Por: Rev. Pbro. Manning Maxie Suárez +
Leí, a través de este mismo medio, que “la viceministra de Salud, Iveth Berríos, manifestó que no ve la posibilidad de realizar las fiestas de los carnavales por segundo año consecutivo en Panamá, esto tras el aumento de casos de la covid-19, los cuales hoy día superan los 4,000 contagios diarios”. Pensar hoy, en que se puede carnavalear este año es insólito … Quedo sorprendido cuando escucho a algunas personas hacer semejante declaración. El ser humano parece que no aprende de manera racional, si no a golpes. Y la historia, nuevamente se repite una y otra vez y nos va a pasar igual que pasó en la pandemia de 1918.
Ese relajamiento social, permitido por el estado, y la falta de compromiso
con algunos panameños, ha logrado que en este país se tomen licencias que van
en contra de la salud y seguridad de todos.
Señores después de algunos análisis y lectura de informes sobre esta
pandemia puedo decir que los contagios en esta cuarta ola son imparables. El
ministro de Salud, ha señalado que las salas de los hospitales a nivel
nacional, aunque aún no están llenas van en un aumento sostenido. Parece ser que nos abogamos a una crisis
nacional que permeará a todos los estratos sociales como a la economía del
país.
Miremos a nuestro alrededor y veremos cifras impresionantes del contagio
que ha provocado esta variante ómicron.
Al 12 de enero, 2022 Colombia tenía 29, 857 casos en un día; Costa Rica
tuvo 4,170 en un día; Panamá tuvo 6,513 casos en un día… Cuando lean este
artículo estas cifras habrán sido superadas, pero no hay duda que los casos van
en aumento y aumentarán mucho más hasta que los servicios de salud
colapsen. Colapsarán porque al haber
tantos contagios afectarán a nuestros médicos, enfermeras y personal de apoyo en
salud y se contagiarán, no podrán brindar el servicio acostumbrado que con
tanto amor hacen exponiendo sus vidas todos los días. En los Estados Unidos ya han sobrepasado el
1,433.977 casos en un día (10 de enero). Y qué decir de Europa, Rusia, India,
China quien acaba de confinar a la ciudad de Xian con más de 13 millones de
habitantes entre otros pueblos.
Pensar ahora en fiestas, bailes, show, reuniones civiles o religiosas,
conferencias, y sobre todo los carnavales, es una IMPRUDENCIA TOTAL y raya en
la mayor manifestación de la ESTUPIDEZ humana.
“Es pegarnos un tiro en la cabeza”.
Las autoridades no deben permitir las mismas con la intención y excusa
de no desmejorar la economía del país.
Los contagios no van a parar, al contrario, se van a quintuplicar como
lo dicen la mayoría de los expertos en estos temas en todas partes del mundo. De permitirlo todo se verá comprometido
incluyendo el año escolar 2022.
Debemos ser prudentes en estos momentos, pensar y repensar, sobre los
riesgos posibles que estas acciones conllevan cuando somos imprudentes, debemos
modificar la conducta ciudadana para no producir perjuicios innecesarios. Por
ello me solidarizo con aquello de salir solo si es necesario. El trabajo deberá ser replanteado, en vez de
trabajar seis días a la semana pueden ser cuatro incluso las horas en el lugar
de trabajo y en algunos casos, volvamos al teletrabajo, a las clases virtuales a
nivel universitario de ser necesario, utilizar los servicios de mensajería por
apps, seguir utilizando las mascarillas y caretas siendo fuertes en las
sanciones, incluyendo la cárcel para los juega vivos.
No podemos tolerar esas malas actitudes que van en contra de la seguridad
social de todos los panameños y residentes en esta nación. ES UN TEMA DE ESTADO, nos está costando miles
de millones de balboas y nos seguirá costando más si no tomamos esto con
seriedad.
Aprovecho esta lectura para agradecer a todos los que han hecho posible la
vacunación a nivel nacional, desde el ministro hasta el último ciudadano que
colabora en esta campaña sin parangón histórico en nuestra nación… gracias por
ese sacrificio y solidaridad humana. Y a
aquellos que deseen seguir con los carnavales solo deseo decirles que SUS IMPRUDENCIAS
RAYAN EN LA ESTUPIDEZ.
Autor: Sacerdote.