Vienen por nuestro litio,
con la excusa del auto eléctrico y la defensa del ambiente
Explotación de litio en Bolivia
Foto: smineria.blogspot.com
Los satélites, las naves espaciales, las baterías recargables de los
teléfonos móviles, las computadoras y portátiles, los marcapasos, las cámaras
digitales, los reactores atómicos, los vehículos y las bicicletas eléctricas,
los medicamentos antidepresivos... todos tienen algo en común, el litio, un metal de color blanco
plateado, blando, y que posee una gran capacidad para almacenar energía, y que
las empresas trasnacionales quieren apoderarse.
Hoy desde Estados Unidos, Europa y el sudeste asiático se trata de
imponer el imaginario colectivo de que los responsables de que no se ponga coto
a la contaminación ambiental derivada del consumo del combustible fósil es la
“incapacidad” de los principales productores de litio, casualmente
sudamericanos.
El atasco en el suministro de litio frena al coche eléctrico, pontifica
José Ángel Plaza desde el diario español El País. Se necesitan nuevos métodos
para extraer y procesar de manera más rápida, barata, eficiente y ecológica el
metal con el que se fabrican las baterías de estos vehículos, el litio, agrega.
Históricamente, la extracción se ha centrado en lo que se conoce como el
triángulo del litio, que abarca salares de Bolivia, Chile, Argentina (y parte
de Brasil) y que concentra el 85% de las reservas mundiales (estimadas en 40
millones de toneladas). Su procesamiento –de dos años- requiere de enormes y
costosos estanques de evaporación que dañan el medio ambiente y solo se
consigue aprovechar el 40% del litio disponible en los depósitos.
Supuestamente en defensa del ambiente, los países centrales y las
empresas trasnacionales están dispuestos a quedarse con los bolsones de litio
para garantizar su suministro a la nueva industria de automóviles
eléctricos, obviando, claro, los problemas sociales, medioambientales y de
salud que provoca en nuestros países la extracción de otros materiales
necesarios para producir esas baterías, sobre todo grafito y cobalto.
Los vehículos eléctricos son el futuro. Son limpios, divertidos de
conducir y pueden funcionar con energía renovable de bajo costo, pero tienen un
enorme apetito que solo se sacia con el litio, señala el consultor
estadounidense David Snydacker. El enorme apetito no es de los automóviles sino
de las automotrices.
Según Goldman Sachs, la demanda global de litio aumentó un 26% en 2016 y
se prevé que crezca un 39% en 2018. Teniendo en cuenta que además de su
inclusión en las baterías de vehículos eléctricos y dispositivos móviles este
metal se emplea en la fabricación de grasas lubricantes, vidrio cerámico, aires
acondicionados, cementos o adhesivos, entre otros productos
Para el empresario estadounidense David Syndaker, lo que sí puede
desacelerar el ritmo de fabricación de las baterías para estos automóviles son
los cuellos de botella en la cadena de distribución del litio. Los fabricantes
de baterías y automóviles buscan cerrar contratos a largo plazo para el
suministro de litio, “pero este abastecimiento se está ralentizando debido a la
complejidad de construir estanques de evaporación en partes remotas de América
del Sur para seguir obteniendo este metal, lo que además redunda en subidas de
precio”, indica.
Este metal blando y pegajoso se utiliza para fabricar baterías de iones
de litio, una de las mejores opciones para alimentar vehículos eléctricos
debido al “alto rendimiento proporcionado tanto por su densidad energética como
por sus ciclos de carga”, según Arturo Pérez de Lucia, director de la
española Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo
Eléctrico. Estos componentes cuentan con una segunda vida útil en el
almacenamiento energético tras ser usado en el sector automotor: conservan en
torno al 80% de su capacidad, y que además pueden reciclarse una vez que sus
ciclos llegan a su fin.
Carlos Arribas, de la española Ecologistas en Acción, considera
“absolutamente inviable” convertir toda la flota de automotores de combustión
en modelos puramente eléctricos. Joe Lowry, presidente de Global Lithium LLC,
que asesora a todos los agentes involucrados en el negocio del metal, señala
que en 2025 los autos eléctricos representarán el 5% del mercado mundial, pero
para que el sector automovilístico pueda hacer frente a esa fabricación es
necesario invertir unos 6.000 millones de dólares en el suministro de litio
hasta el 2020.
La maximización del beneficio para las automotrices consiste justamente
en asegurarse el recurso al menor precio posible regulando así el surgimiento
de rentas diferenciales. Los países centrales son quienes consumen el litio sin
excepción, no existiendo países periféricos entre los demandantes.
La carrera del litio
Inadvertido para el público en general, en este 2017 se ha intensificado
la carrera del litio entre Chile, Bolivia, Argentina y Brasil. Se denomina triángulo
del litio a la zona geográfica ubicada en América del Sur, en el límite de
Argentina, Bolivia, Chile y Brasil, que conserva las mayores reservas de ese
metal blando conocidas en el planeta.
La tonelada de litio tenía un precio de 1,670 euros en 1998, mientras
que para 2017 alcanza hasta 8,600 euros. Basta multiplicar las 850 millones de
toneladas que posee Argentina por los 1,670 euros por tonelada para comprender
la dimensión económica de este yacimiento. Si hacemos la misma operación con
los aproximados 5,5 millones de toneladas que tiene Bolivia las cifras se
vuelven asombrosas.
A diferencia del cobre y otros metales, el litio no se cotiza en Bolsa:
su precio es el resultado de negociaciones entre productores y consumidores.
Actualmente está en torno a los seis mil dólares la tonelada y su aumento
dependerá en el corto plazo de la cantidad de actores en este mercado. Pese a
ello, la demanda irá en constante aumento debido a la conversión de automóviles
desde motores de combustión a eléctricos.
El 85% de las reservas descubiertas de litio del mundo se encuentran en
la zona denominada triángulo del litio (también: puna plateau), comprendida por
Bolivia (Salar de Uyuni), Chile (Salar de Atacama) y Argentina (salares de la
puna Jujeña y Salteña, y norte de Catamarca), donde llama la atención la casi
absoluta inactividad por parte del Estado, mientras las empresas dominan en la
desigual relación que establecen con las comunidades locales.
La información indica que el litio es uno de los minerales más
abundantes en la naturaleza, y ese 85% de las reservas existentes en el
territorio sudamericano constituyen las reservas de litio mundialmente
conocidas en salinas, cuya extracción es la más barata del mercado, pero
oculta, otros tipos de reservas (en roca, en arcillas, en espodumeno, e incluso
en el agua del mar) que han dejado de ser atractivas para las transnacionales
mineras debido a los costos que implica su extracción.
El litio, según los más aventurados reportes de analistas económicos,
ocupará en la próxima década un rol esencial como elemento conservador de la
energía. Se especula que su utilización para las baterías de los autos
eléctricos e híbridos ocupará un rol importante en la carrera por disminuir los
gases que provocan el efecto invernadero. La pregunta es a qué costo.
Al menos nueve empresas transnacionales mineras de litio exploran en la
puna jujeña y salteña, con un total de 18 proyectos que buscan comenzar su
explotación en los próximos 2 a 6 años, en territorio de más de 40 comunidades
indígenas de las cuales sólo 7 han manifestado su “consentimiento” a dicha
intervención territorial. “Consentimiento” de carácter viciado ante el
incumplimiento de todos los requisitos del Convenio 169 de la OIT y la Declaración
de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
La senadora chilena (por la región Atacama) Isabel Allende, hija del ex
presidente Salvador Allende señala que "No podemos permitir que le suceda
a Chile con el litio, lo mismo que ocurrió con el cobre, que finalmente para
'no perder nuestro liderazgo en el mercado internacional', lo entreguemos sin
discusión mediante su extracción a privados y no aprovechemos al máximo para
nuestro país los beneficios provenientes de este mineral.
Es uno de los minerales industriales más interesantes, con propiedades
especiales en la conducción del calor y la electricidad. Se encuentra presente
en una amplia gama de minerales, aunque sólo algunas poseen valor económico
(espodumeno, lepidolita, petalita, ambligonita y eucriptita). Se encuentra en
salmueras naturales, salmueras asociadas a pozos petrolíferos y a campos
geotermales, y también en diversas arcillas (la hectorita es la más importante)
e incluso en el agua de mar.
Si bien las fuentes de litio pueden ser diversas, hoy solo dos procesos
de obtención son económicamente factibles: mediante salmueras y minerales.
Los productores
BOLIVIA:
El 30 de marzo último, la Cámara de Diputados aprobó en grande el
proyecto de Ley para la creación de la empresa Yacimientos del Litio Boliviano
(YLB), que será la encargada de impulsar la industrialización de ese mineral.
YLB arrancará con los recursos económicos destinados a industrializar el litio
a través de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos, cuyo monto asciende
a 700 millones de dólares.
El parágrafo III del artículo único del proyecto de ley establece que
para los procesos posteriores de semi-industrialización, industrialización y
procesamiento de residuos, la estatal YLB podrá realizar contratos de
asociación con empresas privadas nacionales o extranjeras, manteniendo la
participación mayoritaria del Estado. En este punto el ministro aclaró que para
la fase industrialización del litio se requerirá socios que aporten con
tecnología, que Bolivia no tiene.
CHILE:
Un llamado internacional para que se instalen en Chile empresas
desarrolladoras de productos con valor agregado a base de litio se realizó el
jueves 30 de marzo de 2017. (…) Entre la producción con valor agregado se
encuentran los cátodos, componentes de baterías de litio o sales especiales.
Además de la industria automotriz, este mineral es usado en la industria
cerámica, de vidrios, lubricantes, o dispositivos móviles como celulares o
tablets. En primera instancia, el llamado señala que la producción con precio
preferente alcanzará a 16 mil toneladas en 2023, pero podría llegar hasta 20
mil toneladas. “Esto nos permite la instalación de varias empresas, no solo
una. Hoy, la producción global de litio para baterías no supera las 40 mil
toneladas”.
Actualmente, Chile produce el 41% del litio que se utiliza en el mundo.
El dictador Augusto Pinochet, prohibió la extracción del litio por parte de las
multinacionales pero concedió su producción monopólica a dos empresas, la
Sociedad Chilena del Litio (SCL) y la Sociedad Química y Minera de Chile
(Soquimich, SQM). Hoy las grandes compañías multinacionales, como Mitsu
Sumitomo, Samsung y Bolloré, llevan años instigando y sobornando a los
políticos para lograr extraer este litio.
ARGENTINA:
La reunión del 8 de marzo en Buenos Aires, organizada por el The
Economist tuvo dos temas importantes fueron la explotación de Vaca Muerta en Neuquén
(gas y petróleo) y el litio en Salta y Jujuy. El encuentro contó con el
auspicio del gobierno argentino, Monsanto, Siemens, Corporación América
(Eurnekián), Grupo Insud (Hugo Sigman), La Nación, Clarín, la Cámara de
Comercio Argentino-Británica y la American Chamber of Commerce in Argentina .
Convenida ya la entrega del petróleo y el gas de una parte importante de
Vaca Muerta a las coronas inglesa y holandesa a través de Shell, ahora los
proyectos apuntan a la entrega del litio, considerando que el consumo en la
última década de este mineral se multiplicó por 10. El mismo día se anunció la
firma del acuerdo para operar las 90.000 hectáreas de las Salinas Grandes para
explotar litio.
El 23 de marzo, el gobierno argentino anunció que Orocobre invertirá U$S
160 millones en la extracción de litio y que la canadiense Enirgi Group
Corporation invertirá U$S 720 millones en la extracción del mismo mineral en
Salar del Rincón, Salta, para procesar 50.000 toneladas por año.
El Salar del Hombre Muerto, ubicado en el límite entre Catamarca y
Salta, comenzó su producción en el año 1998 a partir de intereses de la firma
minera norteamericana FMC y la automotriz Nissan. Posteriormente se incorporó
la explotación del Salar de Olaroz, en la Puna jujeña, proyecto que asocia a la
trasnacional australiana Orocobre con la gran automotriz japonesa Toyota
Tsusho, y en el que se introdujo incluso la participación directa de la
provincia jujeña al negocio a partir de la creación de una empresa estatal
(JEMSE), en el marco de los intentos desesperados de captar mayores recursos
para el fisco provincial.
En los últimos años se multiplicaron las presiones de otras automotrices
japonesas como Mitsubishi y la autopartista Magna o la coreana Kores. Los
acuerdos ente las firmas abocadas a la extracción del litio y las firmas
automotrices son un modelo de negocio que encarnan el objetivo estratégico para
las últimas de asegurarse la compra de una determinada proporción del volumen
de carbonato o cloruro de litio, acorde a la proyección de baterías que
requerirán en la fabricación de autos eléctricos.
BRASIL:
El Proyecto de Evaluación Potencial de litio en Brasil, coordinado por
el Servicio Geológico de Brasil (CPRM), anunció el 31 de marzo que el país
tenía un crecimiento en las reservas mundiales de la sustancia, del 0,5% al 8%.
El área experimental del proyecto de litio-mapping en Brasil fue el
Jequitinhonha Valle Medio en Minas Gerais.
Calvyn Gardner, representante de uno de los fondos de inversión de
Inglaterra anunció que invertirá 40 millones de dólares para poner en
funcionamiento una planta industrial para producir 60.000 toneladas por
año.
Periodista y sociólogo uruguayo, con investigaciones del colectivo
del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico de Análisis Estratégico
(CLAE, estrategia.la).