Cédula:
8-219-1975
En estos días, compartía con
un grupo de amigos y familiares, que Panamá estaba entre los mejores países para
poder retirarse, vivir seguro y con calidad de vida. ¡Y es así!, cuando de pronto uno de ellos, me
señaló, molesto, y me dice: Tú estás viviendo en “Disneylandia” pues lo que se
refleja en los medios de comunicación hoy día es totalmente diferente y esto no
es percepción es una realidad palpable.
Tengo que aceptar que sí es
cierto…. Los panameños de a pie, dicen constantemente, en las calles, los
buses, el metro, los restaurantes u otros sitios, que el Panamá de hoy, no es
seguro, que ellos, nuestros compatriotas y extranjeros residentes no se sienten
seguros en sus calles en horas de la noche.
Yo agregaría que ni de día tampoco, pues uno sale con la impresión de
que lo están vigilando a uno, para asaltarlo o secuestrarlo. Me pregunto, ¿Pareciera que estuviésemos
viviendo una paranoia social?
¿Qué dicen las cifras sobre
esta realidad?... Veamos el tema de los
actos de homicidios en la república de Panamá durante los últimos 20 años. Según la fuente “datosmacro” en el año 2000
en Panamá hubo 299 homicidios, cinco años después se refleja un aumento a 364 homicidios. En el año 2010 se contabilizan “759”
homicidios duplicando la cifra y en el 2015 la cifra disminuyó a 447. Pero para
el 2018 se hablaba ya de 439 homicidios siendo la provincia de Colón (91 casos)
y Panamá (176 casos) donde se concentran más estos actos, según el informe
estadístico del Ministerio Público de la Procuraduría General de la Nación.
En el año 2019 el número de
homicidios aumentó a 472, 33 homicidios más que el año 2018, repitiéndose la
estadística que dice que las provincias de Colón y Panamá es donde más
incidencias de homicidios existe en la República de Panamá. En lo que va de este 2020 enero cerró con 65
homicidios, 22 más que en el año 2019.
Cuando uno lee y analiza estas
cifras, debe entender que aquí no aparece nada tampoco sobre la violencia generadas
de las “asimetrías propias de la dinámica social panameña” como los temas de violencia
familiar, violencia de género, las violaciones, maltrato infantil, secuestros, violencia
laboral, pandillerismo, maltrato a los adultos mayores, pornografía infantil,
corrupción, el narcotráfico y
sus modos de operar; las redes empresariales de corrupción tipo “Odebrecht”, el
lavado de capitales, así como las mafias internacionales de trata de personas entre
otros tipos de violencias, que nos darán un panorama real de terror para el
ciudadano de a pie y que vive en esta nación con la angustia de saberse inseguro
en un ambiente de donde todos los días, mueren entre 4 a 5 panameños por estos
tipos de actividades ilícitas.
¿Qué nos está llevando a ser
un país violentado? Aquí me gustaría
compartir el análisis que realiza “Datos macro” sobre el tema de los homicidos
en Panamá cuando señalan que el índice “Per cápita de Panamá, en el año 2017
fue de 13.454€ euros, por lo que, si ordenamos los países en función de su PIB
per cápita, Panamá se encuentra en el puesto 55 de los 196 países que publican”. Sobre el tema de la Esperanza de vida de
Panamá, “en 2017 fue de 78,2 años. Está en el puesto 43 de los 192 publicados”,
y sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Panamá, “el país se encuentra
en el 66º puesto del ranking de IDH formado por 189 países”. O sea, estadísticamente hablando tenemos una
posición económica y ventajosa sobre los demás países del área. Así que lo
económico no debiera ser el problema de fondo, aunque puede ser uno de los
factores en las clases más necesitadas.
Por otro lado, consultando algunas opiniones sobre el tema con algunos
profesionales, académicos, como miembros de organizaciones cívicas y
religiosas, me señalaba un empresario extranjero que, para él, el mal radica en
la transmisión de valores que se reciben desde pequeño el niño en el seno de la
familia, ahí donde el niño es socializado con valores y principios. Al haber un deterioro en las familias
panameñas, hecho aceptado por la mayoría de expertos en la materia, nadie hace
esa tarea de socialización mejor que el barrio, el internet o las pandillas.
Una profesional de la educación y extranjera radicada en Panamá, Madre y
Maestra me señaló que “El panameño es una persona con un carácter pacífico y a
veces, inclusivo, ingenuo si se le compara con los de otros países del
continente. Hubo inclusive uno que, viviendo en uno de los mejores barrios de
Panamá me dijo que finalmente era un “asunto de percepción”.
Válgame Dios, parece ser que esa cifra del 2019 de “472” y los 65 que van del 2020, panameños secuestrados, torturados, violados, asesinados, no significa mayor
cosa para algunas personas en esta nación.
Para mí, “no debiera morir nadie en un país como el nuestro” ¿Cree usted
verdaderamente que estuviésemos viviendo una paranoia social sobre este tema?
Salgamos a la calle “y que Dios nos agarre confesado” No hay seguridad.
Sacerdote