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El escándalo de
Odebrecht, la mayor empresa constructora brasileña, donde se ha visto que
compraban candidatos a la presidencia o a las alcaldías u otros altos
funcionarios, ha puesto de manifiesto componentes novedosos en el tema de la
corrupción.
Tradicionalmente
la corrupción surge teóricamente desde el funcionario del Estado quien
“privatiza” el servicio público y exige un pago para efectuar el servicio
público que es gratuito. Sea en un permiso de construcción, la compra de bienes
de capital, o en una multa de tránsito, la dirección de la corrupción va desde
el servidor público hacia el cliente privado y lo que se investiga es el papel
de los funcionarios públicos o de sus familiares. Lo que existía antes de la República de los Empresarios era lo que Krueger llamó sociedades
rentistas y la corrupción consistía en que el funcionario público cobraba por
darle al cliente algún beneficio público.
Después de las
privatizaciones y de las reformas económicas de la década del 90 todo esto se
ha trastocado. El Estado se ha vuelto un botín asaltado desde el sector
privado. Se han transformado de sociedades
rentistas a sociedades de despojo.
Algunos
elementos para la caracterización de la corrupción presentados por el caso
Odebrecht son:
A) la
privatización de la corrupción
B) el mecanismo
para corromper
C) la
transnacionalización del fenómeno (Ugarteche 2004)
D) el tamaño
del botín público saqueado
La privatización de la corrupción. Lo que se aprecia ahora es el impulso desde el sector privado para
apostar a ganadores de cargos públicos desde donde podrían obtener contratos de
los que devendrían no ganancias legítimas relacionadas al margen de ganancia de
su actividad económica sino trozos del erario público convirtiendo al Estado en
un botín saqueable. Los agentes privados despojan al Estado a través de un
mecanismo de apuestas similar al del mercado de derivados financieros.
La empresa
constructora apostó N millones de dólares a que un candidato ganaría las
elecciones presidenciales peruanas. Por las dudas apostó a todos los candidatos
otorgándoles dinero para sus campañas presidenciales. El sentido de la apuesta
empero es que una vez ganador, el ganador aprobaría la renovación de adendas a
contratos de construcción aprobadas por el ministerio de transportes y
comunicaciones del país.
En el caso de
México lo que se observa es una apuesta doble porque, de un lado, hubo dinero
para todas las campañas electorales y de otro la entrega de una casa en Ciudad
de México y de un departamento en Miami al candidato ganador. En el caso
mexicano, la empresa española OHL le entregó el bien a la cónyuge del
presidente electo. Lo que duplica la apuesta es que además se le entregó dinero
al presidente de PEMEX para obras que dicha empresa llevara a cabo a futuro.
Como cualquier
apuesta a futuro contiene un elemento de riesgo porque, de un lado, puede ser
que los contratos de las obras no las ganen genuinamente ellos, y, de otro
lado, puede ser que las obras no se lleven a cabo. Un ejemplo es la
construcción de un ferrocarril rápido de Ciudad de México a Querétaro, cuya
licitación fue suspendida cuando fue destapado el escándalo del pago.
En estos casos
entonces la corrupción comienza afuera del Estado y llega al funcionario
público como “una propuesta que no puede rechazar.” De este modo cayeron los empresarios
en Brasil antes que los políticos de una docena de países (Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana,
Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela)
señalados por el propio Marcelo Odebrecht de haber recibido dinero suyo.
Parecen estar exentos Chile, los países centroamericanos (menos Guatemala) y
Cuba, hasta ahora.
RELACION COSTO BENEFICIO DE LA CORRUPCIÓN NUEVA
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Perú
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Rep Domi.
|
Argentina
|
Colombia
|
Ecuador
|
México
|
Panamá
|
Sobornos
|
29
|
92
|
35
|
11
|
35.5
|
10.5
|
59
|
Beneficios
extra
|
143
|
163
|
278
|
50
|
116
|
39
|
175
|
Relación
|
493%
|
177%
|
794%
|
455%
|
327%
|
371%
|
297%
|
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El mecanismo para corromper. La corrupción trasnacional tiene como rasgo que los pagos a candidatos a
la presidencia, alcaldes o presidentes de empresas públicas se hacen, no dentro
de los espacios nacionales de sus “clientes”, sino en paraísos fiscales
mediante cuentas a nombre de terceros. Así, por ejemplo, los pagos a Pedro
Pablo Kuczynski cuando era ministro, se hicieron a través de su empresa
consultora registrada en Miami, en una cuenta de banco de ésta en un paraíso
fiscal. De la misma manera están los pagos al ex presidente Alejandro Toledo a
través de una cuenta análoga. Los pagos a través de cónyuges, son frecuentes
igualmente, como en el caso de México, donde la empresa española que construyó
el segundo piso del anillo periférico en el tramo que está en el Estado de
México, que ganó la licitación de los peajes, así como la construcción de un
tren rápido en dicho Estado, le regaló a la primera dama una casa en Las Lomas
y un departamento en Miami.
Para terminar,
la lógica de “ponme donde haya y no me des”, donde el funcionario echa mano de
fondos públicos o cobra por sus servicios, ha sido sustituida por la del
caballo por el que apuesta el agente privado. La relación costo beneficio de la
apuesta, según Marcelo Odebrecht, es de 416% promedio (ver tabla) lo que es un
fuerte incentivo para los apostadores. Lo interesante es que ha intervenido el
Departamento de Justicia de Estados Unidos en el caso Odebrecht, dado que los
pagos son trasnacionales (utilizan el SWIFT de los bancos y pasan por Estados
Unidos los dineros una fracción de segundo camino a la cuenta de destino) y en
dólares. Este les puso la denuncia en primer lugar a los empresarios que hacían
los pagos. Esto no ha ocurrido con los empresarios españoles todavía, por
ejemplo, tal vez por el pago en especie.
La solución a
los casos de corrupción de esta naturaleza es que el poder judicial de cada
país castigue de manera ejemplar a los políticos involucrados. Todo parece
indicar, sin embargo, que hay países donde el poder judicial es muy débil y no
aparecen acusaciones fuertes ni campañas de prensa para hacer visible lo que se
ha denunciado internacionalmente. La prensa es tan importante como el poder
judicial en estos casos, porque les permiten a los ciudadanos presionar y
exigir justicia.
Bibliografía
Oscar Ugarteche
(2004) “La nueva corrupción. Tipología y aproximaciones teóricas desde el caso
Fujimori/Montesinos”, Nueva Sociedad 194, Noviembre - Diciembre 2004, ISSN: 0251-3552.
Oscar
Ugarteche
Investigador
titular, IIEC UNAM, SNI/CONACYT, coordinador del proyecto OBELA