Jorge L. Prosperi R.
www.elblogdejorgeprosperi.com / 040918
El 27 de septiembre del 2018 tendrá lugar
la tercera reunión de alto nivel sobre la prevención y el control de las
enfermedades no transmisibles (ENT) de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, en la que se realizará un examen amplio de los progresos mundiales y
nacionales logrados en el establecimiento de medidas para proteger a las personas
de morir demasiado jóvenes por causa de enfermedades cardíacas y pulmonares,
cánceres y diabetes. Esta tercera reunión será precedida de un proceso
preparatorio cuyos avances pueden ser consultados en la siguiente página de la
OMS: Getting
to 2018: Preparing for the third UN High-level Meeting on NCDs. Recomiendo
a nuestras autoridades que la visiten y nos preparemos de la mejor manera.
En ese contexto consideré necesario, hacer un alto
en el camino de la lucha frontal contra el clientelismo político y la corrupción que nos impide alcanzar el sistema de salud que
queremos y nuestro desarrollo pleno; para compartir con
ustedes la información más actualizada sobre las enfermedades no transmisibles
en el país y en la región de las Américas.
Resumen de situación de las enfermedades no
transmisibles en Panamá
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC,
durante el 2016 el 57% de las defunciones ocurridas en el territorio nacional
(10,300) fueron consecuencia de las principales enfermedades no transmisibles.
Como señalé en “No te pongas en riesgo”, y no me cansaré
de repetir, las enfermedades crónicas no transmisibles están relacionadas en
forma directa con estilos de vida asociados a factores de riesgo para la salud
y la vida, y con la insuficiente capacidad de nuestro sistema público de salud
para la promoción de la salud, prevención y tratamiento oportuno y apropiado. Y
no perdamos de vista el impacto socioeconómico de las ENT, pues es sabido que
éstas constituyen una importante amenaza para el crecimiento económico y el
desarrollo potencial de las naciones, pues son responsables de gastos de
bolsillo significativos en los servicios de salud, y contribuyen al
empobrecimiento de las familias.
Por cierto, de acuerdo con el documento “Monitor de Progreso de las ENT 2017-Resultados para la
Región de las Américas”, elaborado por la OMS; Panamá ha
alcanzado completamente 7 de los 19 indicadores de compromisos nacionales
incluidos en la Declaración Política de las Naciones Unidas de 2011 y en el
Documento Final de 2014 sobre las ENT. Hemos alcanzado parcialmente 6 de
19 indicadores y no hemos alcanzado en lo absoluto 6 de 19 indicadores. Invito
a nuestras autoridades a revisar el documento y llevar nuestros datos
actualizados, así como nuestras actividades en curso, a la reunión arriba
señalada.
Resumen de situación de las enfermedades no
transmisibles en la región de las Américas
De acuerdo con la Organización Panamericana de la
Salud, las enfermedades no transmisibles (ENT) son responsables de ocho de cada
diez muertes (80%) cada año en las Américas. Se espera que las ENT aumenten en
las próximas décadas como consecuencia del crecimiento poblacional y del
envejecimiento, la urbanización y la exposición a factores de riesgo de ENT.
Más información aquí.
Mejores prácticas para la prevención y control de
las enfermedades no transmisibles
La prevención y control de las enfermedades no
transmisibles (ENT) requiere intervenciones dirigidas a las 4 principales
enfermedades y sus factores de riesgo. A continuación se presenta un resumen de intervenciones
costo eficaces informadas en la evidencia propuestas por
la OMS, con la finalidad de orientar la toma de decisiones.
Intervenciones sobre los determinantes de la salud
Reducir el consumo de tabaco
+Aumentar los impuestos y precios a los productos
de tabaco.
+Utilizar el empaquetado neutro/normalizado y/o
advertencias sanitarias gráficas grandes en todos los paquetes de tabaco.
+Aplicar una prohibición total de la publicidad, la
promoción y el patrocinio del tabaco.
+Eliminar la exposición al humo de tabaco ajeno en
todos los lugares de trabajo interiores, lugares públicos y transportes
públicos.
+Advertir sobre los daños causados por el consumo y
exposición al humo de tabaco por medio de campañas a gran escala.
+Ofrecer programas para ayudar a abandonar el
consumo del tabaco.
Reducir el uso nocivo de alcohol
+Aumentar los impuestos a las bebidas alcohólicas.
+Aplicar prohibición o restricción integral a la
publicidad del alcohol.
+Aplicar restricciones a la disponibilidad física
de alcohol al por menor.
+Promulgar y aplicar legislación sobre conducción
bajo los efectos del alcohol y de límites de concentración de alcohol en la
sangre.
+Ofrecer intervenciones psicosociales a las
personas que consumen alcohol de forma peligrosa y nociva.
Promover dieta saludable
+Reducir la ingesta de sal: reformulando productos
alimenticios y fijando niveles objetivo de contenido de sal en alimentos y
comidas, ofreciendo opciones con menos contenido de sodio en instituciones
públicas, promoviendo un cambio de comportamiento mediante campañas en los
medios de comunicación, incluyendo etiquetado en la parte frontal de los
envases.
+Eliminar las grasas trans industriales en la
cadena alimentaria.
+Aumentar los impuestos en las bebidas azucaradas
para reducir el consumo de azúcar.
Promover actividad física
+Promover la actividad física a través de campañas
en los medios de comunicación y otros programas comunitarios educativos,
medioambientales y motivacionales.
+Proporcionar asesoramiento en materia de actividad
física y derivación de pacientes en el marco de los servicios básicos de
atención primaria.
Intervenciones desde la red de servicios de salud
Diabetes mellitus
+Ofrecer control de la glucemia para personas con
diabetes.
+Proporcionar atención podológica preventiva para
las personas con diabetes.
+Realizar pruebas de detección de la retinopatía
diabética para los pacientes con diabetes y fotocoagulación con láser para
evitar la ceguera.
Enfermedades cardiovasculares
+Ofrecer tratamiento farmacológico y asesoramiento
para aquellas personas con alto riesgo de sufrir un ataque cardíaco o cerebral.
+Tratar los nuevos casos de infartos agudos de
miocardio con ácido acetilsalicílico y clopidogrel, trombólisis, o con
intervenciones coronarias percutáneas primarias.
+Ofrecer tratamiento trombolítico intravenoso del
accidente cerebrovascular isquémico agudo.
+Prevenir la fiebre reumática y las cardiopatías
reumáticas aumentando la cobertura del tratamiento apropiado de la faringitis
estreptocócica en el nivel de la atención primaria, y desarrollando un registro
de pacientes que reciben periódicamente profilaxis con penicilina.
Cáncer
+Prevenir el cáncer cervicouterino:
-Vacunando a las niñas de 9 a 13 años contra el
virus del papiloma humano.
-Realizando pruebas de cribado a las mujeres de
entre 30 y 49 años por medio de citología cervicouterina, prueba de detección
del virus del papiloma humano o la inspección visual tras la aplicación del
ácido acético.
+Proporcionar cribado con mamografía para mujeres
de 50 a 69 años con diagnóstico oportuno y tratamiento del cáncer de mama.
+Proporcionar tratamiento quirúrgico, quimioterapia
y radioterapia para el tratamiento contra el cáncer.
+Ofrecer asistencia domiciliaria y hospitalaria
para los cuidados paliativos.
Enfermedades respiratorias crónicas
+Proporcionar salbutamol inhalado para el alivio de
los síntomas en enfermos de asma, y para enfermos con enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.
+Ofrecer tratamiento del asma con dosis bajas de
beclometasona inhalada y agonistas betaadrenérgicos de acción breve.
Una reflexión final
Para terminar, recalco la importancia del reciente
informe de la Comisión Independiente de Alto Nivel de la OMS sobre Enfermedades
No Transmisibles titulado “Es hora de actuar”. El documento señala
que no hay excusa para la inacción, pues, “a pesar de disponer de
soluciones basadas en pruebas científicas, muchos países no están cumpliendo
con sus compromisos políticos para alcanzar las metas de la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible, con su promesa de no dejar a nadie atrás. En particular
cumplir en el plazo fijado su promesa de reducir en una tercera parte la
mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y
el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar”.
Afirman los comisionados que “se han formulado numerosas políticas, pero las estructuras y los
recursos para aplicarlas son escasos. El reto no consiste solamente en lograr
el apoyo político, sino también en garantizar la aplicación, bien sea mediante
la formulación de legislación, normas y criterios, o a través de la inversión”.
Subrayan la necesidad de seguir abogando por dar mayor prioridad a las
enfermedades no transmisibles y la salud mental.