Jorge Sarsaneda del Cid
Panamá, 280317
Este instrumento
de tortura y castigo ha sido muy comentado últimamente. Incluso hay quienes
–sin estar de acuerdo con él- dicen que debían mandar ahí a un buen número de
diputados y de los mal llamados políticos. Antes de explicar a qué se debe este
problema, ACLARO lo siguiente (por si acaso): 1° NO estoy de acuerdo con el
cepo ni con ningún instrumento de tortura (aunque el gobierno de EEUU los
avale); 2° El cepo no es “ancestral” ni parte de la cultura indígena, como
dicen las televisoras amarillistas; 3° El cepo lo implantaron los invasores
europeos hace varios siglos y ¡vaya si lo usaron!; 4° Ni el cepo ni ningún tipo
de tortura arregla nada; 5° En la comarca ngäbe-buglé hay delincuencia como en
cualquier parte de Panamá.
¿Cuál es el origen
inmediato del problema actual y los castigos? El 31 de mayo de 2016, se firmó
un “contrato” entre “Power Construction of China y Shandong Pusheng” a quienes
llaman “el grupo chino” y “Nole Duima Development Corporation”. En dicho
contrato el “grupo chino” se compromete a invertir en: “construcción de casas,
escuelas, universidades, centros médicos, infraestructura de agua, minas,
puerto, centrales eléctricas, transporte, agricultura, turismo… en la Comarca”.
¿Qué legalidad tiene un contrato así? No sé, me parece que es bastante anormal
con visos de mucha ilegalidad.
Sin embargo, la
directiva del Congreso General Ngäbe-Buglé encabezada por el señor Demecio
Casés, con el apoyo del señor Jeremías Atencio, presidente de la asociación de
municipios de la comarca, emitió una resolución (N° 3-E-CGC) el 25 de julio de
2016, en donde “dan fe” (¿????) y parece (porque la redacción es bastante
confusa) que apoyan el contrato citado arriba y animan a que se mejore.
Nuevamente
pregunto: ¿Qué legalidad tiene esto? Suena como un “Buneau-Varilla indígena”.
Se entrega el territorio para hacer, ¿de todo? ¿Cómo es posible que el Congreso
avale esto? El Congreso que hubo hace poco (marzo 2017) destituyó a esa
directiva y mandó que pusieran “en el cepo” a los perpetradores de este
absurdo. Pero nada de eso se dice en la televisión, ni en la radio, ni en los
periódicos. Como dicen en lenguaje “televisionés”: ‘la ocasión es propicia’…
para hablar tonteras sobre las culturas indígenas y ‘llenarse la boca’ con los
derechos humanos.
Dirán los
“encepados”: si el gobierno anterior robó todo lo que le dio la gana, si muchos
diputados roban descaradamente, si los encopetados banqueros roban millones de
millones, si grandes empresas como “jodebrecht” pagan coimas a quien ponga la
mano, ¿por qué yo no voy a recibir alguna “untadita”? Incluso mucha gente de
nuestro pueblo dice: “ese diputado (representante) sí me resuelve”. Esto
equivale a que me da dinero. Entonces, ¿por qué nos “rasgamos los vestidos”
cuando los ngäbe ponen en el cepo a alguien que ha intentado robar tan
descaradamente a su pueblo? Más que en el cepo, ¡deberían estar presos, por
traidores y ladrones!
El mensaje es
claro: Cuando la justicia en el país es
selectiva y excluyente, la gente pierde la confianza en ella. Los pueblos
originarios tienen derecho a ejercer la justicia también. Y un tercer mensaje:
sí, somos dos países: el país de los grandes edificios y derroche de dinero y
el país indígena con el 80% de su gente viviendo en pobreza, aunque tengamos la
misma Constitución.