COMUNICADO DE PRENSA - OIT: La participación
laboral de las mujeres aumenta pero el camino a la igualdad aún es largo en
América Latina y el Caribe
OIT: La participación laboral de las mujeres aumenta pero el camino a
la igualdad aún es largo en América Latina y el Caribe
La tasa de participación laboral superó por primera vez el 50 por
ciento, pero aún está por debajo de la de los hombres. Además el desempleo de
las mujeres es mayor y la brecha salarial es de 15 por ciento. Los datos son un
llamado a la acción por la igualdad de género en el trabajo, dijo el Director
Regional de OIT para América Latina y el Caribe en una declaración por el Día
Internacional de la Mujer.
8 de marzo de 2018
En América Latina y el Caribe hay unas 117 millones de mujeres que
forman parte de la fuerza de trabajo, resultado de un “fenómeno imparable” de
aumento persistente en las tasas de participación en un mercado laboral en el
cual, sin embargo, “aún estamos muy lejos del objetivo de la igualdad de
género”, dijo hoy el Director Regional de la OIT, José Manuel
Salazar-Xirinachs.
“El camino hacia la igualdad en el trabajo aún es largo”, añadió al
citar los datos más recientes recopilados en la región, en una declaración
difundida con motivo del Día Internacional de la Mujer en la cual plantea que
la información sobre las disparidades en el acceso a los mercados laborales
debe ser considerada como “un llamado a la acción”
“Cerrar las brechas no sólo es una manera de garantizar que nadie se
quede atrás y de avanzar hacia una mayor justicia social. También es clave para
aprovechar un inmenso potencial desaprovechado para el desarrollo económico y
social de América Latina y el Caribe”, destacó Salazar.
A fines de 2017 por primera vez se registró una tasa de participación
laboral de las mujeres superior al 50 por ciento, al alcanzar 50,2 por ciento.
Los datos fueron considerados como una cifra sin precedentes en los mercados de
trabajo de la región. Pero, al igual que sucede en otras partes del mundo, esta
participación no basta para cerrar las brechas existentes.
La tasa de participación de las mujeres es de casi 25 puntos
porcentuales con la de los hombres, que es de 74,4 por ciento, según los
últimos datos del informe Panorama Laboral de América Latina y el Caribe 2017
de la OIT.
La diferencia también se mantiene en el caso de la tasa de ocupación
que registra la oferta de empleos. Las mujeres registraron una tasa de 45 por
ciento, mientras que la tasa de los hombres se ubicó más de 20 puntos por
encima en 68 por ciento.
“Al considerar el desempleo, nuevamente aparecen diferencias que
evidencian la persistencia de una brecha”, dijo Salazar. La tasa de
desocupación de las mujeres por primera vez en una década supero las dos cifras
al ubicarse en 10,4 por ciento, equivalente a 1,4 veces la tasa de los hombres.
A pesar de tener una menor participación en la fuerza laboral, las
mujeres son prácticamente la mitad de los desempleados: 13 millones de un total
de 26 millones.
Salazar también hizo referencia a la brecha salarial entre mujeres y
hombres. Según los últimos datos recopilados por la OIT esa brecha bajó
alrededor de 5 puntos porcentuales entre 2005 y 2015, pero continúa siendo de
15 por ciento.
“Conocer estos datos es importante para entender cuáles son las
tendencias y las dimensiones de los desafíos que enfrentamos”, destacó el
Director Regional de la OIT. “La lista de tareas para cerrar todas estas
brechas es larga y comienza necesariamente con la necesidad de insistir en
políticas para combatir los estereotipos que aún prevalecen en muchos lugares
de trabajo”.
Agrego que son importantes las medidas destinadas especialmente a
mejorar la inserción laboral de las mujeres, como podrían ser las leyes o
cláusulas de igualdad en los convenios colectivos para garantizar que entre
hombre y mujeres haya igualdad de remuneración por trabajo de igual valor.
En la declaración difundida hoy Salazar también destaca la necesidad
de intervenir las políticas educativas y de formación profesional para evitar
la desconexión con las demandas del mercado de trabajo, poniendo especial
énfasis en las áreas más relevantes para la incorporación de más mujeres,
incluyendo la formación en disciplinas STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería,
matemáticas) y aquellas destinadas a apoyar las empresarias.