Por el Arzobispo Anglicano Eric Escala
Como creyentes estamos acostumbrados a usar palabras y a veces por costumbre no las pensamos o las decimos mecánicamente.
La oración no debe ser mecánica, ni aun las
que leemos o hacemos de memoria, orar es conversar con Dios como Padre, por
tanto debemos acercarnos a él con fe, pero también con la alegría de estar
hablando a nuestro padre.
Términos como Ojala, este viene del árabe “shaa Allaah”, si Dios quiere مشيئة الله
estamos tan acostumbrados a usarlo que no nos detuvimos a pensar que dejamos estos eventos futuros a la
misericordia de Dios, no al azar.
También ocurre con el termino Amen, su origen
viene del hebreo אמן que se traduce en verdad o fielmente, coincide en su raíz con la palabra fe; va
tomando forma este simple vocablo con gran significado espiritual, muchos más
son los significados podríamos terminar un libro con todos los significados que
tiene dependiendo del contexto histórico y creencia.
Pero lo que buscamos es un significado más
cercano a la fe a nivel íntimo, personal.
Si
preguntamos la respuesta seria, así sea, una afirmación, o esta es la verdad en
otros casos.
¿Cuál es el
significado de este término para un cristiano?
Para nosotros quiere decir que todo lo que
dice la biblia en el antiguo y nuevo testamento tiene su cumplimiento en Jesús,
en El las profecías son realizadas; para nosotros es camino, Verdad y vida.
Cada vez que la digo realizo una reafirmación
de mis creencias, es como si resumiera los credos (Niceno, Apostólico y el de San Atanasio), en
una sola palabra.
Pero a veces como cristianos nos toca
redescubrir nuestra fe, muchas veces nos acercamos a Dios por tradición y no
por convicción, entonces todo lo que trate de religión o fe se nos hace pesado,
tedioso y sin sentido.
Debemos redescubrir su significado,
reencontrarnos con Dios.
A veces en la sencillez podemos encontrar
grandes valores, muchas veces realizamos grandes disertaciones tratando de
explicar algunas cosas cuando la verdad lo único que nos hace falta es escuchar
a nuestro padre en las cosas simples.
Dios se encuentra en la sencillez de nuestro
corazón esperando a que nos acerquemos y compartamos su misericordia, nos toca
dar ese sí y entrar en su comunión.
Que sepamos encontrar el significado a lo que
hacemos y decimos para poder comprender de donde viene nuestra tradición
religiosa.
Señor danos
un corazón sencillo como el de Salomón para poder entender las cosas que tratan
sobre ti, que podamos estar siempre en tu presencia. Amen