Por: Miguel Antonio Bernal
La publicitada decisión de las autoridades panameñas de
pactar y
“acordado acordar”, con la mega empresa criminal brasileña de Odebrecht, al tiempo que se “querellan”
contra ella, ha sido un infarto moral y será –también-, mortal.
Los siempre habilidosos gansteres coimeros de Odebrecht, que continúan operando impunemente
en Panamá han logrado fortalecer sus
tentáculos para salir indemnes. En las últimas semanas no han cesado de
cabildear y lograr los reacomodos, ahora
con la Ley 4 (245), de extrema utilidad
para favorecer, proteger y premiar a sus
coimeadores y coimeados.
Por lo pronto, en Panamá, han logrado que:
1.- aquí no se haya tomado
medida alguna contra bienes de la empresa
2.-han podido preservar “su
existencia y continuidad de actividades”
3.-que “no se responsabilice
a los compradores de activos de la empresa por actos ilícitos practicados en el
pasado”
4.-que se suspendan todos
“las restricciones de registros’ y/o bloqueo de bienes
5.-alcanzar que el “Acuerdo
Verbal Formal” con la Procuraduria se convierta en un Pacto de Omertá, a cambio
de “unos millones más” de los 59 ofrecidos.
Contrariamente a lo ocurrido en República Dominicana, dónde
un Juez declaró “inadmisible” el Pacto del MInisterio Público con Odebrecht.,
en Panamá, diputados, ministros, jueces y Magistrados guardan silencio,
mientras se despliegan todo tipo de esfuerzos para que la ciudadanía sea sedada y, poco a poco, “se
olvide de Odebrecht” .
Tal vez por ello, en ninguna de las obras que continuan
ejecutando gracias a los sobreprecios y las coimas, se muestra el nombre o el
logo de la empresa brasileña. Así, el que no ve, no oye, no entiende…olvida más
rápido y mejor.
La Fiscalía Especial Anticorrupción, lejos de auditar e
investigar como corresponde, dice confíar en los aúditos que dicen hará la
Contraloría a 11 proyectos ejecutados por Odebrecht. La Contraloría dice que no
tiene personal para ello y que “solo evaluarán” algunos.
Los casi diez mil millones de balboas dados en obras a
Odebrecht representan, conservadoramente, mil millones en coimas. ¿Dónde
y en manos de quiénes están?