Miguel Antonio Bernal V.
Sus respuestas a las preguntas
que le fueron formuladas, evidencian simultáneamente su ingerencia en nuestros
asuntos internos; su poco respeto por las normas que deben regir a los
diplomáticos; su inexcusable irrespeto a nuestro pueblo y su arrogancia para
con nuestra dignidad como nación, como pueblo y como país con lazos de toda
naturaleza con la nación y el pueblo estadunidense.
A los que amamos nuestra Patria y
su dignidad, no podemos pasar por alto el cómo Usted pretende eregirse en una
nueva especie de proconsul, al valerse de la complicidad de la entrevistadora
para cuestionar, con sus respuestas, asuntos nuestros que no le competen.
Lejos de defender como Usted afirma, los
intereses de su país, Usted lesiona los nuestros al afirmar que: “trabajaremos
siempre con los órganos del Estado pero según nuestros intereses” o cuando declara “apoyamos a los estamentos
de seguridad en sus facultades constitucionales (sic), porque de eso depende la
estabilidad y democracia..El trabajo de esos estamentos beneficia a Panamá. Nos
beneficiamos también, sí”
Su defensa del proyecto de ley
sobre la extinción de dominio, se convierte en una ofensa cuando Usted afirma:”Ese
proyecto no representa ninguna amenaza política para nadie. Solo es un riesgo
para los delincuentes y corruptos. Si
alguien se opone, que el pueblo se pregunte por qué”. La propia Corte Suprema de Estados Unidos de
América, recientemente dictó un fallo rechazando disposiciones de la extinción
de dominio en su país por ser contrarias a los derechos y garantías
fundamentales. Sin embargo, envenena Usted el debate -que nos corresponde
tener a nosotros los panameños-, con sus
sinuosas observaciones a sabiendas que dicho proyecto, contiene gravísimas
violaciones a las más elementales garantías, empezando por el debido proceso y
la presunción de inocencia.
Consigno que sus desafortunadas e
inapropiadas declaraciones nos resultan “non gratas” y hago un llamado a mis
compatriotas para que también se lo hagan saber. Con ellas, Usted demuestra no
conocer nuestra historia y mucho menos nuestra realidad. Continue Usted
apoyando la corrupción e impunidad de este Gobierno, como lo ha venido haciendo
y, dándole la espalda al pueblo panameño.
No Mr Tuttle, se equivoca Usted
si cree que este es un pueblo cipayo. La próxima vez, mida sus palabras y sus
actuaciones antipanameñas. No vierta más sal en las heridas que queremos sean
cerradas.