Laritza Lezcano
www.laestrella.com.pa / 030218
En la actualidad, diversas economías
avanzadas, mercados emergentes, y economías en vías de desarrollo cuentan con
un sector terciario o de servicios más activo que el sector primario y
secundario. Por lo tanto, es común que en estas economías los mayores aportes
al PIB, las mayores fuentes de ingresos y oportunidades laborales provengan de
las actividades del sector terciario. Aquellos en favor del desarrollo del
sector primario claman que la prosperidad del sector terciario no debería
limitar la capacidad de desarrollo del sector primario y de sus actividades,
entre estas la agropecuaria.
Panamá es una economía abierta en la cual
actividades como transporte, almacenamiento, comunicaciones y otras del sector
servicio sobresalen por su crecimiento y aporte al PIB de aproximadamente el
69%, mientras que las actividades relacionadas con el sector industrial aportan
un 27.3% PIB y las relacionadas con el sector agropecuario un 2.7% PIB.
Para el tercer trimestre del período 2017,
la agricultura, ganadería, caza y silvicultura reportan un crecimiento del 1.1%
mientras la pesca reporta una caída del -3.1% en comparación al tercer
trimestre período 2016 (Cifras Informe Económico Social MEF, 3er trimestre
2017). Esto conlleva a que el sector agropecuario disminuya su contribución al
abastecimiento de la demanda doméstica alimenticia, a las exportaciones de
alimentos y por ende su aporte al crecimiento económico. Entre el año 2004 al
año 2016, el aporte del sector agropecuario, considerando el valor agregado de
la agricultura, caza, pesca y silvicultura con respecto al PIB ha disminuido un
-4.42%.
Es importante reconocer que el sector
agropecuario comprende no solo la producción de alimentos, pero también
participa de la industria alimentaria. Esta última demanda servicios como
transporte, comunicación, almacenamiento, procesamiento, conservación, y
mercadeo de productos alimenticios. Por lo tanto, el desarrollo y dinamismo del
sector agropecuario debe ser visto como una fuente de oportunidades para los
habitantes de áreas rurales y también para todos los individuos y otros
sectores de la economía que tienen una participación directa o indirecta en la
industria alimentaria.
A pesar de que Panamá clasifica en la
posición número 5 entre las 20 economías de Ingreso Medio Superior de
Latinoamérica y el Caribe y en la posición número 8 entre las 42 economías con
el mayor Ingreso Neto Bruto Per Capita de la Región (World Bank Countries
Classification according to GNI per Capita, 2016), Panamá reporta altos niveles
de desigualdad. Acorde a información reportada por la FAO, Panamá clasifica
entre los 10 países más desiguales a nivel global y de América Latina, con un
coeficiente GINI que oscila entre 50 –55 en la última década. Aproximadamente,
22.1% de la población panameña vive bajo los niveles determinados de pobreza
nacional (World Bank-Poverty Headcount Ratio at National Poverty Lines %, 2016)
y se considera que una mayor parte de la pobreza se ubica en las áreas
indígenas y rurales.
La no apreciación del sector agropecuario
en cuanto a su importancia para el desarrollo económico y estabilidad social
conlleva a que las instituciones gubernamentales adopten prácticas que podrían
ser valoradas como en contra del desarrollo agropecuario y rural. Una de las
prácticas negativas más comunes es la asignación relativamente baja de fondos
de inversión al sector agropecuario en comparación a otros sectores. Según las
cifras reportadas en los Informes de Ejecución del Programa de Inversiones
Públicas No Financieras de Panamá (MEF, 2016 y 2017), la suma destinada al
sector agropecuario para ambos períodos es aproximadamente 2% del presupuesto
asignado al Gobierno Central.
Entre los beneficios que aporta el
desarrollo y apoyo al sector agropecuario es importante destacar la fuente
segura de alimentos y su importancia para el abastecimiento de la demanda
creciente de alimentos de una economía con una población en crecimiento
constante. Según cifras reportadas por el Banco Mundial, la población en Panamá
ha aumentado aproximadamente 21% entre el año 2006 al año 2016 (2006: 3,453m vs
2016: 4,034m).
Panamá
y su participación en el comercio internacional
La clasificación otorgada por la revista
Forbes a Panamá como el país número 64 entre las 153 mejores economías del
mundo para hacer negocios, su coeficiente Comercio-%PIB (2016: 94%, Banco
Mundial), su clasificación como la economía número 84 y 53 en cuanto a
exportaciones de mercancías y servicios, y como número 75 en cuanto a
importaciones de mercancía y servicios (OTC, 2016), son indicadores que
reafirman la activa participación de la economía panameña en el comercio
internacional. No obstante, el aporte de la producción del sector agropecuario
panameño al comercio internacional es relativamente bajo en relación con las
reexportaciones de mercadería.
Al tercer trimestre del período 2017, la
producción agropecuaria que incluye la agricultura, pesca y ganado, constituye
aproximadamente el 52% de las exportaciones de mercadería importantes de la
República (Cifras. INEC Exportaciones registradas FOB, enero-septiembre 2017)
pero estas solo constituyen el 3% del total de las Exportaciones FOB reportadas
en la Balanza de Pagos al tercer trimestre 2017. El otro 97% está constituido
por las reexportaciones de ZLC (88%), exportaciones de las Zonas Procesadoras
(4%), exportaciones nacionales de otros sectores (3%) y la reexportación
nacional (1%). (INEC, Componentes de la Balanza de Pagos de Panamá según partida,
años 2015-2016, enero a septiembre 2017).
En cuanto a las importaciones de
mercadería, estas exceden las exportaciones como resultado de las necesidades
de consumo de la población a nivel doméstico y falta de producción a nivel
nacional. Para el tercer trimestre del período 2017 los bienes netos reportan
un déficit de B/. 6,869, cifra 6% por arriba en comparación al tercer trimestre
del período 2016 (B/. 6,480).
Oportunidades
Siendo Panamá un país rico en recursos
naturales, que cuenta con un 25% de los suelos aptos para el uso agrícola, con
una riqueza de flora y fauna y con un 30% de la población ubicada en áreas
rurales, se podría esperar una participación más activa del sector agropecuario
en la actividad económica del país. No obstante, factores como la poca atención
institucional, la poca inversión pública, difícil acceso al financiamiento
rural, poco desarrollo de las áreas rurales y comercialización de sus
productos, así como los cambios climáticos, no permiten el desarrollo requerido
del sector para que el mismo se promueva.
Las dificultades que atraviesa el sector
agropecuario en Panamá han sido reconocidas en el Marco de Programación de País
(MPP) entre la FAO y Panamá. Tanto la Organización FAO como el gobierno
nacional han expresado su inquietud y se han comprometido a la disminución de
la pobreza en el área rural y una mejora del sector agropecuario mediante una
mejor asignación de recurso que permita el desarrollo de sistemas
agroalimentarios sostenibles.
El reconocimiento del aporte significativo
a la economía panameña por parte del sector servicio es indiscutible, pero hay
que reconocer que el sector agropecuario debe ser apoyado. Probablemente, el
sector agropecuario no llegue a equiparar el %PIB que aporta el sector
servicio, pero su inclusión a las principales actividades económicas del país
sería una gran contribución al crecimiento económico, disminución de pobreza
principalmente en las áreas rurales y un aporte a la participación en mercados
internacionales que conlleva a un aumento de exportaciones que compensan el
exceso de importaciones en cuanto a alimentos e impactan positivamente la
cuenta corriente de la balanza de pagos.
La autora se dedica a la consultoría
financiera:
Nombre completo: Laritza del Rosario
Lezcano Navarro.
Ocupación: Consultora financiera
Resumen de su carrera: Master en
Inversiones y Finanzas y diplomado de Economía y Finanzas de la Universidad
Queen Mary University of London. Licenciatura en Contabilidad, Banca y Finanzas
de la Universidad Santa María La Antigua de Panamá. Experiencia laboral en
auditoría comercial, análisis financiero e implementación de análisis
cuantitativo.