Thierry Meyssan
www.voltairenet.org / 270218
Si
nos tomamos el trabajo de mirar los hechos con algo de distanciamiento, veremos
que los diferentes conflictos que desde hace 16 años han ensangrentado
todo el Medio Oriente ampliado, desde Afganistán hasta Libia, no han sido
realmente una sucesión de guerras civiles sino la aplicación de
estrategias regionales. Recordando los objetivos y tácticas de
esas guerras, desde la «primavera árabe», Thierry Meyssan observa como ya
se preparan las próximas.
A finales de 2010 se iniciaba una serie de
guerras inicialmente presentadas como levantamientos populares. Túnez, Egipto,
Libia, Siria y Yemen se vieron arrastrados por aquella «primavera árabe»,
reedición contemporánea de la «Gran Revuelta árabe de 1915» iniciada por
Lawrence de Arabia. La única diferencia es que ya no se trataba de utilizar a
los wahabitas sino a la Hermandad Musulmana.
Todos esos acontecimientos habían sido
minuciosamente planificados por el Reino Unido y desde 2004, como lo demuestran
los documentos internos del ministerio británico de Exteriores revelados por
Derek Pasquill [1].
Exceptuando el bombardeo contra Trípoli, la capital libia, esos hechos fueron
provocados por la aplicación de las técnicas no violentas de desestabilización
concebidas por Gene Sharp [2],
así como de la guerra de 4ª generación de William S. Lind [3]
Al ser adoptado y aplicado por los
ejércitos de Estados Unidos, el proyecto británico de «primavera árabe» se
superpuso al del estado mayor estadounidense para la destrucción de las
sociedades y Estados a escala regional, proyecto formulado por el almirante
estadounidense Arthur Cebrowski, divulgado por Thomas Barnett [4]
e ilustrado por Ralph Peters [5].
En el segundo trimestre de 2012, los acontecimientos
parecían haber tomado un giro más apacible, de manera que Estados Unidos y Rusia
acordaron en Ginebra –el 30 de junio– una nueva repartición del Medio Oriente.
Pero Estados Unidos no respetó su propia
firma. En julio de 2012, una nueva guerra comenzaba, en Siria, y luego en Irak.
A las acciones de pequeños grupos y comandos armados siguieron otras de gran
envergadura con la participación de verdaderos ejércitos de yihadistas. Ya no era
sólo una guerra de 4ª generación sino una clásica guerra de posiciones,
adaptada a las técnicas de Abu Bakr Naji [6].
Esta vez, conforme a los trabajos de Robin
Wright [7],
la voluntad de impedir la reapertura de la «ruta de la seda» también vino a
superponerse a los dos objetivos anteriores, cuando China anunció su intención
de trabajar en el restablecimiento de esa vía comercial internacional.
Los acontecimientos parecieron favorecer
nuevamente el regreso a la calma durante el último semestre de 2017, luego de
la caída del Emirato Islámico (Daesh), pero los promotores de estos conflictos
habían invertido tanto que los partidarios de la guerra se negaban a renunciar
a alcanzar sus objetivos.
Vimos entonces un intento de reactivar las
hostilidades alrededor del tema kurdo. Intento que sufrió un primer fracaso en Irak,
para después sufrir otro en Siria. En ambos casos, la violencia de la agresión
empujó a Turquía, Irán, Irak y Siria a unirse contra el enemigo externo.
En definitiva, el Reino Unido ha decidido
seguir adelante con su objetivo inicial de dominación a través de la Hermandad
Musulmana y para ello acaba de constituir un «Pequeño Grupo», cuya existencia
ha sido revelada por el periodista francés Richard Labévière [8].
Esta nueva estructura secreta incluye sólo 5 países: Estados Unidos, el Reino
Unido, Francia, Arabia Saudita y Jordania.
Por su parte, Estados Unidos, en
aplicación del «Giro hacia el Asia» de Kurt Campbell [9],
acaba de decidir concentrar sus fuerzas en contra de China.
Mientras tanto, la opinión pública
occidental sigue creyendo que el único conflicto, que ya ha devastado todo el
Medio Oriente ampliado, desde Afganistán hasta Libia, es una sucesión de
guerras civiles por la democracia.
[1] When Progressives Treat with Reactionaries. The
British State’s flirtation with radical Islamism, Martin Bright, Policy Exchange, septiembre
de 2004. “I had no choice but to leak”, Derek Pasquill, New Statesman, 17 de enero
de 2008.
[2] Making
Europe Unconquerable: The Potential of Civilian-based Deterrence and Defense,
Gene Sharp, Taylor & Francis, 1985.
[3] “The Changing Face of War: Into the Fourth Generation”, William S. Lind, Colonel Keith Nightengale, Captain
John F. Schmitt, Colonel Joseph W. Sutton, Lieutenant Colonel Gary I. Wilson,
Marine Corps Gazette, octubre de 1989.
[5] “Blood borders – How a better Middle East would look”, Colonel Ralph Peters, Armed Forces Journal, junio
de 2006.
[6] The Management of Savagery: The Most Critical Stage
Through Which the Umma Will Pass, Abu Bakr Naji, 2005. Traducción al inglés de William McCants, Harvard
University, 2006.
[7] “Imagining a Remapped Middle East”, Robin Wright, The New York Times Sunday
Review, 28 de septiembre de 2013.
[8]
«Syrieleaks: un câble diplomatique
britannique dévoile la "stratégie occidentale"», [en
español, «Sirialeaks: un cable diplomático británico revela la “estrategia
occidental”»] por Richard Labévière, Observatoire géostratégique,
Proche&Moyen-Orient.ch, 17 de febrero de 2018.