Por: Rev. Pbro. Manning Maxie Suárez +
“Belén, no eres la más pequeña entre
las principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante que
guiará a mi pueblo Israel”
Durante siglos, cristianos de todo el mundo hacen suyo los adornos en sus casas, trabajos, y comunidades en general para la celebración de la natividad de nuestro Señor Jesucristo, se encuentran por todos lados, donde uno vaya en la ciudad de Panamá, nadie escatima en gastos para esta época a pesar de la crisis que vivimos, si no vean lo que la Alcaldía de la ciudad de Panamá ha gastado este año 2023 en su decoración navideña, y los mismos están en todos los rincones de esta hermosa nación.
Hoy vemos más ímpetu que otros años esas manifestaciones de buenos
deseos de las personas, así como de las empresas públicas y privadas que desean
a tutiplén “Dicha y Felicidad” tanto a sus amigos como a sus buenos clientes.
La festividad de la natividad, tiene un propósito, y ese es el
alegrarnos anualmente con el recordatorio del nacimiento del único Hijo de Dios
que es Jesucristo. Y debe ser nuestro
deseo en esta época que, Dios nos conceda que, así como le celebramos y recibimos
con júbilo como Redentor del mundo, de la misma manera podamos contemplarle con
segura confianza cuando venga al final de los tiempos. Así que la Navidad, es una época de Alegría y
sobre todo una época llena de Esperanza Segura, por esa infinita misericordia
de Dios hacía nosotros.
¿Cómo celebramos los panameños la Navidad?, es una buena
pregunta en tiempos donde hemos estado confinados por Pandemia, crisis
políticas y un buen número de personas han perdido inclusive la fe y la
esperanza en la vida, en la Iglesia, en la mensajera de Dios y esta sociedad
que antes se decía a sí misma “Católica” o “Cristiana”, todos sabemos que hoy
día ya no es así.
La Navidad se ha convertido para muchos en otra época de
consumo excesivo exaltando los valores de un utilitarismo y capitalismo salvaje
que promueve más que valores cristianos, el consumismo desmedido, y así como “The
Black Friday”, “The Halloween”, “Los Carnavales”, etc. hemos perdido la esencia de la festividad que
inicia con la celebración del primer domingo de Adviento el pasado 03 de diciembre
del 2023.
Dios, nos ha dado a su unigénito Hijo para asumir nuestra
naturaleza, y nacer este día (25 de diciembre) de una virgen pura: La Virgen María,
madre de Dios. Siendo nacidos de nuevo y hechos sus hijos por adopción y
gracia, en esta celebración todos somos renovados cada día del año con su
Espíritu Santo; mediante la acción amorosa de nuestro Señor Jesucristo y
nuestro Padre amoroso.
Mediante el profetismo antiguo de Israel se previó que así pasaría
como lo señala la narración del evangelista Mateo: “lo escribió el profeta:
“En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las
principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante que
guiará a mi pueblo Israel.” (cf. Miqueas 5,2 y Mateo 1: 6).
Navidad no es solo una “fiesta pasajera” que debemos esperar todos
los fines de año y donde nos gastamos todos los ahorros y hasta lo poco que
tenemos, dándole a aquellos que amamos o apreciamos sendos regalos porque su
accionar en la vida que en este año fueron buenas y justas nuestras acciones para
nosotros, de ser así es lo más mezquino que podemos hacer en relación con lo
que la fiesta representa: “La verdadera conversión del corazón de cada
hombre y mujer sobre la tierra que agradecidos ante esta Epifanía de Dios,
acepta que él ha derramado sobre nosotros la nueva luz de su Verbo encarnado y
nos concede esa luz que debe arder en nuestro corazones, resplandeciendo su
bondad en toda nuestra vida”.
Desear entonces este año al prójimo una “Feliz Navidad”,
es desearle lo mejor que le puede pasar a un ser humano, es recuperar su estado
de gracia original ante Dios, la creación y el Universo. Es desear al otro la salud, la paz y la
alegría de vivir en armonía con todo lo Creado por el Omnipotente. Por ello decimos que la Navidad es un tiempo
de alegría, pero también es un tiempo de contemplación de ese misterio, de ese pequeño
niño que nació en Belén de Judea hace dos mil años atrás. Que en esa escena todos sin excepción,
podamos contemplar toda la beatitud y santidad que debe rodear nuestra
festividad navideña y todos los días de nuestra existencia.
¡Feliz Navidad a todos los panameños y extranjeros visitantes
y residentes en nuestra nación!
Sacerdote