colaterales” de un futuro envidiable. De
hecho, esta guerra y las que le seguirán no han sido ganadas por los brillantes
militares, sino por las sofisticadas operaciones de manipulación de la psique
de los “consumidores”. Consiguieron dar una nueva forma al viejo truco de
“infundir el miedo para conseguir la obediencia”. El Pentágono creó la Oficina
de Influencia Estratégica, que era dirigida por los llamados “Administradores
de percepción”, cuyo trabajo consiste en manipular la emoción del público,
tergiversando las noticias. Lo hicieron tan mal que ni la ONU, ni la mayoría de
los aliados de EEUU apoyaron la invasión.
2+ Dijo Tony Blair que Sadam podía atacar
Europa en 45 minutos. Pero, si tenía esta capacidad, ¿por qué no lo hizo antes
de ser agredido? El trío de las Azores nunca presentó un argumento legal para
la invasión y sólo se basó en la propaganda; cuando una mentira fallaba,
ofrecían otra:
3+ Que Irak importaba uranio de Níger para
relanzar su programa de armas nucleares. Tras la ocupación, la CIA admitió que
esta información era falsa.
4+ Que un Sadam laico colaborara con un Al
Qaeda wahabita.
5+ Que Irak estaba implicado en 11S: La
CIA, en 2016, desclasificó la información secreta sobre la
implicación no de Irak, ni siquiera de Afganistán, sino de Arabia saudí
en los atentados.
6+ Que el presidente de Irak mandaba sobres
con ántrax a EEUU: El verdadero autor era un agente de FBI llamado Bruce E.
Ivins ¡que se suicidó en la cárcel!
7+ Que iban a salvar a los iraquíes del
dictador despiadado Sadam Husein: no dijeron que la CIA organizó el golpe de
estado de Sadam en julio del 1979 contra su primo, el presidente Al-Bakr, por
no ser lo suficientemente servil a Washington. Pusieron la etiqueta de “guerra
humanitaria” a sus agresiones imperialistas, y la llamaron Operación
Libertad para Irak.
Según la organización estadounidenses
CODEPINK entre el 2003 y 2007, fueron asesinados cerca de 3.4 millones de
iraquíes a causa de la guerra y un número indeterminado han sufrido lesiones
psicológicas y físicas. Cada uno era hijo, madre, padre, abuela de alguien, y
ninguno de los responsables de este exterminio han sido llevado ante los
tribunales.
Entre el 2014 y el 2017 y bajo
el pretexto de destruir al ISIS, Obama y Trump arrojaron miles de
bombas y misiles sobre Mosul, causando la muerte de al menos 40.000 personas,
según el servicio de inteligencia kurda iraquí. Se han recuperado los cuerpos
de 3.300 personas, mientras 11.000 vecinos siguen desaparecidos.
Objetivos
de la invasión y ocupación
1) Destruir Irak e Irán fue propuesto en
1980 por Henry Kissinger, en su doctrina de Dual Containment Policy «la
política de la doble contención». El Sha había sido derrocado en 1978 por una
gran revolución espontánea y, EEUU temía que otros títeres suyos sufrieran la
misma suerte; pasó de la política de quitar a un jefe de estado y poner otro
afín, a frenar el desarrollo económico, social, político y militar de los
países estratégicos para mantenerlos subdesarrollados así someterlos a largo
plazo.
Provocó en 1980 una larga guerra entre
ambos países, para que se destruyeran mutuamente y que ninguno ganara. Tres
años después del fin de aquel conflicto en 1988 que dejó cerca de 2 millones de
muertos y 15 millones de mutilados y heridos en ambos lados, EEUU dirigió el
ataque de una treintena de países a Irak por la invasión a Kuwait: pretendía
“devolver
a Irak a la Edad de Piedra”, como confesó James Baker, Secretario de
Defensa de los EEUU.
2) Buscar una salida a sus problemas
financieros: La deuda externa el año 2000 fue de 3,6 billones de dólares, y se
duplicó en 2003, mientras, según el Instituto para los Estudios Políticos de
Washington, 34 principales directores de empresas contratistas del ministerio
de defensa obtuvieron una ganancia de casi 1.000 millones de dólares desde
los atentados del 11S hasta el 2005.
3) Animar el negocio de armas, golpeado
por la desaparición de la Unión Soviética. La extrema derecha belicista ha
conseguido que el ingente dinero que iba a la carrera armamentística, en vez de
ser destinado a eliminar el hambre que sufre la mitad de la humanidad fuera a mantener
las compañías militares y a la OTAN.
4) Convertir a Irak en colonia, para desde
allí intervenir en otros estados: En Bagdad instalaron la embajada más grande
del mundo, como el centro de operaciones de la CIA para la región, dirigida por
los siniestros John Negroponte (el promotor del Batallón 3-16 en Honduras) y
Robert Ford, quienes organizaron el “divide y gobierna” mediante los escuadrones
de muerte chiitas y sunnitas que crearon para hundir el país aún más en un caos
controlado que dura hasta hoy. En enero del 2011, Ford fue enviado a Siria como
el nuevo embajador en Damasco, fecha del inicio del estallido de los coches
bombas y su larga guerra.
5) Tras la desaparición de la Unión
Soviética, EEUU ocupó militarmente tres países situados en tres puntos del
planeta, que otorgan a Washington una gran ventaja estratégica sobre sus
rivales : Yugoslavia en el corazón de Europa (Kosovo es la segunda base militar
de EEUU en el mundo), Afganistán en Asia Central (vecino de China, Irán, Rusia
e India) e Irak en Oriente Próximo, donde ha levantado 12 bases militares,
desde donde vigila a Irán, Turquía, Siria y Arabia Saudí, así como el Golfo
Pérsico. Bases que le servirán a Obama para lanzar un ataque militar a Siria en
2014.
6) Contener el
crecimiento de China, y tomar como rehén a la Europa dependiente del petróleo.
En el 2000 China importó 50 millones de toneladas de petróleo, y en 2002 unos
70. Dos años antes de la invasión, Pekín había negociado con Irak la
explotación del campo de Al Ahdab en el sur del país durante 22 años.
7) Convertir a Israel en la potencia
hegemónica de la zona, destruyendo a sus rivales: después de Irak, acabaron con
Libia y Siria, mientras
iban por Irán.
8) Privar a palestinos del único país
árabe que le defendía, y por
la estrecha relación entre Husein y Arafat. Sadam era anticomunista,
proestadounidense, reaccionario, narcisista, déspota, pero también era anti israelí.
9) Facilitar el acceso de Israel al petróleo
iraquí, país que hoy es el principal comprador de crudo de la región
kurda (a través del puerto turco de Cehyan). Suficiente razón para que sea el
único país del mundo que apoye la desintegración de Irak y la independencia de
su Kurdistán. El entonces ministro de Obras Públicas israelí, Joseph Paritzky
dijo que el petróleo iraquí “rebajaría drásticamente la factura energética de
Israel en un 25%”.
10) Aplicar la pedagogía del terror. “Si
ves la barba del vecino arder, pon la tuya a remojar”, es lo que hizo Moammar
al Gadafi. El 20 de diciembre del 2003, llamó por teléfono a Tony Blair para
anunciar su desarme, tras ver la suerte de Irak y su presidente, ofreciendo el
dinero libio y su petróleo al Occidente: ¡Ni eso le salvó! La
OTAN quería el control total de Libia, como trampolín para dominar África.
Los invasores reemplazaron una dictadura
semi laica y un país desarrollado por una teocracia totalitaria sobre los escombros
de una guerra interminable y un sufrimiento indescriptible de sus gentes.