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/ 27/09/2019
Discurso del Primer Ministro Justin Trudeau en el acto de presentación
del Informe sobre el asesinato de mujeres y niños indígenas (Quebec, 3 de junio
de 2019)
Canadá es uno
de los países que enfrentan su propia crisis humanitaria mientras que sancionan
Venezuela.
En Canadá, más
de 4.200 mujeres y niñas de los pueblos indígenas Inuit y Metis fueron
asesinadas, secuestradas o violadas durante las últimas 4 décadas. Gracias al
incansable trabajo de un grupo de mujeres que lucharon contra la impunidad, el
gobierno canadiense realizó finalmente una exhaustiva investigación oficial. La
primera en la historia del país.
En 2015 las
defensoras de derechos humanos habían logrado una intervención de la ONU. El
organismo internacional pidió al estado canadiense un informe acerca de la
persecución actual e histórica de los pueblos nativos canadienses.
El gobierno reconoce los hechos
En junio del
año en curso, el Primer Ministro Justin Trudeau entregó públicamente a
familiares de víctimas y a representantes de grupos étnicos un informe de más
de 1,000 páginas. El estudio se remonta al pasado, a la época colonial.
“Aceptamos
el resultado de la investigación. Se trata de un genocidio. Haremos todo lo
posible para poner fin a esta tragedia nacional en curso", dijo
Trudeau.
En este país
norteamericano predomina hasta el día de hoy "una política
gubernamental practicada deliberadamente durante siglos, que causó un
genocidio", según la Comisión de Investigación.
En el trabajo
de campo que duró tres años entrevistaron a unas 2.000 familias. Muchas de
ellas habían intentado aclarar el paradero de sus madres, hijas o hermanas
desaparecidas, en vano. La pasividad de los órganos públicos, policías y jueces,
formaba un muro alrededor de las víctimas.
El riesgo de
ser secuestrada, violada y asesinada es 16 veces mayor entre las mujeres
indígenas que en la población de origen europea de Canadá. El 47 % de estos
delitos contra las mujeres nativas son impunes. La violencia se centra en las
grandes ciudades de Toronto y Vancouver.
Miles de casos
no fueron investigados debidamente. Según los familiares, la policía los
clasificó erróneamente como suicidios, accidentes o muertes debido a causas
naturales. En el caso de llegar a juicios, no llamaron a las víctimas con su
nombre, las identificaron solo con “la india”.
Asesinos en serie bajo los ojos de la policía
En varios casos,
los victimarios, siendo ya identificados, podían seguir matando mujeres en
complicidad con la policía y la justicia. Tal fue el caso del asesino en serie Robert
Pickton, en cuyos terrenos de granja se encontraron docenas de esqueletos. Él admitió
49 asesinatos, pero las familias de víctimas lo acusan de un total de 70 casos.
O el caso de
Shawn Lamb, condenado en 2013 por el asesinato de dos mujeres indígenas, aunque
familiares de desaparecidas lo denunciaron por haber causado más víctimas.
Métodos de genocidio colonial
Al principio
del siglo pasado se creó un sistema de escuelas de internado para separar los
niños indígenas de sus familias y adoctrinarlos en la religión y el idioma de
la sociedad eurocanadiense.
Desnutrición,
palizas, abuso sexual y experimentos médicos forzados: las escuelas fueron el
horror más puro y existieron durante casi cien años. Alrededor del 75% de los
niños y adolescentes indígenas pasaron por estas instituciones. El resultado
fue, sobre todo, una identidad personal destruida.
Estas y otras
experiencias provocaron graves consecuencias traumáticas entre los pueblos, que
siguen persistiendo. La investigación demuestra que así se crearon las
condiciones de asesinato y desaparición de muchas mujeres y niñas indias hasta
el día de hoy.
La Oficina de
Estadísticas del Estado señaló entre 2011 y 2016 que la tasa de suicidios entre
los indígenas es tres veces mayor que entre los canadienses no indígenas.
El informe
también revela que aún persisten pautas oficiales enfocadas en eliminar las
culturas y pueblos nativos canadiense.
“El estado no
ha protegido a las mujeres de la explotación y la trata, no evitó las muertes
de mujeres detenidas. Tampoco impidió que los asesinos identificados sigan
matando ", dijo un miembro de la comisión.
Los niños arrebatados de su entorno cultural
Los métodos de
hacer desaparecer las etnias incluyen separar los niños indígenas de su entorno
familiar y cultural para educarlos en familias de acogida no indígenas. También
se realizaron numerosas esterilizaciones forzadas en mujeres nativas. La falta
sistemática de servicios estatales básicos en áreas con mayor proporción de
población originaria aumenta su experiencia de ser excluidos de su propio país.
Todavía existe
una “Ley de Indios” de 1924, que prohíbe a los pueblos indígenas contratar
abogados sin permiso oficial en el caso de reclamos de tierras y asuntos
legales.
El senador
Murray Sinclair, presidente de la Comisión de Verdad y Reconciliación (TCR),
dijo que el genocidio cultural era solo un aspecto del crimen de lesa
humanidad:
“Las
escuelas lejos de los territorios indios y la violencia contra las mujeres y
niñas indígenas fueron parte de este concepto general para expulsar a los
pueblos indígenas de la tierra, quitarles su cultura y expulsarlos de sus
comunidades”.
Genocidio colonial
El estudio, que
documenta el "genocidio colonial en la historia de Canadá”, destaca, por
ejemplo, la "guerra biológica" alrededor del año 1700. En ese
momento, las fuerzas coloniales entregaron mantas infectadas con viruela a los
pueblos indígenas.
En los años
alrededor de 1750, la colonia emergente de Nueva Escocia pagó recompensas por
el cuero cabelludo de los indios Mi'kmaq. Toda la población del Terranova
Beothuk fue "completamente aniquilada" en la década de 1820, según el
estudio.
En 1870, una
hambruna mató a los indios en las praderas, mientras el gobierno les negó
partidas de alimentación. Una epidemia de tuberculosis terminó con miles de
personas debilitadas por las carencias.
En consecuencia,
de este informe, algunas familias y organizaciones nativas exigen una mayor
participación de las naciones aborígenes en niveles gubernamentales, en el
poder judicial y la administración.
Fuentes: