Nazanin Armanian
www.publico.es
/ 060118
Mientras las autoridades de la República
Islámica (RI) se apresuran a llenar las calles con sus partidarios – quienes a
cara descubierta y sonrientes llevan grandes pancartas-, decenas de miles de
trabajadores y estudiantes siguen protestando entre balas, porras y palizas. A
miles de detenidos se les puede aplicar la “ley antiterrorista” (semejante a la
Ley Patriot de Bush), que incluye la pena capital, por lo que hay ya
concentración de familiares delante de las prisiones del país. Entre al menos
una veintena de asesinados hay dos niños de 11 y 13 años.
La crisis estructural de la RI que ha
provocado las actuales revueltas, deja las siguientes reflexiones:
1. El ‘Líder’ Alí Jameneí se niega a
reconocer su responsabilidad en la desastrosa gestión del país, y vuelve a
acusar a EEUU e Israel de estar detrás de las protestas. Entonces ¿por qué el
jefe de los Guardianes Islámicos (GI), el comandante Yafari, señala al ex
presidente Mahmoud Ahmadinejad de ser el instigador de los disturbios? ¿Será
Ahmadineyad un agente del Mosad? Ambos han intentado buscar pretextos para
enviar a la cárcel a quien fue su servil aliado en arruinar la rebelión popular
del 2009, aunque también se trataría de una ‘justicia poética’. La televisión
estatal ha emitido un vídeo en el que ‘alguien’ a cara descubierta pide ayuda
Israel, lo cual no sólo muestra la capacidad de engaño de la policía sino de
cientos de policías infiltrados entre los manifestantes. Lo surrealista ha sido
las declaraciones de Mohsen Rezai, presidente del Concejo de Discernimiento que
ha culpado al cuñado de Saddam Husein del “Plan de protestas” en Irán.
2. En Israel, aunque Netanyahu no se
atrevió acusar a miles de israelíes que protestaron el 10 de diciembre contra
su gobierno corrupto de ser “agentes de Irán”, sí que el Shin Bet anunció el 3
de enero haber destruido una célula terrorista dirigida por Irán en Samarra y
Yehud. Según el diario árabe Al-Monitor, a pesar de los grandes esfuerzos para
espiar a Irán, la inteligencia israelí fue sorprendida por la actual ola de
protestas. Arabia Saudí también justificó la ejecución del ayatolá Nimr,
tachándole de ser servil a Irán.
3. Llamar “enemigos” a los trabajadores
manifestantes, no sólo muestra el aislamiento de las autoridades del pueblo,
sino una realidad: ‘los de arriba’ y ‘los de abajo’ son enemigos de clase.
Acaban de ingresar al anciano ayatola Shahrudi en un hospital privado en
Alemania, pero no existe un seguro social universal para la población. El
sueldo de un médico es 150 veces más que el de un obrero. Si no se ven mendigos
por las calles de Irán se debe al profundo sentido de dignidad que tiene este
pueblo: suelen ocultar la palidez de su cara de desnutrida, aunque sea
“abofeteándose para darle el color rosado”, como dice el refrán persa.
En 2015, una huelga de media jornada de
los bazaríes (la burguesía comercial) que se negaban a pagar el IVA, fue
suficiente para que Rohani les eximiera a pagar impuestos. Pero no hubo
compasión para los 17 obreros de la mina de oro Agdarreh en Azerbaiyán que
recibieron entre 30 y 100 latigazos en 2014 por solidarizarse con los 350
compañeros despedidos. El año pasado murieron cerca de 1,600 obreros de la
construcción en accidentes laborales. ¡Como si fuera Qatar!
4. La extrema derecha islamista sigue
amenazando a las madres y los padres trabajadores a que si sus hijos gritan
pidiendo comida vendrá ‘el Coco’ Trump y se los comerá: que elijan entre morir
de hambre o por el impacto de misiles de los yanquis. En contraste, por
primera vez en su historia, los ayatolás chiitas experimentan la vida de los
reyes y jeques árabes.
5. El presidente Rohaní desmiente los
rumores sobre su dimisión, lanzado por el sector Jameneí. Señal de que va a
resistir. El junio pasado, Rohaní acusó abiertamente a los militares de haber
creado un estado armado dentro del estado, controlando la economía, el poder
judicial y los medios de comunicación además de ser responsable de la
monumental corrupción en la administración. La ruptura en la cúpula del poder
es tal que el presidente puede enfrentarse a una moción de censura y convocar
nuevas elecciones, ser acusado de “colaborador de EEUU”, o sufrir un golpe de
estado.
6. Las crisis cíclicas del sistema
instalado por una teocracia islámica han mostrado su incapacidad de satisfacer
las aspiraciones políticas, económicas y sociales de una sociedad avanzada como
la iraní. La nueva generación tiene derecho a elegir un sistema viable. La edad
de los tres principales clérigos que gobiernan a Irán están entre 70 y 90 años.
7. Esta rebelión popular lejos de ser
repentina, es la culminación de un año 2017 con cerca de 1.700 protestas
ciudadanas, según el Gobierno, por: el retraso en el cobro de los salarios;
cierre de las fábricas; estafa bancaria; disparar y matar a los ‘kulbar’
(porteadores) que se desloman traficando mercancías cruzando las montañas que
separan Turquía de Irán; falta de atención médica a los presos políticos en
huelga de hambre (entre ellos Reza Shahabi y Esmail Abdi, conductores de
autobuses); la creciente sequía que está forzando a miles de personas a
emigrar, o la falta de medidas contra la contaminación en una mega ciudad como
Teherán que no sea el cierre de los colegios durante días.
Los indignados iraníes habían utilizado
todos los medios pacíficos a su alcance: desde las urnas, hasta escribir cartas
abiertas a Jameneí y concentrarse delante de su residencia, o del parlamento, y
ninguno había dado resultado. ¿Cómo deberían reaccionar miles de damnificados
del reciente terremoto de Kurdistán cuando oyen de un clérigo (que habita en
una vivienda antisísmica) que el temblor de la tierra era “un castigo a sus
pecados”? Han muerto 4 supervivientes en las tiendas de campaña por las
temperaturas gélidas de la zona. Estamos ante el proceso del tránsito de los cambios
cuantitativos a cualitativos.
8. Ya preparan vídeos de “confesiones” de
los detenidos en las que “reconocerán” ser agentes del Mosad y de la CIA, una
vez pasados por las cámaras de tortura. Es uno de los métodos más favoritos de
la RI en desacreditar a los opositores, además justificar sus ejecuciones. El
Sha y Saddam Hussein también recurrían a este método por ser una “prueba
fehaciente”.
Los
pragmáticos “indignados”
9. Las manifestaciones no tendrían el
formato de un estallido social si no fuera porque la RI ha prohibido todos los
canales de la expresión pacífica de los ciudadanos. Es ahora, después de 38
años, cuando Rohaní ordena a los gobernadores de las provincias legalizar las
protestas pacíficas.
10. De forma instantánea, la demanda de
una ‘democracia económica’ de las zonas deprimidas ha pasado a la ‘democracia
política’ en las ciudades grandes. Una alianza entre los trabajadores y la
clase media, sobre todo con los estudiantes universitarios, es la pesadilla
para la RI. ¡Han detenido a unos 90 universitarios de izquierdas de forma
preventiva!
11. El perfil bajo de Teherán en la actual
marea popular se debe a la espectacular concentración de los antidisturbios en
la capital, quienes también han tomado las refinerías, vigilando al “proletariado”
del país. Saben que el resultado de la batalla entre el capital y el trabajo se
determina en las ciudades y en las zonas industriales.
12. Las consignas apuntan a la casta
clerical y su hipocresía en pedir austeridad al pueblo y vivir en opulencia. No
pretenden derrocar a la RI, exigen reformas políticas, sociales, y económicas.
13. Por primera vez, las masas iraníes,
decepcionadas de los reformistas y moderados, de forma masiva piden la
separación entre la religión y el poder: no sólo porque las leyes religiosas
han agravado los problemas que dejó la dictadura semi-secular del Sha en 1979,
sino también porque estas dos facciones no han podido reducir el peso del
clérigo y los militares ‘ultras’ en el poder.
14. La experiencia del penoso fin de la grandiosa
y espontánea revolución del 1979, que fue secuestrada por el clérigo medieval,
muestra que, ante la ausencia de una alternativa progresista, es mejor forzar
la transformación progresiva de la RI a una República de Irán. Los indignados
conscientes de que las demandas maximalistas les conducirán al matadero,
resumen su demanda en: “Pan, Trabajo, Libertad”
La
RI no está empleando una dura represión
15. En comparación con las anteriores
movilizaciones populares, que eran aplastadas con masivas ejecuciones, la RI se
está conteniendo, porque:
-Las actuales protestas no están
localizadas en unas pocas ciudades. Se han extendido por todo el país.
-El papel activo de las minorías étnicas y
religiosas (kurda, azerí, baluch, turcomena, árabe, etc.), que sufren una gran
discriminación, siendo el 65% de la población, aumenta el temor en la RI. En el
choque entre la policía y las milicias del clandestino Partido Democrático de
Kurdistán han muerto varias personas de ambos lados.
-Son conscientes de que no se trata de un
movimiento estudiantil pequeño burgués, sino de campesinos, obreros,
asalariados arruinados que no tienen nada que perder más que sus cadenas.
-El presidente Rohaní, que cuanta con un
brazo armado en el seno de los Guardianes Islámicos, y está siendo atacado
duramente por Jameneí-GI, no puede espantar a sectores sociales que le
prefieren a la inestabilidad del país y a amenazas de una guerra de
EEUU-Israel. Además, prometió al pueblo: “Yo no haré de sargento, sino de
economista”.
-Temen que algunas potencias
internacionales añadan la ‘matanza de civiles desarmados’ a la lista de los
anteriores pecados de la RI: realizar prueba de misiles balísticos y apoyar el
terrorismo.
-Una masacre de los ciudadanos acabaría
con las relaciones de la Unión Europea con la RI y sus miles de millones de
euros de inversiones en Irán. Por el momento, la UE apoya a la RI frente a las
amenazas de EEUU de Trump. Para Teherán sería perder a unos aliados que son
miembros de la OTAN.
16. Ni Israel ni EEUU pueden influir sobre
los manifestantes; ni siquiera tienen embajadas en Teherán. En Siria, los coches
bomba empezaron a estallar en 2001, coincidiendo con la reapertura de la
embajada de EEUU en Damasco y nombrar a Robert Ford de jefe de la misión:
Llegaba de Bagdad, donde, junto con el embajador John Negroponte formaron
escuadrones de muerte “chiita” y “sunnita” provocando una cruenta guerra
‘civil’ en el país que aun hoy continua. Es más, en este país, igual que en
Libia, las potencias agresoras han utilizado justamente a los islamistas para
acabar con sus estados semilaicos. Irán, que ya vivió esta situación en 1978
ahora vive un proceso contrario.
17. En el marco del fracaso de las
primaveras de Egipto, Túnez, Yemen, Bahréin, el complot de EEUU y sus aliados
contra Siria y Libia y la conspiración de Trump-Netanyahu-Al Saud contra la
nación y el estado iraní, la RI debe apresurase en legalizar la libertad de
expresión, asociación y manifestación, controlar los precios, crear puestos de
trabajo y aumentar los salarios: justamente estos pasos serían los primeros
para apartar la religión del poder.
18. En este tablero, no habrá “jaque
mate”: el juego continuará, mientras el peón pueda convertirse en reina: sería
una “revolución sin revolución”, de moverse sin avanzar.
19. El colapso de la RI no beneficia a
Irán, ni al mundo: provocará una posible guerra civil y millones de refugiados
en una región a la deriva con siete guerras abiertas. Habrá una nueva realidad
en la que los ciudadanos iraníes se convertirán en un jugador determinante del
escenario. Consignas como “ni en Gaza, ni en el Líbano, sacrificaré mi vida por
Irán”, muestran, si bien una acertada crítica a la política exterior de la RI y
su apoyo (sobre todo financiero) a las organizaciones de derecha
fundamentalista (que no pueden ser anti imperialistas, sino todo lo contrario),
muestran la falta de conciencia de que, sin un frente amplio por la democracia
y paz a nivel regional, el movimiento iraní por la justicia social y libertad
no podrá triunfar.