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El papel de la Cruzada Civilista en la sobrevivencia del régimen norieguista y la invasión norteamericana de 1989

Por Olmedo Beluche 

En medio de la lucha contra el contrato de First Quantum Minerals (FQM) se ha tratado de instalar un falso relato sobre la lucha “buena” y la lucha “mala” contra la minera. Los mismos medios de comunicación que, hasta octubre de 2023, recibían millonarios contratos publicitarios de la minera canadiense para defender sus intereses, pasaron a hacerlo de manera solapada tratando de dividir al gran movimiento nacional que se movilizó.  


Los dirigentes de los gremios empresariales, todos los cuales sin excepción estaban a favor de la mina, empezaron a exigir que se reprimiera a los que organizaban los bloqueos en las calles y carreteras. Una componenda de empresarios, políticos de partidos corruptos aliados de FQM, a través de sus medios de comunicación e ideólogos al servicio del régimen lanzaron una campaña de mentiras contra los indígenas, educadores, obreros y estudiantes que sostuvieron valientemente los bastiones de lucha, acusándolos de “violentos”. Cuando en realidad, quienes luchaban fueron las víctimas de la violencia desatada por la policía y sectores fascistoides y racistas, como el que asesinó a sangre fría a los educadores en Chame. 

Los políticos corruptos y los ideólogos pagados de los medios de comunicación han tratado de meter el cuento de que los jóvenes que acudían al llamado de “Sal de las Redes” e iban por las tardes portando banderas, eran los “buenos”, mientras que educadores, obreros, indígenas, pobladores y estudiantes eran “los malos”. Aunque la policía reprimió por igual a unos y otros, como se pudo ver en diversas ocasiones. 

Parte del falso relato que se ha querido vender es que los jóvenes de la Cinta Costera emulaban a la Cruzada Civilista organizada en 1987 en plena crisis del régimen de Manuel Antonio Noriega. Que al igual que entonces sólo había que hacer resistencia “pacífica”, portando banderas nacionales o blancas. Un cuento parecido al que pretende que la independencia de la India se logró con los ayunos “pacíficos” de Gandi. 

Todas las protestas fueron pacíficas. La violencia siempre provino en primera instancia del lado institucional, es decir, la policía o civiles dirigidos por políticos locales. La diferencia estuvo en que el bloqueo de calles les dolía en el bolsillo a algunos empresarios, pero sin esa presión no se habría obtenido nada. Está demostrado que gobiernos y empresarios son indiferentes al reclamo popular hasta que les afecta las cajas registradoras. 

Se entiende que los empresarios de la Cámara de Comercio, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE), hayan querido restituir la imagen de la Cruzada Civilista porque ellos la crearon el 9 de junio de 1987, para controlar un movimiento nacional contra el régimen militar que crecía y que amenazaba conducir a una revolución popular.  

Recordemos que la crisis del régimen militar inició en 1984 cuando la embajada de Estados Unidos, los militares y empresarios panameños, avalaron la imposición fraudulenta de Ardito Barletta a la Presidencia y su plan económico neoliberal. Fueron los sindicatos, gremios y asociaciones de obreros, empleados públicos, educadores y estudiantes, quienes salieron a la calle a rechazar las medidas antipopulares. Al igual que ahora contra el gobierno de Cortizo, durante 1984, 1985, 1986 y 1987 se sucedieron decenas de movilizaciones y huelgas que pusieron a tambalear al régimen militar y sus medidas económicas. 

Cuando la crisis llegó a su punto culminante, tras las declaraciones del coronel Roberto Díaz Herrera, en que reconocía el fraude electoral de 1984 y otros actos de corrupción, y cuando la gente se tiraba a la calle para echar a Noriega del poder, se creó la Cruzada Civilista para controlar la situación, quitarle fuerza al movimiento y conducirla a métodos inocuos como las banderitas blancas y protestar solo en la Calle 50, bastión del capital financiero. 

La Cruzada Civilista, que siempre contó con el visto bueno y participación de la embajada de Estados Unidos, recicló a los políticos oligárquicos que carecían de respaldo popular del Partido Panameñista, Molirena y la Democracia Cristiana. La Cruzada desactivó la lucha, sacó a la gente de la calle a partir de octubre de 1987, la condujo a que pasivamente esperara una “solución” electoral en 1989 y, cuando esta fracasó, hicieron que las capas medias afincaran sus esperanzas en una intervención militar de Estados Unidos, la cual se produjo el 20 de diciembre de 1989, con más de 500 muertos, miles de heridos, 20 mil refugiados de guerra y 5 mil presos políticos. 

El hecho es que la Cruzada Civilista y sus dirigentes empresariales fueron responsables de: 1. Desmovilizar al pueblo que luchaba contra el régimen militar; 2. De conducirlo a una lucha “pacífica” de banderitas que le hacía cosquillas a Noriega; 3. De reciclar a los políticos oligárquicos corruptos que nos han gobernado por 34 años; 4. De colaborar con la sangrienta invasión norteamericana de 1989. 

La diferencia entre la lucha exitosa contra el contrato minero de FQM y la derrota de la invasión de 1989 es que la burguesía no pudo montar un organismo (como la Cruzada) para controlar al pueblo que luchaba. La diferencia entre el éxito actual y la derrota de entonces fue la firmeza en las calles, en los bastiones de lucha, de las comunidades, de los indígenas, de los educadores, de los obreros y estudiantes. 

Gracias a que no se le hizo caso a quienes pedían que saliéramos de las calles, la Corte Suprema de “Justicia” se vio obligada a actuar con celeridad y declarar la inconstitucionalidad del contrato minero.  

Que sirva de lección histórica, el movimiento popular no puede creer en falsos profetas salidos de los gremios empresariales, ni en partidos y políticos corruptos que siempre han gobernado, ni mucho menos en “comunicadores” al servicio de intereses privados.  

El pueblo panameño debe confiar en sus organizaciones sindicales y gremiales, en sus dirigentes probados en la lucha, porque solo de su seno saldrá el proyecto de un país diferente por el cual bregamos. ¡Solo el pueblo, salva al pueblo! 

Panamá, 11 de diciembre de 2023.