–¿El
departamento es suyo?
–No.
–¿Seguro?
–Seguro.
–¿Ni un poquito?
–No.
–¿Niega que es suyo?
–Lo niego.
–¿Cuándo lo compró?
–Nunca.
–¿Cuánto le costó?
–Nada.
–¿Desde cuándo lo tiene?
–Desde nunca.
–O sea que no es suyo
–No.
–¿Está seguro?
–Lo estoy.
–¿Por qué eligió ese departamento y no otro?
–No lo elegí.
–¿Lo eligió su mujer?
–No.
–¿Entonces por qué lo compró?
–No lo compré.
–Se lo regalaron.
–No.
–¿Y cómo lo consiguió?
–No es mío.
–¿Niega que sea suyo?
–Ya se lo dije.
–Lo niega.
–¿Seguro?
–Seguro.
–¿Ni un poquito?
–No.
–¿Niega que es suyo?
–Lo niego.
–¿Cuándo lo compró?
–Nunca.
–¿Cuánto le costó?
–Nada.
–¿Desde cuándo lo tiene?
–Desde nunca.
–O sea que no es suyo
–No.
–¿Está seguro?
–Lo estoy.
–¿Por qué eligió ese departamento y no otro?
–No lo elegí.
–¿Lo eligió su mujer?
–No.
–¿Entonces por qué lo compró?
–No lo compré.
–Se lo regalaron.
–No.
–¿Y cómo lo consiguió?
–No es mío.
–¿Niega que sea suyo?
–Ya se lo dije.
–Lo niega.
–Lo niego.
Señor juez: ¿usted tiene alguna prueba de que el departamento sea mío, de que
yo haya vivido ahí, de que haya pasado ahí alguna noche, de que mi familia se
haya mudado? ¿Tiene algún contrato, una firma mía, un recibo, una transferencia
bancaria, algo?
–No. Por eso le
pregunto.
{Interrogatorio hecho a Lula por parte del
juez Moro. Nótese que el juez no tiene pruebas y lo acepta. ¿Entonces? ¿Por qué
la “prensa internacional” acusa a Lula de “corrupción” si no hay pruebas? Porque
ya lo han condenado de antemano}