El
síndrome de hubris, conocido también como enfermedad del ego,
se ha apoderado de nuestros principales gobernantes. El mismo se
evidencia, de acuerdo a los científicos, por
"una propensión narcisista a ver su mundo principalmente como un
escenario donde ejercitar su poder y buscar la gloria".
Durante
los últimos 14 meses, los ciudadanos concientes, hemos podido constatar que
llevamos tiempo secuestrados por
“dirigentes” embusteros y embriagados de poder y de sus privilegios.
Dos
libros, uno de David Owen y J. Davidson (2009) "Hubris
syndrome : an acquires personality disorder? A study of US Presidents and UK
Prime Ministers over the last 100 years"; y "In Sickness and
in Power" (2008); profundizan este concepto.
Ellos
destacan, después de estudiar el cerebro de los líderes politicos que: “el
poder intoxica tanto que termina
afectando al juicio de los dirigentes”.
Veamos
algunas de las reglas de “detección del síndrome de Hubris”, basadas en los
estudios de Owen:
1 Una predisposición para lanzar
acciones que puedan dar al individuo una luz favorable, con el fin de
embellecer su imagen.
2 Una preocupación desmedida por la
imagen y la presentación.
3 Un modo mesiánico de comentar los
asuntos corrientes y una tendencia a la exaltación.
4 Una identificación con la nación o una
organización hasta el extremo que el individuo valora su punto de vista y sus
intereses como idénticos.
5 Una tendencia a hablar de sí mismo en
tercera persona o a usar la forma regia de « nosotros ».
6 Una excesiva confianza en su propio
juicio y un desprecio por los consejos o las críticas de los demás.
7 Un enfoque personal exagerado,
tendente a la omnipotencia, de lo que son capaces de llevar a cabo.
8 Una creencia de que antes de rendir
cuentas al conjunto de sus colegas o a la opinión pública, la Corte ante la
cual deben responder es: la Historia o Dios. Y la idea inquebrantable de que
aquella Corte les absolverá
9 Una pérdida de contacto con la realidad,
a menudo vinculada a un aislamiento paulatino.
10 Agitación, imprudencia e impulsividad.