Nazanin Armanian
www.publico.es / 241218
A pesar de que algunos jugadores de la
guerra internacional que tiene lugar en Siria han conseguido sus objetivos,
otros en busca de maximizar sus beneficios impiden el final del dolor y
sufrimiento de los supervivientes. Al contrario de la guerra contra Irak, donde
salvo su ejército, nadie se enfrentó a la coalición de diez país agresores unidos
por diez objetivos comunes, en Siria todos luchan contra todos,
persiguen distintas metas y discrepan sobre cómo terminar el conflicto y qué
tipo de orden establecer en la región (y en el mundo). Hoy, EEUU controla un
tercio del suelo sirio, Rusia casi la mitad y los grupos terroristas proturcos y
prosaudíes el resto del país.
¿Quién
ganó y quién perdió?
*EEUU ha logrado:
+Continuar con el proyecto del “Nuevo
Oriente Próximo”(NOP), cuyos pilares son: a) eliminar a los rivales de Israel,
b) debilitar los poderosos estados y convertirlos en minicolonias, y c)
desmantelar los sistemas seculares e implantar teocracias, puesto que el
capitalismo religioso tiene más capacidad de impedir el progreso de
los pueblos: Siria es el último estado semilaico de la región.
+Convertir Siria
en una trampa, ideada por Obama que se negó a derrocar a Asad, para
así desgastar a Turquía, Rusia, Irán y Hizbolá. Por ello, nunca entregó a la
oposición la ayuda necesaria para ganar ya que su función ha sido simplemente
demoler el estado y el país. Y han cumplido con esta misión.
+“Otanizar” todo el Mediterráneo.
+Cortar la ruta de la seda, de China, en Siria.
+Implantar por primera vez unas 20
instalaciones y bases militares en este corazón de Eurasia, creando por fin una
zona de amortiguación en Siria, y no para proteger a los refugiados sino para
sus efectivos.
Sin embargo, la
discrepancia entre el Pentágono (que apuesta por centrarse en el NOP
y Rusia) y los dos últimos presidentes, Obama y Trump que dan prioridad a la
contención de China, le impide a EEUU terminar el conflicto. Ahora se dedica a
separar a Ankara de Rusia y a Siria de Irán.
*Rusia, el
único país interesado en terminar la guerra, ha conseguido:
+Evitar que Bashar al Asad corriera (de
momento) la suerte de Sadam y Gadafi.
+Convertirse de una potencia regional a
una global.
+Fortalecer su influencia en la región.
+Detener el avance de los yihadistas, en
parte gracias
a sus acuerdos con Arabia Saudí.
+Salvar su base naval en Tartus e
inaugurar otra aérea en Hmeymim.
+Ganar
una de las guerras de gas, evitando la construcción del “Gaseoducto
Árabe” y el de Irán-Mediterráneo.
+Crear una brecha en la OTAN, al permitir
que Turquía atacase a los kurdos protegidos por EEUU, mientras entretiene al
imprevisible Tayyeb Erdogan en una interminable batalla segundaria.
Pero, los logros de Rusia dependen de la
voluntad de Israel y EEUU. Además, su “aliado” iraní se niega a salir de Siria,
dando pretexto a Netanyahu para seguir atacando a este país, destrozando las
tropas de Asad. Por otro lado, el derribo del avión ruso, por Israel, el 18 de
septiembre ha dañado gravemente las
magníficas relaciones ruso-israelíes, dificultando consolidar los
acuerdos.
*Israel, ha podido:
+Desintegrar el Eje de Resistencia formado
por Teherán, Damasco, Hizbolá y Hamas, y privar
a Irán de su “profundidad estratégica”, en parte gracias a una
insólita alianza con Arabia Saudí, Qatar y Turquía, con los que ha
compartido el patrocinio del “yihadismo sunnita”.
+Acabar
con la idea del estado palestino. Ahora, para mayor preocupación de
Irán, Netanyahu amenaza con
atacar al Líbano.
Pero, Israel menosprecia a un Teherán que
no tiene ninguna
intención de salir de Siria. Por lo que ambos continuarán su guerra
en el suelo sirio. El temor de Israel, de que las milicias chiítas reclutadas
por Irán (en gran parte afganos y pakistaníes), se conviertan en otro Hizbolá,
es absurdo, ya que éstas no son nativas, y no están allí para morir por un país
que no es suyo.
*Turquía ha sido el gran perdedor, no
consiguió:
+Recuperar la hegemonía “otomana” y
sunnita (versión Hermandad Musulmana) sobre Siria, ni su mercado, ni sus
reservas de gas y petróleo, y pasó de tener un crecimiento del 8.8% en 2011 al
2,3% en 2018. Además, tuvo que gastar al menos 4.5 millones de dólares (hasta
el 2014) en ayuda directa a los 3 millones de refugiados sirios.
+Aplastar a los kurdos de Turquía, y para
más inri se encontró con una entidad kurda en Siria, dirigida por las Unidades
de Defensa del Pueblo (YPG), alineado con el PKK. Ankara, ha dado un ultimátum
a EEUU para que expulse a esta fuerza de la ciudad árabe de Manbich, sino
lanzaría una ofensiva a la urbe. Pero, el Mando Central de EEUU para Oriente
Próximo (CENTCOM) se niega a perder el control sobre la parte oriental de
Éufrates, una línea natural que le servirá para separar las regiones árabes de
las kurdas, como rebeló
el “sirialeaks”. El pueblo kurdo, al igual que el resto de sirios,
son las principales víctimas de los pactos infames de las potencias.
Más
leña para el infierno
* Los ganadores no han logrado eliminar la
resistencia de los “perdedores”.
* Las fuerzas de la oposición no han sido
capaces de formar un gobierno alternativo a Damasco. EEUU es consciente de que
parte de los “rebeldes” es tan antiestadounidense como anti Asad. La filial de
la Hermandad Musulmana, organización de derecha sunnita respaldada por el
Partido Demócrata de EEUU, que es el sector más fuerte de la oposición, en
Siria es más reaccionaria que sus ramas en Egipto o Túnez: de perfil talibán,
en caso de ganar pueden, en colaboración de los caníbales “yihadistas”,
afganizar el país, donde cada señor de guerra controle una zona, empujando a
los alauies
armados a las montañas. Al no haber una alternativa viable a Asad, la guerra
continuará, a pesar de que el único actor que necesita realmente al presidente
es Irán.
* La inexistencia de un proyecto
aglutinador para levantar un nuevo sistema político: El propio Asad, que se
presenta como, ”Yo o el caos” (señalando a Libia), se opone al borrador de la
Constitución elaborada por Rusia, que prevé un sistema parlamentario que
pondría fin a la dinastía Asad.
* El desacuerdo sobre quiénes deben formar
parte de las negociaciones de paz: EEUU e Israel se oponen a la participación
de Asad e Irán; Rusia a los grupos “yihadistas”, y Turquía a los kurdos de YPG.
Llama la atención que el equipo del presidente Asad esté ausente en las
negociaciones de paz
de Astaná y de Ginebra.
Nueva
tragedia kurda
Entre los
motivos del fracaso del independentismo kurdo está su geografía, no
tener acceso al mar, y estar rodeado por estados hostiles. El destino de
Rojava es una carta
en manos de EEUU y Rusia para regular sus relaciones con Ankara: el 90% de las reservas de petróleo y gas de
Siria, sus recursos hídricos, y la producción de cereales están en la región
kurda.
Para Washington los kurdos tenían una
fecha de caducidad, al
igual que los kurdos de Irak. En Siria, los utilizó como su “fuerza
terrestre”. Según Aldar Khalil, un dirigente de YPG, cuando rechazaron el ultimátum
ruso de devolver Afrin a Asad, o serían atacados por Turquía, EEUU ignoró su
petición de ayuda mientras Erdogan arrasaba Afrin dejando miles de víctimas
civiles a su paso. Pero, Damasco dejó a la guerrilla pasar por su territorio
para ayudar a los compañeros en Afrin, pensando que ganaba de todas formas: los
kurdos y los turcos se mataban en aquella ciudad azotada.
La jugada del CENTOCOM con los kurdos
sirios para engañar a Turquía no ha funcionado: para que nadie le acusase de
cooperar los “terroristas pro PKK”, les bautizó como Unidades de Protección del
Pueblo, y después de las protestas turcas, contrató a miles de mercenarios
árabes y los introdujo en el grupo llamándole “Fuerzas Democráticas Sirias
(SDF)”. Turquía ahora también exige la disolución de esta fuerza paramilitar.
EEUU les ha ofrecido a los turcos dejar en paz a SDF, a cambio entregará la
cabeza de tres líderes de PKK, a los que ya ha puesto en busca y captura con
una recompensa de 12 millones de dólares.
Asad, en caso de permanecer el poder, no
tiene otro remedio que alcanzar un acuerdo con EEUU para reconocer una
autonomía kurda, siempre y cuando no sea dirigida por YPG, aunque seguramente
con menor autonomía que los kurdos de Irak, quienes curiosamente han establecido
una buena relación con Ankara. Pero, Erdogan no permitirá una segunda
“autonomía kurda” en Siria, a la que podrá seguir una tercera en Turquía y una
cuarta en Irán.
Mientras, el número de víctimas de esta
devastadora guerra sigue aumentando: por no tener acceso a la atención
sanitaria, al agua potable, a alimentos; por morir bajo los bombardeos (las últimas
33 personas en Deir al Zur, el 18 de noviembre, por EEUU); en el camino de la
huida del infierno, y por quedarse atrapados en las zonas controladas por los
terroristas, a pesar de que las televisiones ya silencian sus barbaridades.